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Edom rehúsa el paso a Israel

14 Moisés envió mensajeros desde Cades al rey de Edom(A), diciendo: Así ha dicho tu hermano Israel: «Tú sabes todas las dificultades que nos han sobrevenido(B); 15 que nuestros padres descendieron a Egipto, y estuvimos por largo tiempo en Egipto, y los egipcios nos maltrataron a nosotros y a nuestros padres. 16 Pero cuando clamamos al Señor(C), Él oyó nuestra voz y envió un ángel y nos sacó de Egipto(D). Ahora, mira, estamos en Cades, un pueblo de la frontera[a] de tu territorio. 17 Permítenos, por favor, pasar por tu tierra(E). No pasaremos por campo labrado ni por viñedo; ni siquiera beberemos agua de pozo. Iremos por el camino real, sin volver a la derecha ni a la izquierda hasta que crucemos tu territorio». 18 Pero, Edom(F) le respondió: Tú no pasarás por mi tierra; para que no salga yo con espada a tu encuentro. 19 Entonces los hijos de Israel le contestaron: Iremos por el camino principal, y si yo y mi ganado(G) bebemos de tu agua, entonces te pagaré[b] su precio(H). Solamente déjame pasar a pie, nada más[c]. 20 Pero él dijo: Tú no pasarás(I). Y Edom salió a su encuentro con mucha gente y con mano fuerte. 21 Rehusó, pues, Edom dejar pasar a Israel por su territorio(J), así que Israel tuvo que desviarse de él(K).

Muerte de Aarón

22 Partiendo de Cades(L) los hijos de Israel, toda la congregación, llegaron al monte Hor. 23 Y habló el Señor a Moisés y a Aarón en el monte Hor, en la frontera de la tierra de Edom(M), diciendo: 24 Aarón será reunido a su pueblo[d](N), pues no entrará a la tierra que yo he dado a los hijos de Israel, porque vosotros os rebelasteis contra mi orden[e] en las aguas de Meriba(O). 25 Toma a Aarón y a su hijo Eleazar(P) y tráelos al monte Hor; 26 y quita a Aarón sus vestidos y ponlos sobre su hijo Eleazar. Entonces Aarón será reunido a su pueblo(Q), y morirá allí. 27 Moisés hizo tal como el Señor le ordenó, y subieron al monte Hor ante los ojos de toda la congregación. 28 Y después que Moisés le quitó a Aarón sus vestidos(R) y se los puso a su hijo Eleazar, Aarón murió allí sobre la cumbre del monte(S), y Moisés y Eleazar descendieron del monte. 29 Cuando toda la congregación vio que Aarón había muerto, toda la casa de Israel lloró a Aarón por treinta días(T).

Conquista de Arad

21 Cuando el cananeo, el rey de Arad, que habitaba en el Neguev[f], oyó que Israel subía(U) por el camino de Atarim[g], peleó contra Israel y le tomó algunos prisioneros. Entonces Israel hizo un voto al Señor(V) y dijo: Si en verdad entregas a este pueblo en mis manos, yo destruiré por completo[h] sus ciudades. Y oyó el Señor la voz de Israel y les entregó a los cananeos; y los israelitas los destruyeron por completo[i], a ellos y a sus ciudades. Por eso se llamó a aquel lugar Horma[j](W).

La serpiente de bronce

Partieron del monte de Hor, por el camino del mar Rojo[k], para rodear la tierra de Edom(X), y el pueblo se impacientó[l] por causa del viaje. Y el pueblo habló contra Dios y Moisés: ¿Por qué nos habéis sacado de Egipto para morir en el desierto(Y)? Pues no hay comida[m] ni agua, y detestamos[n] este alimento tan miserable(Z). Y el Señor envió serpientes abrasadoras entre el pueblo(AA), y mordieron al pueblo(AB), y mucha gente de Israel murió(AC). Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado(AD), porque hemos hablado contra el Señor y contra ti; intercede con el Señor para que quite las serpientes de entre nosotros. Y Moisés intercedió por el pueblo(AE). Y el Señor dijo a Moisés: Hazte una serpiente abrasadora y ponla sobre un asta(AF); y acontecerá que cuando todo el que sea mordido la mire, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso sobre el asta(AG); y sucedía que cuando una serpiente mordía a alguno, y este miraba a la serpiente de bronce, vivía.

10 Después los hijos de Israel partieron y acamparon en Obot(AH). 11 Y partieron de Obot y acamparon en Ije-abarim, en el desierto que está frente a Moab, al oriente[o]. 12 De allí(AI) partieron y acamparon en el valle[p] de Zered. 13 De allí partieron y acamparon al otro lado del Arnón, que está en el desierto y que sale del territorio de los amorreos, pues el Arnón es la frontera de Moab(AJ), entre Moab y los amorreos. 14 Por tanto se dice en el Libro de las Guerras del Señor:

Vaheb que está en Sufa
y los arroyos del Arnón,
15 y la ladera de los arroyos
que llega hasta el sitio de Ar(AK)
y se apoya en la frontera de Moab.

16 Y de allí continuaron(AL) hasta Beer[q]; este es el pozo donde el Señor le dijo a Moisés: Reúne al pueblo y les daré agua.

17 Entonces cantó Israel este cántico(AM):

¡Salta, oh pozo! A él cantad.
18 El pozo que cavaron los jefes,
que los nobles del pueblo hicieron
con el cetro y con sus báculos.

Y desde el desierto fueron a Mataná. 19 Y de Mataná a Nahaliel, y de Nahaliel a Bamot, 20 y de Bamot al valle que está en la tierra de Moab, en la cumbre del Pisga, que da al desierto[r].

21 (AN)Entonces Israel envió mensajeros a Sehón, rey de los amorreos(AO), diciendo: 22 Déjame pasar por tu tierra. No nos desviaremos, ni por campos ni por viñedos, ni beberemos agua de pozo. Iremos por el camino real hasta que hayamos cruzado tus fronteras(AP). 23 Pero Sehón no permitió a Israel pasar por su territorio(AQ). Y reunió Sehón a todo su pueblo y salió al encuentro de Israel en el desierto, y llegó a Jahaza y peleó contra Israel(AR). 24 Pero Israel lo hirió a filo de espada(AS) y tomó posesión de su tierra desde el Arnón hasta el Jaboc, hasta la frontera con los hijos de Amón, porque Jazer[s] era la frontera de los hijos de Amón(AT). 25 Israel tomó todas estas ciudades, y habitó Israel en todas las ciudades de los amorreos(AU), en Hesbón y en todas sus aldeas[t]. 26 Porque Hesbón era la ciudad de Sehón, rey de los amorreos, quien había peleado contra el rey anterior de Moab y le había quitado de su mano toda su tierra, hasta el Arnón. 27 Por eso dicen los que usan proverbios:

Venid a Hesbón. Sea edificada.
Sea establecida la ciudad de Sehón.
28 Porque fuego salió de Hesbón,
una llama del pueblo de Sehón(AV);
devoró a Ar de Moab(AW),
a los señores de las alturas[u](AX) del Arnón.
29 ¡Ay de ti, Moab(AY)!
¡Destruido eres, oh pueblo de Quemos(AZ)!
Ha dado a sus hijos como fugitivos(BA)
y a sus hijas a la cautividad(BB),
a un rey amorreo, Sehón.
30 Mas nosotros los hemos arrojado;
Hesbón está destruido hasta Dibón(BC);
después también asolamos hasta Nofa,
la que llega hasta Medeba.

31 Así habitó Israel en la tierra de los amorreos. 32 Y Moisés envió a reconocer a Jazer(BD), y tomaron sus villas y expulsaron[v] a los amorreos que vivían allí.

33 Después se volvieron y subieron por el camino de Basán; y Og, rey de Basán, salió con[w] todo su pueblo para presentarles[x] batalla en Edrei(BE). 34 Pero el Señor dijo a Moisés: No le tengas miedo porque lo he entregado en tu mano, y a todo su pueblo y a su tierra; y harás con él como hiciste con Sehón, rey de los amorreos, el que habitaba en Hesbón(BF). 35 Así que lo mataron[y] a él, a sus hijos y a todo su pueblo, hasta que no le quedó remanente; y tomaron posesión de su tierra(BG).

Balac y Balaam

22 Después partieron los hijos de Israel y acamparon en las llanuras de Moab, al otro lado del Jordán, frente a Jericó(BH).

Y Balac(BI), hijo de Zipor, vio todo lo que Israel había hecho a los amorreos. Entonces Moab tuvo mucho temor(BJ) a causa del pueblo, porque eran muchos; y Moab tuvo miedo ante los hijos de Israel. Y Moab dijo a los ancianos de Madián(BK): Esta multitud lamerá todo lo que hay a nuestro derredor, como el buey lame la hierba del campo. Y en aquel tiempo Balac, hijo de Zipor, era rey de Moab. Y envió mensajeros a Balaam, hijo de Beor(BL), en Petor(BM), que está cerca del río[z], en la tierra de los hijos de su pueblo, para llamarlo, diciendo: Mira, un pueblo salió de Egipto y he aquí, cubren la faz de la tierra y habitan frente a mí. Ven ahora, te ruego(BN), y maldíceme a este pueblo(BO) porque es demasiado poderoso[aa] para mí; quizá pueda derrotarlos[ab] y echarlos de la tierra. Porque yo sé que a quien tú bendices es bendecido, y a quien tú maldices es maldecido.

Y los ancianos de Moab y los ancianos de Madián fueron con el precio de la adivinación(BP) en la mano; y llegaron a Balaam, y le repitieron[ac] las palabras de Balac. Y él les dijo: Pasad la noche aquí y yo os traeré palabra según lo que el Señor me diga. Y los jefes de Moab se quedaron con Balaam. Entonces Dios(BQ) vino a Balaam y le dijo: ¿Quiénes son estos hombres que están contigo? 10 Y Balaam dijo a Dios: Balac, hijo de Zipor, rey de Moab, me ha enviado un mensaje: 11 «Mira, el pueblo que salió de Egipto cubre la faz de la tierra; ven ahora, maldícemelos; quizá yo pueda pelear contra ellos y expulsarlos». 12 Y Dios dijo a Balaam: No vayas con ellos; no maldecirás(BR) al pueblo, porque es bendito(BS). 13 Balaam se levantó de mañana y dijo a los jefes de Balac: Volved a vuestra tierra, porque el Señor ha rehusado dejarme ir con vosotros. 14 Y los jefes de Moab se levantaron y volvieron a Balac, y le dijeron: Balaam rehusó venir con nosotros.

15 Entonces Balac envió jefes otra vez, más numerosos y más distinguidos que los anteriores[ad]. 16 Y fueron a Balaam, y le dijeron: Así dice Balac, hijo de Zipor: «Te ruego que no rehúses venir a mí; 17 porque en verdad te honraré en gran manera, y haré cualquier cosa que me digas. Ven, pues, te ruego, y maldíceme a este pueblo(BT)». 18 Y Balaam respondió, y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, yo no podría traspasar el mandamiento[ae] del Señor mi Dios(BU) para hacer ni poco ni mucho[af]. 19 Pero, os ruego que permanezcáis aquí también esta noche, y sabré qué más me dice el Señor. 20 Y Dios vino a Balaam de noche, y le dijo: Si los hombres han venido a llamarte, levántate y ve con ellos; pero solo dirás[ag] la palabra que yo te hable(BV).

21 Y Balaam se levantó muy de mañana, aparejó su asna y se fue con los jefes de Moab(BW). 22 Pero Dios se airó porque él iba, y el ángel(BX) del Señor se puso en el camino como un adversario contra él. Y Balaam iba montado sobre su asna, y sus dos sirvientes con él. 23 Cuando el asna vio al ángel del Señor de pie en el camino con la espada desenvainada en la mano, el asna se salió del camino y se fue por medio del campo; pero Balaam golpeó el asna para hacerla volver al camino. 24 Entonces el ángel del Señor se puso en una senda estrecha de los viñedos, con una pared a un lado y otra pared al otro lado. 25 Al ver el asna al ángel del Señor, se pegó contra la pared y presionó el pie de Balaam contra la pared; entonces él la golpeó otra vez. 26 Y el ángel del Señor se fue más lejos, y se puso en un sitio estrecho donde no había manera de volverse ni a la derecha ni a la izquierda. 27 Y viendo el asna al ángel del Señor, se echó debajo de Balaam; y Balaam se enojó y golpeó al asna con su palo. 28 Entonces el Señor abrió la boca del asna(BY), la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho yo que me has golpeado estas tres veces? 29 Y Balaam respondió al asna: Porque te has burlado de mí. Ojalá tuviera una espada en mi mano, que ahora mismo te mataba(BZ). 30 Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna, y sobre mí has cabalgado toda tu vida hasta hoy? ¿He tenido la costumbre de portarme así contigo? Y él dijo: No.

31 Entonces el Señor abrió los ojos de Balaam, y él vio al ángel del Señor de pie en el camino, con la espada desenvainada en su mano, e inclinándose, se postró rostro en tierra(CA); 32 y el ángel del Señor le dijo: ¿Por qué has golpeado a tu asna estas tres veces? Mira, yo he salido como adversario, porque tu camino me era contrario[ah](CB); 33 pero el asna me vio y se apartó de mí estas tres veces. Si no se hubiera apartado de mí, ciertamente yo te hubiera matado ahora mismo, y a ella la hubiera dejado vivir. 34 Y Balaam dijo al ángel del Señor: He pecado(CC), pues no sabía que tú estabas en el camino para enfrentarte a mí. Pero ahora, si te desagrada, me volveré. 35 El ángel del Señor respondió a Balaam: Ve con los hombres, pero hablarás solo la palabra que yo te diga(CD). Y Balaam se fue con los jefes de Balac.

36 Al oír Balac que Balaam se acercaba[ai], salió a recibirlo en una ciudad de Moab, que está sobre la frontera del Arnón, al[aj] extremo de la frontera. 37 Entonces Balac dijo a Balaam: ¿No envié a llamarte con urgencia? ¿Por qué no viniste a mí? ¿Acaso no soy capaz de honrarte? 38 Balaam respondió a Balac: Mira, ahora he venido a ti. ¿Hay algo, acaso, que pueda decir? La palabra que Dios ponga en mi boca, esa diré(CE). 39 Balaam fue con Balac, y llegaron a Quiriat-huzot. 40 Y Balac sacrificó bueyes y ovejas, y envió algunos a Balaam y a los jefes que estaban con él.

41 Y sucedió que a la mañana siguiente, Balac tomó a Balaam y lo hizo subir a los lugares altos de Baal[ak](CF), y desde allí vio un extremo del pueblo(CG).

Primera profecía de Balaam

23 Entonces Balaam dijo a Balac: Constrúyeme aquí siete altares y prepárame aquí siete novillos y siete carneros. Y Balac hizo tal como Balaam le había dicho, y Balac y Balaam ofrecieron un novillo y un carnero en cada altar. Entonces Balaam dijo a Balac: Ponte junto a tu holocausto, y yo iré; quizá el Señor venga a mi encuentro, y lo que me manifieste te lo haré saber. Y se fue a un cerro pelado. Dios salió al encuentro de Balaam, y este le dijo: He preparado los siete altares y he ofrecido un novillo y un carnero sobre cada altar. Y el Señor puso palabra en la boca de Balaam(CH), y le dijo: Vuelve a Balac y así hablarás. Él entonces volvió a Balac[al], y he aquí que estaba junto a su holocausto, él y todos los jefes de Moab. Y comenzó su profecía[am], y dijo:

Desde Aram me ha traído Balac(CI),
rey de Moab, desde los montes del oriente:
«Ven, y maldíceme a Jacob;
ven, y condena a Israel(CJ)».
¿Cómo maldeciré a quien Dios no ha maldecido?
¿Cómo condenaré a quien el Señor no ha condenado(CK)?
Porque desde la cumbre de las peñas lo veo,
y desde los montes lo observo.
He aquí, es un pueblo que mora aparte(CL),
y que no será contado entre las naciones.
10 ¿Quién puede contar el polvo de Jacob,
o numerar la cuarta parte de Israel(CM)?
Muera yo[an] la muerte de los rectos(CN),
y sea mi fin como el suyo(CO).

Segunda profecía

11 Entonces Balac dijo a Balaam: ¿Qué me has hecho? Te tomé para maldecir a mis enemigos, pero mira, ¡los has llenado de bendiciones(CP)! 12 Y él respondió y dijo: ¿No debo tener cuidado de hablar lo que el Señor pone en mi boca(CQ)?

13 Balac le dijo entonces: Te ruego que vengas conmigo a otro sitio desde donde podrás verlos, aunque solo verás el extremo de ellos, y no los verás a todos; y desde allí maldícemelos. 14 Lo llevó al campo de Zofim, sobre la cumbre del Pisga, y edificó siete altares y ofreció un novillo y un carnero en cada altar. 15 Y él dijo a Balac: Ponte aquí junto a tu holocausto, mientras voy allá a encontrarme con el Señor. 16 El Señor salió al encuentro de Balaam y puso palabra en su boca(CR) y le dijo: Vuelve a Balac y así hablarás. 17 Y él volvió a Balac[ao], y he aquí, estaba de pie junto a su holocausto, y los jefes de Moab con él. Y Balac le dijo: ¿Qué ha dicho el Señor? 18 Y comenzó su profecía, y dijo:

Levántate, Balac, y escucha;
dame oídos, hijo de Zipor.
19 Dios no es hombre, para que mienta(CS),
ni hijo de hombre, para que se arrepienta.
¿Lo ha dicho Él, y no lo hará(CT)?,
¿ha hablado, y no lo cumplirá?
20 Mira, he recibido orden de bendecir(CU);
si Él ha bendecido, yo no lo puedo anular(CV).
21 Él no ha observado iniquidad en Jacob(CW),
ni ha visto malicia en Israel(CX);
está en él el Señor su Dios(CY),
y el júbilo[ap] de un rey está en él(CZ).
22 Dios lo[aq] saca de Egipto(DA);
es para él como los cuernos del búfalo(DB).
23 Porque no hay agüero contra Jacob,
ni hay adivinación contra Israel(DC).
A su tiempo se le dirá a Jacob
y a Israel: ¡Ved lo que ha hecho Dios!
24 He aquí, un pueblo se levanta como leona,
y se yergue como león(DD);
no se echará hasta que devore la presa
y beba la sangre de los que ha matado.

25 Entonces Balac dijo a Balaam: ¡De ninguna manera los maldigas ni los bendigas! 26 Pero Balaam respondió y dijo a Balac: ¿No te dije[ar] que todo lo que el Señor habla, eso debo hacer(DE)?

27 Y Balac dijo a Balaam: Ven, te ruego, te llevaré a otro lugar; quizá le plazca a[as] Dios que me los maldigas desde allí. 28 Entonces Balac llevó a Balaam a la cumbre del Peor, que da hacia el desierto[at]. 29 Y Balaam dijo a Balac: Constrúyeme aquí siete altares y prepárame aquí siete novillos y siete carneros. 30 Balac hizo tal como Balaam le había dicho y ofreció un novillo y un carnero en cada altar.

Tercera profecía de Balaam

24 Cuando Balaam vio que agradaba al[au] Señor bendecir a Israel, no fue como otras veces a buscar[av] agüeros(DF), sino que puso su rostro hacia el desierto(DG). Y levantó Balaam sus ojos y vio a Israel acampado[aw] por tribus; y vino sobre él el Espíritu de Dios(DH). Y comenzando su profecía[ax], dijo:

(DI)Oráculo de Balaam, hijo de Beor,
y oráculo del hombre de ojos abiertos;
oráculo del que escucha las palabras[ay] de Dios(DJ),
del que ve la visión del Todopoderoso[az](DK);
caído, pero con los ojos descubiertos.
¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob;
tus moradas, oh Israel!
Como valles[ba] que se extienden,
como jardines junto al río,
como áloes(DL) plantados por el Señor,
como cedros junto a las aguas(DM).
Agua correrá de sus baldes,
y su simiente estará junto a muchas aguas;
más grande que Agag(DN) será su rey,
y su reino será exaltado(DO).
Dios lo saca de Egipto(DP);
es para él como los cuernos del búfalo.
Devorará a las naciones que son sus adversarios(DQ),
y desmenuzará sus huesos,
y los traspasará con sus saetas(DR).
Se agazapa, se echa como león,
o como leona ¿quién se atreverá a despertarlo[bb](DS)?
Benditos los que te bendigan,
y malditos los que te maldigan(DT).

Cuarta profecía

10 Entonces se encendió la ira de Balac contra Balaam, y palmoteando[bc], dijo Balac a Balaam: Te llamé para maldecir a mis enemigos, pero he aquí, los has llenado de bendiciones estas tres veces. 11 Ahora pues, huye a tu lugar. Yo dije que te colmaría de honores, pero mira, el Señor te ha privado de honores. 12 Y Balaam dijo a Balac: ¿No les hablé yo también a los mensajeros que me enviaste(DU), diciendo: 13 «Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, no podría yo traspasar el mandamiento[bd] del Señor para hacer lo bueno o lo malo de mi propia iniciativa[be](DV). Lo que hable el Señor, eso hablaré(DW)»? 14 Ahora, mira, me voy a mi pueblo; pero ven, y te advertiré lo que este pueblo hará(DX) a tu pueblo en los días venideros[bf]. 15 Y comenzando su profecía, dijo:

(DY)Oráculo de Balaam, hijo de Beor,
y oráculo del hombre de ojos abiertos.
16 Oráculo del que escucha las palabras[bg] de Dios,
y conoce la sabiduría del Altísimo[bh];
del que ve la visión del Todopoderoso[bi],
caído, pero con los ojos descubiertos.
17 Lo veo, pero no ahora;
lo contemplo, pero no cerca;
una estrella saldrá de Jacob,
y un cetro se levantará de Israel(DZ)
que aplastará la frente[bj] de Moab
y derrumbará a[bk] todos los hijos de Set[bl](EA).
18 Edom será una posesión(EB),
también será una posesión Seir(EC), su enemigo;
mientras que Israel se conducirá con valor.
19 De Jacob saldrá el que tendrá dominio,
y destruirá al remanente de la ciudad(ED).

20 Al ver a Amalec, continuó su profecía[bm], y dijo:

Amalec fue la primera de las naciones,
pero su fin será destrucción[bn](EE).

21 Después vio al ceneo(EF), y continuó su profecía, y dijo:

Perdurable es tu morada,
y en la peña está puesto tu nido.
22 No obstante, el ceneo será consumido;
¿hasta cuándo te tendrá[bo] cautivo Asiria(EG)?

23 Y continuando su profecía[bp], dijo:

¡Ay! ¿Quién puede vivir, si Dios no lo ha ordenado?
24 Pero las naves vendrán de la costa de Quitim(EH),
y afligirán a Asiria y afligirán a Heber(EI);
pero él también perecerá para siempre(EJ).

25 Entonces se levantó Balaam y se marchó, y volvió a su lugar(EK); también Balac se fue por su camino.

El pueblo peca en Sitim

25 Mientras Israel habitaba en Sitim(EL), el pueblo comenzó a prostituirse(EM) con las hijas de Moab. Y estas invitaron al pueblo a los sacrificios que hacían a sus dioses(EN), y el pueblo comió y se postró ante sus dioses. Así Israel se unió a Baal de Peor[bq](EO), y se encendió la ira del Señor contra Israel. Y el Señor dijo a Moisés: Toma a todos los jefes del pueblo y ejecútalos delante del Señor a plena luz del día[br], para que se aparte de Israel la ardiente ira del Señor(EP). Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: Cada uno de vosotros mate a aquellos de los suyos que se han unido a Baal de Peor[bs](EQ).

Y he aquí que un hombre, uno de los hijos de Israel, vino y presentó una madianita(ER) a sus parientes[bt], a la vista de Moisés y a la vista de toda la congregación de los hijos de Israel, que lloraban a la puerta de la tienda de reunión(ES). Y cuando lo vio Finees(ET), hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, se levantó de en medio de la congregación, y tomando una lanza en su mano, fue tras el hombre de Israel, entró en la alcoba y los traspasó a los dos, al hombre de Israel y a la mujer por su vientre. Y así cesó la plaga sobre los hijos de Israel(EU). Y los que murieron por la plaga fueron veinticuatro mil(EV).

10 Entonces habló el Señor a Moisés, diciendo: 11 Finees(EW), hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha apartado mi furor de los hijos de Israel porque demostró su celo por mí entre ellos, y en mi celo no he destruido a los hijos de Israel(EX). 12 Por tanto, di: «He aquí, yo le doy(EY) mi pacto de paz(EZ); 13 y será para él y para su descendencia[bu] después de él, un pacto de sacerdocio perpetuo(FA), porque tuvo celo por su Dios e hizo expiación por los hijos de Israel(FB)».

14 El nombre del hombre de Israel que fue muerto[bv] con la madianita era Zimri, hijo de Salu, jefe de una casa paterna de Simeón. 15 Y el nombre de la mujer madianita que fue muerta[bw] era Cozbi(FC), hija de Zur(FD), el cual era cabeza del pueblo de una casa paterna en Madián.

16 Entonces habló el Señor a Moisés, diciendo: 17 Hostigad a los madianitas y heridlos(FE); 18 pues ellos os han sido hostiles con sus engaños, con los que os engañaron en el asunto de Peor, y en el asunto de Cozbi, hija del jefe de Madián, su hermana, que fue muerta[bx] el día de la plaga por causa de Peor.

Censo del pueblo en Moab

26 [by](FF)Y aconteció después de la plaga(FG), [bz]que el Señor habló a Moisés y a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, diciendo: Levantad un censo[ca] de toda la congregación de los hijos de Israel de veinte años arriba por sus casas paternas, todo el que en Israel pueda salir a la guerra(FH). Entonces Moisés y el sacerdote Eleazar hablaron con ellos en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó, diciendo(FI): Haced un censo del pueblo de veinte años arriba, como el Señor ordenó a Moisés.

Y los hijos de Israel que salieron de la tierra de Egipto fueron: Rubén, primogénito de Israel. Los hijos de Rubén: de Enoc, la familia de los enoquitas; de Falú, la familia de los faluitas; de Hezrón, la familia de los hezronitas; de Carmi, la familia de los carmitas. Estas son las familias de los rubenitas, y los que fueron contados[cb] de ellas eran cuarenta y tres mil setecientos treinta(FJ). El hijo de Falú: Eliab. Y los hijos de Eliab: Nemuel, Datán y Abiram. Estos son el Datán y el Abiram que fueron escogidos[cc] por la congregación(FK), y que contendieron contra Moisés y contra Aarón con el grupo de Coré, cuando contendieron contra el Señor(FL), 10 y la tierra abrió su boca y los tragó a ellos junto con Coré(FM) cuando aquel grupo murió, y cuando el fuego devoró a doscientos cincuenta hombres(FN), y sirvieron de escarmiento[cd]. 11 Pero los hijos de Coré no murieron(FO).

12 Los hijos de Simeón según sus familias: de Nemuel[ce], la familia de los nemuelitas; de Jamín, la familia de los jaminitas; de Jaquín[cf], la familia de los jaquinitas; 13 de Zera[cg], la familia de los zeraítas; de Saúl, la familia de los saulitas. 14 Estas son las familias de los simeonitas: veintidós mil doscientos(FP).

15 Los hijos de Gad según sus familias: de Zefón[ch], la familia de los zefonitas; de Hagui, la familia de los haguitas; de Suni, la familia de los sunitas; 16 de Ozni[ci], la familia de los oznitas; de Eri, la familia de los eritas; 17 de Arod[cj], la familia de los aroditas; de Areli, la familia de los arelitas. 18 Estas son las familias de los hijos de Gad según los que fueron contados en ellas: cuarenta mil quinientos(FQ).

19 Los hijos de Judá: Er y Onán; pero Er y Onán murieron en la tierra de Canaán(FR). 20 Y los hijos de Judá(FS) según sus familias fueron: de Sela, la familia de los selaítas; de Fares, la familia de los faresitas; de Zera, la familia de los zeraítas. 21 Y los hijos de Fares fueron: de Hezrón, la familia de los hezronitas; de Hamul, la familia de los hamulitas. 22 Estas son las familias de Judá según los que fueron contados en ellas: setenta y seis mil quinientos(FT).

23 Los hijos de Isacar según sus familias: de Tola, la familia de los tolaítas; de Fúa, la familia de los funitas(FU); 24 de Jasub[ck], la familia de los jasubitas; de Simrón, la familia de los simronitas. 25 Estas son las familias de Isacar según los que fueron contados en ellas: sesenta y cuatro mil trescientos(FV).

26 Los hijos de Zabulón según sus familias: de Sered, la familia de los sereditas; de Elón, la familia de los elonitas; de Jahleel, la familia de los jahleelitas(FW). 27 Estas son las familias de los zabulonitas según los que fueron contados en ellas: sesenta mil quinientos(FX).

28 Los hijos de José según sus familias: Manasés y Efraín(FY). 29 Los hijos de Manasés: de Maquir, la familia de los maquiritas; y Maquir engendró a Galaad; de Galaad, la familia de los galaaditas(FZ). 30 Estos son los hijos de Galaad: de Jezer[cl], la familia de los jezeritas; de Helec, la familia de los helequitas; 31 y de Asriel, la familia de los asrielitas; de Siquem, la familia de los siquemitas; 32 y de Semida, la familia de los semidaítas; de Hefer, la familia de los heferitas. 33 Pero Zelofehad, hijo de Hefer, no tuvo hijos, sino solo hijas; y los nombres de las hijas de Zelofehad fueron Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa(GA). 34 Estas son las familias de Manasés, y los que fueron contados de ellas: cincuenta y dos mil setecientos(GB).

35 Estos son los hijos de Efraín según sus familias: de Sutela, la familia de los sutelaítas; de Bequer[cm], la familia de los bequeritas; de Tahán, la familia de los tahanitas. 36 Y estos son los hijos de Sutela: de Erán, la familia de los eranitas. 37 Estas son las familias de los hijos de Efraín según los que fueron contados de ellas: treinta y dos mil quinientos(GC). Estos son los hijos de José según sus familias.

