Deuteronomio 4:15-40

La Biblia de las Américas

Advertencia contra la idolatría

¹⁵ Así que guardaos bien^(A), ya que no visteis ninguna figura^(B) el día en que el Señor os habló en Horeb de en medio del fuego; ¹⁶ no sea que os corrompáis^(C) y hagáis para vosotros una imagen tallada semejante a cualquier figura^(D): semejanza de varón o hembra, ¹⁷ semejanza de cualquier animal que está en la tierra, semejanza de cualquier ave que vuela en el cielo^(E), ¹⁸ semejanza de cualquier animal que se arrastra sobre la tierra, semejanza de cualquier pez que hay en las aguas debajo de la tierra. ¹⁹ No sea que levantes los ojos al cielo y veas el sol, la luna, las estrellas y todo el ejército del cielo^(F), y seas impulsado a adorarlos y servirlos^(G), cosas que el Señor tu Dios ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos. ²⁰ Pero a vosotros el Señor os ha tomado y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto^(H), para que fuerais pueblo de su heredad^(I) como lo sois ahora. ²¹ Y el Señor se enojó conmigo a causa de vosotros, y juró que yo no pasaría el Jordán, ni entraría en la buena tierra^(J) que el Señor tu Dios te da por heredad. ²² Porque yo moriré en esta tierra, no cruzaré el Jordán^(K); mas vosotros pasaréis y tomaréis posesión de esta buena tierra^(L). ²³ Guardaos, pues, no sea que olvidéis el pacto que el Señor vuestro Dios hizo con vosotros^(M), y os hagáis imagen tallada en forma de cualquier cosa que el Señor tu Dios te ha prohibido^[a](N). ²⁴ Porque el Señor tu Dios es fuego consumidor^(O), un Dios celoso^(P).

²⁵ Cuando hayáis engendrado hijos y nietos, y hayáis permanecido largo tiempo en la tierra, y os corrompáis^(Q) y hagáis un ídolo^[b] en forma de cualquier cosa^(R), y hagáis lo que es malo ante los ojos del Señor vuestro Dios para provocarle a ira^(S), ²⁶ pongo hoy por testigo contra vosotros^(T) al cielo y a la tierra, que pronto seréis totalmente exterminados de la tierra donde vais a pasar el Jordán para poseerla. No viviréis por mucho tiempo^[c] en ella, sino que seréis totalmente destruidos^(U). ²⁷ Y el Señor os dispersará entre los pueblos^(V), y quedaréis pocos en número entre las naciones adonde el Señor os llevará. ²⁸ Allí serviréis a dioses hechos por manos de hombre^(W), de madera y de piedra^(X), que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen^(Y). ²⁹ Pero desde allí buscarás^[d] al Señor tu Dios, y lo hallarás si lo buscas^(Z) con todo tu corazón y con toda tu alma^(AA). ³⁰ En los postreros días^(AB), cuando estés angustiado y todas esas cosas te sobrevengan^(AC), volverás al Señor tu Dios y escucharás su voz^(AD). ³¹ Pues el Señor tu Dios es Dios compasivo^(AE); no te abandonará^(AF), ni te destruirá^(AG), ni olvidará el pacto que Él juró a tus padres^(AH).

³² Ciertamente, pregunta ahora acerca de los tiempos^[e] pasados que fueron antes de ti^(AI), desde el día en que Dios creó al hombre^[f] sobre la tierra^(AJ); inquiere desde un extremo de los cielos hasta el otro^(AK). ¿Se ha hecho cosa tan grande como esta^(AL), o se ha oído algo como esto? ³³ ¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios, hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, y ha sobrevivido^(AM)? ³⁴ ¿O ha intentado dios alguno tomar para sí una nación de en medio de otra nación^(AN), con pruebas, con señales y maravillas^(AO), con guerra y mano fuerte y con brazo extendido^(AP) y hechos aterradores^[g], como^[h] el Señor tu Dios hizo por ti en Egipto delante de tus ojos? ³⁵ A ti te fue mostrado, para que supieras que el Señor, Él es Dios; ningún otro hay fuera de Él^(AQ). ³⁶ Desde los cielos te hizo oír su voz para disciplinarte^[i]; y sobre la tierra te hizo ver su gran fuego, y oíste sus palabras de en medio del fuego^(AR). ³⁷ Porque^[j] Él amó a tus padres, por eso escogió a su descendencia^[k] después de ellos^(AS); y personalmente^[l] te sacó de Egipto con su gran poder^(AT), ³⁸ expulsando^[m] delante de ti naciones más grandes y más poderosas que tú, para hacerte entrar y darte la tierra de ellos por heredad^(AU), como sucede hoy. ³⁹ Por tanto, reconoce hoy y reflexiona en tu corazón, que el Señor es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra; no hay otro^(AV). ⁴⁰ Así pues, guardarás sus estatutos y sus mandamientos^(AW) que yo te ordeno hoy, a fin de que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti^(AX), y para que prolongues tus días sobre la tierra que el Señor tu Dios te da para siempre^(AY).