1 Samuel 23-25

Nueva Biblia de las Américas

David libra a Keila

23 Entonces dieron aviso a David: «Los filisteos están atacando a Keila^(A), y están saqueando las eras». ² Entonces consultó David al Señor: «¿Debo ir a atacar^[a] a estos filisteos?». Y el Señor dijo a David: «Ve, ataca^[b] a los filisteos y libra a Keila^(B)». ³ Pero los hombres de David le dijeron: «Mira, estamos con temor aquí en Judá. ¿Cuánto más si vamos a Keila contra las filas de los filisteos?». ⁴ De nuevo David consultó al Señor; y el Señor le respondió: «Levántate, desciende a Keila, pues entregaré a los filisteos en tu mano^(C)». ⁵ Y David y sus hombres fueron a Keila y pelearon contra los filisteos; y él se llevó sus ganados y los hirió con gran mortandad. Así libró David a los habitantes de Keila.

Saúl persigue a David

⁶ Al huir Abiatar, hijo de Ahimelec, a donde estaba David en Keila^(D), descendió con un efod en la mano. ⁷ Cuando se avisó a Saúl que David había ido a Keila, Saúl dijo: «Dios lo ha entregado^[c] en mi mano, pues se ha encerrado entrando en una ciudad con puertas dobles y barras». ⁸ Y Saúl convocó a todo el pueblo a la guerra, para descender a Keila a fin de cercar a David y sus hombres. ⁹ David supo que Saúl tramaba el mal contra él; así que le dijo al sacerdote Abiatar^(E): «Trae el efod^(F)». ¹⁰ Entonces David dijo: «Oh Señor, Dios de Israel, Tu siervo ciertamente ha oído que Saúl procura venir a Keila para destruir la ciudad por causa mía. ¹¹ ¿Me entregarán en su mano los hombres de Keila? ¿Descenderá Saúl tal como Tu siervo ha oído? Oh Señor, Dios de Israel, te ruego que lo hagas saber a Tu siervo». Y el Señor dijo: «Sí, descenderá».

¹² Entonces David dijo: «¿Me entregarán los hombres de Keila a mí y a mis hombres en manos de Saúl?». Y el Señor dijo: «Sí, los entregarán^(G)». ¹³ Se levantó, pues, David con sus hombres, como 600^(H), y salieron de Keila y anduvieron de un lugar a otro^[d](I). Cuando a Saúl le informaron que David se había escapado de Keila, cesó de perseguirlo^[e]. ¹⁴ David se quedó en el desierto en los refugios^[f], y permaneció en la región montañosa en el desierto de Zif^(J). Saúl lo buscaba todos los días, pero Dios no lo entregó en su mano^(K).

¹⁵ Y David se enteró^[g] de que Saúl había salido para quitarle la vida^[h], y David se encontraba en el desierto de Zif, en Hores. ¹⁶ Jonatán, hijo de Saúl, se levantó y fue a donde estaba David en Hores, y lo fortaleció^[i] en Dios^(L). ¹⁷ Y le dijo: «No temas^(M), porque la mano de Saúl mi padre no te encontrará, y tú reinarás sobre Israel y yo seré segundo después de ti^(N); Saúl mi padre también sabe esto». ¹⁸ Hicieron los dos un pacto delante del Señor^(O); y David permaneció en Hores mientras Jonatán se fue a su casa.

¹⁹ Entonces subieron los de Zif a Saúl en Guibeá^(P) y dijeron: «¿No está David escondido entre^[j] nosotros en los refugios de Hores, en la colina de Haquila^(Q) que está al sur^[k] de Jesimón^[l]? ²⁰ Ahora bien, oh rey, usted descienda conforme a todo el deseo de su alma para hacerlo^[m]; y nuestra parte será entregarlo en manos del rey^(R)». ²¹ Y Saúl dijo: «Benditos sean del Señor, porque se compadecieron de mí^(S). ²² Vayan ahora, asegúrense, investiguen y vean dónde está su escondite^[n], y quién lo ha visto allí, porque me han dicho que es muy astuto. ²³ Miren entonces, reconozcan todos los escondites donde se oculta, regresen a mí cuando estén seguros, y yo iré con ustedes; y sucederá que si estuviera en la tierra, voy a hallarlo^[o] entre todos los miles de Judá».