38 Los hijos de Benjamín según sus familias: de Bela, la familia de los belaítas; de Asbel, la familia de los asbelitas; de Ahiram[cn], la familia de los ahiramitas; 39 de Sufam[co], la familia de los sufamitas; de Hufam[cp], la familia de los hufamitas. 40 Y los hijos de Bela fueron Ard[cq] y Naamán: de Ard, la familia de los arditas; de Naamán, la familia de los naamitas. 41 Estos son los hijos de Benjamín según sus familias, y de ellos los que fueron contados: cuarenta y cinco mil seiscientos(GD).

42 Estos son los hijos de Dan según sus familias: de Súham[cr], la familia de los suhamitas. Estas son las familias de Dan según sus familias. 43 Todas las familias de los suhamitas, según los que fueron contados en ellas: sesenta y cuatro mil cuatrocientos(GE).

44 Los hijos de Aser según sus familias: de Imna, la familia de los imnitas; de Isúi, la familia de los isuitas; de Bería, la familia de los beriaítas(GF). 45 De los hijos de Bería: de Heber, la familia de los heberitas; de Malquiel, la familia de los malquielitas. 46 Y el nombre de la hija de Aser era Sera. 47 Estas son las familias de los hijos de Aser según los que fueron contados en ellas: cincuenta y tres mil cuatrocientos(GG).

48 Los hijos de Neftalí según sus familias: de Jahzeel, la familia de los jahzeelitas; de Guni, la familia de los gunitas(GH); 49 de Jezer, la familia de los jezeritas; de Silem, la familia de los silemitas(GI). 50 Estas son las familias de Neftalí según sus familias, y los que fueron contados en ellas: cuarenta y cinco mil cuatrocientos(GJ).

51 Estos son los que fueron contados de los hijos de Israel: seiscientos un mil setecientos treinta(GK).

División de la tierra prometida

52 Entonces habló el Señor a Moisés, diciendo: 53 La tierra se dividirá entre[cs] estos por heredad según el número de nombres. 54 Al grupo más grande aumentarás su heredad, y al grupo más pequeño disminuirás su heredad; a cada uno se le dará su heredad según los que fueron contados de ellos(GL). 55 Pero la tierra se dividirá por suerte(GM). Recibirán su heredad[ct] según los nombres de las tribus de sus padres. 56 Según la selección por suerte se dividirá la heredad entre el grupo más grande y el más pequeño.

57 Y estos son los que fueron contados de los levitas según sus familias: de Gersón, la familia de los gersonitas; de Coat, la familia de los coatitas; de Merari, la familia de los meraritas(GN). 58 Estas son las familias de Leví: la familia de los libnitas, la familia de los hebronitas, la familia de los mahlitas, la familia de los musitas, la familia de los coreítas. Y Coat engendró a Amram(GO). 59 Y el nombre de la mujer de Amram era Jocabed(GP), hija de Leví, que le nació a Leví en Egipto; y ella dio a luz de Amram, a Aarón, a Moisés y a su hermana Miriam. 60 Y a Aarón le nacieron Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar(GQ). 61 Pero Nadab y Abiú murieron cuando ofrecieron fuego extraño delante del Señor(GR). 62 Y los contados de los levitas[cu] fueron veintitrés mil(GS), todo varón de un mes en adelante. Pues no fueron contados entre los hijos de Israel(GT), ya que ninguna heredad les fue dada entre los hijos de Israel(GU).

63 Estos son los que fueron contados por Moisés y el sacerdote Eleazar, los cuales contaron a los hijos de Israel en los llanos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó. 64 Pero entre estos no había ninguno de los que fueron contados por Moisés y el sacerdote Aarón, cuando contaron a los hijos de Israel en el desierto de Sinaí(GV). 65 Porque el Señor había dicho de[cv] ellos: Ciertamente morirán en el desierto(GW). Y no quedó ninguno de ellos, sino Caleb, hijo de Jefone(GX), y Josué, hijo de Nun.

Las hijas de Zelofehad

27 Entonces las hijas de Zelofehad, hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés, hijo de José, se acercaron(GY); y estos eran los nombres de sus hijas: Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa(GZ). Y se presentaron delante de Moisés, delante del sacerdote Eleazar, delante de los jefes y de toda la congregación, a la entrada de la tienda de reunión, diciendo: Nuestro padre murió en el desierto(HA), aunque no estuvo entre el grupo de los que se juntaron contra el Señor, en el grupo de Coré, sino que murió por su pecado, y no tuvo hijos(HB). ¿Por qué ha de desaparecer[cw] el nombre de nuestro padre de entre su familia solo porque no tuvo hijo? Dadnos herencia[cx] entre los hermanos de nuestro padre. Y Moisés presentó su caso ante el Señor(HC).

Entonces el Señor habló a Moisés, diciendo: Las hijas de Zelofehad tienen razón en lo que dicen[cy]. Ciertamente les darás herencia[cz] entre los hermanos de su padre, y pasarás a ellas la herencia de su padre(HD). Además, hablarás a los hijos de Israel, diciendo: «Si un hombre muere y no tiene hijo, pasaréis su herencia a su hija. Y si no tiene hija, entonces daréis su herencia a sus hermanos. 10 Y si no tiene hermanos, entonces daréis su herencia a los hermanos de su padre. 11 Y si su padre no tiene hermanos, entonces daréis su herencia al pariente más cercano en su familia, y él la poseerá. Y será norma de derecho(HE) para los hijos de Israel, tal como el Señor ordenó a Moisés».

Josué ungido sucesor de Moisés

12 (HF)Entonces el Señor dijo a Moisés: Sube a este monte Abarim(HG), y mira la tierra que yo he dado a los hijos de Israel. 13 Y cuando la hayas visto, tú también te reunirás a tu pueblo(HH), como se reunió tu hermano Aarón(HI). 14 Porque cuando os rebelasteis contra mi mandamiento[da] en el desierto de Zin durante la contienda de la congregación, debisteis[db] santificarme en las aguas ante sus ojos(HJ). (Esas son las aguas de Meriba[dc], de Cades, en el desierto de Zin.)

15 Entonces Moisés habló al Señor, diciendo: 16 Ponga el Señor, Dios de los espíritus de toda carne(HK), un hombre sobre la congregación, 17 que salga[dd] y entre delante de ellos, y que los haga salir y entrar a fin de que la congregación del Señor no sea como ovejas que no tienen pastor(HL). 18 Y el Señor dijo a Moisés: Toma a Josué, hijo de Nun, hombre en quien está el Espíritu(HM), y pon tu mano sobre él(HN); 19 y haz que se ponga delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la congregación, e impártele autoridad a la vista de ellos(HO). 20 Y pondrás sobre él parte de tu dignidad a fin de que le obedezca toda la congregación de los hijos de Israel. 21 Él se presentará delante del sacerdote Eleazar, quien inquirirá por él por medio del juicio del Urim(HP) delante del Señor. A su palabra[de] saldrán y a su palabra[df] entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, es decir, toda la congregación. 22 Y Moisés hizo tal como el Señor le ordenó: tomó a Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar y delante de toda la congregación. 23 Luego puso sus manos sobre él y le impartió autoridad(HQ), tal como el Señor había hablado por medio[dg] de Moisés.

Leyes de las ofrendas

28 (HR)Después habló el Señor a Moisés, diciendo: Ordena a los hijos de Israel, y diles: «Tendréis cuidado de presentar mi ofrenda, mi alimento para mis ofrendas encendidas(HS), aroma agradable para mí, a su tiempo señalado». Y les dirás: «Esta es la ofrenda encendida que ofreceréis al Señor: dos corderos de un año, sin defecto, cada día como holocausto continuo(HT). Ofrecerás un cordero por la mañana, y ofrecerás el otro cordero al atardecer[dh]; y como ofrenda de cereal, una décima de un efa[di] de flor de harina mezclada con la cuarta parte de un hin[dj] de aceite batido(HU). Es un holocausto continuo instituido en el monte Sinaí como aroma agradable, ofrenda encendida al Señor. Y su libación será la cuarta parte de un hin por cada cordero; en el lugar santo derramarás una libación de bebida fermentada al Señor(HV). Y el segundo cordero lo ofrecerás al atardecer[dk]; como la ofrenda de cereal de la mañana y como su libación lo ofrecerás, ofrenda encendida, aroma agradable al Señor.

»El día de reposo ofrecerás dos corderos de un año, sin defecto, y dos décimas de un efa de flor de harina mezclada con aceite, como ofrenda de cereal y su libación. 10 El holocausto de cada día de reposo será además del holocausto continuo(HW) y de su libación.

11 »También, al principio de cada mes[dl](HX), presentaréis un holocausto al Señor: dos novillos[dm] y un carnero, y siete corderos de un año, sin defecto, 12 y tres décimas de un efa de flor de harina, como ofrenda de cereal, mezclada con aceite(HY), por cada novillo; y dos décimas de flor de harina como ofrenda de cereal, mezclada con aceite, por el carnero; 13 y una décima de un efa de flor de harina mezclada con aceite como ofrenda de cereal por cada cordero, como holocausto de aroma agradable, ofrenda encendida al Señor. 14 Sus libaciones serán medio hin de vino por novillo, la tercera parte de un hin por el carnero y la cuarta parte de un hin por cordero; este es el holocausto de cada mes por los meses del año. 15 Y un macho cabrío como ofrenda por el pecado al Señor, se ofrecerá con su libación además del holocausto continuo(HZ).

16 »(IA)El mes primero, el día catorce del mes, será la Pascua del Señor(IB). 17 (IC)Y el día quince de este mes habrá fiesta; por siete días se comerá pan sin levadura(ID). 18 El primer día habrá santa convocación; no haréis trabajo servil(IE). 19 Y presentaréis una ofrenda encendida, holocausto al Señor: dos novillos[dn], un carnero y siete corderos de un año; serán sin defecto(IF). 20 Y como su ofrenda de cereal, prepararéis flor de harina mezclada con aceite: tres décimas de un efa por novillo y dos décimas por el carnero; 21 una décima de un efa prepararéis por cada uno[do] de los siete corderos; 22 y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, para hacer expiación por vosotros(IG). 23 Estos prepararéis además del holocausto de la mañana, el cual es como holocausto continuo(IH). 24 De esta manera prepararéis cada día, por siete días, el alimento de la ofrenda encendida(II), como aroma agradable al Señor; se preparará con su libación además del holocausto continuo(IJ). 25 Y al séptimo día tendréis santa convocación; no haréis trabajo servil(IK).

26 »También, el día de los primeros frutos(IL), cuando presentéis una ofrenda de cereal nuevo al Señor en vuestra fiesta de las semanas, tendréis santa convocación; no haréis trabajo servil(IM). 27 Y ofreceréis un holocausto como aroma agradable al Señor: dos novillos[dp], un carnero, siete corderos de un año; 28 y su ofrenda de cereal, flor de harina mezclada con aceite: tres décimas de un efa por cada novillo, dos décimas por el carnero, 29 una décima por cada uno[dq] de los siete corderos, 30 y un macho cabrío para hacer expiación por vosotros. 31 Esto haréis además del holocausto(IN) continuo con su ofrenda de cereal y sus libaciones. Serán sin defecto[dr].

Ofrendas del séptimo mes

29 »En el séptimo mes, el primer día del mes, tendréis también santa convocación; no haréis trabajo servil(IO). Será para vosotros día de tocar las trompetas(IP). Y ofreceréis un holocausto como aroma agradable al Señor: un novillo[ds], un carnero y siete corderos de un año, sin defecto; y su ofrenda de cereal, flor de harina mezclada con aceite: tres décimas de un efa[dt] por el novillo, dos décimas por el carnero, una décima por cada uno[du] de los siete corderos; y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, para hacer expiación por vosotros; esto, además del holocausto(IQ) de la luna nueva y de su ofrenda de cereal, y del holocausto continuo(IR) y de su ofrenda de cereal y de sus libaciones, según su ordenanza, como aroma agradable, ofrenda encendida al Señor.

»El décimo día de este mes séptimo tendréis santa convocación y os humillaréis; no haréis ningún trabajo(IS). Y ofreceréis al Señor un holocausto como aroma agradable: un novillo, un carnero, siete corderos de un año, sin defecto(IT); y su ofrenda de cereal, flor de harina mezclada con aceite: tres décimas de un efa por el novillo, dos décimas por el carnero, 10 una décima por cada uno de los siete corderos; 11 y un macho cabrío como ofrenda por el pecado(IU), además de la ofrenda de expiación por el pecado y del holocausto continuo(IV), de su ofrenda de cereal y de sus libaciones.

12 »Después, el día quince del séptimo mes, tendréis santa convocación; no haréis trabajo servil, y por siete días celebraréis una fiesta al Señor(IW). 13 Y ofreceréis un holocausto, una ofrenda encendida como aroma agradable al Señor: trece novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, que sean sin defecto; 14 y su ofrenda de cereal, flor de harina mezclada con aceite: tres décimas de un efa por cada uno[dv] de los trece novillos, dos décimas por cada uno[dw] de los dos carneros, 15 y una décima por cada uno de los catorce corderos; 16 y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, además del holocausto continuo(IX), de su ofrenda de cereal y de su libación.

17 »El segundo día(IY): doce novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, sin defecto; 18 y su ofrenda de cereal, y sus libaciones por los novillos, por los carneros y por los corderos, por su número según la ordenanza(IZ); 19 y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, además del holocausto continuo, de su ofrenda de cereal y de sus libaciones(JA).

20 »El tercer día: once novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, sin defecto; 21 y su ofrenda de cereal, y sus libaciones por los novillos, por los carneros y por los corderos, por su número según la ordenanza; 22 y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, además del holocausto continuo, de su ofrenda de cereal y de su libación.

23 »El cuarto día: diez novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, sin defecto; 24 y su ofrenda de cereal, y sus libaciones por los novillos, por los carneros y por los corderos, por su número según la ordenanza; 25 y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, además del holocausto continuo, de su ofrenda de cereal y de su libación.

26 »El quinto día: nueve novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, sin defecto(JB); 27 y su ofrenda de cereal, y sus libaciones por los novillos, por los carneros y por los corderos, por su número según la ordenanza; 28 y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, además del holocausto continuo, de su ofrenda de cereal y de su libación.

29 »El sexto día: ocho novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, sin defecto; 30 y su ofrenda de cereal, y sus libaciones por los novillos, por los carneros y por los corderos, por su número según la ordenanza; 31 y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, además del holocausto continuo, de su ofrenda de cereal y de sus libaciones.

32 »El séptimo día: siete novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, sin defecto; 33 y su ofrenda de cereal, y sus libaciones por los novillos, por los carneros y por sus corderos, por su número según la ordenanza; 34 y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, además del holocausto continuo, de su ofrenda de cereal y de su libación.

35 »El octavo día tendréis asamblea solemne; no haréis trabajo servil(JC). 36 Mas ofreceréis un holocausto, una ofrenda encendida como aroma agradable al Señor: un novillo, un carnero, siete corderos de un año, sin defecto; 37 y su ofrenda de cereal, y sus libaciones por el novillo, por el carnero y por los corderos, por su número según la ordenanza; 38 y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, además del holocausto continuo, de su ofrenda de cereal y de su libación.

39 »Esto prepararéis para el Señor en vuestras fechas señaladas(JD), además de vuestras ofrendas votivas[dx] y de vuestras ofrendas de buena voluntad, para vuestros holocaustos, para vuestras ofrendas de cereal, para vuestras libaciones y para vuestras ofrendas de paz». 40 [dy]Y habló Moisés a los hijos de Israel conforme a todo lo que el Señor había ordenado a Moisés.

La ley de los votos

30 Entonces Moisés habló a los jefes(JE) de las tribus de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que el Señor ha ordenado. Si un hombre hace un voto al Señor(JF), o hace un juramento para imponerse una obligación, no faltará a su palabra; hará conforme a todo lo que salga de su boca. Asimismo, si una mujer hace un voto al Señor, y se impone una obligación en su juventud estando en casa de su padre, y su padre escucha su voto y la obligación que se ha impuesto, y su padre no le dice nada[dz], entonces todos los votos de ella serán firmes, y toda obligación que se ha impuesto será firme. Pero si su padre se lo prohíbe el día en que se entera de ello, ninguno de sus votos ni las obligaciones que se ha impuesto serán firmes. El Señor la perdonará porque su padre se lo prohibió.

Mas si se casa[ea] mientras está bajo sus votos[eb] o bajo la declaración imprudente de sus labios con que se ha atado, y su marido se entera de ello y no le dice nada el día en que lo oye, entonces su voto permanecerá firme, y las obligaciones que se ha impuesto, serán firmes. Pero si el día en que su marido se entera de ello, se lo prohíbe, entonces él anulará el voto bajo el cual ella está[ec], y la declaración imprudente de sus labios con que se ha comprometido, y el Señor la perdonará.

Pero el voto de una viuda o de una divorciada, todo aquello por lo cual se ha comprometido, será firme contra ella. 10 Sin embargo, si hizo el voto en casa de su marido, o se impuso una obligación por juramento, 11 y su marido lo oyó, pero no le dijo nada y no se lo prohibió, entonces sus votos serán firmes, y toda obligación que se impuso será firme. 12 Pero si el marido en verdad los anula el día en que se entera de ello, entonces todo lo que salga de los labios de ella en relación con sus votos, o en relación con la obligación de sí misma, no será firme; su marido los ha anulado, y el Señor la perdonará.

13 Todo voto y todo juramento de obligación para humillarse a sí misma, su marido puede confirmarlo o su marido puede anularlo. 14 Pero si en verdad el marido nunca le dice nada a ella[ed], entonces confirma todos sus votos o todas sus obligaciones que están sobre ella; las ha confirmado porque no le dijo nada el día en que se enteró de ello. 15 Pero si en verdad él los anula después de haberlos oído, entonces él llevará la culpa de ella.

16 Estos son los estatutos que el Señor mandó a Moisés, entre un marido y su mujer, y entre un padre y su hija que durante su juventud está aún en casa de su padre.

Venganza sobre Madián

31 Entonces habló el Señor a Moisés, diciendo: Toma venganza completa sobre los madianitas por los hijos de Israel(JG); después serás reunido a tu pueblo(JH). Y habló Moisés al pueblo, diciendo: Armad a algunos hombres de entre vosotros para la guerra, a fin de que suban[ee] contra Madián para ejecutar la venganza del Señor(JI) en Madián. Enviaréis a la guerra mil de cada tribu, de todas las tribus de Israel. Entonces se prepararon[ef] de entre los miles de Israel, mil de cada tribu, doce mil hombres armados para la guerra. Y Moisés los envió a la guerra, mil de cada tribu, y a Finees, hijo del sacerdote Eleazar, a la guerra con ellos, con los vasos sagrados(JJ) y las trompetas(JK) en su mano para la alarma. E hicieron guerra contra Madián, tal como el Señor había ordenado a Moisés, y mataron a todos los varones(JL). Y junto con sus muertos, mataron a los reyes de Madián: Evi, Requem, Zur, Hur y Reba(JM), los cinco reyes de Madián. También mataron a espada a Balaam, hijo de Beor(JN). Y los hijos de Israel tomaron cautivas a las mujeres de Madián y a sus pequeños; y saquearon todo su ganado, todos sus rebaños y todos sus bienes. 10 Después prendieron fuego a todas las ciudades donde habitaban[eg] y a todos sus campamentos. 11 Y tomaron todo el despojo y todo el botín, tanto de hombres como de animales(JO). 12 Y trajeron los cautivos, el botín y los despojos a Moisés, al sacerdote Eleazar y a la congregación de los hijos de Israel, al campamento en las llanuras de Moab que están junto al Jordán, frente a Jericó.

13 Moisés y el sacerdote Eleazar, y todos los jefes de la congregación salieron a recibirlos fuera del campamento. 14 Moisés se enojó con los oficiales del ejército, los capitanes de miles y los capitanes de cientos, que volvían del servicio en la guerra, 15 y les dijo Moisés: ¿Habéis dejado con vida a todas las mujeres(JP)? 16 He aquí, estas fueron la causa de que los hijos de Israel, por el consejo[eh] de Balaam(JQ), fueran infieles al[ei] Señor en el asunto de Peor, por lo que hubo plaga entre la congregación del Señor(JR). 17 Ahora pues, matad(JS) a todo varón entre los niños, y matad a toda mujer que haya conocido varón acostándose con él[ej]. 18 Pero a todas las jóvenes que no hayan conocido varón acostándose con él, las dejaréis con vida para vosotros. 19 Y vosotros, acampad fuera del campamento por siete días; todo el que haya matado a una persona y todo el que haya tocado a un muerto, purificaos, vosotros y vuestros cautivos, al tercero y al séptimo día(JT). 20 Y purificaréis todo vestido, todo artículo de cuero y toda obra de pelo de cabra y todo objeto de madera.

21 Entonces el sacerdote Eleazar dijo a los hombres de guerra que habían ido a la batalla: Este es el estatuto de la ley que el Señor ha ordenado a Moisés: 22 solo el oro, la plata, el bronce, el hierro, el estaño y el plomo, 23 todo lo que resiste el fuego, pasaréis por el fuego y será limpio, pero será purificado con el agua para[ek] la impureza. Mas todo lo que no resiste el fuego lo pasaréis por agua(JU). 24 Y en el séptimo día lavaréis vuestra ropa y seréis limpios; después podréis entrar al campamento.

25 Entonces habló el Señor a Moisés, diciendo: 26 Cuenta el botín que fue tomado[el] tanto de hombres como de animales; tú con el sacerdote Eleazar, y los jefes de las casas paternas de la congregación, 27 y divide en mitades el botín entre los guerreros que salieron a la batalla y toda la congregación(JV). 28 Y toma un tributo para el Señor de los hombres de guerra que salieron a la batalla, uno por cada[em] quinientos, tanto de las personas como de los bueyes, de los asnos y de las ovejas; 29 tómalo de la mitad de ellos, y dáselo al sacerdote Eleazar, como ofrenda[en] al Señor. 30 Y de la mitad de los hijos de Israel tomarás uno de cada cincuenta, tanto de las personas como de los bueyes, de los asnos y de las ovejas, de cualquier animal, y los darás a los levitas(JW) que guardan el tabernáculo del Señor. 31 Moisés y el sacerdote Eleazar hicieron tal como el Señor había ordenado a Moisés.

32 Y el botín que quedó del despojo que los hombres[eo] de guerra habían tomado fue de seiscientas setenta y cinco mil ovejas, 33 setenta y dos mil cabezas de ganado, 34 y sesenta y un mil asnos; 35 y de los seres humanos, de las mujeres que no habían conocido varón acostándose con él, fueron en total treinta y dos mil. 36 Y la mitad, la porción para los que salieron a la guerra, fue de trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas en número; 37 el tributo al Señor fue de seiscientas setenta y cinco ovejas; 38 y las cabezas de ganado, treinta y seis mil, de las cuales el tributo al Señor fue de setenta y dos; 39 y los asnos, treinta mil quinientos, de los cuales el tributo al Señor fue de sesenta y uno. 40 Y los seres humanos, dieciséis mil, de los cuales el tributo al Señor fue de treinta y dos personas. 41 Y Moisés dio el tributo, que era la ofrenda del Señor, al sacerdote Eleazar, tal como el Señor había ordenado a Moisés(JX).

42 En cuanto a la mitad para los hijos de Israel, que Moisés había apartado de los hombres que habían ido a la guerra, 43 la mitad del botín de la congregación fue de trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas, 44 treinta y seis mil cabezas de ganado, 45 treinta mil quinientos asnos, 46 y dieciséis mil seres humanos. 47 Y de la mitad del botín de los hijos de Israel, Moisés tomó uno de cada cincuenta, tanto de hombres como de animales, y se los dio a los levitas, los cuales estaban encargados del tabernáculo del Señor, tal como el Señor había ordenado a Moisés.

48 Entonces los oficiales que estaban sobre los miles del ejército, los capitanes de miles y los capitanes de cientos, se acercaron a Moisés; 49 y dijeron a Moisés: Tus siervos han levantado un censo de los hombres de guerra que están a nuestro cargo, y ninguno de nosotros falta. 50 Por tanto, hemos traído al Señor, como ofrenda, lo que cada hombre ha hallado: objetos de oro, pulseras, brazaletes, anillos, pendientes y collares, para hacer expiación por nosotros ante el Señor(JY). 51 Y Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron de ellos el oro y toda clase de objetos labrados. 52 Y el total del oro de la ofrenda que ellos ofrecieron al Señor, de los capitanes de miles y de los capitanes de cientos, fue de dieciséis mil setecientos cincuenta siclos[ep]. 53 Los hombres de guerra habían tomado botín(JZ), cada hombre algo para sí mismo. 54 Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de los capitanes de miles y de cientos, y lo llevaron a la tienda de reunión como memorial para los hijos de Israel delante del Señor(KA).

Rubén y Gad se establecen en Galaad

32 Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían una cantidad muy grande de ganado(KB). Por eso, cuando vieron la tierra de Jazer(KC) y la tierra de Galaad, que en verdad era un lugar bueno[eq] para ganado, los hijos de Gad y los hijos de Rubén fueron y hablaron a Moisés, al sacerdote Eleazar y a los jefes de la congregación, diciendo: Atarot, Dibón, Jazer, Nimra, Hesbón, Eleale, Sebam, Nebo y Beón(KD), la tierra que el Señor conquistó[er](KE) delante de la congregación de Israel es tierra para ganado; y tus siervos tienen ganado. Y dijeron: Si hemos hallado gracia ante tus ojos, que se dé esta tierra a tus siervos como posesión; no nos hagas pasar el Jordán.

Pero Moisés dijo a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén: ¿Irán vuestros hermanos a la guerra, mientras vosotros os quedáis[es] aquí? ¿Por qué desalentáis a[et] los hijos de Israel a fin de que no pasen a la tierra que el Señor les ha dado(KF)? Esto es lo que vuestros padres hicieron[eu] cuando los envié de Cades-barnea(KG) a ver la tierra. Pues cuando subieron hasta el valle[ev] de Escol(KH), y vieron la tierra, desalentaron a[ew] los hijos de Israel para que no entraran a la tierra que el Señor les había dado. 10 Y la ira del Señor(KI) se encendió aquel día y juró, diciendo: 11 «Ninguno de estos hombres que salieron de Egipto, de veinte años arriba(KJ), verá la tierra que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, porque no me siguieron fielmente[ex], 12 sino Caleb, hijo de Jefone cenezeo, y Josué, hijo de Nun, pues ellos han seguido fielmente[ey] al Señor(KK)». 13 Y se encendió la ira del Señor contra Israel, y los hizo vagar en el desierto por cuarenta años, hasta que fue acabada toda la generación de los que habían hecho mal ante los ojos del Señor(KL). 14 Y he aquí, vosotros os habéis levantado en lugar de vuestros padres, prole de hombres pecadores, para añadir aún más a la ardiente ira del Señor(KM) contra Israel. 15 Pues si dejáis de seguirle, otra vez os abandonará en el desierto, y destruiréis a todo este pueblo(KN).

16 Entonces ellos se acercaron a él, y le dijeron: Edificaremos aquí apriscos para nuestro ganado y ciudades para nuestros pequeños; 17 pero nosotros nos armaremos(KO) para ir delante de los hijos de Israel hasta que los introduzcamos en su lugar, mientras que nuestros pequeños se quedarán en las ciudades fortificadas por causa de los habitantes de la tierra. 18 No volveremos a nuestros hogares hasta que cada uno de los hijos de Israel haya ocupado su heredad(KP). 19 Porque no tendremos heredad con ellos al otro lado del Jordán y más allá, pues nuestra heredad nos ha tocado de este lado del Jordán, al oriente(KQ).

20 Y Moisés les dijo: Si hacéis esto[ez], si os armáis(KR) delante del Señor para la guerra, 21 y todos vuestros guerreros cruzan el Jordán delante del Señor hasta que Él haya expulsado[fa] a sus enemigos delante de Él, 22 y la tierra quede sojuzgada delante del Señor; después volveréis y quedaréis libres de obligación para con el Señor y para con Israel; y esta tierra será vuestra en posesión delante del Señor(KS). 23 Pero si no lo hacéis así, mirad, habréis pecado ante el Señor, y tened por seguro que vuestro pecado os alcanzará(KT). 24 Edificaos ciudades para vuestros pequeños, y apriscos para vuestras ovejas; y haced lo que habéis prometido[fb](KU). 25 Y los hijos de Gad y los hijos de Rubén hablaron a Moisés, diciendo: Tus siervos harán tal como mi señor ordena. 26 Nuestros pequeños, nuestras mujeres, nuestro ganado y nuestros rebaños quedarán[fc] allí en las ciudades de Galaad(KV); 27 mientras tus siervos, todos los que están armados para la guerra, cruzarán delante del Señor para la batalla, tal como mi señor dice(KW).

28 Así lo ordenó Moisés en relación a ellos, al sacerdote Eleazar, a Josué, hijo de Nun, y a los jefes de las casas paternas de las tribus de los hijos de Israel. 29 Y Moisés les dijo: Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén, todos los que están armados para la batalla, cruzan con vosotros el Jordán en presencia del Señor, y la tierra es sojuzgada delante de vosotros, entonces les daréis la tierra de Galaad en posesión; 30 pero si no cruzan armados con vosotros, tendrán la herencia entre vosotros en la tierra de Canaán. 31 Y respondieron los hijos de Gad y los hijos de Rubén, diciendo: Como el Señor ha dicho a vuestros siervos, así haremos. 32 Nosotros cruzaremos armados en la presencia del Señor a la tierra de Canaán, y la posesión de nuestra heredad quedará con nosotros de este lado del Jordán(KX).

