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El Señor está en su santo Templo,
el Señor tiene su trono en el cielo.
Sus ojos están observando,
su mirada sondea a los humanos:
el Señor sondea al justo y al malvado,
él detesta al que ama la violencia.
Hará llover sobre los malos brasas y azufre,
un viento ardiente será la porción de su copa.

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