²⁴ Ellos se levantaron y fueron a Zif delante de Saúl. Y David y sus hombres estaban en el desierto de Maón^(T), en el Arabá, al sur^[p] de Jesimón. ²⁵ Saúl fue con sus hombres a buscarlo, pero le avisaron a David, y este bajó a la peña y permaneció en el desierto de Maón. Cuando Saúl lo supo, persiguió a David en el desierto de Maón. ²⁶ Saúl iba por un lado del monte y David y sus hombres por el otro lado del monte. David se apresuraba para huir de Saúl, pues Saúl y sus hombres estaban rodeando a David y a sus hombres para apresarlos^(U). ²⁷ Pero un mensajero vino a Saúl diciendo: Apresúrese y venga, pues los filisteos han hecho una incursión en la tierra. ²⁸ Regresó entonces Saúl, dejando de perseguir a David, y fue al encuentro de los filisteos. Por eso llamaron a aquel lugar la Peña de Escape. ^29 [q]Y subió David de allí, y permaneció en los refugios de En Gadi^(V).

David perdona la vida a Saúl

24 Cuando Saúl regresó de perseguir a los filisteos^(W), le dieron aviso: «David está en el desierto de En Gadi^(X)». ² Entonces Saúl tomó de todo Israel 3,000 hombres escogidos, y fue en busca de David y de sus hombres por^[r] los peñascos de las cabras monteses^(Y). ³ Llegó a unos rediles de ovejas en el camino, donde había una cueva, y Saúl entró en ella para hacer sus necesidades^[s](Z). Y David y sus hombres estaban sentados en los rincones de la cueva^(AA). ⁴ Y los hombres de David le dijeron: «Mira, este es el día del que el Señor te habló: “Voy a entregar a tu enemigo en tu mano, y harás con él como bien te parezca^[t](AB)”». Entonces David se levantó y cortó a escondidas la orilla del manto de Saúl^(AC).

⁵ Aconteció después de esto que la conciencia de David le remordía^[u](AD), porque había cortado la orilla del manto de Saúl. ⁶ Y dijo a sus hombres: «El Señor me guarde de hacer tal cosa contra mi rey^[v], el ungido del Señor, de extender contra él mi mano, porque es el ungido del Señor^(AE)». ⁷ David contuvo^[w] a sus hombres con estas palabras y no les permitió que se levantaran contra Saúl. Y Saúl se levantó, salió de la cueva, y siguió su camino.

⁸ Después de esto David se levantó, salió de la cueva y dio voces tras Saúl, diciendo: «¡Mi señor el rey!». Y cuando Saúl miró hacia atrás^[x], David inclinó su rostro a tierra y se postró^(AF). ⁹ Y dijo David a Saúl: «¿Por qué escucha usted las palabras de los hombres, que dicen: “Mire que David procura su mal”? ¹⁰ Hoy han visto sus ojos que el Señor lo ha puesto en mis manos en la cueva en este día^(AG); y algunos me dijeron que lo matara, pero mis ojos tuvieron piedad de usted, y dije: “No extenderé mi mano contra mi rey^[y], porque es el ungido del Señor^(AH)”. ¹¹ Mire, padre mío, mire la orilla de su manto en mi mano^(AI). Puesto que corté la orilla de su manto y no lo maté, reconozca y vea que no hay maldad ni rebelión^[z] en mis manos y que no he pecado contra usted, a pesar de que usted acecha mi vida para quitármela^(AJ). ¹² Juzgue el Señor entre usted y yo y que el Señor me vengue de usted, pero mi mano no será contra usted^(AK). ¹³ Como dice el proverbio de los antiguos: “De los malos procede la maldad^(AL)”, pero mi mano no será contra usted. ¹⁴ ¿Tras quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién persigue? ¿A un perro muerto^(AM)? ¿A una pulga^(AN)? ¹⁵ Sea el Señor juez y decida^[aa] entre usted y yo^(AO); que Él vea y defienda mi causa^(AP) y me libre^[ab] de su mano».

¹⁶ Cuando David acabó de decir a Saúl estas palabras, Saúl dijo: «¿Es esta tu voz, David, hijo mío^(AQ)?». Entonces Saúl alzó su voz y lloró. ¹⁷ Y dijo a David: «Eres más justo que yo^(AR), porque tú me has tratado bien mientras que yo te he tratado con maldad^(AS). ¹⁸ Tú has demostrado hoy que me has hecho bien, ya que el Señor me entregó en tu mano y sin embargo no me diste muerte^(AT). ¹⁹ Porque si un hombre halla a su enemigo, ¿lo dejará ir sano y salvo^[ac](AU)? Que el Señor, por tanto, te recompense con bien por lo que has hecho por mí hoy. ²⁰ Mira, ahora sé que ciertamente serás rey^(AV), y que el reino de Israel será establecido en tu mano^(AW). ²¹ Ahora pues, júrame por el Señor que no cortarás mi descendencia^[ad] después de mí, y que no borrarás mi nombre de la casa de mi padre^(AX)». ²² Y David se lo juró a Saúl. Y Saúl se fue a su casa, pero David y sus hombres subieron al refugio^[ae](AY).