33 Y Moisés dio a los hijos de Gad, y a los hijos de Rubén, y a la media tribu de Manasés, hijo de José, el reino de Sehón, rey de los amorreos, y el reino de Og, rey de Basán: la tierra con sus ciudades, con sus territorios[fd], y las ciudades de la tierra circunvecina(KY). 34 Y los hijos de Gad construyeron a Dibón, Atarot, Aroer(KZ), 35 Atarot-sofán, Jazer, Jogbeha, 36 Bet-nimra(LA) y Bet-arán, ciudades fortificadas, y apriscos para las ovejas; 37 y los hijos de Rubén construyeron a Hesbón, Eleale y Quiriataim, 38 y Nebo(LB), y Baal-meón (cambiando sus nombres), y Sibma; y dieron otros nombres a las ciudades que edificaron. 39 Y los hijos de Maquir(LC), hijo de Manasés, fueron a Galaad y la tomaron, y expulsaron[fe] a los amorreos que estaban en ella. 40 Entonces Moisés dio Galaad(LD) a Maquir, hijo de Manasés, y este habitó en ella. 41 Y Jair, hijo de Manasés, fue y conquistó sus pueblos[ff], y los llamó Havot-jair[fg](LE). 42 También Noba fue y conquistó a Kenat y sus aldeas, y la llamó Noba, igual que él[fh](LF).

De Ramsés al Jordán

33 Estas son las jornadas de los hijos de Israel, que salieron de la tierra de Egipto por sus ejércitos, bajo la dirección[fi] de Moisés y Aarón(LG). Y Moisés anotó los puntos de partida según sus jornadas, por el mandamiento[fj] del Señor, y estas son sus jornadas, conforme a sus puntos de partida. El mes primero partieron de Ramsés[fk](LH) el día quince del mes primero; el día después de la Pascua, los hijos de Israel marcharon con mano poderosa a la vista de todos los egipcios(LI), mientras los egipcios sepultaban a todos sus primogénitos, a quienes el Señor había herido entre ellos. El Señor también había ejecutado juicios contra sus dioses(LJ).

Entonces los hijos de Israel partieron de Ramsés y acamparon en Sucot(LK). Partieron de Sucot y acamparon en Etam, que está en el extremo del desierto(LL). Partieron de Etam, se volvieron a Pi-hahirot, frente a Baal-zefón, y acamparon delante de Migdol(LM). Partieron de delante de Hahirot[fl] y pasaron por en medio del mar al desierto(LN); y anduvieron tres días en el desierto de Etam y acamparon en Mara(LO). Partieron de Mara y llegaron a Elim; y en Elim había doce fuentes de agua y setenta palmeras; y acamparon allí(LP). 10 Partieron de Elim y acamparon junto al mar Rojo[fm]. 11 Partieron del mar Rojo[fn] y acamparon en el desierto de Sin(LQ). 12 Partieron del desierto de Sin y acamparon en Dofca. 13 Partieron de Dofca y acamparon en Alús. 14 Partieron de Alús y acamparon en Refidim; allí fue donde el pueblo no tuvo agua para beber(LR). 15 Partieron de Refidim y acamparon en el desierto de Sinaí(LS). 16 Partieron del desierto de Sinaí y acamparon en Kibrot-hataava(LT).

17 Partieron de Kibrot-hataava y acamparon en Hazerot(LU). 18 Partieron de Hazerot y acamparon en Ritma. 19 Partieron de Ritma y acamparon en Rimón-peres. 20 Partieron de Rimón-peres y acamparon en Libna(LV). 21 Partieron de Libna y acamparon en Rissa. 22 Partieron de Rissa y acamparon en Ceelata. 23 Partieron de Ceelata y acamparon en el monte Sefer. 24 Partieron del monte Sefer y acamparon en Harada. 25 Partieron de Harada y acamparon en Macelot. 26 Partieron de Macelot y acamparon en Tahat. 27 Partieron de Tahat y acamparon en Tara. 28 Partieron de Tara y acamparon en Mitca. 29 Partieron de Mitca y acamparon en Hasmona. 30 Partieron de Hasmona y acamparon en Moserot(LW). 31 Partieron de Moserot y acamparon en Bene-jaacán. 32 Partieron de Bene-jaacán(LX) y acamparon en Hor-haggidgad[fo]. 33 Partieron de Hor-haggidgad y acamparon en Jotbata(LY). 34 Partieron de Jotbata y acamparon en Abrona. 35 Partieron de Abrona y acamparon en Ezión-geber(LZ). 36 Partieron de Ezión-geber y acamparon en el desierto de Zin, esto es, Cades(MA). 37 Partieron de Cades y acamparon en el monte Hor(MB), al extremo de la tierra de Edom(MC).

38 Entonces el sacerdote Aarón subió al monte Hor por mandato[fp] del Señor, y allí murió(MD), el año cuarenta después que los hijos de Israel habían salido de la tierra de Egipto, el primer día del mes quinto. 39 Aarón tenía ciento veintitrés años de edad cuando murió en el monte Hor.

40 Y el cananeo, el rey de Arad que[fq] habitaba en el Neguev[fr], en la tierra de Canaán, oyó de la llegada de los hijos de Israel(ME).

41 Entonces partieron del monte Hor y acamparon en Zalmona. 42 Partieron de Zalmona y acamparon en Punón. 43 Partieron de Punón y acamparon en Obot(MF). 44 Partieron de Obot y acamparon en Ije-abarim, en la frontera con Moab. 45 Partieron de Ije-abarim y acamparon en Dibón-gad. 46 Partieron de Dibón-gad y acamparon en Almón-diblataim. 47 Partieron de Almón-diblataim y acamparon en los montes de Abarim(MG), frente a Nebo. 48 Partieron de los montes de Abarim y acamparon en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó(MH). 49 Y acamparon junto al Jordán, desde Bet-jesimot hasta Abel-sitim(MI), en las llanuras de Moab.

50 Entonces habló el Señor a Moisés en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó, diciendo: 51 Habla a los hijos de Israel, y diles: «Cuando crucéis el Jordán a la tierra de Canaán(MJ), 52 expulsaréis[fs] a todos los habitantes de la tierra delante de vosotros, y destruiréis todas sus piedras grabadas, y destruiréis todas sus imágenes fundidas, y demoleréis todos sus lugares altos(MK); 53 y tomaréis posesión de la tierra y habitaréis en ella(ML), porque os he dado la tierra para que la poseáis. 54 Y heredaréis la tierra por sorteo, por vuestras familias; a las más grandes daréis más heredad, y a las más pequeñas daréis menos heredad. Donde la suerte caiga a cada uno, eso será suyo. Heredaréis conforme a las tribus de vuestros padres(MM). 55 Pero si no expulsáis[ft] de delante de vosotros a los habitantes de la tierra, entonces sucederá que los que de ellos dejéis serán como aguijones en vuestros ojos y como espinas en vuestros costados(MN), y os hostigarán en la tierra en que habitéis. 56 Y sucederá que como pienso hacerles a ellos, os haré a vosotros».

Instrucciones sobre el reparto de Canaán

34 Entonces habló el Señor a Moisés, diciendo: Manda a los hijos de Israel y diles: «Cuando entréis en la tierra de Canaán, esta es la tierra que os tocará como herencia, la tierra de Canaán(MO) según sus fronteras. Vuestro límite[fu] sur será desde el desierto de Zin, por la frontera de Edom, y vuestra frontera sur será desde el extremo del mar Salado(MP) hacia el oriente(MQ). Luego, vuestra frontera cambiará de dirección, del sur a la subida de Acrabim y continuará a[fv] Zin, y su término[fw] será al sur de Cades-barnea(MR); y llegará a Hasaradar y continuará hasta[fx] Asmón. Y la frontera cambiará de dirección de Asmón al torrente de Egipto, y su término será el mar(MS).

»En cuanto a la frontera occidental, tendréis[fy] el mar Grande, esto es, su costa[fz]; esta será vuestra frontera occidental.

»Y esta será vuestra frontera norte: trazaréis la línea fronteriza desde el mar Grande hasta el monte Hor(MT). Trazaréis una línea desde el monte Hor hasta Lebo-hamat[ga](MU), y el término de la frontera será Zedad; y la frontera seguirá hacia Zifrón, y su término será Hazar-enán. Esta será vuestra frontera norte.

10 »Para vuestra frontera oriental, trazaréis también una línea desde Hazar-enán hasta Sefam, 11 y la frontera descenderá de Sefam a Ribla(MV), sobre el lado oriental de Aín; y la frontera descenderá y alcanzará la ribera[gb] sobre el lado oriental del mar de Cineret(MW). 12 Y la frontera descenderá al Jordán, y su término será el mar Salado. Esta será vuestra tierra, según sus fronteras alrededor».

13 Entonces Moisés dio órdenes a los hijos de Israel, diciendo: Esta es la tierra que repartiréis por sorteo entre vosotros como posesión, la cual el Señor ha ordenado dar a las nueve tribus y a la media tribu(MX). 14 Pues la tribu de los hijos de Rubén ha recibido lo suyo según sus casas paternas, y la tribu de los hijos de Gad según sus casas paternas y la media tribu de Manasés han recibido su posesión(MY). 15 Las dos tribus y la media tribu han recibido su posesión al otro lado del Jordán, frente a Jericó, al oriente, hacia la salida del sol.

16 Entonces habló el Señor a Moisés, diciendo: 17 Estos son los nombres de los hombres que os repartirán la tierra por heredad: el sacerdote Eleazar y Josué, hijo de Nun(MZ). 18 De cada tribu tomarás un jefe para repartir la tierra por heredad. 19 Y estos son los nombres de los hombres: de la tribu de Judá(NA), Caleb, hijo de Jefone(NB). 20 De la tribu de los hijos de Simeón(NC), Semuel, hijo de Amiud. 21 De la tribu de Benjamín(ND), Elidad, hijo de Quislón. 22 De la tribu de los hijos de Dan, un jefe: Buqui, hijo de Jogli. 23 De los hijos de José: de la tribu de los hijos de Manasés, un jefe: Haniel, hijo de Efod. 24 De la tribu de los hijos de Efraín, un jefe: Kemuel, hijo de Siftán. 25 De la tribu de los hijos de Zabulón, un jefe: Elizafán, hijo de Parnac. 26 De la tribu de los hijos de Isacar, un jefe: Paltiel, hijo de Azán. 27 De la tribu de los hijos de Aser, un jefe: Ahiud, hijo de Selomi. 28 Y de la tribu de los hijos de Neftalí, un jefe: Pedael, hijo de Amiud. 29 Estos son los que el Señor mandó que repartieran la heredad a los hijos de Israel en la tierra de Canaán.

Ciudades para los levitas y ciudades de refugio

35 (NE)El Señor habló a Moisés en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó, diciendo: Manda a los hijos de Israel que de la herencia de su posesión den a los levitas ciudades en que puedan habitar; también daréis a los levitas tierras de pasto alrededor de las ciudades. Y las ciudades serán suyas para habitar; y sus tierras de pasto serán para sus animales, para sus ganados y para todas sus bestias(NF).

Las tierras de pasto de las ciudades que daréis a los levitas se extenderán desde la muralla de la ciudad hacia afuera[gc] mil codos[gd] alrededor. Mediréis también afuera de la ciudad, al lado oriental dos mil codos, al lado sur dos mil codos, al lado occidental dos mil codos, y al lado norte dos mil codos, con la ciudad en el centro. Esto será de ellos como tierras de pasto para las ciudades. Las ciudades que daréis a los levitas serán las seis ciudades de refugio(NG), las que daréis para que el homicida huya a ellas; además de ellas les daréis cuarenta y dos ciudades. Todas las ciudades que daréis a los levitas serán cuarenta y ocho ciudades(NH), junto[ge] con sus tierras de pasto. En cuanto a las ciudades que daréis de la posesión de los hijos de Israel, tomaréis más del más grande y tomaréis menos del más pequeño; cada uno dará algunas de sus ciudades a los levitas en proporción a la posesión que herede(NI).

Luego el Señor habló a Moisés, diciendo: 10 (NJ)Habla a los hijos de Israel, y diles: «Cuando crucéis el Jordán a la tierra de Canaán, 11 escogeréis para vosotros ciudades para que sean vuestras ciudades de refugio(NK), a fin de que pueda huir allí el homicida que haya matado[gf] a alguna persona sin intención(NL). 12 Las ciudades serán para vosotros como refugio del vengador, para que el homicida no muera hasta que comparezca delante de la congregación para juicio(NM). 13 Las ciudades que daréis serán vuestras seis ciudades de refugio. 14 Daréis tres ciudades al otro lado del Jordán y tres ciudades(NN) en[gg] la tierra de Canaán; serán ciudades de refugio. 15 Estas seis ciudades serán por refugio para los hijos de Israel, y para el forastero y para el peregrino entre ellos, para que huya allí cualquiera que sin intención(NO) mate[gh] a una persona.

16 »Pero si lo hirió con un objeto de hierro, y murió, es un asesino; al asesino ciertamente se le dará muerte(NP). 17 Y si lo hirió con una piedra en la mano, por la cual pueda morir, y muere[gi], es un asesino; al asesino ciertamente se le dará muerte(NQ). 18 O si lo golpeó con un objeto de madera en la mano, por lo cual pueda morir, y muere[gj], es un asesino; al asesino ciertamente se le dará muerte. 19 El vengador de sangre, él mismo dará muerte al asesino; le dará muerte cuando se encuentre con él. 20 Y si lo empujó con odio(NR), o le arrojó algo mientras lo acechaba, y murió(NS), 21 o si lo hirió con la mano en enemistad, y murió, al que lo hirió ciertamente se le dará muerte; es un asesino. El vengador de sangre dará muerte al asesino cuando se encuentre con él.

22 »Pero si lo empujó súbitamente sin enemistad, o le arrojó algo sin acecharlo(NT), 23 o tiró cualquier piedra que pudo matarlo, y sin ver que le cayó encima, murió, no siendo su enemigo ni procurando herirlo, 24 entonces la congregación juzgará entre el homicida y el vengador de la sangre conforme a estas ordenanzas(NU). 25 Y la congregación librará al homicida de la mano del vengador de sangre, y la congregación lo restaurará a la ciudad de refugio a la cual huyó; y vivirá en ella hasta la muerte del sumo sacerdote que fue ungido con óleo santo. 26 Pero si el homicida sale en cualquier tiempo de los límites de la ciudad de refugio a la cual pudo huir, 27 y el vengador de sangre lo halla fuera de los límites de la ciudad de refugio, y el vengador de sangre mata al homicida, no será culpable de sangre, 28 porque el homicida debió haber permanecido en la ciudad de refugio hasta la muerte del sumo sacerdote. Pero después de la muerte del sumo sacerdote, el homicida volverá a su tierra[gk].

29 »Estas cosas serán por norma de derecho(NV) para vosotros por vuestras generaciones en todas vuestras moradas. 30 Si alguno mata a una persona, al asesino se le dará muerte(NW) ante la evidencia[gl] de testigos, pero a ninguna persona se le dará muerte por el testimonio de un solo testigo(NX). 31 Además, no tomaréis rescate por la vida de un asesino que es culpable de muerte, sino que de cierto se le dará muerte; 32 y no tomaréis rescate por el que ha huido a la ciudad de refugio para que vuelva y habite en la tierra antes de[gm] la muerte del sacerdote. 33 Así que no contaminaréis la tierra en que estáis; porque la sangre contamina la tierra(NY), y no se puede hacer expiación por la tierra, por la sangre derramada en ella, excepto mediante la sangre del que la derramó(NZ). 34 Y no contaminaréis la tierra en que habitáis(OA), en medio de la cual yo moro(OB), pues yo, el Señor, habito en medio de los hijos de Israel».

Ley del matrimonio de una heredera

36 Y los jefes de las casas paternas de la familia de los hijos de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de los hijos de José, se acercaron(OC) y hablaron ante Moisés y ante los jefes, las cabezas de las casas paternas de los hijos de Israel. Y dijeron: El Señor ordenó a mi señor dar la tierra por sorteo a los hijos de Israel por heredad, y el Señor ordenó a mi señor dar la heredad de Zelofehad, nuestro hermano, a sus hijas(OD). Pero si ellas se casan con[gn] alguno de los hijos de las otras tribus de los hijos de Israel, su heredad será quitada de la herencia de nuestros padres, y será añadida a la heredad de la tribu a la que ellos pertenezcan; y así será quitada de nuestra heredad. Y cuando llegue[go] el jubileo(OE) de los hijos de Israel, entonces su heredad será añadida a la heredad de la tribu a la que ellos pertenezcan; así su heredad será quitada de la heredad de la tribu de nuestros padres.

Entonces Moisés ordenó a los hijos de Israel, conforme a la palabra[gp] del Señor, diciendo: La tribu de los hijos de José tiene razón en lo que dice. Esto es lo que el Señor ha ordenado tocante a las hijas de Zelofehad, diciendo: «Cásense con el que bien les parezca[gq]; pero deben casarse dentro de la familia de la tribu de su padre(OF)». Así, ninguna heredad de los hijos de Israel será traspasada de tribu a tribu, pues los hijos de Israel retendrán cada uno[gr] la heredad de la tribu de sus padres(OG). Y toda hija que entre en posesión de una heredad en alguna de las tribus de los hijos de Israel, se casará con alguno de la familia de la tribu de su padre, a fin de que los hijos de Israel posean cada uno la heredad de sus padres(OH). De esta manera, ninguna heredad será traspasada de una tribu a otra tribu, pues las tribus de los hijos de Israel retendrán cada una[gs] su propia heredad.

10 Y las hijas de Zelofehad hicieron tal como el Señor había ordenado a Moisés, 11 pues Maala, Tirsa, Hogla, Milca y Noa, las hijas de Zelofehad(OI), se casaron con los hijos de sus tíos. 12 Se casaron con los de las familias de los hijos de Manasés, hijo de José, y su heredad permaneció[gt] con la tribu de la familia de su padre.

13 Estos son los mandamientos y las ordenanzas que el Señor dio[gu] a los hijos de Israel por medio[gv] de Moisés en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó(OJ).

Notas al pie

  1. Números 20:16 O, del límite
  2. Números 20:19 Lit., daré
  3. Números 20:19 O, no es gran cosa
  4. Números 20:24 Lit., sus parientes
  5. Números 20:24 Lit., boca
  6. Números 21:1 I.e., región del sur
  7. Números 21:1 O, los espías
  8. Números 21:2 O, dedicaré al anatema
  9. Números 21:3 O, dedicaron al anatema
  10. Números 21:3 I.e., cosa dedicada o destrucción
  11. Números 21:4 Lit., mar de Cañas
  12. Números 21:4 Lit., el alma del pueblo se acortó
  13. Números 21:5 Lit., pan
  14. Números 21:5 Lit., nuestra alma detesta
  15. Números 21:11 Lit., hacia la salida del sol
  16. Números 21:12 O, torrente
  17. Números 21:16 I.e., un pozo
  18. Números 21:20 O, Jesimón
  19. Números 21:24 Así en la versión gr. (sept.); en el T.M., fuerte
  20. Números 21:25 Lit., hijas
  21. Números 21:28 O, Bamot
  22. Números 21:32 Lit., desposeyeron
  23. Números 21:33 Lit., él y
  24. Números 21:33 Lit., para la
  25. Números 21:35 Lit., hirieron
  26. Números 22:5 I.e., el Eufrates
  27. Números 22:6 Lit., numeroso
  28. Números 22:6 Lit., herirlos
  29. Números 22:7 Lit., hablaron
  30. Números 22:15 Lit., estos
  31. Números 22:18 Lit., la boca
  32. Números 22:18 Lit., ni pequeño ni grande
  33. Números 22:20 Lit., harás
  34. Números 22:32 O, perverso
  35. Números 22:36 Lit., venía
  36. Números 22:36 Lit., la cual está en el
  37. Números 22:41 O, a Bamot-baal
  38. Números 23:6 Lit., él
  39. Números 23:7 Lit., Y tomó su parábola, y así en el vers. 18
  40. Números 23:10 Lit., mi alma
  41. Números 23:17 Lit., él
  42. Números 23:21 Lit., grito
  43. Números 23:22 Así en un ms. y en algunas versiones antiguas; en el T.M., los
  44. Números 23:26 Lit., dije, diciendo
  45. Números 23:27 Lit., sea recto a los ojos de
  46. Números 23:28 O, Jesimón
  47. Números 24:1 Lit., era bueno en los ojos del
  48. Números 24:1 Lit., al encuentro de
  49. Números 24:2 Lit., habitando
  50. Números 24:3 Lit., Y tomó su parábola, y así en el vers. 15
  51. Números 24:4 Lit., los dichos
  52. Números 24:4 Heb., Shaddai
  53. Números 24:6 O posiblemente, palmeras
  54. Números 24:9 O, lo despertará
  55. Números 24:10 Lit., batiendo sus palmas
  56. Números 24:13 Lit., la boca
  57. Números 24:13 Lit., de mi corazón
  58. Números 24:14 Lit., al final de los días
  59. Números 24:16 Lit., los dichos
  60. Números 24:16 Heb., Elyon
  61. Números 24:16 Heb., Shaddai
  62. Números 24:17 Lit., las esquinas
  63. Números 24:17 Otra posible lectura es: y la coronilla de
  64. Números 24:17 I.e., tumulto
  65. Números 24:20 Lit., tomó su parábola, y así en el vers. 21
  66. Números 24:20 Lit., hasta destruir
  67. Números 24:22 Lit., tomará
  68. Números 24:23 Lit., Y tomó su parábola y
  69. Números 25:3 O, Baal-peor
  70. Números 25:4 Lit., frente al sol
  71. Números 25:5 O, Baal-peor
  72. Números 25:6 Lit., hermanos
  73. Números 25:13 Lit., simiente
  74. Números 25:14 Lit., herido
  75. Números 25:15 Lit., herida
  76. Números 25:18 Lit., herida
  77. Números 26:1 En el texto heb., cap. 25:19
  78. Números 26:1 En el texto heb., cap. 26:1
  79. Números 26:2 Lit., una suma
  80. Números 26:7 Lit., sus alistados, y así en el resto del cap.
  81. Números 26:9 Lit., llamados
  82. Números 26:10 Lit., señal
  83. Números 26:12 En Gén. 46:10 y Ex. 6:15, Jemuel
  84. Números 26:12 En 1 Crón. 4:24, Jarib
  85. Números 26:13 En Gén. 46:10 y Ex. 6:15, Zohar
  86. Números 26:15 En Gén. 46:16, Zifión
  87. Números 26:16 En Gén. 46:16, Ezbón
  88. Números 26:17 En Gén. 46:16, Arodi
  89. Números 26:24 En Gén. 46:13, Job
  90. Números 26:30 En Jos. 17:2, Abiezer; véase Jue. 6:11, 24, 34
  91. Números 26:35 En 1 Crón. 7:20, Bered
  92. Números 26:38 En Gén. 46:21, Ehi, y en 1 Crón. 8:1, Ahara
  93. Números 26:39 En Gén. 46:21, Mupim, y en 1 Crón. 7:12, Supim
  94. Números 26:39 En Gén. 46:21, Hupim
  95. Números 26:40 En 1 Crón. 8:3, Adar
  96. Números 26:42 En Gén. 46:23, Husim
  97. Números 26:53 Lit., a
  98. Números 26:55 Lit., Heredarán
  99. Números 26:62 Lit., de ellos
  100. Números 26:65 O, a
  101. Números 27:4 Lit., quitarse
  102. Números 27:4 O, posesión
  103. Números 27:7 Lit., en sus palabras
  104. Números 27:7 Lit., posesión hereditaria
  105. Números 27:14 Lit., boca
  106. Números 27:14 Lit., para
  107. Números 27:14 I.e., contienda
  108. Números 27:17 Lit., salga delante de ellos
  109. Números 27:21 Lit., boca
  110. Números 27:21 Lit., boca
  111. Números 27:23 Lit., mano
  112. Números 28:4 Lit., entre las dos tardes
  113. Números 28:5 Un efa equivale aprox. a 22 litros
  114. Números 28:5 Un hin equivale aprox. a 3.7 litros
  115. Números 28:8 Lit., entre las dos tardes
  116. Números 28:11 Lit., cada uno de vuestros meses
  117. Números 28:11 Lit., novillos, hijos de la manada
  118. Números 28:19 Lit., novillos, hijos de la manada
  119. Números 28:21 Lit., cada cordero
  120. Números 28:27 Lit., novillos, hijos de la manada
  121. Números 28:29 Lit., cada cordero
  122. Números 28:31 Lit., sin defecto para vosotros
  123. Números 29:2 Lit., novillo, hijo de la manada, y así en los vers. 9, 13 y 14
  124. Números 29:3 Un efa equivale aprox. a 22 litros
  125. Números 29:4 Lit., cada cordero, y así en el resto del cap.
  126. Números 29:14 Lit., cada novillo
  127. Números 29:14 Lit., cada carnero
  128. Números 29:39 Lit., vuestros votos
  129. Números 29:40 En el texto heb., cap. 30:1
  130. Números 30:4 Lit., le guarda silencio, y así en el resto del cap.
  131. Números 30:6 Lit., es de un hombre
  132. Números 30:6 Lit., sus votos están sobre ella
  133. Números 30:8 Lit., que está sobre ella
  134. Números 30:14 Lit., de día en día
  135. Números 31:3 Lit., sean
  136. Números 31:5 Lit., fueron entregados
  137. Números 31:10 Lit., de sus moradas
  138. Números 31:16 Lit., la palabra
  139. Números 31:16 Posiblemente, desertaran del
  140. Números 31:17 Lit., con un varón
  141. Números 31:23 Lit., de
  142. Números 31:26 Lit., de cautivos
  143. Números 31:28 Lit., un alma de
  144. Números 31:29 Lit., ofrenda alzada, y así en el resto del cap.
  145. Números 31:32 Lit., el pueblo
  146. Números 31:52 Un siclo equivale aprox. a 11.4 gramos
  147. Números 32:1 Lit., he aquí, el lugar, un lugar
  148. Números 32:4 Lit., hirió
  149. Números 32:6 Lit., sentáis
  150. Números 32:7 Lit., reprimís el corazón de
  151. Números 32:8 Lit., Así hicieron
  152. Números 32:9 O, torrente
  153. Números 32:9 Lit., reprimieron el corazón de
  154. Números 32:11 Lit., enteramente
  155. Números 32:12 Lit., enteramente
  156. Números 32:20 Lit., esta cosa
  157. Números 32:21 Lit., desposeído
  158. Números 32:24 Lit., lo que ha salido de vuestra boca
  159. Números 32:26 Lit., estarán
  160. Números 32:33 Lit., fronteras
  161. Números 32:39 Lit., desposeyeron
  162. Números 32:41 Lit., aldeas de tiendas
  163. Números 32:41 I.e., las aldeas de Jair
  164. Números 32:42 Lit., como su nombre
  165. Números 33:1 Lit., mano
  166. Números 33:2 Lit., la boca
  167. Números 33:3 O, Ramesés, y así en el vers. 5
  168. Números 33:8 Muchos mss. dicen: Pi-hahirot
  169. Números 33:10 Lit., mar de Cañas
  170. Números 33:11 Lit., mar de Cañas
  171. Números 33:32 O, el monte de Gidgad
  172. Números 33:38 Lit., boca
  173. Números 33:40 Lit., y él
  174. Números 33:40 I.e., región del sur
  175. Números 33:52 Lit., desposeeréis
  176. Números 33:55 Lit., desposeéis
  177. Números 34:3 Lit., lado
  178. Números 34:4 Lit., pasará por
  179. Números 34:4 Lit., salida, y así en el resto del cap.
  180. Números 34:4 Lit., pasará por
  181. Números 34:6 Lit., será para vosotros
  182. Números 34:6 Lit., frontera
  183. Números 34:8 O, la entrada de Hamat
  184. Números 34:11 Lit., al hombro
  185. Números 35:4 Lit., y hacia
  186. Números 35:4 Un codo equivale aprox. a 45 cm.
  187. Números 35:7 Lit., ellas
  188. Números 35:11 Lit., herido
  189. Números 35:14 Lit., daréis en
  190. Números 35:15 Lit., hiera
  191. Números 35:17 Lit., murió
  192. Números 35:18 Lit., murió
  193. Números 35:28 Lit., la tierra de su posesión
  194. Números 35:30 Lit., boca
  195. Números 35:32 Lit., hasta
  196. Números 36:3 Lit., vienen a ser mujeres de, y así en el resto del cap.
  197. Números 36:4 Lit., sea
  198. Números 36:5 Lit., boca
  199. Números 36:6 Lit., el que sea bueno a sus ojos
  200. Números 36:7 Lit., se aferrarán cada uno a
  201. Números 36:9 Lit., se aferrarán cada una a
  202. Números 36:12 Lit., fue
  203. Números 36:13 Lit., ordenó
  204. Números 36:13 Lit., mano

Edom rehúsa dar paso a Israel

14 Envió Moisés embajadores al rey de Edom desde Cades, diciendo: Así dice Israel tu hermano: Tú has sabido todo el trabajo que nos ha venido; 15 cómo nuestros padres descendieron a Egipto, y estuvimos en Egipto largo tiempo, y los egipcios nos maltrataron, y a nuestros padres; 16 y clamamos a Jehová, el cual oyó nuestra voz, y envió un ángel, y nos sacó de Egipto; y he aquí estamos en Cades, ciudad cercana a tus fronteras. 17 Te rogamos que pasemos por tu tierra. No pasaremos por labranza, ni por viña, ni beberemos agua de pozos; por el camino real iremos, sin apartarnos a diestra ni a siniestra, hasta que hayamos pasado tu territorio. 18 Edom le respondió: No pasarás por mi país; de otra manera, saldré contra ti armado. 19 Y los hijos de Israel dijeron: Por el camino principal iremos; y si bebiéremos tus aguas yo y mis ganados, daré el precio de ellas; déjame solamente pasar a pie, nada más. 20 Pero él respondió: No pasarás. Y salió Edom contra él con mucho pueblo, y mano fuerte. 21 No quiso, pues, Edom dejar pasar a Israel por su territorio, y se desvió Israel de él.

