Add parallel Print Page Options

Cuando llenó todas las vasijas, pidió a uno de sus hijos:

— Acércame otra vasija.

Pero él le dijo:

— Ya no quedan más.

Entonces se agotó el aceite. La mujer fue a contárselo al profeta y este le dijo:

— Ahora vende el aceite, paga a tu acreedor y con el resto podrán vivir tú y tus hijos.

Eliseo y la sunamita

Un día Eliseo pasó por Sunán y una mujer rica que vivía allí le insistió para que se quedase a comer. Desde entonces, cada vez que pasaba por allí, se detenía a comer.

Read full chapter

Cuando ya todas estuvieron llenas, ella pidió a uno de sus hijos que le pasara otra más y él respondió: «Ya no hay». En ese momento se acabó el aceite.

La mujer fue y se lo contó al hombre de Dios, quien ordenó: «Ahora ve a vender el aceite y paga tus deudas. Con el dinero que te sobre podrán vivir tú y tus hijos».

El hijo de la sunamita

Un día, cuando Eliseo pasaba por Sunem, cierta mujer de buena posición le insistió que comiera en su casa. Desde entonces, siempre que pasaba por ese pueblo, comía allí.

Read full chapter

When all the jars were full, she said to her son, “Bring me another one.”

But he replied, “There is not a jar left.” Then the oil stopped flowing.

She went and told the man of God,(A) and he said, “Go, sell the oil and pay your debts. You and your sons can live on what is left.”

The Shunammite’s Son Restored to Life

One day Elisha went to Shunem.(B) And a well-to-do woman was there, who urged him to stay for a meal. So whenever he came by, he stopped there to eat.

Read full chapter