Muerte de Samuel

25 Murió Samuel^(AZ), y se reunió todo Israel; lo lloraron^(BA), y lo sepultaron en su casa en Ramá^(BB). Después David se levantó y descendió al desierto de Parán^(BC).

David y Abigail

² Había un hombre en Maón^(BD) que tenía sus bienes en Carmel^(BE); el hombre era muy rico^[af] y tenía 3,000 ovejas y 1,000 cabras; y estaba en Carmel trasquilando sus ovejas^(BF). ³ El hombre se llamaba Nabal, y su mujer se llamaba Abigail. Y la mujer era inteligente^[ag] y de hermosa apariencia^(BG), pero el hombre era áspero y malo en sus tratos, y era calebita^(BH). ⁴ Y David oyó en el desierto que Nabal estaba trasquilando sus ovejas.

⁵ Entonces David envió diez jóvenes, y les dijo^[ah]: «Suban a Carmel, visiten^[ai] a Nabal y salúdenlo en mi nombre; ⁶ y le dirán así: “Ten una larga vida^[aj], paz para ti, paz para tu casa y paz para todo lo que tienes^(BI). ⁷ He oído que tienes esquiladores^(BJ). Ahora bien, tus pastores han estado con nosotros, y no los hemos maltratado, ni les ha faltado nada todos los días que estuvieron en Carmel^(BK). ⁸ Pregunta a tus criados, y ellos te lo dirán. Por tanto, permite que mis criados hallen gracia ante tus ojos, porque hemos llegado en un día de fiesta^[ak](BL). Te ruego que de lo que tengas a mano, des a tus siervos y a tu hijo David”».

⁹ Cuando llegaron los jóvenes de David, dijeron a Nabal todas estas palabras en nombre de David; entonces esperaron. ¹⁰ Pero Nabal respondió a los siervos de David: «¿Quién es David^(BM) y quién es el hijo de Isaí? Hay muchos siervos hoy día que huyen de su señor. ¹¹ ¿He de tomar mi pan, mi agua y la carne que he preparado^[al] para mis esquiladores, y he de dárselos a hombres cuyo origen no conozco^[am](BN)?». ¹² Entonces los jóvenes de David se volvieron por su camino, y regresaron; y llegaron y le comunicaron todas^[an] estas palabras. ¹³ Y David dijo a sus hombres: «Cíñase cada uno su espada». Y cada hombre se la ciñó. David también se ciñó la suya, y unos 400 hombres subieron tras David^(BO), mientras que otros 200 se quedaron cuidando el equipaje^(BP).

¹⁴ Pero uno de los criados avisó a Abigail, mujer de Nabal: «David envió mensajeros desde el desierto a saludar^[ao] a nuestro señor^(BQ), pero él los ha tratado mal. ¹⁵ Sin embargo, los hombres fueron muy buenos con nosotros; no nos maltrataron ni nos faltó nada cuando^[ap] andábamos con ellos, mientras estábamos en el campo^(BR). ¹⁶ Como muro fueron para nosotros tanto de noche como de día, todo el tiempo que estuvimos con ellos apacentando las ovejas^(BS). ¹⁷ Ahora pues, reflexione^[aq] y mire lo que ha de hacer, porque el mal ya está determinado contra nuestro señor y contra toda su casa, y él es un hombre tan indigno^[ar] que nadie puede hablarle».

¹⁸ Entonces Abigail se dio prisa y tomó 200 panes, dos odres de vino, cinco ovejas ya preparadas, cinco medidas de grano tostado, 100 racimos de uvas pasas, y 200 tortas de higos, y los puso sobre asnos^(BT). ¹⁹ Y dijo a sus criados: «Vayan delante de mí; porque yo los seguiré^(BU)». Pero no dijo nada a su marido Nabal. ²⁰ Cuando ella cabalgaba en su asno y descendía por la parte encubierta del monte, David y sus hombres venían bajando hacia ella, y se encontró con ellos. ²¹ Y David había dicho: «Ciertamente, en vano he guardado todo lo que este hombre tiene en el desierto, de modo que nada se perdió de todo lo suyo; y él me ha devuelto mal por bien^(BV). ²² Así haga Dios a los enemigos de David^(BW), y aun más, si al llegar la mañana he dejado tan solo un varón^[as] de los suyos^(BX)».