Aarón muere en el Monte Hor

22 Y partiendo de Cades los hijos de Israel, toda aquella congregación, vinieron al monte de Hor. 23 Y Jehová habló a Moisés y a Aarón en el monte de Hor, en la frontera de la tierra de Edom, diciendo: 24 Aarón será reunido a su pueblo, pues no entrará en la tierra que yo di a los hijos de Israel, por cuanto fuisteis rebeldes a mi mandamiento en las aguas de la rencilla. 25 Toma a Aarón y a Eleazar su hijo, y hazlos subir al monte de Hor, 26 y desnuda a Aarón de sus vestiduras, y viste con ellas a Eleazar su hijo; porque Aarón será reunido a su pueblo, y allí morirá. 27 Y Moisés hizo como Jehová le mandó; y subieron al monte de Hor a la vista de toda la congregación. 28 Y Moisés desnudó a Aarón de sus vestiduras, y se las vistió a Eleazar su hijo; y Aarón murió allí en la cumbre del monte,(A) y Moisés y Eleazar descendieron del monte. 29 Y viendo toda la congregación que Aarón había muerto, le hicieron duelo por treinta días todas las familias de Israel.

El rey de Arad ataca a Israel

21 Cuando el cananeo, el rey de Arad, que habitaba en el Neguev, oyó que venía Israel(B) por el camino de Atarim, peleó contra Israel, y tomó de él prisioneros. Entonces Israel hizo voto a Jehová, y dijo: Si en efecto entregares este pueblo en mi mano, yo destruiré sus ciudades. Y Jehová escuchó la voz de Israel, y entregó al cananeo, y los destruyó a ellos y a sus ciudades; y llamó el nombre de aquel lugar Horma.[a]

La serpiente de bronce

Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom;(C) y se desanimó el pueblo por el camino. Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel. Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre un asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre un asta;(D) y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.

Los israelitas rodean la tierra de Moab

10 Después partieron los hijos de Israel y acamparon en Obot. 11 Y partiendo de Obot, acamparon en Ije-abarim, en el desierto que está enfrente de Moab, al nacimiento del sol. 12 Partieron de allí, y acamparon en el valle de Zered. 13 De allí partieron, y acamparon al otro lado de Arnón, que está en el desierto, y que sale del territorio del amorreo; porque Arnón es límite de Moab, entre Moab y el amorreo. 14 Por tanto se dice en el libro de las batallas de Jehová:

Lo que hizo en el Mar Rojo,

Y en los arroyos de Arnón;

15 Y a la corriente de los arroyos

Que va a parar en Ar,

Y descansa en el límite de Moab.

16 De allí vinieron a Beer:[b] este es el pozo del cual Jehová dijo a Moisés: Reúne al pueblo, y les daré agua. 17 Entonces, cantó Israel este cántico:

Sube, oh pozo; a él cantad;

18 Pozo, el cual cavaron los señores.

Lo cavaron los príncipes del pueblo,

Y el legislador, con sus báculos.

Del desierto vinieron a Matana, 19 y de Matana a Nahaliel, y de Nahaliel a Bamot; 20 y de Bamot al valle que está en los campos de Moab, y a la cumbre de Pisga, que mira hacia el desierto.

Israel derrota a Sehón

(Dt. 2.26-37)

21 Entonces envió Israel embajadores a Sehón rey de los amorreos, diciendo: 22 Pasaré por tu tierra; no nos iremos por los sembrados, ni por las viñas; no beberemos las aguas de los pozos; por el camino real iremos, hasta que pasemos tu territorio. 23 Mas Sehón no dejó pasar a Israel por su territorio, sino que juntó Sehón todo su pueblo y salió contra Israel en el desierto, y vino a Jahaza y peleó contra Israel. 24 Y lo hirió Israel a filo de espada, y tomó su tierra desde Arnón hasta Jaboc, hasta los hijos de Amón; porque la frontera de los hijos de Amón era fuerte. 25 Y tomó Israel todas estas ciudades, y habitó Israel en todas las ciudades del amorreo, en Hesbón y en todas sus aldeas. 26 Porque Hesbón era la ciudad de Sehón rey de los amorreos, el cual había tenido guerra antes con el rey de Moab, y tomado de su poder toda su tierra hasta Arnón. 27 Por tanto dicen los proverbistas:

Venid a Hesbón,

Edifíquese y repárese la ciudad de Sehón.

28 Porque fuego salió de Hesbón,

Y llama de la ciudad de Sehón,

Y consumió a Ar de Moab,

A los señores de las alturas de Arnón.

29 ¡Ay de ti, Moab!

Pereciste, pueblo de Quemos.

Fueron puestos sus hijos en huida,

Y sus hijas en cautividad,

Por Sehón rey de los amorreos.

30 Mas devastamos el reino de ellos;

Pereció Hesbón hasta Dibón,

Y destruimos hasta Nofa y Medeba.

Israel derrota a Og de Basán

(Dt. 3.1-11)

31 Así habitó Israel en la tierra del amorreo. 32 También envió Moisés a reconocer a Jazer; y tomaron sus aldeas, y echaron al amorreo que estaba allí. 33 Y volvieron, y subieron camino de Basán; y salió contra ellos Og rey de Basán, él y todo su pueblo, para pelear en Edrei. 34 Entonces Jehová dijo a Moisés: No le tengas miedo, porque en tu mano lo he entregado, a él y a todo su pueblo, y a su tierra; y harás de él como hiciste de Sehón rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón. 35 E hirieron a él y a sus hijos, y a toda su gente, sin que le quedara uno, y se apoderaron de su tierra.

Balac manda llamar a Balaam

22 Partieron los hijos de Israel, y acamparon en los campos de Moab junto al Jordán, frente a Jericó. Y vio Balac hijo de Zipor todo lo que Israel había hecho al amorreo. Y Moab tuvo gran temor a causa del pueblo, porque era mucho; y se angustió Moab a causa de los hijos de Israel. Y dijo Moab a los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta gente todos nuestros contornos, como lame el buey la grama del campo. Y Balac hijo de Zipor era entonces rey de Moab. Por tanto, envió mensajeros a Balaam hijo de Beor, en Petor, que está junto al río en la tierra de los hijos de su pueblo, para que lo llamasen, diciendo: Un pueblo ha salido de Egipto, y he aquí cubre la faz de la tierra, y habita delante de mí. Ven pues, ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo; quizá yo pueda herirlo y echarlo de la tierra; pues yo sé que el que tú bendigas será bendito, y el que tú maldigas será maldito.

Fueron los ancianos de Moab y los ancianos de Madián con las dádivas de adivinación en su mano, y llegaron a Balaam y le dijeron las palabras de Balac. Él les dijo: Reposad aquí esta noche, y yo os daré respuesta según Jehová me hablare. Así los príncipes de Moab se quedaron con Balaam. Y vino Dios a Balaam, y le dijo: ¿Qué varones son estos que están contigo? 10 Y Balaam respondió a Dios: Balac hijo de Zipor, rey de Moab, ha enviado a decirme: 11 He aquí, este pueblo que ha salido de Egipto cubre la faz de la tierra; ven pues, ahora, y maldícemelo; quizá podré pelear contra él y echarlo. 12 Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es. 13 Así Balaam se levantó por la mañana y dijo a los príncipes de Balac: Volveos a vuestra tierra, porque Jehová no me quiere dejar ir con vosotros. 14 Y los príncipes de Moab se levantaron, y vinieron a Balac y dijeron: Balaam no quiso venir con nosotros.

15 Volvió Balac a enviar otra vez más príncipes, y más honorables que los otros; 16 los cuales vinieron a Balaam, y le dijeron: Así dice Balac, hijo de Zipor: Te ruego que no dejes de venir a mí; 17 porque sin duda te honraré mucho, y haré todo lo que me digas; ven, pues, ahora, maldíceme a este pueblo. 18 Y Balaam respondió y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová mi Dios para hacer cosa chica ni grande. 19 Os ruego, por tanto, ahora, que reposéis aquí esta noche, para que yo sepa qué me vuelve a decir Jehová. 20 Y vino Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga.

El ángel y el asna de Balaam

21 Así Balaam se levantó por la mañana, y enalbardó su asna y fue con los príncipes de Moab. 22 Y la ira de Dios se encendió porque él iba; y el ángel de Jehová se puso en el camino por adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos criados suyos. 23 Y el asna vio al ángel de Jehová, que estaba en el camino con su espada desnuda en su mano; y se apartó el asna del camino, e iba por el campo. Entonces azotó Balaam al asna para hacerla volver al camino. 24 Pero el ángel de Jehová se puso en una senda de viñas que tenía pared a un lado y pared al otro. 25 Y viendo el asna al ángel de Jehová, se pegó a la pared, y apretó contra la pared el pie de Balaam; y él volvió a azotarla. 26 Y el ángel de Jehová pasó más allá, y se puso en una angostura donde no había camino para apartarse ni a derecha ni a izquierda. 27 Y viendo el asna al ángel de Jehová, se echó debajo de Balaam; y Balaam se enojó y azotó al asna con un palo. 28 Entonces Jehová abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces? 29 Y Balaam respondió al asna: Porque te has burlado de mí. ¡Ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te mataría! 30 Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes hasta este día; ¿he acostumbrado hacerlo así contigo? Y él respondió: No.

31 Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y Balaam hizo reverencia, y se inclinó sobre su rostro. 32 Y el ángel de Jehová le dijo: ¿Por qué has azotado tu asna estas tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí. 33 El asna me ha visto, y se ha apartado luego de delante de mí estas tres veces; y si de mí no se hubiera apartado, yo también ahora te mataría a ti, y a ella dejaría viva. 34 Entonces Balaam dijo al ángel de Jehová: He pecado, porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; mas ahora, si te parece mal, yo me volveré. 35 Y el ángel de Jehová dijo a Balaam: Ve con esos hombres; pero la palabra que yo te diga, esa hablarás. Así Balaam fue con los príncipes de Balac.

36 Oyendo Balac que Balaam venía, salió a recibirlo a la ciudad de Moab, que está junto al límite de Arnón, que está al extremo de su territorio. 37 Y Balac dijo a Balaam: ¿No envié yo a llamarte? ¿Por qué no has venido a mí? ¿No puedo yo honrarte? 38 Balaam respondió a Balac: He aquí yo he venido a ti; mas ¿podré ahora hablar alguna cosa? La palabra que Dios pusiere en mi boca, esa hablaré. 39 Y fue Balaam con Balac, y vinieron a Quiriat-huzot. 40 Y Balac hizo matar bueyes y ovejas, y envió a Balaam, y a los príncipes que estaban con él.

Balaam bendice a Israel

41 El día siguiente, Balac tomó a Balaam y lo hizo subir a Bamot-baal, y desde allí vio a los más cercanos del pueblo.

23 Y Balaam dijo a Balac: Edifícame aquí siete altares, y prepárame aquí siete becerros y siete carneros. Balac hizo como le dijo Balaam; y ofrecieron Balac y Balaam un becerro y un carnero en cada altar. Y Balaam dijo a Balac: Ponte junto a tu holocausto, y yo iré; quizá Jehová me vendrá al encuentro, y cualquiera cosa que me mostrare, te avisaré. Y se fue a un monte descubierto. Y vino Dios al encuentro de Balaam, y este le dijo: Siete altares he ordenado, y en cada altar he ofrecido un becerro y un carnero. Y Jehová puso palabra en la boca de Balaam, y le dijo: Vuelve a Balac, y dile así. Y volvió a él, y he aquí estaba él junto a su holocausto, él y todos los príncipes de Moab. Y él tomó su parábola, y dijo:

De Aram me trajo Balac,

Rey de Moab, de los montes del oriente;

Ven, maldíceme a Jacob,

Y ven, execra a Israel.

¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo?

¿Y por qué he de execrar al que Jehová no ha execrado?

Porque de la cumbre de las peñas lo veré,

Y desde los collados lo miraré;

He aquí un pueblo que habitará confiado,[c]

Y no será contado entre las naciones.

10 ¿Quién contará el polvo de Jacob,

O el número de la cuarta parte de Israel?

Muera yo la muerte de los rectos,

Y mi postrimería sea como la suya.

11 Entonces Balac dijo a Balaam: ¿Qué me has hecho? Te he traído para que maldigas a mis enemigos, y he aquí has proferido bendiciones. 12 Él respondió y dijo: ¿No cuidaré de decir lo que Jehová ponga en mi boca?

13 Y dijo Balac: Te ruego que vengas conmigo a otro lugar desde el cual los veas; solamente los más cercanos verás, y no los verás todos; y desde allí me los maldecirás. 14 Y lo llevó al campo de Zofim, a la cumbre de Pisga, y edificó siete altares, y ofreció un becerro y un carnero en cada altar. 15 Entonces él dijo a Balac: Ponte aquí junto a tu holocausto, y yo iré a encontrar a Dios allí. 16 Y Jehová salió al encuentro de Balaam, y puso palabra en su boca, y le dijo: Vuelve a Balac, y dile así. 17 Y vino a él, y he aquí que él estaba junto a su holocausto, y con él los príncipes de Moab; y le dijo Balac: ¿Qué ha dicho Jehová? 18 Entonces él tomó su parábola, y dijo:

Balac, levántate y oye;

Escucha mis palabras, hijo de Zipor:

19 Dios no es hombre, para que mienta,

Ni hijo de hombre para que se arrepienta.

Él dijo, ¿y no hará?

Habló, ¿y no lo ejecutará?

20 He aquí, he recibido orden de bendecir;

Él dio bendición, y no podré revocarla.

21 No ha notado iniquidad en Jacob,

Ni ha visto perversidad en Israel.

Jehová su Dios está con él,

Y júbilo de rey en él.

22 Dios los ha sacado de Egipto;

Tiene fuerzas como de búfalo.

23 Porque contra Jacob no hay agüero,

Ni adivinación contra Israel.

Como ahora, será dicho de Jacob y de Israel:

¡Lo que ha hecho Dios!

24 He aquí el pueblo que como león se levantará,

Y como león se erguirá;

No se echará hasta que devore la presa,

Y beba la sangre de los muertos.

25 Entonces Balac dijo a Balaam: Ya que no lo maldices, tampoco lo bendigas. 26 Balaam respondió y dijo a Balac: ¿No te he dicho que todo lo que Jehová me diga, eso tengo que hacer? 27 Y dijo Balac a Balaam: Te ruego que vengas, te llevaré a otro lugar; por ventura parecerá bien a Dios que desde allí me lo maldigas. 28 Y Balac llevó a Balaam a la cumbre de Peor, que mira hacia el desierto.[d] 29 Entonces Balaam dijo a Balac: Edifícame aquí siete altares, y prepárame aquí siete becerros y siete carneros. 30 Y Balac hizo como Balaam le dijo; y ofreció un becerro y un carnero en cada altar.

24 Cuando vio Balaam que parecía bien a Jehová que él bendijese a Israel, no fue, como la primera y segunda vez, en busca de agüero, sino que puso su rostro hacia el desierto; y alzando sus ojos, vio a Israel alojado por sus tribus; y el Espíritu de Dios vino sobre él. Entonces tomó su parábola, y dijo:

Dijo Balaam hijo de Beor,

Y dijo el varón de ojos abiertos;

Dijo el que oyó los dichos de Dios,

El que vio la visión del Omnipotente;

Caído, pero abiertos los ojos:

¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob,

Tus habitaciones, oh Israel!

Como arroyos están extendidas,

Como huertos junto al río,

Como áloes plantados por Jehová,

Como cedros junto a las aguas.

De sus manos destilarán aguas,

Y su descendencia será en muchas aguas;

Enaltecerá su rey más que Agag,

Y su reino será engrandecido.

Dios lo sacó de Egipto;

Tiene fuerzas como de búfalo.

Devorará a las naciones enemigas,

Desmenuzará sus huesos,

Y las traspasará con sus saetas.

Se encorvará para echarse como león,

Y como leona; ¿quién lo despertará?(E)

Benditos los que te bendijeren,

Y malditos los que te maldijeren.(F)

Profecía de Balaam

10 Entonces se encendió la ira de Balac contra Balaam, y batiendo sus manos le dijo: Para maldecir a mis enemigos te he llamado, y he aquí los has bendecido ya tres veces. 11 Ahora huye a tu lugar; yo dije que te honraría, mas he aquí que Jehová te ha privado de honra. 12 Y Balaam le respondió: ¿No lo declaré yo también a tus mensajeros que me enviaste, diciendo: 13 Si Balac me diese su casa llena de plata y oro, yo no podré traspasar el dicho de Jehová para hacer cosa buena ni mala de mi arbitrio, mas lo que hable Jehová, eso diré yo? 14 He aquí, yo me voy ahora a mi pueblo; por tanto, ven, te indicaré lo que este pueblo ha de hacer a tu pueblo en los postreros días. 15 Y tomó su parábola, y dijo:

Dijo Balaam hijo de Beor,

Dijo el varón de ojos abiertos;

16 Dijo el que oyó los dichos de Jehová,

Y el que sabe la ciencia del Altísimo,

El que vio la visión del Omnipotente;

Caído, pero abiertos los ojos:

17 Lo veré, mas no ahora;

Lo miraré, mas no de cerca;

Saldrá ESTRELLA de Jacob,

Y se levantará cetro de Israel,

Y herirá las sienes de Moab,

Y destruirá a todos los hijos de Set.

18 Será tomada Edom,

Será también tomada Seir por sus enemigos,

E Israel se portará varonilmente.

19 De Jacob saldrá el dominador,

Y destruirá lo que quedare de la ciudad.

20 Y viendo a Amalec, tomó su parábola y dijo:

Amalec, cabeza de naciones;

Mas al fin perecerá para siempre.

21 Y viendo al ceneo, tomó su parábola y dijo:

Fuerte es tu habitación;

Pon en la peña tu nido;

22 Porque el ceneo será echado,

Cuando Asiria te llevará cautivo.

23 Tomó su parábola otra vez, y dijo:

¡Ay! ¿quién vivirá cuando hiciere Dios estas cosas?

24 Vendrán naves de la costa de Quitim,

Y afligirán a Asiria, afligirán también a Heber;

Mas él también perecerá para siempre.

25 Entonces se levantó Balaam y se fue, y volvió a su lugar; y también Balac se fue por su camino.

Israel acude a Baal-peor

25 Moraba Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab, las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a sus dioses. Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de Jehová se encendió contra Israel. Y Jehová dijo a Moisés: Toma a todos los príncipes del pueblo, y ahórcalos ante Jehová delante del sol, y el ardor de la ira de Jehová se apartará de Israel. Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: Matad cada uno a aquellos de los vuestros que se han juntado con Baal-peor.

Y he aquí un varón de los hijos de Israel vino y trajo una madianita a sus hermanos, a ojos de Moisés y de toda la congregación de los hijos de Israel, mientras lloraban ellos a la puerta del tabernáculo de reunión. Y lo vio Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, y se levantó de en medio de la congregación, y tomó una lanza en su mano; y fue tras el varón de Israel a la tienda, y los alanceó a ambos, al varón de Israel, y a la mujer por su vientre. Y cesó la mortandad de los hijos de Israel. Y murieron de aquella mortandad veinticuatro mil.

10 Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: 11 Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha hecho apartar mi furor de los hijos de Israel, llevado de celo entre ellos; por lo cual yo no he consumido en mi celo a los hijos de Israel. 12 Por tanto diles: He aquí yo establezco mi pacto de paz con él; 13 y tendrá él, y su descendencia después de él, el pacto del sacerdocio perpetuo, por cuanto tuvo celo por su Dios e hizo expiación por los hijos de Israel.

14 Y el nombre del varón que fue muerto con la madianita era Zimri hijo de Salu, jefe de una familia de la tribu de Simeón. 15 Y el nombre de la mujer madianita muerta era Cozbi hija de Zur, príncipe de pueblos, padre de familia en Madián.

16 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 17 Hostigad a los madianitas, y heridlos, 18 por cuanto ellos os afligieron a vosotros con sus ardides con que os han engañado en lo tocante a Baal-peor, y en lo tocante a Cozbi hija del príncipe de Madián, su hermana, la cual fue muerta el día de la mortandad por causa de Baal-peor.

Censo del pueblo en Moab

26 Aconteció después de la mortandad, que Jehová habló a Moisés y a Eleazar hijo del sacerdote Aarón, diciendo: Tomad el censo(G) de toda la congregación de los hijos de Israel, de veinte años arriba, por las casas de sus padres, todos los que pueden salir a la guerra en Israel. Y Moisés y el sacerdote Eleazar hablaron con ellos en los campos de Moab, junto al Jordán frente a Jericó, diciendo: Contaréis el pueblo de veinte años arriba, como mandó Jehová a Moisés y a los hijos de Israel que habían salido de tierra de Egipto.

Rubén, primogénito de Israel; los hijos de Rubén: de Enoc, la familia de los enoquitas; de Falú, la familia de los faluitas; de Hezrón, la familia de los hezronitas; de Carmi, la familia de los carmitas. Estas son las familias de los rubenitas; y fueron contados de ellas cuarenta y tres mil setecientos treinta. Los hijos de Falú: Eliab. Y los hijos de Eliab: Nemuel, Datán y Abiram. Estos Datán y Abiram fueron los del consejo de la congregación, que se rebelaron contra Moisés y Aarón con el grupo de Coré, cuando se rebelaron contra Jehová; 10 y la tierra abrió su boca y los tragó a ellos y a Coré, cuando aquel grupo murió, cuando consumió el fuego a doscientos cincuenta varones, para servir de escarmiento. 11 Mas los hijos de Coré no murieron.

12 Los hijos de Simeón por sus familias: de Nemuel, la familia de los nemuelitas; de Jamín, la familia de los jaminitas; de Jaquín, la familia de los jaquinitas; 13 de Zera, la familia de los zeraítas; de Saúl, la familia de los saulitas. 14 Estas son las familias de los simeonitas, veintidós mil doscientos.

15 Los hijos de Gad por sus familias: de Zefón, la familia de los zefonitas; de Hagui, la familia de los haguitas; de Suni, la familia de los sunitas; 16 de Ozni, la familia de los oznitas; de Eri, la familia de los eritas; 17 de Arod, la familia de los aroditas; de Areli, la familia de los arelitas. 18 Estas son las familias de Gad; y fueron contados de ellas cuarenta mil quinientos.

19 Los hijos de Judá: Er y Onán; y Er y Onán murieron en la tierra de Canaán. 20 Y fueron los hijos de Judá por sus familias: de Sela, la familia de los selaítas; de Fares, la familia de los faresitas; de Zera, la familia de los zeraítas. 21 Y fueron los hijos de Fares: de Hezrón, la familia de los hezronitas; de Hamul, la familia de los hamulitas. 22 Estas son las familias de Judá, y fueron contados de ellas setenta y seis mil quinientos.

23 Los hijos de Isacar por sus familias; de Tola, la familia de los tolaítas; de Fúa, la familia de los funitas; 24 de Jasub, la familia de los jasubitas; de Simrón, la familia de los simronitas. 25 Estas son las familias de Isacar, y fueron contados de ellas sesenta y cuatro mil trescientos.

26 Los hijos de Zabulón por sus familias: de Sered, la familia de los sereditas; de Elón, la familia de los elonitas; de Jahleel, la familia de los jahleelitas. 27 Estas son las familias de los zabulonitas, y fueron contados de ellas sesenta mil quinientos.

28 Los hijos de José por sus familias: Manasés y Efraín. 29 Los hijos de Manasés: de Maquir, la familia de los maquiritas; y Maquir engendró a Galaad; de Galaad, la familia de los galaaditas. 30 Estos son los hijos de Galaad: de Jezer, la familia de los jezeritas; de Helec, la familia de los helequitas; 31 de Asriel, la familia de los asrielitas; de Siquem, la familia de los siquemitas; 32 de Semida, la familia de los semidaítas; de Hefer, la familia de los heferitas. 33 Y Zelofehad hijo de Hefer no tuvo hijos sino hijas; y los nombres de las hijas de Zelofehad fueron Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa. 34 Estas son las familias de Manasés; y fueron contados de ellas cincuenta y dos mil setecientos.

35 Estos son los hijos de Efraín por sus familias: de Sutela, la familia de los sutelaítas; de Bequer, la familia de los bequeritas; de Tahán, la familia de los tahanitas. 36 Y estos son los hijos de Sutela: de Erán, la familia de los eranitas. 37 Estas son las familias de los hijos de Efraín; y fueron contados de ellas treinta y dos mil quinientos. Estos son los hijos de José por sus familias.

38 Los hijos de Benjamín por sus familias: de Bela, la familia de los belaítas; de Asbel, la familia de los asbelitas; de Ahiram, la familia de los ahiramitas; 39 de Sufam, la familia de los sufamitas; de Hufam, la familia de los hufamitas. 40 Y los hijos de Bela fueron Ard y Naamán: de Ard, la familia de los arditas; de Naamán, la familia de los naamitas. 41 Estos son los hijos de Benjamín por sus familias; y fueron contados de ellos cuarenta y cinco mil seiscientos.

42 Estos son los hijos de Dan por sus familias: de Súham, la familia de los suhamitas. Estas son las familias de Dan por sus familias. 43 De las familias de los suhamitas fueron contados sesenta y cuatro mil cuatrocientos.

44 Los hijos de Aser por sus familias: de Imna, la familia de los imnitas; de Isúi, la familia de los isuitas; de Bería, la familia de los beriaítas. 45 Los hijos de Bería: de Heber, la familia de los heberitas; de Malquiel, la familia de los malquielitas. 46 Y el nombre de la hija de Aser fue Sera. 47 Estas son las familias de los hijos de Aser; y fueron contados de ellas cincuenta y tres mil cuatrocientos.

48 Los hijos de Neftalí, por sus familias: de Jahzeel, la familia de los jahzeelitas; de Guni, la familia de los gunitas; 49 de Jezer, la familia de los jezeritas; de Silem, la familia de los silemitas. 50 Estas son las familias de Neftalí por sus familias; y fueron contados de ellas cuarenta y cinco mil cuatrocientos.

51 Estos son los contados de los hijos de Israel, seiscientos un mil setecientos treinta.

Orden para la repartición de la tierra

52 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 53 A estos se repartirá la tierra en heredad, por la cuenta de los nombres. 54 A los más darás mayor heredad, y a los menos menor; y a cada uno se le dará su heredad conforme a sus contados. 55 Pero la tierra será repartida por suerte; y por los nombres de las tribus de sus padres heredarán. 56 Conforme a la suerte será repartida su heredad entre el grande y el pequeño.(H)

Censo de la tribu de Leví

57 Los contados de los levitas por sus familias son estos: de Gersón, la familia de los gersonitas; de Coat, la familia de los coatitas; de Merari, la familia de los meraritas. 58 Estas son las familias de los levitas: la familia de los libnitas, la familia de los hebronitas, la familia de los mahlitas, la familia de los musitas, la familia de los coreítas. Y Coat engendró a Amram. 59 La mujer de Amram se llamó Jocabed, hija de Leví, que le nació a Leví en Egipto; esta dio a luz de Amram a Aarón y a Moisés, y a María su hermana. 60 Y a Aarón le nacieron Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar.(I) 61 Pero Nadab y Abiú murieron cuando ofrecieron fuego extraño delante de Jehová.(J) 62 De los levitas fueron contados veintitrés mil, todos varones de un mes arriba; porque no fueron contados entre los hijos de Israel, por cuanto no les había de ser dada heredad entre los hijos de Israel.

Caleb y Josué sobreviven

63 Estos son los contados por Moisés y el sacerdote Eleazar, los cuales contaron los hijos de Israel en los campos de Moab, junto al Jordán frente a Jericó. 64 Y entre estos ninguno hubo de los contados por Moisés y el sacerdote Aarón, quienes contaron a los hijos de Israel en el desierto de Sinaí. 65 Porque Jehová había dicho de ellos: Morirán en el desierto;(K) y no quedó varón de ellos, sino Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun.

Petición de las hijas de Zelofehad

27 Vinieron las hijas de Zelofehad hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés hijo de José, los nombres de las cuales eran Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa; y se presentaron delante de Moisés y delante del sacerdote Eleazar, y delante de los príncipes y de toda la congregación, a la puerta del tabernáculo de reunión, y dijeron: Nuestro padre murió en el desierto; y él no estuvo en la compañía de los que se juntaron contra Jehová en el grupo de Coré, sino que en su propio pecado murió, y no tuvo hijos. ¿Por qué será quitado el nombre de nuestro padre de entre su familia, por no haber tenido hijo? Danos heredad entre los hermanos de nuestro padre.

Y Moisés llevó su causa delante de Jehová. Y Jehová respondió a Moisés, diciendo: Bien dicen las hijas de Zelofehad; les darás la posesión de una heredad entre los hermanos de su padre, y traspasarás la heredad de su padre a ellas.(L) Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Cuando alguno muriere sin hijos, traspasaréis su herencia a su hija. Si no tuviere hija, daréis su herencia a sus hermanos; 10 y si no tuviere hermanos, daréis su herencia a los hermanos de su padre. 11 Y si su padre no tuviere hermanos, daréis su herencia a su pariente más cercano de su linaje, y de este será; y para los hijos de Israel esto será por estatuto de derecho, como Jehová mandó a Moisés.

Josué es designado como sucesor de Moisés

12 Jehová dijo a Moisés: Sube a este monte Abarim, y verás la tierra que he dado a los hijos de Israel. 13 Y después que la hayas visto, tú también serás reunido a tu pueblo, como fue reunido tu hermano Aarón. 14 Pues fuisteis rebeldes a mi mandato en el desierto de Zin, en la rencilla de la congregación, no santificándome en las aguas a ojos de ellos.(M) Estas son las aguas de la rencilla de Cades en el desierto de Zin. 15 Entonces respondió Moisés a Jehová, diciendo: 16 Ponga Jehová, Dios de los espíritus de toda carne, un varón sobre la congregación, 17 que salga delante de ellos y que entre delante de ellos, que los saque y los introduzca, para que la congregación de Jehová no sea como ovejas sin pastor. 18 Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué(N) hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él; 19 y lo pondrás delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la congregación; y le darás el cargo en presencia de ellos. 20 Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezca. 21 Él se pondrá delante del sacerdote Eleazar, y le consultará por el juicio del Urim(O) delante de Jehová; por el dicho de él saldrán, y por el dicho de él entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, y toda la congregación. 22 Y Moisés hizo como Jehová le había mandado, pues tomó a Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar, y de toda la congregación; 23 y puso sobre él sus manos, y le dio el cargo,(P) como Jehová había mandado por mano de Moisés.

Las ofrendas diarias

(Ex. 29.38-46)

28 Habló Jehová a Moisés, diciendo: Manda a los hijos de Israel, y diles: Mi ofrenda, mi pan con mis ofrendas encendidas en olor grato a mí, guardaréis, ofreciéndomelo a su tiempo. Y les dirás: Esta es la ofrenda encendida que ofreceréis a Jehová: dos corderos sin tacha de un año, cada día, será el holocausto continuo. Un cordero ofrecerás por la mañana, y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde; y la décima parte de un efa de flor de harina, amasada con un cuarto de un hin de aceite de olivas machacadas, en ofrenda. Es holocausto continuo, que fue ordenado en el monte Sinaí para olor grato, ofrenda encendida a Jehová. Y su libación, la cuarta parte de un hin con cada cordero; derramarás libación de vino superior ante Jehová en el santuario. Y ofrecerás el segundo cordero a la caída de la tarde; conforme a la ofrenda de la mañana y conforme a su libación ofrecerás, ofrenda encendida en olor grato a Jehová.

Ofrendas mensuales y del día de reposo

Mas el día de reposo,[e] dos corderos de un año sin defecto, y dos décimas de flor de harina amasada con aceite, como ofrenda, con su libación. 10 Es el holocausto de cada día de reposo,[f] además del holocausto continuo y su libación.(Q)

11 Al comienzo de vuestros meses ofreceréis en holocausto a Jehová dos becerros de la vacada, un carnero, y siete corderos de un año sin defecto; 12 y tres décimas de flor de harina amasada con aceite, como ofrenda con cada becerro; y dos décimas de flor de harina amasada con aceite, como ofrenda con cada carnero; 13 y una décima de flor de harina amasada con aceite, en ofrenda que se ofrecerá con cada cordero; holocausto de olor grato, ofrenda encendida a Jehová. 14 Y sus libaciones de vino, medio hin con cada becerro, y la tercera parte de un hin con cada carnero, y la cuarta parte de un hin con cada cordero. Este es el holocausto de cada mes por todos los meses del año. 15 Y un macho cabrío en expiación se ofrecerá a Jehová, además del holocausto continuo con su libación.

Ofrendas de las fiestas solemnes

(Lv. 23.1-44)

16 Pero en el mes primero, a los catorce días del mes, será la pascua de Jehová.(R) 17 Y a los quince días de este mes, la fiesta solemne; por siete días se comerán panes sin levadura.(S) 18 El primer día será santa convocación; ninguna obra de siervos haréis. 19 Y ofreceréis como ofrenda encendida en holocausto a Jehová, dos becerros de la vacada, y un carnero, y siete corderos de un año; serán sin defecto. 20 Y su ofrenda de harina amasada con aceite: tres décimas con cada becerro, y dos décimas con cada carnero; 21 y con cada uno de los siete corderos ofreceréis una décima. 22 Y un macho cabrío por expiación, para reconciliaros. 23 Esto ofreceréis además del holocausto de la mañana, que es el holocausto continuo. 24 Conforme a esto ofreceréis cada uno de los siete días, vianda y ofrenda encendida en olor grato a Jehová; se ofrecerá además del holocausto continuo, con su libación. 25 Y el séptimo día tendréis santa convocación; ninguna obra de siervos haréis.

26 Además, el día de las primicias, cuando presentéis ofrenda nueva a Jehová en vuestras semanas,(T) tendréis santa convocación; ninguna obra de siervos haréis. 27 Y ofreceréis en holocausto, en olor grato a Jehová, dos becerros de la vacada, un carnero, siete corderos de un año; 28 y la ofrenda de ellos, flor de harina amasada con aceite, tres décimas con cada becerro, dos décimas con cada carnero, 29 y con cada uno de los siete corderos una décima; 30 y un macho cabrío para hacer expiación por vosotros. 31 Los ofreceréis, además del holocausto continuo con sus ofrendas, y sus libaciones; serán sin defecto.

29 En el séptimo mes, el primero del mes, tendréis santa convocación; ninguna obra de siervos haréis; os será día de sonar las trompetas. Y ofreceréis holocausto en olor grato a Jehová, un becerro de la vacada, un carnero, siete corderos de un año sin defecto; y la ofrenda de ellos, de flor de harina amasada con aceite, tres décimas de efa con cada becerro, dos décimas con cada carnero, y con cada uno de los siete corderos, una décima; y un macho cabrío por expiación, para reconciliaros, además del holocausto del mes y su ofrenda, y el holocausto continuo y su ofrenda, y sus libaciones conforme a su ley, como ofrenda encendida a Jehová en olor grato.

En el diez de este mes séptimo tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas;(U) ninguna obra haréis; y ofreceréis en holocausto a Jehová en olor grato, un becerro de la vacada, un carnero, y siete corderos de un año; serán sin defecto. Y sus ofrendas, flor de harina amasada con aceite, tres décimas de efa con cada becerro, dos décimas con cada carnero, 10 y con cada uno de los siete corderos, una décima; 11 y un macho cabrío por expiación; además de la ofrenda de las expiaciones por el pecado, y del holocausto continuo y de sus ofrendas y de sus libaciones.

12 También a los quince días del mes séptimo tendréis santa convocación; ninguna obra de siervos haréis, y celebraréis fiesta solemne a Jehová por siete días.(V) 13 Y ofreceréis en holocausto, en ofrenda encendida a Jehová en olor grato, trece becerros de la vacada, dos carneros, y catorce corderos de un año; han de ser sin defecto. 14 Y las ofrendas de ellos, de flor de harina amasada con aceite, tres décimas de efa con cada uno de los trece becerros, dos décimas con cada uno de los dos carneros, 15 y con cada uno de los catorce corderos, una décima; 16 y un macho cabrío por expiación, además del holocausto continuo, su ofrenda y su libación.

17 El segundo día, doce becerros de la vacada, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto, 18 y sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley; 19 y un macho cabrío por expiación; además del holocausto continuo, y su ofrenda y su libación.

20 El día tercero, once becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto; 21 y sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley; 22 y un macho cabrío por expiación, además del holocausto continuo, y su ofrenda y su libación.

23 El cuarto día, diez becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto; 24 sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley; 25 y un macho cabrío por expiación; además del holocausto continuo, su ofrenda y su libación.

26 El quinto día, nueve becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto; 27 y sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley; 28 y un macho cabrío por expiación, además del holocausto continuo, su ofrenda y su libación.

29 El sexto día, ocho becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto; 30 y sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley; 31 y un macho cabrío por expiación, además del holocausto continuo, su ofrenda y su libación.

32 El séptimo día, siete becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto; 33 y sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley; 34 y un macho cabrío por expiación, además del holocausto continuo, con su ofrenda y su libación.

35 El octavo día tendréis solemnidad; ninguna obra de siervos haréis. 36 Y ofreceréis en holocausto, en ofrenda encendida de olor grato a Jehová, un becerro, un carnero, siete corderos de un año sin defecto; 37 sus ofrendas y sus libaciones con el becerro, con el carnero y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley; 38 y un macho cabrío por expiación, además del holocausto continuo, con su ofrenda y su libación.

39 Estas cosas ofreceréis a Jehová en vuestras fiestas solemnes, además de vuestros votos, y de vuestras ofrendas voluntarias, para vuestros holocaustos, y para vuestras ofrendas, y para vuestras libaciones, y para vuestras ofrendas de paz.

40 Y Moisés dijo a los hijos de Israel conforme a todo lo que Jehová le había mandado.

Ley de los votos

30 Habló Moisés a los príncipes de las tribus de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que Jehová ha mandado. Cuando alguno hiciere voto a Jehová, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca.(W) Mas la mujer, cuando hiciere voto a Jehová, y se ligare con obligación en casa de su padre, en su juventud; si su padre oyere su voto, y la obligación con que ligó su alma, y su padre callare a ello, todos los votos de ella serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, firme será. Mas si su padre le vedare el día que oyere todos sus votos y sus obligaciones con que ella hubiere ligado su alma, no serán firmes; y Jehová la perdonará, por cuanto su padre se lo vedó. Pero si fuere casada e hiciere votos, o pronunciare de sus labios cosa con que obligue su alma; si su marido lo oyere, y cuando lo oyere callare a ello, los votos de ella serán firmes, y la obligación con que ligó su alma, firme será. Pero si cuando su marido lo oyó, le vedó, entonces el voto que ella hizo, y lo que pronunció de sus labios con que ligó su alma, será nulo; y Jehová la perdonará. Pero todo voto de viuda o repudiada, con que ligare su alma, será firme. 10 Y si hubiere hecho voto en casa de su marido, y hubiere ligado su alma con obligación de juramento, 11 si su marido oyó, y calló a ello y no le vedó, entonces todos sus votos serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, firme será. 12 Mas si su marido los anuló el día que los oyó, todo lo que salió de sus labios cuanto a sus votos, y cuanto a la obligación de su alma, será nulo; su marido los anuló, y Jehová la perdonará. 13 Todo voto, y todo juramento obligándose a afligir el alma, su marido lo confirmará, o su marido lo anulará. 14 Pero si su marido callare a ello de día en día, entonces confirmó todos sus votos, y todas las obligaciones que están sobre ella; los confirmó, por cuanto calló a ello el día que lo oyó. 15 Mas si los anulare después de haberlos oído, entonces él llevará el pecado de ella.

16 Estas son las ordenanzas que Jehová mandó a Moisés entre el varón y su mujer, y entre el padre y su hija durante su juventud en casa de su padre.

Venganza de Israel contra Madián

31 Jehová habló a Moisés, diciendo: Haz la venganza de los hijos de Israel contra los madianitas; después serás recogido a tu pueblo. Entonces Moisés habló al pueblo, diciendo: Armaos algunos de vosotros para la guerra, y vayan contra Madián y hagan la venganza de Jehová en Madián. Mil de cada tribu de todas las tribus de los hijos de Israel, enviaréis a la guerra. Así fueron dados de los millares de Israel, mil por cada tribu, doce mil en pie de guerra. Y Moisés los envió a la guerra; mil de cada tribu envió; y Finees hijo del sacerdote Eleazar fue a la guerra con los vasos del santuario, y con las trompetas en su mano para tocar. Y pelearon contra Madián, como Jehová lo mandó a Moisés, y mataron a todo varón. Mataron también, entre los muertos de ellos, a los reyes de Madián, Evi, Requem, Zur, Hur y Reba, cinco reyes de Madián; también a Balaam hijo de Beor mataron a espada. Y los hijos de Israel llevaron cautivas a las mujeres de los madianitas, a sus niños, y todas sus bestias y todos sus ganados; y arrebataron todos sus bienes, 10 e incendiaron todas sus ciudades, aldeas y habitaciones. 11 Y tomaron todo el despojo, y todo el botín, así de hombres como de bestias. 12 Y trajeron a Moisés y al sacerdote Eleazar, y a la congregación de los hijos de Israel, los cautivos y el botín y los despojos al campamento, en los llanos de Moab, que están junto al Jordán frente a Jericó.

13 Y salieron Moisés y el sacerdote Eleazar, y todos los príncipes de la congregación, a recibirlos fuera del campamento. 14 Y se enojó Moisés contra los capitanes del ejército, contra los jefes de millares y de centenas que volvían de la guerra, 15 y les dijo Moisés: ¿Por qué habéis dejado con vida a todas las mujeres? 16 He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos de Israel prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baal-peor,(X) por lo que hubo mortandad en la congregación de Jehová. 17 Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los niños; matad también a toda mujer que haya conocido varón carnalmente. 18 Pero a todas las niñas entre las mujeres, que no hayan conocido varón, las dejaréis con vida. 19 Y vosotros, cualquiera que haya dado muerte a persona, y cualquiera que haya tocado muerto, permaneced fuera del campamento siete días, y os purificaréis al tercer día y al séptimo, vosotros y vuestros cautivos. 20 Asimismo purificaréis todo vestido, y toda prenda de pieles, y toda obra de pelo de cabra, y todo utensilio de madera.

Repartición del botín

21 Y el sacerdote Eleazar dijo a los hombres de guerra que venían de la guerra: Esta es la ordenanza de la ley que Jehová ha mandado a Moisés: 22 Ciertamente el oro y la plata, el bronce, hierro, estaño y plomo, 23 todo lo que resiste el fuego, por fuego lo haréis pasar, y será limpio, bien que en las aguas de purificación habrá de purificarse; y haréis pasar por agua todo lo que no resiste el fuego. 24 Además lavaréis vuestros vestidos el séptimo día, y así seréis limpios; y después entraréis en el campamento.

25 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 26 Toma la cuenta del botín que se ha hecho, así de las personas como de las bestias, tú y el sacerdote Eleazar, y los jefes de los padres de la congregación; 27 y partirás por mitades el botín entre los que pelearon, los que salieron a la guerra, y toda la congregación. 28 Y apartarás para Jehová el tributo de los hombres de guerra que salieron a la guerra; de quinientos, uno, así de las personas como de los bueyes, de los asnos y de las ovejas. 29 De la mitad de ellos lo tomarás; y darás al sacerdote Eleazar la ofrenda de Jehová. 30 Y de la mitad perteneciente a los hijos de Israel tomarás uno de cada cincuenta de las personas, de los bueyes, de los asnos, de las ovejas y de todo animal, y los darás a los levitas, que tienen la guarda del tabernáculo de Jehová. 31 E hicieron Moisés y el sacerdote Eleazar como Jehová mandó a Moisés.

32 Y fue el botín, el resto del botín que tomaron los hombres de guerra, seiscientas setenta y cinco mil ovejas, 33 setenta y dos mil bueyes, 34 y sesenta y un mil asnos. 35 En cuanto a personas, de mujeres que no habían conocido varón, eran por todas treinta y dos mil. 36 Y la mitad, la parte de los que habían salido a la guerra, fue el número de trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas; 37 y el tributo de las ovejas para Jehová fue seiscientas setenta y cinco. 38 De los bueyes, treinta y seis mil; y de ellos el tributo para Jehová, setenta y dos. 39 De los asnos, treinta mil quinientos; y de ellos el tributo para Jehová, sesenta y uno. 40 Y de las personas, dieciséis mil; y de ellas el tributo para Jehová, treinta y dos personas. 41 Y dio Moisés el tributo, para ofrenda elevada a Jehová, al sacerdote Eleazar, como Jehová lo mandó a Moisés.

42 Y de la mitad para los hijos de Israel, que apartó Moisés de los hombres que habían ido a la guerra 43 (la mitad para la congregación fue: de las ovejas, trescientas treinta y siete mil quinientas; 44 de los bueyes, treinta y seis mil; 45 de los asnos, treinta mil quinientos; 46 y de las personas, dieciséis mil); 47 de la mitad, pues, para los hijos de Israel, tomó Moisés uno de cada cincuenta, así de las personas como de los animales, y los dio a los levitas, que tenían la guarda del tabernáculo de Jehová, como Jehová lo había mandado a Moisés.

48 Vinieron a Moisés los jefes de los millares de aquel ejército, los jefes de millares y de centenas, 49 y dijeron a Moisés: Tus siervos han tomado razón de los hombres de guerra que están en nuestro poder, y ninguno ha faltado de nosotros. 50 Por lo cual hemos ofrecido a Jehová ofrenda, cada uno de lo que ha hallado, alhajas de oro, brazaletes, manillas, anillos, zarcillos y cadenas, para hacer expiación por nuestras almas delante de Jehová. 51 Y Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de ellos, alhajas, todas elaboradas. 52 Y todo el oro de la ofrenda que ofrecieron a Jehová los jefes de millares y de centenas fue dieciséis mil setecientos cincuenta siclos. 53 Los hombres del ejército habían tomado botín cada uno para sí. 54 Recibieron, pues, Moisés y el sacerdote Eleazar el oro de los jefes de millares y de centenas, y lo trajeron al tabernáculo de reunión, por memoria de los hijos de Israel delante de Jehová.

Rubén y Gad se establecen al oriente del Jordán

(Dt. 3.12-22)

32 Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían una muy inmensa muchedumbre de ganado; y vieron la tierra de Jazer y de Galaad, y les pareció el país lugar de ganado. Vinieron, pues, los hijos de Gad y los hijos de Rubén, y hablaron a Moisés y al sacerdote Eleazar, y a los príncipes de la congregación, diciendo: Atarot, Dibón, Jazer, Nimra, Hesbón, Eleale, Sebam, Nebo y Beón, la tierra que Jehová hirió delante de la congregación de Israel, es tierra de ganado, y tus siervos tienen ganado. Por tanto, dijeron, si hallamos gracia en tus ojos, dése esta tierra a tus siervos en heredad, y no nos hagas pasar el Jordán.

Y respondió Moisés a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén: ¿Irán vuestros hermanos a la guerra, y vosotros os quedaréis aquí? ¿Y por qué desanimáis a los hijos de Israel, para que no pasen a la tierra que les ha dado Jehová? Así hicieron vuestros padres, cuando los envié desde Cades-barnea para que viesen la tierra. Subieron hasta el torrente de Escol, y después que vieron la tierra, desalentaron a los hijos de Israel para que no viniesen a la tierra que Jehová les había dado.(Y) 10 Y la ira de Jehová se encendió entonces, y juró diciendo: 11 No verán los varones que subieron de Egipto de veinte años arriba, la tierra que prometí con juramento a Abraham, Isaac y Jacob, por cuanto no fueron perfectos en pos de mí; 12 excepto Caleb hijo de Jefone cenezeo, y Josué hijo de Nun, que fueron perfectos en pos de Jehová. 13 Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los hizo andar errantes cuarenta años por el desierto, hasta que fue acabada toda aquella generación que había hecho mal delante de Jehová.(Z) 14 Y he aquí, vosotros habéis sucedido en lugar de vuestros padres, prole de hombres pecadores, para añadir aún a la ira de Jehová contra Israel. 15 Si os volviereis de en pos de él, él volverá otra vez a dejaros en el desierto, y destruiréis a todo este pueblo.

16 Entonces ellos vinieron a Moisés y dijeron: Edificaremos aquí majadas para nuestro ganado, y ciudades para nuestros niños; 17 y nosotros nos armaremos, e iremos con diligencia delante de los hijos de Israel, hasta que los metamos en su lugar; y nuestros niños quedarán en ciudades fortificadas a causa de los moradores del país. 18 No volveremos a nuestras casas hasta que los hijos de Israel posean cada uno su heredad. 19 Porque no tomaremos heredad con ellos al otro lado del Jordán ni adelante, por cuanto tendremos ya nuestra heredad a este otro lado del Jordán al oriente. 20 Entonces les respondió Moisés: Si lo hacéis así, si os disponéis para ir delante de Jehová a la guerra, 21 y todos vosotros pasáis armados el Jordán delante de Jehová, hasta que haya echado a sus enemigos de delante de sí, 22 y sea el país sojuzgado delante de Jehová; luego volveréis, y seréis libres de culpa para con Jehová, y para con Israel; y esta tierra será vuestra en heredad delante de Jehová. 23 Mas si así no lo hacéis, he aquí habréis pecado ante Jehová; y sabed que vuestro pecado os alcanzará. 24 Edificaos ciudades para vuestros niños, y majadas para vuestras ovejas, y haced lo que ha declarado vuestra boca. 25 Y hablaron los hijos de Gad y los hijos de Rubén a Moisés, diciendo: Tus siervos harán como mi señor ha mandado. 26 Nuestros niños, nuestras mujeres, nuestros ganados y todas nuestras bestias, estarán ahí en las ciudades de Galaad; 27 y tus siervos, armados todos para la guerra, pasarán delante de Jehová a la guerra, de la manera que mi señor dice.

28 Entonces les encomendó Moisés al sacerdote Eleazar, y a Josué hijo de Nun, y a los príncipes de los padres de las tribus de los hijos de Israel. 29 Y les dijo Moisés: Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén pasan con vosotros el Jordán, armados todos para la guerra delante de Jehová, luego que el país sea sojuzgado delante de vosotros, les daréis la tierra de Galaad en posesión; 30 mas si no pasan armados con vosotros, entonces tendrán posesión entre vosotros, en la tierra de Canaán. 31 Y los hijos de Gad y los hijos de Rubén respondieron diciendo: Haremos lo que Jehová ha dicho a tus siervos. 32 Nosotros pasaremos armados delante de Jehová a la tierra de Canaán, y la posesión de nuestra heredad será a este lado del Jordán.(AA)

33 Así Moisés dio a los hijos de Gad, a los hijos de Rubén, y a la media tribu de Manasés hijo de José, el reino de Sehón rey amorreo y el reino de Og rey de Basán, la tierra con sus ciudades y sus territorios, las ciudades del país alrededor. 34 Y los hijos de Gad edificaron Dibón, Atarot, Aroer, 35 Atarot-sofán, Jazer, Jogbeha, 36 Bet-nimra y Bet-arán, ciudades fortificadas; hicieron también majadas para ovejas. 37 Y los hijos de Rubén edificaron Hesbón, Eleale, Quiriataim, 38 Nebo, Baal-meón (mudados los nombres) y Sibma; y pusieron nombres a las ciudades que edificaron. 39 Y los hijos de Maquir hijo de Manasés fueron a Galaad, y la tomaron, y echaron al amorreo que estaba en ella. 40 Y Moisés dio Galaad a Maquir hijo de Manasés, el cual habitó en ella. 41 También Jair hijo de Manasés fue y tomó sus aldeas, y les puso por nombre Havot-jair.[g] 42 Asimismo Noba fue y tomó Kenat y sus aldeas, y lo llamó Noba, conforme a su nombre.

Jornadas de Israel desde Egipto hasta el Jordán

33 Estas son las jornadas de los hijos de Israel, que salieron de la tierra de Egipto por sus ejércitos, bajo el mando de Moisés y Aarón. Moisés escribió sus salidas conforme a sus jornadas por mandato de Jehová. Estas, pues, son sus jornadas con arreglo a sus salidas. De Ramesés salieron en el mes primero, a los quince días del mes primero; el segundo día de la pascua salieron los hijos de Israel con mano poderosa, a vista de todos los egipcios, mientras enterraban los egipcios a los que Jehová había herido de muerte de entre ellos, a todo primogénito; también había hecho Jehová juicios contra sus dioses.

Salieron, pues, los hijos de Israel de Ramesés, y acamparon en Sucot. Salieron de Sucot y acamparon en Etam, que está al confín del desierto. Salieron de Etam y volvieron sobre Pi-hahirot, que está delante de Baal-zefón, y acamparon delante de Migdol. Salieron de Pi-hahirot y pasaron por en medio del mar al desierto, y anduvieron tres días de camino por el desierto de Etam, y acamparon en Mara. Salieron de Mara y vinieron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí. 10 Salieron de Elim y acamparon junto al Mar Rojo. 11 Salieron del Mar Rojo y acamparon en el desierto de Sin. 12 Salieron del desierto de Sin y acamparon en Dofca. 13 Salieron de Dofca y acamparon en Alús. 14 Salieron de Alús y acamparon en Refidim, donde el pueblo no tuvo aguas para beber. 15 Salieron de Refidim y acamparon en el desierto de Sinaí. 16 Salieron del desierto de Sinaí y acamparon en Kibrot-hataava. 17 Salieron de Kibrot-hataava y acamparon en Hazerot. 18 Salieron de Hazerot y acamparon en Ritma. 19 Salieron de Ritma y acamparon en Rimón-peres. 20 Salieron de Rimón-peres y acamparon en Libna. 21 Salieron de Libna y acamparon en Rissa. 22 Salieron de Rissa y acamparon en Ceelata. 23 Salieron de Ceelata y acamparon en el monte de Sefer. 24 Salieron del monte de Sefer y acamparon en Harada. 25 Salieron de Harada y acamparon en Macelot. 26 Salieron de Macelot y acamparon en Tahat. 27 Salieron de Tahat y acamparon en Tara. 28 Salieron de Tara y acamparon en Mitca. 29 Salieron de Mitca y acamparon en Hasmona. 30 Salieron de Hasmona y acamparon en Moserot. 31 Salieron de Moserot y acamparon en Bene-jaacán. 32 Salieron de Bene-jaacán y acamparon en el monte de Gidgad. 33 Salieron del monte de Gidgad y acamparon en Jotbata. 34 Salieron de Jotbata y acamparon en Abrona. 35 Salieron de Abrona y acamparon en Ezión-geber. 36 Salieron de Ezión-geber y acamparon en el desierto de Zin, que es Cades. 37 Y salieron de Cades y acamparon en el monte de Hor, en la extremidad del país de Edom.

38 Y subió el sacerdote Aarón al monte de Hor, conforme al dicho de Jehová, y allí murió(AB) a los cuarenta años de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mes quinto, en el primero del mes. 39 Era Aarón de edad de ciento veintitrés años, cuando murió en el monte de Hor.

40 Y el cananeo, rey de Arad, que habitaba en el Neguev en la tierra de Canaán, oyó que habían venido los hijos de Israel.(AC)

41 Y salieron del monte de Hor y acamparon en Zalmona. 42 Salieron de Zalmona y acamparon en Punón. 43 Salieron de Punón y acamparon en Obot. 44 Salieron de Obot y acamparon en Ije-abarim, en la frontera de Moab. 45 Salieron de Ije-abarim y acamparon en Dibón-gad. 46 Salieron de Dibón-gad y acamparon en Almón-diblataim. 47 Salieron de Almón-diblataim y acamparon en los montes de Abarim, delante de Nebo. 48 Salieron de los montes de Abarim y acamparon en los campos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó. 49 Finalmente acamparon junto al Jordán, desde Bet-jesimot hasta Abel-sitim, en los campos de Moab.

Límites y repartición de Canaán

50 Y habló Jehová a Moisés en los campos de Moab junto al Jordán frente a Jericó, diciendo: 51 Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis pasado el Jordán entrando en la tierra de Canaán, 52 echaréis de delante de vosotros a todos los moradores del país, y destruiréis todos sus ídolos de piedra, y todas sus imágenes de fundición, y destruiréis todos sus lugares altos; 53 y echaréis a los moradores de la tierra, y habitaréis en ella; porque yo os la he dado para que sea vuestra propiedad. 54 Y heredaréis la tierra por sorteo por vuestras familias; a los muchos daréis mucho por herencia, y a los pocos daréis menos por herencia; donde le cayere la suerte, allí la tendrá cada uno; por las tribus de vuestros padres heredaréis. 55 Y si no echareis a los moradores del país de delante de vosotros, sucederá que los que dejareis de ellos serán por aguijones en vuestros ojos y por espinas en vuestros costados, y os afligirán sobre la tierra en que vosotros habitareis. 56 Además, haré a vosotros como yo pensé hacerles a ellos.

34 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Manda a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra de Canaán, esto es, la tierra que os ha de caer en herencia, la tierra de Canaán según sus límites, tendréis el lado del sur desde el desierto de Zin hasta la frontera de Edom; y será el límite del sur al extremo del Mar Salado hacia el oriente. Este límite os irá rodeando desde el sur hasta la subida de Acrabim, y pasará hasta Zin; y se extenderá del sur a Cades-barnea; y continuará a Hasar-adar, y pasará hasta Asmón. Rodeará este límite desde Asmón hasta el torrente de Egipto, y sus remates serán al occidente.

Y el límite occidental será el Mar Grande; este límite será el límite occidental.

El límite del norte será este: desde el Mar Grande trazaréis al monte de Hor. Del monte de Hor trazaréis a la entrada de Hamat, y seguirá aquel límite hasta Zedad;

Notas al pie

  1. Números 21:3 Esto es, Destrucción.
  2. Números 21:16 Esto es, Pozo.
  3. Números 23:9 O, solo.
  4. Números 23:28 O, Jesimón.
  5. Números 28:9 Aquí equivale a sábado.
  6. Números 28:10 Aquí equivale a sábado.
  7. Números 32:41 Esto es, las aldeas de Jair.

Edom no deja pasar a Israel

14 Desde Cadés, Moisés envió unos mensajeros al rey de Edom, a decirle: «Tus hermanos israelitas te mandan decir: “Tú bien sabes las dificultades por las que hemos pasado. 15 Nuestros antepasados se fueron a Egipto y vivieron allá mucho tiempo, pero los egipcios nos maltrataron a nosotros, igual que a nuestros antepasados; 16 entonces pedimos ayuda al Señor, y él escuchó nuestros gritos y envió un ángel y nos sacó de Egipto. Y aquí estamos ahora, en la ciudad de Cadés, en la frontera de tu país. 17 Te pedimos que nos dejes pasar por tu territorio. No pasaremos por los campos sembrados ni por los viñedos, ni beberemos agua de tus pozos. Iremos por el camino real, y no nos apartaremos de él hasta que hayamos cruzado tu territorio.”»

18 Pero el rey de Edom les respondió:

—¡No pasen por mi territorio, pues de lo contrario saldré a su encuentro con mi ejército!

19 Los israelitas le explicaron:

—Seguiremos el camino principal, y si nosotros o nuestro ganado llegamos a beber agua de tus pozos, te la pagaremos. Lo único que queremos es pasar a pie por tu territorio.

20 Pero el rey de Edom les contestó:

—¡Pues no pasarán!

Y salió al encuentro de los israelitas con un ejército fuerte y bien armado, 21 empeñado en no dejarlos pasar por su territorio. Entonces los israelitas buscaron otro camino.