²³ Cuando Abigail vio a David se dio prisa y bajó de su asno, y cayendo sobre su rostro delante de David, se postró en tierra^(BY). ²⁴ Y se echó a sus pies y le dijo: «Señor mío, solo sobre mí sea la culpa. Le ruego que permita que su sierva le hable^[at], y que escuche las palabras de su sierva. ²⁵ Ruego a mi señor que no haga caso a^[au] este hombre indigno^[av], Nabal, porque conforme a su nombre, así es. Se llama Nabal^[aw], y la insensatez está con él; pero yo su sierva no vi a los jóvenes que usted, mi señor, envió. ²⁶ Ahora pues, señor mío, vive el Señor y vive su alma. Puesto que el Señor le ha impedido derramar^[ax] sangre y vengarse^[ay] por su propia mano^(BZ), sean pues como Nabal sus enemigos y los que buscan el mal contra mi señor^(CA). ²⁷ Y ahora permita que este presente^[az] que su sierva ha traído para mi señor se dé a los jóvenes que acompañan a^[ba] mi señor^(CB). ²⁸ Le ruego que perdone la ofensa de su sierva^(CC), porque el Señor ciertamente establecerá^[bb] una casa duradera para mi señor^(CD), pues mi señor pelea las batallas del Señor^(CE), y el mal no se hallará en usted en todos sus días^(CF). ²⁹ Y si alguien se levanta para perseguirlo y buscar su vida^[bc], entonces la vida^[bd] de mi señor estará bien atada en el haz de los que viven con el Señor su Dios; pero Él lanzará la vida de sus enemigos como de en medio de una honda^(CG). ³⁰ Y sucederá que cuando el Señor haga por mi señor conforme a todo el bien que Él ha hablado de usted, y se ponga por príncipe sobre Israel^(CH), ³¹ esto no causará pesar ni remordimiento^[be] a mi señor, tanto por haber derramado sangre sin causa como por haberse vengado^[bf] mi señor. Cuando el Señor haya hecho bien a mi señor, entonces acuérdese de su sierva^(CI)».

³² Entonces David dijo a Abigail: «Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que te envió hoy a encontrarme^(CJ), ³³ bendito sea tu razonamiento, y bendita seas tú, que me has impedido derramar sangre^[bg] hoy y vengarme^[bh] por mi propia mano^(CK). ³⁴ Sin embargo, vive el Señor, Dios de Israel, que me ha impedido hacerte mal^(CL), que si tú no hubieras venido pronto a encontrarme, ciertamente, para la luz del alba, no le hubiera quedado a Nabal ni un varón^[bi]». ³⁵ Recibió David de su mano lo que ella había traído y le dijo: «Sube en paz a tu casa^(CM). Mira, te he escuchado^[bj] y te he concedido tu petición^[bk](CN)».

Muerte de Nabal

³⁶ Entonces Abigail regresó a Nabal, y este tenía un banquete en su casa, como el banquete de un rey^(CO). Y el corazón de Nabal estaba alegre, pues estaba muy ebrio^(CP), por lo cual ella no le comunicó nada^[bl] hasta el amanecer^(CQ). ³⁷ Pero sucedió que por la mañana, cuando se le pasó el vino a Nabal, su mujer le contó estas cosas, y su corazón se quedó como muerto dentro de él, y se puso como una piedra. ³⁸ Y unos diez días después, sucedió que el Señor hirió a Nabal, y murió^(CR).

³⁹ Cuando David supo que Nabal había muerto, dijo: «Bendito sea el Señor, que ha defendido la causa de mi afrenta de manos de Nabal^(CS), y ha preservado a Su siervo del mal^(CT). El Señor también ha devuelto la maldad de Nabal sobre su propia cabeza». Entonces David envió un mensaje a Abigail^(CU), para tomarla para sí por mujer. ⁴⁰ Y los siervos de David fueron a casa de Abigail en Carmel, y le hablaron diciendo: «David nos ha enviado a usted, para tomarla para sí por mujer». ⁴¹ Ella se levantó y postrándose rostro en tierra^(CV), dijo: «Miren, su sierva es una criada para lavar los pies de los siervos de mi señor^(CW)». ⁴² Abigail se levantó apresuradamente, montó en un asno, y con sus cinco doncellas que la atendían^[bm] siguió a los mensajeros de David, y fue su mujer^(CX).

⁴³ David había tomado también a Ahinoam de Jezreel^(CY), y ambas fueron mujeres suyas^(CZ).

⁴⁴ Pues Saúl había dado a su hija Mical^(DA), mujer de David, a Palti, hijo de Lais, que era de Galim^(DB).