Muerte de Aarón

22 Todo el pueblo de Israel salió de Cadés en dirección al monte Hor. 23 Allí, junto a la frontera de Edom, el Señor les dijo a Moisés y a Aarón:

24 «Aarón va a morir, y no entrará en el país que yo he dado a los israelitas, porque junto al manantial de Meribá ustedes desobedecieron mis órdenes. 25 Tú, Moisés, lleva a Aarón y a su hijo Eleazar a la cumbre del monte Hor; 26 allí le quitarás a Aarón la ropa sacerdotal y se la pondrás a Eleazar. Aarón morirá allí.»

27 Moisés hizo lo que el Señor le ordenó. A la vista de todos los israelitas, subieron al monte Hor, 28 y allí Moisés le quitó a Aarón la ropa sacerdotal y se la puso a Eleazar. Allí mismo, en la cumbre del monte, murió Aarón; y Moisés y Eleazar bajaron del monte. 29 Al darse cuenta los israelitas de que Aarón había muerto, lloraron por él durante treinta días.

Conquista de Hormá

21 Cuando el rey cananeo de la ciudad de Arad, que vivía en el Négueb, oyó decir que los israelitas venían por el camino de Atarim, salió a pelear contra ellos e hizo algunos prisioneros. Entonces los israelitas prometieron al Señor que, si él les ayudaba a conquistar aquel país, ellos destruirían por completo todas sus ciudades. El Señor concedió a los israelitas lo que ellos le habían pedido, y les ayudó a derrotar a los cananeos, y los israelitas destruyeron por completo a los cananeos, lo mismo que a sus ciudades, por lo que a aquel lugar le pusieron por nombre Hormá.

La serpiente de bronce

Los israelitas salieron del monte Hor en dirección al Mar Rojo, dando un rodeo para no pasar por el territorio de Edom. En el camino, la gente perdió la paciencia y empezó a hablar contra Dios y contra Moisés. Decían:

—¿Para qué nos sacaron ustedes de Egipto? ¿Para hacernos morir en el desierto? No tenemos ni agua ni comida. ¡Ya estamos cansados de esta comida miserable!

El Señor les envió serpientes venenosas, que los mordieron, y muchos israelitas murieron. Entonces fueron a donde estaba Moisés y le dijeron:

—¡Hemos pecado al hablar contra el Señor y contra ti! ¡Pídele al Señor que aleje de nosotros las serpientes!

Moisés pidió al Señor que perdonara a los israelitas, y el Señor le dijo:

—Hazte una serpiente como ésas, y ponla en el asta de una bandera. Cuando alguien sea mordido por una serpiente, que mire hacia la serpiente del asta, y se salvará.

Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso en el asta de una bandera, y cuando alguien era mordido por una serpiente, miraba a la serpiente de bronce y se salvaba.

Diversas etapas

10 Los israelitas siguieron su camino y acamparon en Obot. 11 De Obot siguieron adelante y acamparon en Iié-abarim, en el desierto, al oriente del territorio de Moab. 12 De allí siguieron y acamparon en el arroyo Zéred. 13 Luego siguieron adelante y acamparon al otro lado del río Arnón. Este río se encuentra en el desierto que se extiende desde el territorio de los amorreos, y sirve de frontera entre el territorio de Moab y el de los amorreos. 14 A eso se refiere lo que dice el Libro de las Guerras del Señor:

«Pasamos por Vaheb, en la región de Sufá,
por los arroyos y por el Arnón,
15 y por la orilla de los arroyos
que se extienden hasta la región de Ar
y llegan hasta la frontera de Moab.»

16 Del río Arnón siguieron hasta Beer. Allí está el pozo donde el Señor dijo a Moisés: «Reúne al pueblo y yo les daré agua.» 17 Fue en esta ocasión cuando los israelitas cantaron:

«¡Brota, agua del pozo!
¡Cántenle al pozo!
18 ¡Los jefes lo cavaron con sus varas de mando,
los nobles del pueblo lo abrieron con sus bastones!»

Del desierto continuaron los israelitas hasta Mataná; 19 de Mataná a Nahaliel, de Nahaliel a Bamot, 20 y de Bamot al valle que está en el territorio de Moab, hacia las alturas de Pisgá, desde donde se ve el desierto.

Israel derrota al rey Sihón(A)

21 Los israelitas mandaron unos mensajeros a Sihón, rey de los amorreos, a que le dijeran: 22 «Quisiéramos pasar por tu territorio. No nos meteremos en los campos sembrados ni en los viñedos, ni beberemos agua de tus pozos. Atravesaremos tu territorio yendo por el camino real.»

23 Pero Sihón no dejó que los israelitas pasaran por su territorio, sino que juntó a toda su gente y salió al encuentro de ellos en el desierto, y al llegar a Jahas los atacó. 24 Pero los israelitas se defendieron y lo derrotaron, y ocuparon su territorio desde el río Arnón hasta el río Jaboc, es decir, hasta la frontera con el territorio de los amonitas, la cual estaba fortificada. 25 Así pues, Israel ocupó todas esas ciudades de los amorreos, es decir, Hesbón y sus pueblos dependientes, y se quedó a vivir en ellas. 26 Hesbón era la ciudad donde vivía Sihón, el rey de los amorreos. Sihón había estado en guerra con el anterior rey de Moab y le había quitado todo aquel territorio hasta el río Arnón. 27 Por eso dicen los poetas:

«¡Vengan a Hesbón,
la capital del rey Sihón!
¡Reconstrúyanla, fortifíquenla!
28 Desde Hesbón, la ciudad de Sihón,
brotaron las llamas de un incendio,
que destruyeron a Ar de Moab
y las alturas que dominan el Arnón.
29 ¡Lástima de ti, Moab!
¡Estás perdido, pueblo del dios Quemós!
Él ha dejado que tus hombres salgan huyendo,
que tus mujeres caigan en poder del rey Sihón.
30 Fue destruido el poder de Hesbón;
de Dibón a Nófah todo quedó en ruinas,
y el fuego llegó hasta Medebá.»

Israel derrota a Og, rey de Basán(B)

31 Así pues, Israel ocupó el territorio amorreo. 32 Además, Moisés envió algunos hombres a explorar la ciudad de Jazer, y los israelitas conquistaron las ciudades vecinas y expulsaron a los amorreos que vivían allí. 33 Después volvieron en dirección de Basán, pero Og, el rey de Basán, salió con todo su ejército a pelear contra ellos en Edrei. 34 Entonces el Señor dijo a Moisés: «No le tengas miedo, que yo voy a ponerlo en tus manos, junto con todo su ejército y su país, y tú harás con él lo mismo que hiciste con Sihón, el rey amorreo que vivía en Hesbón.»

35 Y así, los israelitas mataron a Og y a sus hijos, y a todo su ejército. No dejaron a nadie con vida, y se apoderaron de su territorio.

Balac manda llamar a Balaam

22 Los israelitas siguieron su camino y acamparon en las llanuras de Moab, al oriente del río Jordán, frente a Jericó.

Balac, hijo de Sipor, se fijó en lo que los israelitas habían hecho con los amorreos. También la gente de Moab se llenó de miedo al ver que los israelitas eran tan numerosos. Entonces dijo la gente de Moab a los ancianos de Madián: «Toda esta gente va a acabar con nuestra tierra, como un buey acaba con el pasto del campo.»

Por aquel tiempo Balac era rey de Moab, y mandó llamar a Balaam, hijo de Beor, quien se encontraba en Petor, junto al río Éufrates, en el país de Amav. Balac ordenó a sus mensajeros que dijeran a Balaam: «De Egipto ha venido un pueblo que se ha extendido por todo el país, y ahora se ha establecido delante de mí. Ven en seguida y maldice a este pueblo por mí, pues es más fuerte que nosotros. Quizá así pueda yo derrotarlos y expulsarlos del país. Yo sé que tus bendiciones y tus maldiciones siempre se cumplen.»

Los ancianos de Moab y de Madián se fueron con dinero en la mano para pagar las maldiciones, y al llegar a donde estaba Balaam le dieron el mensaje de parte de Balac. Y Balaam les dijo:

—Quédense aquí esta noche, y yo les responderé según lo que el Señor me ordene.

Y los ancianos de Moab se quedaron con él. Pero Dios se le apareció a Balaam, y le preguntó:

—¿Quiénes son esos hombres que están contigo?

10 Balaam le respondió:

—Balac, hijo de Sipor, que es rey de Moab, los envió a que me dijeran 11 que un pueblo ha salido de Egipto, y que se ha extendido por todo el país. Balac quiere que yo vaya en seguida a maldecirlos, para ver si así puede derrotarlos y echarlos fuera de su territorio.

12 Entonces Dios le dijo a Balaam:

—No vayas con ellos ni maldigas a ese pueblo, porque a ese pueblo lo he bendecido yo.

13 Al día siguiente Balaam se levantó y les dijo a los jefes que había enviado Balac:

—Regresen a su tierra. El Señor no me permite ir con ustedes.

14 Los jefes de Moab regresaron a donde estaba Balac, y le dijeron:

—Balaam no quiso venir con nosotros.

15 Pero Balac insistió y volvió a enviar otros jefes, esta vez en mayor número y de más importancia que los primeros. 16 Ellos fueron a ver a Balaam y le dijeron:

—Balac, hijo de Sipor, te manda a decir: “Por favor, no te niegues a venir. 17 Yo te daré los más grandes honores, y haré todo lo que me pidas; pero ven y hazme el favor de maldecir a este pueblo.”

18 Pero Balaam les respondió:

—Aunque Balac me diera todo el oro y la plata que caben en su palacio, yo no podría hacer nada, ni grande ni pequeño, que fuera contra las órdenes del Señor mi Dios. 19 Sin embargo, quédense ustedes aquí también esta noche, y veré qué me dice esta vez el Señor.

20 Por la noche, Dios se le apareció a Balaam y le dijo:

—Si esos hombres han venido por ti, levántate y vete con ellos, pero tendrás que hacer solamente lo que yo te diga.

Balaam se encuentra con el ángel del Señor

21 Balaam se levantó al día siguiente, ensilló su asna y se fue con los jefes moabitas. 22 Balaam iba montado en su asna, y lo acompañaban dos criados suyos.

Pero Dios se enojó con él porque se había ido, y el ángel del Señor se interpuso en su camino para cerrarle el paso. 23 Cuando el asna vio que el ángel del Señor estaba en medio del camino con una espada en la mano, se apartó del camino y se fue por el campo; pero Balaam la golpeó para hacerla volver al camino. 24 Luego el ángel del Señor se paró en un lugar estrecho, donde el camino pasaba entre viñedos y tenía paredes de piedra a los dos lados. 25 Cuando el asna vio al ángel del Señor, se recostó contra una de las paredes, oprimiéndole la pierna a Balaam. Entonces Balaam le volvió a pegar. 26 Pero el ángel del Señor se adelantó a ellos y se paró en un lugar muy estrecho, donde no podía uno desviarse a ningún lado. 27 Cuando el asna vio al ángel del Señor, se echó al suelo. Entonces Balaam se enojó y la azotó con una vara. 28 En ese momento el Señor hizo que el asna hablara, y que le dijera a Balaam:

—¿Qué te he hecho? Con ésta van tres veces que me pegas.

29 —Te estás burlando de mí —le respondió Balaam—. Si tuviera a la mano un cuchillo, ahora mismo te mataría.

30 Pero el asna le dijo:

—Yo soy el asna que tú has montado toda tu vida, y bien sabes que nunca me he portado así contigo.

—Es verdad —respondió Balaam.

31 Entonces el Señor hizo que Balaam pudiera ver a su ángel, que estaba en medio del camino con una espada en la mano. Balaam se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, 32 pero el ángel del Señor le dijo:

—¿Por qué le pegaste tres veces a tu asna? Yo soy quien ha venido a cerrarte el paso, porque tu viaje me disgusta. 33 El asna me vio, y me esquivó las tres veces. Si no me hubiera esquivado, ya te hubiera yo matado, aunque a ella la habría dejado con vida.

34 Y Balaam respondió al ángel del Señor:

—He pecado, pues no sabía que tú estabas allí, cerrándome el camino. Si te parece mal que yo vaya, regresaré.

35 Pero el ángel del Señor le contestó:

—Puedes ir con esos hombres, pero dirás solamente lo que yo te diga.

Balac recibe a Balaam

Balaam se fue con los jefes que Balac había enviado, 36 y cuando Balac supo que Balaam venía, salió a recibirlo a una ciudad de Moab situada junto al río Arnón, en la frontera del país, 37 y le dijo:

—Te mandé a llamar con insistencia; ¿por qué no querías venir? ¿Pensabas que no soy capaz de hacerte muchos honores?

38 Y Balaam le respondió:

—Pues aquí estoy, ya vine a verte. Pero no tengo poder para hablar por mi cuenta; yo sólo podré decir lo que Dios me comunique.

39 Luego Balaam se fue con Balac a Quiriat-husot, 40 donde Balac mandó que mataran vacas y ovejas y que se las llevaran a Balaam y a los jefes que lo acompañaban.

41 A la mañana siguiente, Balac buscó a Balaam y lo hizo subir a Bamot-baal, desde donde pudo ver los alrededores del campamento de los israelitas. 23 Entonces Balaam le dijo:

—Constrúyeme aquí siete altares, y prepárame siete becerros y siete carneros.

Balac hizo lo que Balaam le dijo, y entre los dos sacrificaron un becerro y un carnero en cada altar.

Luego Balaam le dijo a Balac:

—Quédate junto al sacrificio, mientras voy a ver si el Señor viene a encontrarse conmigo. Luego te comunicaré lo que él me dé a conocer.

Balaam bendice a Israel

Y Balaam se fue a una colina desierta, donde Dios se le apareció. Balaam le dijo:

—He preparado siete altares, y en cada uno he ofrecido un becerro y un carnero.

Entonces el Señor puso en labios de Balaam lo que tenía que decir, y le dijo:

—Regresa a donde está Balac y dile lo mismo que yo te he dicho.

Balaam regresó y encontró a Balac de pie, junto al sacrificio, en compañía de todos los jefes moabitas. Entonces Balaam pronunció esta profecía:

«Desde las montañas del oriente, desde Aram,
me hizo venir Balac, rey de Moab.
“Ven —me dijo—, maldíceme a Israel,
deséale el mal al pueblo de Jacob.”
Pero, ¿cómo maldecir al que Dios no maldice?
¿Cómo desear el mal, si el Señor no lo hace?
Desde estas altas rocas puedo verlo,
desde estas colinas lo miro:
es un pueblo que vive apartado,
distinto de los otros pueblos.
10 Son como el polvo; ¿quién puede contarlos?
¿Quién puede saber su número?
¡Ojalá muera yo como esos hombres justos,
y sea mi fin como el de ellos!»

11 Entonces Balac le reclamó a Balaam:

—¿Qué estás haciendo? Yo te traje para que maldijeras a mis enemigos, y tú te has puesto a bendecirlos.

12 Y Balaam contestó:

—Habíamos quedado en que yo diría solamente lo que el Señor pusiera en mis labios.

13 Pero Balac insistió:

—Ven conmigo a otra parte, desde donde sólo podrás ver los alrededores del campamento, pero no el campamento completo. Maldícemelos desde allí.

14 Y Balac llevó a Balaam al campo de Sofim, en la cumbre del monte Pisgá, donde construyó siete altares y sacrificó en cada uno un becerro y un carnero. 15 Allí Balaam dijo a Balac:

—Quédate aquí, junto al sacrificio, mientras yo voy a encontrarme con Dios.

16 El Señor salió al encuentro de Balaam y puso en sus labios lo que tenía que decir. Además le dijo:

—Regresa a donde está Balac y dile lo mismo que yo te he dicho.

17 Balaam regresó y encontró a Balac de pie, junto al sacrificio, en compañía de los jefes moabitas. Y Balac le preguntó:

—¿Qué te dijo el Señor?

18 Entonces Balaam pronunció esta profecía:

«Balac, hijo de Sipor,
escúchame con atención.
19 Dios no es como los mortales:
no miente ni cambia de opinión.
Cuando él dice una cosa, la realiza.
Cuando hace una promesa, la cumple.
20 Yo tengo órdenes de bendecir;
si Dios bendice, yo no puedo contradecirlo.
21 Nadie ha visto engaño ni maldad
en Israel, el pueblo de Jacob.
El Señor su Dios está con ellos,
y ellos lo aclaman como rey.
22 Dios, que los sacó de Egipto, es para ellos
lo que son para el búfalo sus cuernos.
23 Contra Jacob no valen maleficios;
contra Israel no sirven brujerías.
Ahora es preciso decir a Israel:
“¡Cuántas maravillas ha hecho Dios contigo!”
24 Este pueblo se levanta
amenazante como un león,
y no descansará hasta devorar su presa
y beber la sangre de sus víctimas.»

25 Balac dijo entonces a Balaam:

—¡Ya que no puedes maldecir a este pueblo, por lo menos no lo bendigas!

26 A lo cual respondió Balaam:

—¿No te había dicho ya, que yo sólo puedo hacer lo que el Señor me ordene?

27 Entonces Balac le dijo:

—Ven, que te voy a llevar a otra parte. Puede ser que a Dios no le disguste que maldigas a Israel desde allí.

28 Y así Balac se llevó a Balaam a la cumbre del monte Peor, desde donde se ve todo el desierto. 29 Allí Balaam le dijo a Balac:

—Constrúyeme aquí siete altares y prepárame siete becerros y siete carneros.

30 Balac hizo lo que Balaam le dijo, y en cada altar sacrificó un becerro y un carnero. 24 Pero como Balaam vio que al Señor le parecía bien bendecir a Israel, ya no fue a recibir profecías de parte de él, como lo había hecho las otras veces, sino que volvió la mirada hacia el desierto. Y al ver Balaam a Israel acampado por tribus, el espíritu de Dios se apoderó de él; entonces Balaam pronunció esta profecía:

«Mensaje de Balaam, hijo de Beor,
hombre de mirada penetrante,
que al caer en éxtasis ve con más claridad,
que recibe mensajes y tiene visiones
de parte del Dios todopoderoso.
¡Jacob, qué bellas son tus tiendas!
¡Qué bello, Israel, tu campamento!
Parecen largas filas de palmeras,
jardines junto a un río,
áloes plantados por el Señor,
¡cedros a la orilla del agua!
Israel tendrá agua en abundancia
para beber y regar sus sembrados.
Su rey dominará a Agag;
su poder real será muy grande.
Dios, que los sacó de Egipto, es para ellos
lo que son para el búfalo sus cuernos.
Israel devorará a las naciones enemigas;
les romperá los huesos,
y los herirá con sus flechas.
Cuando se acuesta a descansar, parece un león:
nadie se atreve a despertarlo.
¡Bendito sea el que te bendiga,
y maldito el que te maldiga!»

Profecías de Balaam

10 Al oír esto, Balac se enojó mucho con Balaam, y golpeando las manos le dijo:

—Yo te llamé para que maldijeras a mis enemigos, y resulta que ya van tres veces que los bendices. 11 ¡Más te vale volver a tu casa! Yo había prometido hacerte grandes honores, pero el Señor lo ha impedido.

12 Y Balaam le respondió:

—Ya les advertí a tus mensajeros 13 que, aunque me dieras todo el oro y la plata que caben en tu palacio, yo no podría desobedecer las órdenes del Señor ni hacer nada bueno ni malo por mi propia cuenta, y que sólo diría lo que el Señor me ordenara decir. 14 Pues bien, regreso a mi país; pero antes voy a decirte lo que este pueblo hará en el futuro con tu pueblo.

15 Entonces Balaam pronunció esta profecía:

«Mensaje de Balaam, hijo de Beor,
hombre de mirada penetrante,
16 que al caer en éxtasis ve con más claridad,
que conoce lo que el Altísimo conoce,
que recibe mensajes y tiene visiones
de parte del Dios todopoderoso.
17 Veo algo en el futuro, diviso algo allá muy lejos:
es una estrella que sale de Jacob,
un rey que se levanta en Israel.
Le aplastará la cabeza a Moab,
aplastará a todos los descendientes de Set.
18 Conquistará Edom,
se apoderará de Seír, que es su enemigo.
Israel realizará grandes hazañas.
19 Un vencedor saldrá de Jacob
y destruirá a los que queden en la ciudad.»

20 Después vio Balaam a Amalec, y pronunció esta profecía:

«Amalec es una nación importante,
pero terminará destruida por completo.»

21-22 También vio a los quenitas, y pronunció esta profecía:

«Descendientes de Caín:
aunque sus refugios sean firmes,
aunque hayan puesto su nido entre las rocas,
ese nido será destruido por el fuego
cuando Asiria los haga prisioneros.»

23 Después pronunció esta profecía:

«¡Ay! ¿Quién vivirá todavía
cuando Dios haga estas cosas?
24 Vienen naves de la costa de Chipre, y dejarán en ruinas a Asiria y a Éber,
pues también Éber será destruido.»

25 Después de esto Balaam se puso en camino y volvió a su casa. Balac también se puso en camino.

Los israelitas dan culto a Baal-peor

25 Cuando los israelitas se establecieron en Sitim, sus hombres empezaron a corromperse con las mujeres moabitas, las cuales los invitaban a los sacrificios que ofrecían a sus dioses. Los israelitas tomaban parte en esas comidas y adoraban a los dioses de las moabitas, y así se dejaron arrastrar al culto de Baal-peor. Entonces el Señor se enfureció contra Israel, y le dijo a Moisés:

—Reúne a todos los jefes del pueblo, y ejecútalos delante de mí a plena luz del día. Así se calmará mi ira contra Israel.

Moisés ordenó entonces a los jueces israelitas:

—Cada uno de ustedes deberá matar a los hombres de su tribu que se dejaron arrastrar al culto de Baal-peor.

Pero un israelita llevó consigo a una mujer madianita, a la vista de Moisés y de todos los israelitas reunidos, mientras ellos se encontraban llorando a la entrada de la tienda del encuentro. Al ver esto, Finees, hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón, se apartó de los israelitas reunidos, empuñó una lanza y se fue tras aquel israelita hasta la alcoba, y allí atravesó por el estómago al israelita y a la mujer. Así se terminó la plaga que estaba haciendo morir a los israelitas, aunque ya habían muerto veinticuatro mil de ellos.

10 Entonces el Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

11 —Finees ha hecho que se calme mi ira contra los israelitas, porque él ha tenido el mismo celo que yo tengo por ellos. Por eso no me he dejado llevar del celo y no terminé con ellos. 12 Dile, pues, que yo hago con él una alianza de paz, 13 por la cual le entrego, a él y a sus descendientes, el sacerdocio para siempre, porque tuvo celo por mí y obtuvo así el perdón para los israelitas.

14 El israelita que fue atravesado junto con la madianita se llamaba Zimrí, y era hijo de Salú y jefe de una familia de la tribu de Simeón. 15 La mujer madianita se llamaba Cozbí, y era hija de Sur, jefe de un grupo de familias de Madián.

16 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

17 —Ataquen a los madianitas y derrótenlos, 18 así como ellos los atacaron a ustedes con sus malas mañas y haciéndolos adorar a Baal-peor, y en el caso de Cozbí, la hija del jefe madianita, que fue muerta con una lanza cuando yo les envié una plaga por haber adorado a Baal-peor.

Nuevo censo de Israel

19 Después de aquella plaga mortal, 26 el Señor dijo a Moisés y a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón:

«Hagan un censo, por familias, de todos los israelitas de veinte años para arriba, aptos para la guerra.»

Moisés y Eleazar ordenaron entonces a los israelitas en las llanuras de Moab, junto al río Jordán, frente a Jericó, que se registraran todos los que tuvieran de veinte años para arriba, tal como el Señor se lo había ordenado a Moisés.

Éstos eran los israelitas que habían salido de Egipto:

Los clanes descendientes de Rubén, el hijo mayor de Israel, fueron los de Henoc, Falú, Hesrón y Carmí; según el censo, los descendientes de Rubén sumaban cuarenta y tres mil setecientos treinta hombres. De Falú nació Eliab, y de Eliab nacieron Nemuel, Datán y Abiram. Datán y Abiram fueron aquellos del grupo de consejeros que, junto con Coré, se rebelaron contra el Señor y al mismo tiempo contra Moisés y Aarón, 10 pero se abrió la tierra y se los tragó a ellos dos y a Coré, y todo el grupo murió, pues doscientos cincuenta hombres murieron en el fuego. Esto sirvió de advertencia para los demás. 11 Sin embargo, los hijos de Coré no murieron.

12 Los clanes descendientes de Simeón fueron los de Nemuel, Jamín, Jaquín, 13 Zérah y Saúl; 14 según el censo, los descendientes de Simeón sumaban veintidós mil doscientos hombres.

15 Los clanes descendientes de Gad fueron los de Sefón, Haguí, Suní, 16 Ozní, Erí, 17 Arod y Arelí; 18 según el censo, los descendientes de Gad sumaban cuarenta mil quinientos hombres.

19 De los hijos de Judá, murieron Er y Onán en el país de Canaán, 20 así que los clanes descendientes de Judá fueron los de Selá, Fares y Zérah. 21 Los clanes descendientes de Fares fueron los de Hesrón y Hamul; 22 según el censo, los descendientes de Judá sumaban setenta y seis mil quinientos hombres.

23 Los clanes descendientes de Isacar fueron los de Tolá, Puvá, 24 Jasub y Simrón; 25 según el censo, los descendientes de Isacar sumaban sesenta y cuatro mil trescientos hombres.

26 Los clanes descendientes de Zabulón fueron los de Séred, Elón y Jahleel; 27 según el censo, los descendientes de Zabulón sumaban sesenta mil quinientos hombres.

28 Los clanes descendientes de José fueron los de las tribus de Manasés y Efraín. 29 De Manasés, el clan de Maquir; de Maquir, el clan de Galaad; 30 de Galaad, los clanes de Iézer, de Hélec, 31 de Asriel, de Siquem, 32 de Semidá y de Héfer. 33 Selofhad, que era hijo de Héfer, no tuvo hijos sino hijas, las cuales se llamaban Mahlá, Noá, Hoglá, Milcá y Tirsá. 34 Según el censo, los descendientes de Manasés sumaban cincuenta y dos mil setecientos hombres. 35 Los clanes descendientes de Efraín fueron los de Sutélah, Béquer y Tahán. 36 Los descendientes de Sutélah eran los del clan de Erán. 37 Según el censo, los descendientes de Efraín sumaban treinta y dos mil quinientos hombres. Éstos son los descendientes de José, por orden de clanes.

38 Los clanes descendientes de Benjamín fueron los de Bela, Asbel, Ahiram, 39 Sufam y Hufam. 40 Los clanes descendientes de Bela fueron los de Ard y Naamán, hijos de Bela. 41 Según el censo, los descendientes de Benjamín sumaban cuarenta y cinco mil seiscientos hombres.

42 Los descendientes de Dan fueron los del clan de Suham. 43 Según el censo, los descendientes de Suham sumaban sesenta y cuatro mil cuatrocientos hombres.

44 Los clanes descendientes de Aser fueron los de Imná, Isví y Beriá. 45 Los clanes descendientes de Beriá fueron los de Héber y Malquiel. 46 Aser tuvo una hija, que se llamó Sérah. 47 Según el censo, los descendientes de Aser sumaban cincuenta y tres mil cuatrocientos hombres.

48 Los clanes descendientes de Neftalí fueron los de Jahseel, Guní, 49 Jezer y Silem. 50 Según el censo, los descendientes de Neftalí sumaban cuarenta y cinco mil cuatrocientos hombres.

51 Los israelitas contados en el censo sumaban seiscientos un mil setecientos treinta hombres en total.

Normas para la repartición de la tierra

52 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

53 «Entre estas personas será repartida la tierra, según el número que haya sido registrado. 54 A los grupos más numerosos les darás una porción mayor, y a los grupos menos numerosos una porción menor. A cada grupo se le dará una porción de tierra de acuerdo con el censo. 55 La repartición de la tierra se hará por suertes. Cada uno recibirá su parte según la tribu a la que pertenezca por parte de padre. 56 La distribución se hará por suertes, tanto entre los grupos numerosos como entre los pequeños.»

Censo de los levitas

57 Los clanes de la tribu de Leví contados en el censo fueron los de Guersón, Quehat y Merarí. 58 Los clanes de los libnitas, hebronitas, mahlitas, musitas y coreítas, eran clanes levitas.

Quehat fue padre de Amram. 59 Amram se casó con una hija de Leví que se llamaba Jocabed, y que nació cuando Leví aún estaba en Egipto. Amram y Jocabed fueron los padres de Aarón, Moisés y María. 60 Los hijos de Aarón fueron Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar. 61 Nadab y Abihú murieron cuando ofrecieron ante el Señor un fuego extraño.

62 El total de varones descendientes de Leví, de un mes de edad para arriba, fue de veintitrés mil. Ellos no habían sido registrados con los demás israelitas, porque a ellos no se les había dado ninguna propiedad.

63 Éste fue el resultado del censo de los israelitas hecho por Moisés y el sacerdote Eleazar en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó. 64 Entre todos ellos no había uno solo de los que estuvieron cuando Moisés y Aarón hicieron el censo en el desierto de Sinaí, 65 pues el Señor les había anunciado que morirían en el desierto. Con excepción de Caleb, hijo de Jefuné, y de Josué, hijo de Nun, no quedó uno solo de ellos.

La herencia de las hijas

27 En la tribu de Manasés había cinco hermanas, que se llamaban Mahlá, Noá, Hoglá, Milcá y Tirsá. Eran hijas de Selofhad, descendientes directas de Héfer, Galaad, Maquir, Manasés y José. Estas cinco hermanas fueron a la entrada de la tienda del encuentro para hablar con Moisés y el sacerdote Eleazar, y con los jefes de la comunidad, y les dijeron: «Nuestro padre murió en el desierto, pero él no pertenecía al grupo de Coré que se rebeló contra el Señor. Murió a causa de su propio pecado y sin dejar hijos varones. Pero no es justo que el nombre de nuestro padre desaparezca de su clan simplemente porque no tuvo un hijo varón. Danos una porción de tierra a nosotras entre los hermanos de nuestro padre.»

Moisés presentó al Señor el caso de estas mujeres, y el Señor le respondió: «Las hijas de Selofhad tienen razón. Asígnales una porción de tierra entre los hermanos de su padre, y que la herencia de su padre pase a ellas. Di además a los israelitas que si alguien muere sin dejar hijo varón, su herencia pasará a manos de su hija; pero si no tiene ninguna hija, dejará su herencia a sus hermanos; 10 y si no tiene hermanos, dejará su herencia a los hermanos de su padre. 11 En caso de que su padre no haya tenido hermanos, dejará su herencia a su pariente más cercano. Ésta será una ley para los israelitas, tal como yo te lo he ordenado a ti.»

Josué es designado sucesor de Moisés(C)

12 El Señor le dijo a Moisés:

—Sube a este monte de Abarim, y mira la tierra que les he dado a los israelitas. 13 Después que la hayas visto, morirás y te reunirás con tus antepasados, como tu hermano Aarón, 14 ya que ustedes dos desobedecieron mis órdenes en el desierto de Sin cuando el pueblo me hizo reclamaciones, y no me honraron delante de ellos cuando pidieron agua. (Esto se refiere al manantial de Meribá, en Cadés, en el desierto de Sin.)

15 Y Moisés dijo al Señor:

16-17 —Dios y Señor, tú que das la vida a todos los hombres, nombra un jefe que se ponga al frente de tu pueblo y lo guíe por todas partes, para que no ande como rebaño sin pastor.

18 El Señor respondió a Moisés:

—Josué, hijo de Nun, es un hombre de espíritu. Tómalo y pon tus manos sobre su cabeza. 19 Luego preséntalo ante el sacerdote Eleazar y ante todo el pueblo, y dale el cargo delante de todos ellos; 20 pon sobre él parte de tu autoridad, para que todo el pueblo de Israel le obedezca. 21 Pero Josué deberá presentarse ante el sacerdote Eleazar, y Eleazar me consultará en su nombre por medio del Urim. Josué será el que dé las órdenes a los israelitas, para todo lo que hagan.

22 Moisés hizo tal como el Señor se lo había ordenado. Tomó a Josué y lo presentó ante el sacerdote Eleazar y ante todo el pueblo. 23 Le puso las manos sobre la cabeza y le dio el cargo, tal como el Señor lo había ordenado por medio de Moisés.

Las ofrendas diarias(D)

28 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

«Ordena a los israelitas que no dejen de ofrecerme puntualmente pan y ofrendas quemadas en las fiestas especiales, como ofrendas de olor agradable para mí.

»Diles también que éstas son las ofrendas que deberán quemar en mi honor: diariamente y sin falta, dos corderos de un año que no tengan ningún defecto. Uno será sacrificado por la mañana y el otro al atardecer. La ofrenda de cereales será de dos kilos de la mejor harina amasada con un litro de aceite de oliva. (Éste era el sacrificio que se quemaba continuamente en el monte Sinaí, como ofrenda de olor agradable al Señor.) La ofrenda de vino será de un litro por cada cordero. Este vino deberá derramarse en el santuario, en honor del Señor. El segundo cordero será sacrificado al atardecer, y se le añadirá una ofrenda de cereales y una ofrenda de vino iguales a las de la ofrenda de la mañana. Es una ofrenda de olor agradable, que se quema en honor del Señor.

Ofrendas del sábado

»En los sábados deberán ofrecer ustedes dos corderos de un año, sin defecto, y cuatro kilos de la mejor harina amasada con aceite como ofrenda de cereales, con su correspondiente ofrenda de vino. 10 Este holocausto se ofrecerá en los sábados, con su correspondiente ofrenda de vino, además del holocausto diario.

Ofrendas mensuales

11 »El primer día de cada mes ofrecerán como holocausto al Señor dos becerros, un carnero y siete corderos de un año, sin defecto. 12 Por cada becerro ofrecerán seis kilos de la mejor harina amasada con aceite; por cada carnero, cuatro kilos de harina amasada con aceite, 13 y por cada cordero, dos kilos de harina amasada con aceite. Es un holocausto de olor agradable que se quema en honor del Señor. 14 La ofrenda correspondiente de vino será de dos litros por cada becerro, un litro y medio por cada carnero y un litro por cada cordero. Éstos son los holocaustos que deben ofrecer todos los meses del año. 15 Además del holocausto diario, deberán ofrecerle al Señor un chivo como sacrificio por el pecado, con su correspondiente ofrenda de vino.

Ofrendas durante la Pascua(E)

16 »El día catorce del primer mes del año se celebrará la Pascua en honor del Señor, 17 y el día quince será día de fiesta. Durante siete días se comerá pan sin levadura. 18 En el primero de esos siete días se celebrará una reunión santa. Ese día no harán ustedes ninguna clase de trabajo. 19 Como holocausto, ofrecerán al Señor dos becerros, un carnero y siete corderos de un año, sin defecto. 20 Junto con estos sacrificios harán la correspondiente ofrenda de harina amasada con aceite, de la siguiente manera: seis kilos de harina por cada becerro, cuatro kilos por cada carnero 21 y dos kilos por cada cordero. 22 Ofrecerán también un chivo como sacrificio para obtener el perdón de sus pecados. 23 Todo esto lo ofrecerán además del holocausto que se ofrece todos los días por la mañana. 24 Así lo harán cada uno de los siete días de la fiesta, como ofrenda de olor agradable quemada en honor del Señor. Esto deberá ofrecerse con su correspondiente ofrenda de vino, además del holocausto diario. 25 El séptimo día también tendrán reunión santa. Ese día no harán ninguna clase de trabajo.

Ofrenda de los primeros frutos(F)

26 »En la fiesta de los primeros frutos, cuando ofrecen al Señor los cereales de una nueva cosecha, es decir, en la fiesta de las Semanas, tendrán también una reunión santa. Ese día no harán ninguna clase de trabajo. 27 Ofrecerán al Señor, como holocausto de olor agradable, dos becerros, un carnero y siete corderos de un año. 28 La correspondiente ofrenda de harina amasada con aceite será de seis kilos por cada becerro, cuatro kilos por el carnero 29 y dos kilos por cada cordero. 30 Ofrecerán también un chivo como sacrificio para obtener el perdón de sus pecados. 31 Este holocausto y su correspondiente ofrenda de cereales y de vino lo presentarán además del holocausto diario. Los animales no han de tener ningún defecto.

La fiesta de las Trompetas(G)

29 »El día primero del mes séptimo tendrán ustedes una reunión santa. Ese día no harán ninguna clase de trabajo, y anunciarán el día con toque de trompetas. Como holocausto de olor agradable al Señor, ofrecerán un becerro, un carnero y siete corderos de un año, sin defecto. La correspondiente ofrenda de harina amasada con aceite será de seis kilos por el becerro, cuatro kilos por el carnero y dos kilos por cada cordero. Ofrecerán también un chivo como sacrificio para obtener el perdón de sus pecados, además del holocausto de cada mes y del holocausto diario, con sus correspondientes ofrendas de cereales y de vino, como Dios lo ha ordenado. Ésta será una ofrenda de olor agradable quemada en honor del Señor.

Ofrendas del Día del Perdón(H)

»El día diez del mismo mes séptimo, también tendrán ustedes reunión santa. Dedicarán ese día al ayuno, y no harán ninguna clase de trabajo. Como holocausto de olor agradable al Señor, ofrecerán un becerro, un carnero y siete corderos de un año, sin defecto. La correspondiente ofrenda de harina amasada con aceite será de seis kilos por el becerro, cuatro kilos por el carnero 10 y dos kilos por cada cordero. 11 Ofrecerán también un chivo como sacrificio por el pecado, además del sacrificio por el pecado que se ofrece el Día del Perdón, y del holocausto diario, con sus correspondientes ofrendas de cereales y de vino.

Ofrendas durante la fiesta de las Enramadas(I)

12 »El día quince del mes séptimo tendrán ustedes reunión santa. Ese día no harán ninguna clase de trabajo. Durante siete días celebrarán fiesta en honor del Señor. 13 El primer día ofrecerán, como holocausto de olor agradable al Señor, trece becerros, dos carneros y catorce corderos de un año, sin defecto. 14 La correspondiente ofrenda de harina amasada con aceite será de seis kilos por cada becerro, cuatro kilos por cada carnero 15 y dos kilos por cada cordero. 16 Ofrecerán también un chivo como sacrificio por el pecado, además del holocausto diario con sus correspondientes ofrendas de cereales y de vino.

17 »El segundo día se ofrecerán doce becerros, dos carneros y catorce corderos de un año, sin defecto. 18 Además se harán las ofrendas de cereales y de vino de acuerdo con el número de becerros, carneros y corderos, como Dios lo ha ordenado. 19 Se ofrecerá también un chivo como sacrificio por el pecado, además del holocausto diario con sus correspondientes ofrendas de cereales y de vino.

20 »El tercer día se ofrecerán once becerros, dos carneros y catorce corderos de un año, sin defecto. 21 Además se harán las ofrendas de cereales y de vino de acuerdo con el número de becerros, carneros y corderos, como Dios lo ha ordenado. 22 También se ofrecerá un chivo como sacrificio por el pecado, además del holocausto diario con sus correspondientes ofrendas de cereales y de vino.

23 »El día cuarto se ofrecerán diez becerros, dos carneros y catorce corderos de un año, sin defecto. 24 Además se harán las ofrendas de cereales y de vino de acuerdo con el número de becerros, carneros y corderos, como Dios lo ha ordenado. 25 También se ofrecerá un chivo como sacrificio por el pecado, además del holocausto diario con sus correspondientes ofrendas de cereales y de vino.

26 »El día quinto se ofrecerán nueve becerros, dos carneros y catorce corderos de un año, sin defecto. 27 Además se harán las ofrendas de cereales y de vino de acuerdo con el número de becerros, carneros y corderos, como Dios lo ha ordenado. 28 También se ofrecerá un chivo como sacrificio por el pecado, además del holocausto diario con sus correspondientes ofrendas de cereales y de vino.

29 »El día sexto se ofrecerán ocho becerros, dos carneros y catorce corderos de un año, sin defecto. 30 Además se harán las ofrendas de cereales y de vino de acuerdo con el número de becerros, carneros y corderos, como Dios lo ha ordenado. 31 Se ofrecerá también un chivo como sacrificio por el pecado, además del holocausto diario con sus correspondientes ofrendas de cereales y de vino.

32 »El día séptimo se ofrecerán siete becerros, dos carneros y catorce corderos de un año, sin defecto. 33 Además se harán las ofrendas de cereales y de vino de acuerdo con el número de becerros, carneros y corderos, como Dios lo ha ordenado. 34 Se ofrecerá también un chivo como sacrificio por el pecado, además del holocausto diario con sus correspondientes ofrendas de cereales y de vino.

35 »El día octavo lo celebrarán con una reunión solemne, y no harán ese día ninguna clase de trabajo. 36 Ofrecerán como holocausto de olor agradable al Señor un becerro, un carnero y siete corderos de un año, sin defecto. 37 Además se harán las ofrendas de cereales y de vino por el becerro, el carnero y los corderos, como Dios lo ha ordenado. 38 Se ofrecerá también un chivo como sacrificio por el pecado, además del holocausto diario con sus correspondientes ofrendas de cereales y de vino.

39 »Éstos son los sacrificios que deben ofrecer al Señor en fechas determinadas, además de sus ofrendas en cumplimiento de una promesa o como ofrenda voluntaria, ya sea como holocaustos u ofrendas de cereales y de vino, o como sacrificios de reconciliación.»

40 (30.1) Y Moisés comunicó a los israelitas todo lo que el Señor le había ordenado.

Normas sobre las promesas

30 (2) Moisés dijo a los jefes de las tribus israelitas:

«El Señor ha ordenado (3) que cuando una persona le haga una promesa o se comprometa formalmente con juramento, deberá cumplir su palabra y hacer todo lo que haya prometido.

(4) »Cuando una mujer joven, que aún depende de su padre, haga una promesa al Señor o se comprometa a algo, (5) si su padre, al enterarse de su promesa o compromiso, no le dice nada en contra, estará obligada a cumplir su promesa o compromiso. (6) Pero si su padre, al enterarse, no lo aprueba, entonces ya no estará obligada a cumplir su promesa o compromiso. Puesto que su padre no lo aprueba, el Señor no le exigirá que lo cumpla.

(7) »Cuando se trate de una mujer que haya hecho promesas al Señor o haya tomado un compromiso a la ligera, y que luego se case, (8) si su marido, al enterarse, no le dice nada en contra, estará obligada a cumplir sus promesas y sus compromisos. (9) Pero si su marido, al enterarse, no los aprueba, entonces ya no estará obligada a cumplir sus promesas y sus compromisos tomados a la ligera. El Señor no le exigirá que los cumpla.

(10) »Si la que hace una promesa es viuda o divorciada, está obligada a cumplir todos los compromisos que contraiga.

10 (11) »Cuando una mujer casada haga una promesa o se comprometa a algo con juramento, estando en casa de su marido, 11 (12) si su marido, al enterarse, no le dice nada en contra ni desaprueba lo que hace, ella estará obligada a cumplir sus promesas y compromisos. 12 (13) Pero si su marido, al enterarse, los anula, ya no estará obligada a cumplirlos, puesto que el marido se los anuló. El Señor no le exigirá que los cumpla.

13 (14) »El marido puede confirmar o anular cualquier promesa o juramento que haga su mujer y que la obligue a ayunar. 14 (15) Si él no le dice nada en contra, y así pasa uno y otro día, con su silencio confirma todas las promesas o compromisos que ella haya tomado. 15 (16) Si los anula un tiempo después de enterarse, entonces él se hace responsable del incumplimiento de la mujer.»

16 (17) Éstas son las leyes que el Señor dio a Moisés sobre las relaciones entre el hombre y su mujer, y entre el padre y su hija, cuando ésta es joven y aún depende de su padre.

Destrucción de Madián

31 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

«Véngate de los madianitas en nombre de los israelitas, y después de eso morirás.»

Moisés dijo entonces al pueblo:

—Ármense algunos de ustedes para la guerra, y ataquen a Madián para vengarse de ellos en nombre del Señor. Cada tribu debe enviar mil hombres a la guerra.

Así pues, de los ejércitos de cada tribu se escogieron mil hombres, doce mil en total, armados para la guerra. Moisés los envió a la batalla en compañía de Finees, hijo del sacerdote Eleazar, quien llevaba los objetos sagrados y las trompetas para dar la orden de ataque. Y pelearon contra los madianitas y los mataron a todos, tal como el Señor se lo ordenó a Moisés. Mataron a Eví, Réquem, Sur, Hur y Reba, es decir, los cinco reyes madianitas, y también a Balaam, hijo de Beor. Los israelitas se llevaron prisioneras a las mujeres madianitas y a sus hijos pequeños, y les quitaron los animales, el ganado y los objetos de valor; 10 además de eso, quemaron todas sus ciudades y campamentos. 11 Y todo lo que les quitaron, tanto personas como animales, 12 se lo llevaron a Moisés, al sacerdote Eleazar y al pueblo de Israel, los cuales estaban acampados en la llanura de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó.

13 Moisés, el sacerdote Eleazar y todos los jefes del pueblo salieron a recibirlos fuera del campamento. 14 Pero Moisés se enojó con los jefes que estaban al frente de mil y de cien soldados, que venían de la batalla, 15 y les dijo:

—¿Por qué dejaron con vida a las mujeres? 16 Precisamente fueron ellas las que, cuando el caso de Balaam, llevaron a los israelitas a rebelarse contra el Señor y adorar a Baal-peor. Por eso el Señor castigó con una plaga a su pueblo. 17 Maten ahora mismo a todos los niños varones y a todas las mujeres que no sean vírgenes. 18 A las muchachas vírgenes déjenlas con vida y quédense con ellas. 19 Y todos los que hayan matado a alguien o hayan tocado un cadáver, quédense fuera del campamento durante siete días. Tanto ustedes como los prisioneros deberán purificarse al tercero y al séptimo día. 20 Purifiquen también toda la ropa y todos los objetos de cuero, de pelo de cabra o de madera.

21 El sacerdote Eleazar dijo a todos los soldados que habían estado en la batalla:

—Ésta es una ley que el Señor le dio a Moisés: 22 los objetos de oro, plata, bronce, hierro, estaño o plomo 23 —en una palabra, todo lo que resista al fuego—, deberán purificarlos poniéndolos en el fuego y lavándolos con el agua de purificación. Las cosas que no resistan al fuego, deberán purificarlas sólo con agua. 24 El séptimo día deberán lavar su ropa, y quedarán puros. Después podrán entrar en el campamento.

Repartición del botín

25 El Señor le dijo a Moisés:

26 «Con la ayuda del sacerdote Eleazar y de los jefes de familia del pueblo, haz la cuenta de la gente y de los animales quitados a los madianitas, 27 divídelos en dos partes iguales, y distribuye una parte entre los que fueron a pelear y la otra entre el resto del pueblo. 28 Recoge además una parte para mí: de lo que les toque a los soldados, tanto de la gente como de los bueyes, asnos y ovejas, tomarás uno de cada quinientos 29 y se lo darás al sacerdote Eleazar como contribución para mí. 30 De la mitad correspondiente al resto de los israelitas, tanto de la gente como de los bueyes, asnos y ovejas, o sea de todos los animales, tomarás uno de cada cincuenta y se lo darás a los levitas encargados del servicio de mi santuario.»

31 Moisés y Eleazar lo hicieron tal como el Señor se lo había ordenado a Moisés. 32 Todo lo que se le quitó al enemigo, sin contar lo que los soldados recogieron por su parte, fueron seiscientas setenta y cinco mil ovejas, 33 setenta y dos mil bueyes, 34 sesenta y un mil asnos 35 y treinta y dos mil muchachas vírgenes. 36 Por lo tanto, la mitad que les tocó a los soldados fueron trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas, 37 de las que se dieron seiscientas setenta y cinco como contribución para el Señor; 38 de los treinta y seis mil bueyes se dieron sesenta y dos como contribución para el Señor; 39 de los treinta mil quinientos asnos se dieron sesenta y uno como contribución para el Señor; 40 y de las dieciséis mil muchachas se dieron treinta y dos como contribución para el Señor. 41 Moisés entregó la contribución para el Señor al sacerdote Eleazar, tal como el Señor se lo había ordenado.

42 La otra mitad, que era la parte que le tocaba al resto de los israelitas y que Moisés había separado de la parte que les tocó a los soldados, 43 fue exactamente la misma, o sea: trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas, 44 treinta y seis mil bueyes, 45 treinta mil quinientos asnos 46 y dieciséis mil muchachas. 47 De esta mitad, Moisés sacó uno de cada cincuenta, lo mismo de personas que de animales, y se lo dio a los levitas que servían en el santuario del Señor, tal como el Señor se lo había ordenado.

48 Entonces los jefes que habían estado al frente de mil y de cien soldados, fueron a ver a Moisés 49 y le dijeron: «Nosotros, tus servidores, hemos hecho la cuenta de los soldados que teníamos a nuestro cargo, y no falta ninguno. 50 Aquí traemos los objetos de oro que cada uno encontró: brazaletes, pulseras, anillos, aretes y otros adornos, para ofrecérselos al Señor como rescate por nosotros mismos.»

51 Moisés y Eleazar recibieron de ellos todas las joyas de oro. 52 El oro que ofrecieron como contribución los jefes al mando de mil y de cien soldados, pesó más de ciento ochenta y cuatro kilos, 53 pues cada soldado había traído algo de lo que se le había quitado al enemigo. 54 Así pues, Moisés y Eleazar recibieron de los jefes el oro que habían traído, y lo llevaron a la tienda del encuentro para que el Señor se acordara de los israelitas.

Las tribus de Rubén y Gad se establecen al oriente del Jordán(J)

32 Las tribus de Rubén y Gad tenían muchísimo ganado. Cuando vieron que los territorios de Jazer y de Galaad eran muy buenos para la cría de ganado, fueron a ver a Moisés, al sacerdote Eleazar y a los jefes del pueblo, y les dijeron:

—Miren: las regiones de Atarot, Dibón, Jazer, Nimrá, Hesbón, Elalé, Sebam, Nebo y Beón, que el Señor ha conquistado para el pueblo de Israel, son tierras de pasto para el ganado, y lo que tenemos nosotros, tus servidores, es precisamente ganado. Si te parece bien, danos ese territorio a nosotros, y no nos hagas pasar el río Jordán.

Pero Moisés les respondió:

—¿Quieren ustedes quedarse aquí, mientras sus compatriotas van a la guerra? ¿Por qué quieren desanimar a los israelitas para que no pasen al país que el Señor les ha dado? Eso mismo fue lo que hicieron los padres de ustedes cuando los envié desde Cadés-barnea a explorar esa región. Llegaron hasta el arroyo de Escol y exploraron la región, y después desanimaron a los israelitas para que no entraran en el país que el Señor les había dado. 10 Por eso el Señor se enojó aquel día, y juró 11 que las personas que habían salido de Egipto y que tenían de veinte años para arriba no verían la tierra que solemnemente había prometido a Abraham, Isaac y Jacob, porque no lo siguieron con fidelidad. 12 Sólo Caleb, hijo de Jefuné el quenizita, y Josué, hijo de Nun, siguieron fielmente al Señor. 13 El Señor se enojó con los israelitas y los hizo andar por el desierto durante cuarenta años, hasta que no quedó con vida ni uno solo de los que lo habían ofendido con sus malas acciones. 14 Y ahora ustedes, hijos de padres pecadores, quieren seguir el ejemplo de sus padres, para provocar otra vez la ira del Señor contra Israel. 15 Si ustedes no quieren seguir al Señor, él hará que los israelitas se queden más tiempo en el desierto, y ustedes tendrán la culpa de que ellos sean destruidos.

16 Entonces se acercaron a Moisés y le dijeron:

—Lo que queremos es construir aquí corrales para nuestras ovejas y vacas, y ciudades para nuestras familias. 17 Después nosotros mismos nos armaremos a toda prisa e iremos al frente de los demás israelitas, hasta que los llevemos a su territorio. Entre tanto, nuestras familias se quedarán en las ciudades, seguras y a salvo de los que viven en esta región. 18 No volveremos a nuestras casas mientras todos los israelitas no hayan tomado posesión de su propia tierra. 19 Como lo que va a ser nuestro territorio está de este lado, al oriente del río Jordán, no reclamaremos tierras del otro lado del Jordán, ni más allá.

20 Y Moisés les respondió:

—Pues si cumplen su palabra y se arman para combatir a las órdenes del Señor, 21 si todos ustedes cruzan armados el río Jordán bajo las órdenes del Señor, y se quedan allí hasta que el Señor expulse a todos sus enemigos 22 y haya conquistado el país, entonces podrán volver, pues quedarán libres de su obligación para con el Señor y para con Israel. Esta tierra será propiedad de ustedes con la aprobación del Señor. 23 Pero si no lo hacen así, sepan que cometen un pecado contra el Señor y que algún día les llegará el castigo por ese pecado. 24 Construyan, pues, ciudades para sus familias y corrales para sus ovejas, pero cumplan su palabra.

25 Los descendientes de Gad y de Rubén le contestaron:

—Estos servidores tuyos harán lo que les has mandado. 26 Nuestras mujeres y nuestros hijos pequeños, con el ganado y todos nuestros animales, se quedarán aquí, en las ciudades de Galaad, 27 y nosotros, tus servidores, nos armaremos e iremos a la guerra bajo las órdenes del Señor, tal como tú nos lo has mandado.

28 Entonces Moisés dio las siguientes instrucciones al sacerdote Eleazar, a Josué y a los jefes de familia de las diversas tribus de Israel:

29 —Si todos los hombres de las tribus de Gad y de Rubén cruzan con ustedes el Jordán armados para pelear bajo las órdenes del Señor hasta que ustedes conquisten el país, entonces ustedes les darán a ellos el país de Galaad como territorio propio. 30 Pero si no pasan armados, entonces les tocará un territorio entre ustedes en el país de Canaán.

31 Los descendientes de Gad y Rubén respondieron:

—Haremos lo que el Señor ha ordenado a estos servidores tuyos. 32 Pasaremos armados al país de Canaán obedeciendo al Señor, pero nos quedaremos con el territorio al oriente del Jordán como nuestra propiedad.

33 Y así, a las tribus de Gad y Rubén, y a la media tribu de Manasés, Moisés les dio los territorios de Sihón, rey amorreo, y de Og, rey de Basán, con las ciudades que les pertenecían y los campos que las rodeaban. 34 Los de la tribu de Gad reconstruyeron las ciudades de Dibón, Atarot, Aroer, 35 Atarot-sofán, Jazer, Jogbehá, 36 Bet-nimrá y Bet-arán, y las fortificaron e hicieron corrales para sus ovejas. 37 Los de la tribu de Rubén reconstruyeron las ciudades de Hesbón, Elalé, Quiriataim, 38 Nebo, Baal-meón y Sibmá, cambiando el nombre a algunas de ellas y poniendo su propio nombre a las que reconstruyeron.

39 Los descendientes de Maquir, hijo de Manasés, invadieron la región de Galaad y se apoderaron de ella, expulsando a los amorreos que había allí. 40 Entonces Moisés asignó a los descendientes de Maquir la región de Galaad, y ellos se establecieron allí. 41 Jaír, descendiente de Manasés, se apoderó de unos campamentos de los amorreos y les puso el nombre de Havot-jaír. 42 El grupo de Nóbah se apoderó de Quenat y de los pueblos que dependían de ella, y le puso su propio nombre, Nóbah.

Ruta de los israelitas

33 Éstas son las etapas del viaje que hicieron los israelitas cuando salieron de Egipto en formación militar, guiados por Moisés y Aarón. Moisés iba anotando los nombres de los lugares de donde salían, etapa por etapa, según se lo ordenaba el Señor. Éstas son las etapas con sus puntos de partida.

Los israelitas salieron de Ramsés el día quince del primer mes del año, al día siguiente de la celebración de la Pascua. Salieron con gran poder y a la vista de todos los egipcios, mientras los egipcios estaban enterrando a todos sus hijos mayores, pues el Señor los había hecho morir, con lo cual había dictado sentencia contra sus dioses.

Los israelitas salieron de Ramsés y acamparon en Sucot.

Salieron de Sucot y acamparon en Etam, en los límites del desierto.

Salieron de Etam, dieron la vuelta hacia Pi-hahirot, que está al oriente de Baal-sefón, y acamparon frente a Migdol.

Salieron de Pi-hahirot, cruzaron el mar y llegaron al desierto. Caminaron tres días por el desierto de Etam y acamparon en Mará.

Salieron de Mará y llegaron a Elim, donde había doce manantiales y setenta palmeras, y acamparon allí.

10 Salieron de Elim y acamparon junto al Mar Rojo.

11 Salieron del Mar Rojo y acamparon en el desierto de Sin.

12 Salieron del desierto de Sin y acamparon en Dofcá.

13 Salieron de Dofcá y acamparon en Alús.

14 Salieron de Alús y acamparon en Refidim, donde la gente no tenía agua para beber.

15 Salieron de Refidim y acamparon en el desierto de Sinaí.

16 Salieron del desierto de Sinaí y acamparon en Quibrot-hataavá.

17 Salieron de Quibrot-hataavá y acamparon en Haserot.

18 Salieron de Haserot y acamparon en Ritmá.

19 Salieron de Ritmá y acamparon en Rimón-peres.

20 Salieron de Rimón-peres y acamparon en Libná.

21 Salieron de Libná y acamparon en Risá.

22 Salieron de Risá y acamparon en Quehelata.

23 Salieron de Quehelata y acamparon en el monte Séfer.

24 Salieron del monte Séfer y acamparon en Haradá.

25 Salieron de Haradá y acamparon en Maquelot.

26 Salieron de Maquelot y acamparon en Táhat.

27 Salieron de Táhat y acamparon en Térah.

28 Salieron de Térah y acamparon en Mitcá.

29 Salieron de Mitcá y acamparon en Hasmoná.

30 Salieron de Hasmoná y acamparon en Moserot.

31 Salieron de Moserot y acamparon en Bené-jaacán.

32 Salieron de Bené-jaacán y acamparon en Hor de Guidgad.

33 Salieron de Hor de Guidgad y acamparon en Jotbata.

34 Salieron de Jotbata y acamparon en Abroná.

35 Salieron de Abroná y acamparon en Esión-guéber.

36 Salieron de Esión-guéber y acamparon en el desierto de Sin, es decir, en Cadés.

37 Salieron de Cadés y acamparon en el monte Hor, en la frontera con Edom. 38 Por orden del Señor, el sacerdote Aarón subió al monte Hor, y allí murió el día primero del mes quinto del año cuarenta, contando a partir de la fecha en que los israelitas salieron de Egipto. 39 Cuando Aarón murió, en el monte Hor, tenía ciento veintitrés años.

40 El rey cananeo de Arad, que vivía en el Négueb de Canaán, se enteró de la llegada de los israelitas.

41 Salieron del monte Hor y acamparon en Salmoná.

42 Salieron de Salmoná y acamparon en Punón.

43 Salieron de Punón y acamparon en Obot.

44 Salieron de Obot y acamparon en Iié-abarim, en la frontera con Moab.

45 Salieron de Iié-abarim y acamparon en Dibón-gad.

46 Salieron de Dibón-gad y acamparon en Almón-diblataim.

47 Salieron de Almón-diblataim y acamparon en los montes de Abarim, al oriente del Nebo.

48 Salieron de los montes de Abarim y acamparon en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó. 49 El campamento junto al Jordán se extendía desde Bet-jesimot hasta Abel-sitim, en las llanuras de Moab.

Normas para la ocupación y repartición de Canaán

50 En las llanuras de Moab, junto al río Jordán, frente a Jericó, el Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

51 «Di a los israelitas lo siguiente: Cuando ustedes crucen el Jordán y entren en el país de Canaán, 52 expulsen a todos los habitantes del país, destruyan todas sus estatuas de piedra y de metal fundido, y echen abajo todos los lugares de culto que tienen en las colinas. 53 Conquisten el país y establézcanse en él, porque yo se lo entrego a ustedes para que lo ocupen. 54 Pero deberán repartirlo por suertes entre los clanes de todas las tribus; a los clanes numerosos se les dará un territorio grande, y a los pequeños, un territorio pequeño; cada clan recibirá lo que la suerte le señale. 55 Y si ustedes no expulsan a los habitantes del país, los que se queden allí les molestarán como una astilla en el ojo o como espinas en el cuerpo, cuando ustedes se instalen en el país; 56 entonces yo haré con ustedes lo que pensaba hacer con ellos.»

Límites del país

34 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

«Da las siguientes instrucciones a los israelitas: Pronto van a entrar ustedes en el país de Canaán. Éste es el país que será propiedad de ustedes, y éstos serán sus límites:

»La frontera sur limitará con el desierto de Sin y el territorio de Edom. Partiendo del este, la frontera comenzará en el extremo sur del Mar Muerto, seguirá hacia el sur hasta la cuesta de Acrabim, pasará por Sin y llegará hasta Cadés-barnea. Luego seguirá por Hasar-adar hasta Asmón, y de Asmón seguirá hasta el arroyo que limita con Egipto, y terminará en el mar Mediterráneo.

»La frontera oeste limitará con la costa del mar Mediterráneo.

»Para la frontera norte, tracen una línea desde el mar Mediterráneo hasta el monte Hor, y desde el monte Hor hasta la entrada de Hamat, y luego hasta Sedad. Desde Sedad, esta frontera norte seguirá hasta Zifrón y terminará en Hasar-enán.

10 »Para la frontera oriental, tracen una línea desde Hasar-enán hasta Sefam, 11 y de Sefam a Riblá, al oriente de Ain; de allí la frontera bajará por el lado oriental del lago Quinéret, 12 y seguirá por el río Jordán hasta terminar en el Mar Muerto.

»Estas fronteras serán los límites del país de ustedes.»

Repartición de la tierra

13 Moisés dio las siguientes instrucciones a los israelitas:

«Éste es el país que ustedes se van a repartir por suertes; es el país que el Señor ha ordenado que se dé a las nueve tribus y media que quedan, 14-15 puesto que dos tribus y media, es decir, las tribus de Rubén y de Gad y la media tribu de Manasés, ya recibieron por familias el territorio que les pertenecía, al oriente del Jordán, frente a Jericó.»

16 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

17 «Los que van a repartir la tierra entre ustedes son el sacerdote Eleazar y Josué, hijo de Nun. 18 Pero llamen además a un jefe por cada tribu, para repartir la tierra. 19 Los hombres a quienes deben llamar son los siguientes:

»Por la tribu de Judá: Caleb, hijo de Jefuné.

20 »Por la de Simeón: Samuel, hijo de Amihud.

21 »Por la de Benjamín: Elidad, hijo de Quislón.

22 »Por la de Dan: el jefe Buquí, hijo de Joglí.

23 »Por las tribus de los hijos de José: el jefe Haniel, hijo de Efod, por la de Manasés; 24 y el jefe Quemuel, hijo de Siftán, por la de Efraín.

25 »Por la tribu de Zabulón: el jefe Elisafán, hijo de Parnac.

26 »Por la de Isacar: el jefe Paltiel, hijo de Azán.

27 »Por la de Aser: el jefe Ahihud, hijo de Selomí.

28 »Por la de Neftalí: el jefe Pedahel, hijo de Amihud.»

29 A éstos encargó el Señor repartir el país de Canaán entre los israelitas.

Herencia de los levitas

35 El Señor se dirigió a Moisés en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó, y le dijo:

«Ordena a los israelitas que, del territorio que les corresponde, den a los levitas ciudades para que vivan, y que les den también los campos de pastoreo que rodean las ciudades. Los levitas vivirán en esas ciudades, y en los campos tendrán su ganado y demás animales. Los campos de pastoreo que deben darles se extenderán alrededor de la ciudad, cuatrocientos cincuenta metros hacia afuera de la muralla. Todo el terreno formará un cuadrado de novecientos metros por lado, es decir, que medirá lo mismo por el este y por el oeste, por el norte y por el sur. La ciudad quedará en medio, con los campos de pastoreo alrededor.

»De las ciudades que les den a los levitas, seis serán ciudades de refugio, donde pueda buscar protección la persona que haya matado a alguien. Aparte de estas seis ciudades, les darán ustedes otras cuarenta y dos; en total, deben dar a los levitas cuarenta y ocho ciudades con sus campos de pastoreo. Cuando del territorio propio de los israelitas den las ciudades para los levitas, cada tribu deberá dar en proporción a lo que le haya tocado: de los territorios más grandes se tomarán más ciudades, y de los más pequeños, menos ciudades.»

Ciudades de refugio(K)

El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

10 «Di a los israelitas lo siguiente: Cuando ustedes crucen el río Jordán para entrar en Canaán, 11 deberán escoger algunas ciudades como ciudades de refugio, donde pueda buscar refugio la persona que sin intención haya matado a otra. 12 Allí quedará a salvo del pariente del muerto que quiera vengarlo, y no morirá hasta que se haya presentado ante el pueblo para ser juzgado. 13 De las ciudades dadas, seis serán para refugio: 14 tres al oriente del Jordán y tres en Canaán. 15 Estas seis ciudades serán ciudades de refugio, tanto para los israelitas como para los extranjeros que vivan o estén de paso entre ustedes. Allí podrá refugiarse todo el que sin intención haya matado a otra persona.

16 »Si alguien hiere a otro con un objeto de hierro, y el herido muere, se trata de un asesinato, y el asesino será condenado a muerte.

17 »Si alguien golpea a otro con una piedra que pueda causar la muerte, y el golpeado muere, se trata de un asesinato, y el asesino será condenado a muerte.

18 »Si alguien golpea a otro con un palo que pueda causar la muerte, y el golpeado muere, se trata de un asesinato, y el asesino será condenado a muerte. 19 El pariente más cercano del muerto se encargará de dar muerte al asesino cuando lo encuentre.

20 »Si alguien empuja a otro por odio, o si le lanza alguna cosa con malas intenciones, 21 o si por enemistad lo golpea con las manos, y el otro muere, el culpable será condenado a muerte porque es un asesino. El pariente más cercano del muerto se encargará de dar muerte al asesino cuando lo encuentre.

22 »Pero si alguien empuja a otro accidentalmente, no por enemistad, o si le lanza alguna cosa sin mala intención, 23 o sin fijarse lanza una piedra que pueda causar la muerte, y la piedra le cae encima y lo mata no siendo ellos enemigos ni queriendo él hacerle daño, 24 entonces el pueblo actuará como juez entre el que causó la muerte y el pariente que quiera vengar a la víctima, según estas reglas. 25 El pueblo deberá proteger de la venganza del pariente al que causó la muerte, y deberá hacer que vuelva a la ciudad de refugio donde había buscado refugio. El que mató deberá quedarse allí hasta que muera el sumo sacerdote debidamente consagrado. 26 Pero si sale del territorio de la ciudad de refugio, 27 el pariente de la víctima no cometerá ningún crimen si lo encuentra fuera y lo mata. 28 El que mató deberá quedarse en la ciudad de refugio hasta la muerte del sumo sacerdote. Después podrá volver a su tierra.

29 »Estas disposiciones serán para ustedes una ley que pasará de padres a hijos, dondequiera que ustedes vivan.

Leyes sobre testimonios y rescates

30 »Sólo por el testimonio de varios testigos podrá ser condenado a muerte un asesino. Un solo testigo no basta para condenar a muerte a nadie.

31 »No se podrá aceptar dinero como rescate por la vida de un asesino condenado a muerte; ese hombre deberá morir.

32 »No se podrá aceptar dinero por permitir que un asesino que ha buscado refugio en una de las ciudades señaladas pueda regresar a su tierra antes de la muerte del sumo sacerdote.

33 »No profanen con asesinatos el país en que van a vivir, pues el asesinato profana el país, y no hay más rescate por un asesinato que la muerte del que lo cometió.

34 »No profanen la tierra en que van a vivir y en la que yo también viviré, pues yo, el Señor, vivo entre los israelitas.»

Herencia de las mujeres

36 Los jefes de familia de los clanes de Galaad, descendiente directo de Maquir, Manasés y José, fueron a ver a Moisés y a los jefes de familia israelitas, y les dijeron:

—El Señor ordenó que tú, Moisés, repartieras por suertes entre los israelitas el territorio que le ha de tocar a cada uno, y también te ordenó que la parte que correspondía a Selofhad, que era de nuestra familia, se la dieras a sus hijas. Pero si ellas se casan con hombres de otra tribu israelita, la tierra que les tocó a ellas dejará de pertenecer a nuestra tribu y pasará a ser de la tribu de aquellos con quienes ellas se casen. Así se nos irá quitando parte de lo que nos tocó en suerte. Luego, cuando llegue el año de liberación en Israel, la tierra de ellas pasará a ser definitivamente de aquella otra tribu y dejará de pertenecer a la nuestra.

Entonces Moisés, según las instrucciones que le dio el Señor, ordenó lo siguiente a los israelitas:

—Los hombres de la tribu de José tienen razón. El Señor permitirá que las hijas de Selofhad se casen con quien quieran, con tal de que sea alguien de un clan de la tribu a la que ellas pertenecen por parte de padre. La tierra que a cada uno en Israel le ha tocado no debe pasar de una tribu a otra; todo israelita debe conservar su herencia en su propia tribu. Si una mujer de cualquier tribu hereda tierras, deberá casarse con un hombre de un clan de su misma tribu. Así cada israelita conservará la herencia recibida de sus padres. Ninguna herencia debe pasar de una tribu a otra. Cada tribu de Israel debe conservar el territorio que le tocó.

10-11 Entonces Mahlá, Tirsá, Hoglá, Milcá y Noá, hijas de Selofhad, hicieron lo que el Señor le había ordenado a Moisés, y se casaron con hijos de sus tíos paternos, 12 que eran descendientes de Manasés, hijo de José. Así su herencia quedó dentro de la tribu a la que pertenecía su padre.

13 Éstas fueron las órdenes y normas que el Señor dio a los israelitas por medio de Moisés en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó.

Edom niega el paso a Israel

14 Desde Cades, Moisés envió emisarios al rey de Edom, con este mensaje:

«Así dice tu hermano Israel: Tú conoces bien todas las dificultades que hemos encontrado. 15 Sabes que nuestros antepasados fueron a Egipto, donde durante muchos años vivimos, y que los egipcios nos maltrataron a nosotros y a nuestros antepasados. 16 También sabes que clamamos al Señor, y que él escuchó nuestra súplica y nos envió a un ángel que nos sacó de Egipto.

»Ya estamos en Cades, población que está en las inmediaciones de tu territorio. 17 Solo te pedimos que nos dejes cruzar por tus dominios. Te prometo que no entraremos en ningún campo ni viña; tampoco beberemos agua de ningún pozo. Nos limitaremos a pasar por el camino real, sin apartarnos de él para nada, hasta que salgamos de tu territorio».

18 Pero el rey de Edom mandó a decir:

«No crucen por mis dominios; de lo contrario, saldré con mi ejército y los atacaré».

19 Los israelitas insistieron:

«Solo pasaremos por el camino principal y, si nosotros o nuestro ganado llegamos a beber agua de tus pozos, te lo pagaremos. Lo único que pedimos es que nos permitas pasar por él».

20 Pero el rey fue tajante en su respuesta:

«¡Por aquí no pasarán!».

Y salió contra ellos con un poderoso ejército, 21 resuelto a no dejarlos cruzar por su territorio. Así que los israelitas se vieron obligados a ir por otro camino.

Muerte de Aarón

22 Toda la comunidad israelita partió de Cades y llegó al monte Hor, 23 cerca de la frontera de Edom. Allí el Señor dijo a Moisés y a Aarón: 24 «Pronto Aarón partirá de este mundo, de modo que no entrará en la tierra que he dado a los israelitas porque ustedes dos se rebelaron contra la orden que les di en la fuente de Meribá. 25 Así que lleva a Aarón y a su hijo Eleazar al monte Hor. 26 Allí quitarás a Aarón sus vestiduras sacerdotales y se las pondrás a su hijo Eleazar, pues allí Aarón morirá y se reunirá con sus antepasados».

27 Moisés llevó a cabo lo que el Señor le ordenó. A la vista de todo el pueblo, los tres subieron al monte Hor. 28 Moisés le quitó a Aarón las vestiduras sacerdotales y se las puso a Eleazar. Allí, en la cumbre del monte, murió Aarón. Luego Moisés y Eleazar descendieron del monte. 29 Y cuando todo el pueblo se enteró de que Aarón había muerto, lo lloró durante treinta días.

Derrota de Arad

21 Cuando el cananeo que reinaba en la ciudad de Arad y vivía en el Néguev se enteró de que los israelitas venían por el camino de Atarín, los atacó y capturó a algunos de ellos. Entonces el pueblo de Israel hizo esta promesa al Señor: «Si tú nos aseguras la victoria sobre este enemigo, destruiremos por completo sus ciudades». El Señor atendió a la súplica de los israelitas y les concedió la victoria sobre los cananeos, a los que destruyeron por completo, junto con sus ciudades. Por eso a aquel lugar se le llamó Jormá.[a]

La serpiente de bronce

Los israelitas salieron del monte Hor por la ruta del mar Rojo, bordeando el territorio de Edom. En el camino se impacientaron y comenzaron a hablar contra Dios y contra Moisés:

—¿Para qué nos trajeron ustedes de Egipto a morir en este desierto? ¡Aquí no hay pan ni agua! ¡Ya estamos hartos de esta pésima comida!

Por eso el Señor mandó contra ellos serpientes venenosas, para que los mordieran, y muchos israelitas murieron. El pueblo se acercó entonces a Moisés y dijo:

—Hemos pecado al hablar contra el Señor y contra ti. Ruégale al Señor que nos quite esas serpientes.

Moisés intercedió por el pueblo, y el Señor le dijo:

—Hazte una serpiente y ponla en un asta. Todos los que sean mordidos y la miren, vivirán.

Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso en un asta. Los que eran mordidos miraban a la serpiente de bronce y vivían.

En camino a Moab

10 Los israelitas se pusieron en marcha y acamparon en Obot. 11 De allí partieron y acamparon en Iyé Abarín, que está en el desierto, al este de Moab. 12 De allí partieron y acamparon en el valle de Zéred. 13 De allí partieron y acamparon al otro lado del río Arnón, que está en el desierto que se extiende desde el territorio de los amorreos. El río Arnón sirve de frontera entre el territorio de los moabitas y el de los amorreos. 14 Por eso puede leerse en el libro de las guerras del Señor:

«…pasamos por Vaheb, en Sufá,
por los valles y el Arnón; 15     la ladera de los valles
que se extienden hasta la región de Ar
    y la frontera de Moab».

16 De allí continuaron hasta Ber, el pozo donde el Señor dijo a Moisés: «Reúne al pueblo y les daré agua».

17 En esa ocasión Israel entonó este cántico:

«¡Que brote agua del pozo!
    ¡Canten en su honor!
18 ¡Pozo que cavaron los príncipes,
    y que los nobles del pueblo abrieron con sus cetros y bastones de mando!».

Desde el desierto se dirigieron a Mataná; 19 de Mataná a Najaliel, de Najaliel a Bamot, 20 y de Bamot al valle que está en la región de Moab, hasta la cumbre del monte Pisgá, desde donde puede verse el desierto de Jesimón.

Victoria sobre Sijón

21 Israel envió mensajeros a Sijón, rey de los amorreos, con este mensaje:

22 «Te pido que nos dejes pasar por tu territorio. Te prometo que no entraremos en ningún campo ni viña, ni beberemos agua de ningún pozo. Nos limitaremos a pasar por el camino real, hasta que salgamos de tu territorio».

23 Pero Sijón no dejó que los israelitas pasaran por su territorio. Más bien, reunió a sus tropas y salió a hacerles frente en el desierto. Cuando llegó a Yahaza, los atacó. 24 Pero los israelitas lo derrotaron y se apoderaron de su territorio, desde el río Arnón hasta el río Jaboc, es decir, hasta la frontera de los amonitas, la cual estaba fortificada. 25 Israel se apoderó de todas las ciudades amorreas y se estableció en ellas, incluso en Hesbón y en todas sus aldeas. 26 Hesbón era la ciudad capital de Sijón, rey de los amorreos, quien había luchado en contra del anterior rey de Moab, conquistando todo su territorio, hasta el río Arnón.

27 Por eso dicen los poetas:

«Vengan a Hesbón, la ciudad de Sijón.
    ¡Reconstrúyanla! ¡Restáurenla!

28 »Porque de Hesbón ha salido fuego;
    de la ciudad de Sijón salieron llamas.
¡Y consumieron a Ar de Moab
    y los que habitan las alturas del Arnón!
29 ¡Ay de ti, Moab!
    ¡Estás destruido, pueblo de Quemós!
Tu dios convirtió a tus hijos en fugitivos
    y a tus hijas en prisioneras de Sijón,
    rey de los amorreos.

30 »Los hemos destruido por completo,
    desde Hesbón hasta Dibón.
Los devastamos hasta Nofa,
    ¡los destruimos hasta Medeba!».

31 Así fue como Israel se estableció en la tierra de los amorreos.

Victoria sobre el rey Og de Basán

32 Moisés también envió a explorar la ciudad de Jazer, y los israelitas se apoderaron de sus aldeas, expulsando a los amorreos que vivían allí. 33 Al volver, tomaron el camino de Basán; entonces el rey Og, que gobernaba ese país, salió con su ejército para hacerles frente en Edrey.

34 Pero el Señor dijo a Moisés: «No le tengas miedo, porque voy a entregar en tus manos a Og con su ejército y su territorio. Harás con él lo mismo que hiciste con Sijón, el rey de los amorreos que vivía en Hesbón».

35 Así fue como los israelitas mataron a Og, a sus hijos y a todo su ejército, hasta no dejar sobreviviente, y se apoderaron de su territorio.

Balac manda llamar a Balán

22 Los israelitas se pusieron otra vez en marcha y acamparon en las llanuras de Moab, al otro lado del Jordán, a la altura de Jericó.

Cuando Balac, hijo de Zipor, se dio cuenta de todo lo que Israel había hecho con los amorreos, los moabitas sintieron mucho miedo de los israelitas. Estaban verdaderamente aterrorizados de ellos, porque eran muchísimos.

Entonces dijeron los moabitas a los jefes de Madián: «¡Esta muchedumbre devorará todo lo que hay a nuestro alrededor, como cuando el ganado devora la hierba del campo!».

En aquel tiempo, Balac, hijo de Zipor, era rey de Moab; así que mandó llamar a Balán, hijo de Beor, quien vivía en Petor, a orillas del río Éufrates, en la tierra de los amavitas.[b] Balac mandó a decirle:

«Hay un pueblo que salió de Egipto, y que ahora cubre toda la tierra y ha venido a asentarse cerca de mí. Te ruego que vengas y maldigas por mí a este pueblo, porque es más poderoso que yo. Tal vez así pueda yo vencerlos y echarlos fuera del país. Yo sé que a quien tú bendices queda bendito y a quien tú maldices queda maldito».

Los jefes de Moab y de Madián fueron a dar a Balán el mensaje que Balac enviaba y llevaron consigo dinero para pagarle sus adivinaciones.

Balán los invitó a pasar allí la noche, prometiendo comunicarles después lo que el Señor dijera. Y los oficiales se quedaron con él.

Dios apareció a Balán y dijo:

—¿Quiénes son estos hombres que están contigo?

10 Balán respondió:

—Son los mensajeros que envió Balac, hijo de Zipor, que es el rey de Moab. Los envió a decirme: 11 “Un pueblo que salió de Egipto cubre ahora toda la tierra. Ven a maldecirlos por mí. Tal vez así pueda yo luchar contra ellos y echarlos fuera de mi territorio”.

12 Pero Dios dijo a Balán:

—No irás con ellos ni pronunciarás ninguna maldición sobre los israelitas, porque son un pueblo bendito.

13 La mañana siguiente Balán se levantó y dijo a los oficiales enviados por Balac: «Regresen a su tierra, porque el Señor no quiere que yo vaya con ustedes».

14 Los oficiales moabitas regresaron adonde estaba Balac y dijeron: «Balán no quiere venir con nosotros».

15 Balac envió entonces a otros oficiales, más numerosos y distinguidos que los primeros, 16 quienes fueron y dijeron a Balán:

—Esto es lo que dice Balac, hijo de Zipor: No permitas que nada te impida venir a verme, 17 porque yo te recompensaré con creces y haré todo lo que tú me pidas. Te ruego que vengas y maldigas por mí a este pueblo.

18 Pero Balán respondió a los siervos de Balac:

—Aun si Balac me diera su palacio lleno de oro y de plata, yo no podría hacer nada grande ni pequeño, sino ajustarme al mandamiento del Señor mi Dios. 19 Ustedes pueden también quedarse aquí esta noche, mientras yo averiguo si el Señor quiere decirme alguna otra cosa.

20 Aquella noche Dios se apareció a Balán y dijo: «Ya que estos hombres han venido a llamarte, ve con ellos, pero solo harás lo que yo te ordene».

Balán y su burra

21 Balán se levantó por la mañana, ensilló su burra y partió con los oficiales de Moab. 22 Mientras iba con ellos, la ira de Dios se encendió y en el camino el ángel del Señor se hizo presente, dispuesto a no dejarlo pasar. Balán iba montado en su burra y sus dos criados lo acompañaban. 23 Cuando la burra vio al ángel del Señor en medio del camino con la espada desenvainada, se apartó del camino y se fue por el campo. Pero Balán la golpeó para hacerla volver al camino.

24 El ángel del Señor se detuvo en un sendero estrecho que estaba entre dos viñas, con cercos de piedra en ambos lados. 25 Cuando la burra vio al ángel del Señor, se arrimó contra la pared, apretando el pie de Balán contra ella. Entonces Balán volvió a pegarle.

26 El ángel del Señor se les adelantó y se detuvo en un lugar más estrecho, donde ya no había hacia dónde ir, ni a derecha ni a izquierda. 27 Cuando la burra vio al ángel del Señor, se echó al suelo con Balán encima. Entonces se encendió la ira de Balán y golpeó a la burra con un palo. 28 Pero el Señor hizo hablar a la burra, y esta dijo a Balán:

—¿Se puede saber qué te he hecho, para que me hayas pegado tres veces?

29 Balán respondió:

—¡Te has venido burlando de mí! Si hubiera tenido una espada en la mano, te habría matado de inmediato.

30 La burra contestó a Balán:

—¿Acaso no soy la burra sobre la que siempre has montado hasta el día de hoy? ¿Alguna vez te hice algo así?

—No —respondió Balán.

31 El Señor abrió los ojos de Balán y este pudo ver en el camino al ángel del Señor empuñando la espada. Entonces, Balán se inclinó y se postró rostro en tierra.

32 El ángel del Señor preguntó:

—¿Por qué golpeaste tres veces a tu burra? ¿No te das cuenta de que vengo dispuesto a no dejarte pasar porque he visto que tus caminos son malos?[c] 33 Cuando la burra me vio, se apartó de mí tres veces. De no haber sido por ella, tú estarías ya muerto y ella seguiría con vida.

34 Balán dijo al ángel del Señor:

—He pecado. No me di cuenta de tu presencia en el camino para cerrarme el paso. Ahora bien, como esto te parece mal, voy a regresar.

35 Pero el ángel del Señor dijo a Balán:

—Ve con esos hombres, pero limítate a decir solo lo que yo te mande.

Y Balán se fue con los oficiales que Balac había enviado.

Balac se encuentra con Balán

36 Cuando Balac se enteró de que Balán venía, salió a recibirlo en una ciudad moabita que está en la frontera del río Arnón. 37 Balac dijo a Balán:

—¿Acaso no te mandé llamar? ¿Por qué no viniste a mí? ¿Crees que no soy capaz de recompensarte?

38 —¡Bueno, ya estoy aquí! —contestó Balán—. Solo que no podré decir nada que Dios no ponga en mi boca.

39 De allí se fueron Balán y Balac a Quiriat Jusot. 40 Balac ofreció en sacrificio vacas y ovejas, y las compartió con Balán y los oficiales que estaban con él. 41 A la mañana siguiente, Balac llevó a Balán a Bamot Baal, desde donde Balán pudo ver parte del campamento israelita.

Primer mensaje de Balán

23 Balán dijo a Balac: «Edifícame siete altares en este lugar, y prepárame siete novillos y siete carneros». Balac hizo lo que Balán le pidió, y juntos ofrecieron un novillo y un carnero en cada altar.

Entonces Balán dijo a Balac: «Quédate aquí, al lado de tu holocausto, mientras yo voy a ver si el Señor quiere reunirse conmigo. Luego te comunicaré lo que él me revele». Y se fue a una loma desolada.

Dios vino a su encuentro y Balán le dijo:

—He preparado siete altares, y en cada altar he ofrecido un novillo y un carnero.

Entonces el Señor puso su palabra en boca de Balán y le dijo:

—Vuelve adonde está Balac y repítele lo que te voy a decir.

Balán regresó y encontró a Balac de pie, al lado de su holocausto, en compañía de todos los oficiales de Moab. Y Balán pronunció su mensaje:

«De Aram, de las montañas de Oriente,
    me trajo Balac, el rey de Moab.
“Ven —me dijo—, maldice por mí a Jacob;
    ven, deséale el mal a Israel”.
Pero ¿cómo podré maldecir
    a quien Dios no ha maldecido?
¿Cómo podré desearle el mal
    a quien el Señor no se lo desea?
Desde la cima de las peñas lo veo;
    desde las colinas lo contemplo:
es un pueblo que vive apartado,
    que no se cuenta entre las naciones.
10 ¿Quién puede calcular la descendencia de Jacob,
    tan numerosa como el polvo,
    o contar siquiera la cuarta parte de Israel?
¡Sea mi muerte como la del justo!
    ¡Sea mi fin semejante al suyo!».

11 Entonces Balac reclamó a Balán:

—¿Qué me has hecho? Te traje para que maldijeras a mis enemigos, ¡y resulta que no has hecho más que bendecirlos!

12 Pero Balán respondió:

—¿Acaso no debo decir lo que el Señor me pide que diga?

Segundo mensaje de Balán

13 Entonces Balac dijo:

—Por favor, ven conmigo a otro lugar. Desde allí podrás ver solo una parte del pueblo, no a todos ellos, y los maldecirás por mí.

14 Así que lo llevó al campo de Zofín en la cumbre del monte Pisgá. Allí edificó siete altares, y en cada uno de ellos ofreció un novillo y un carnero.

15 Allí Balán dijo a Balac: «Quédate aquí, al lado de tu holocausto, mientras yo voy a reunirme con Dios».

16 El Señor se reunió con Balán y puso en boca de este su palabra. Le dijo: «Vuelve adonde está Balac y repite lo que te voy a decir».

17 Balán se fue adonde estaba Balac y lo encontró de pie, al lado de su holocausto, en compañía de los oficiales de Moab. Balac le preguntó:

—¿Qué dijo el Señor?

18 Entonces Balán pronunció su mensaje:

«Levántate, Balac, y escucha;
    óyeme, hijo de Zipor.
19 Dios no es un simple mortal
    para mentir y cambiar de parecer.
¿Acaso no cumple lo que promete
    ni lleva a cabo lo que dice?
20 Se me ha ordenado bendecir
    y, si eso es lo que Dios quiere,
    yo no puedo hacer otra cosa.

21 »No se ha visto sufrimiento en el pueblo de Jacob
    ni calamidad en Israel.
El Señor su Dios está con ellos;
    y entre ellos se le aclama como Rey.
22 Dios los sacó de Egipto
    con la fuerza de un toro salvaje.
23 Contra Jacob no hay hechicería que valga,
    ni valen las adivinaciones contra Israel.
De Jacob y de Israel se dirá:
    “¡Miren lo que Dios ha hecho!”.
24 Un pueblo se alza como leona;
    se levanta como león.
No descansará hasta haber devorado su presa
    y bebido la sangre de sus víctimas».

25 Balac dijo entonces a Balán:

—¡Si no los vas a maldecir, tampoco los bendigas!

26 Balán respondió:

—¿Acaso no te advertí que yo repetiría todo lo que el Señor me ordenara decir?

Tercer mensaje de Balán

27 Balac dijo a Balán:

—Por favor, ven conmigo, que te llevaré a otro lugar. Tal vez a Dios le parezca bien que los maldigas desde allí.

28 Así que llevó a Balán hasta la cumbre del monte Peor, desde donde puede verse el desierto de Jesimón. 29 Allí Balán le dijo:

—Edifícame siete altares en este lugar, y prepárame siete novillos y siete carneros.

30 Balac hizo lo que Balán pidió y en cada altar ofreció un novillo y un carnero.

24 Pero cuando Balán se dio cuenta de que al Señor le complacía que se bendijera a Israel, no recurrió a la hechicería como otras veces, sino que volvió su rostro hacia el desierto. Cuando Balán alzó la vista y vio a Israel acampando por tribus, el Espíritu de Dios vino sobre él; entonces pronunció su mensaje:

«Palabras de Balán, hijo de Beor;
    palabras del varón clarividente.
Palabras del que oye las palabras de Dios,
    del que contempla la visión del Todopoderoso,
    del que cae en trance y tiene visiones.

»¡Cuán hermosas son tus tiendas, Jacob!
    ¡Qué bello es tu campamento, Israel!

»Son como arroyos que se ensanchan,
    como jardines a la orilla del río,
como áloes plantados por el Señor,
    como cedros junto a las aguas.
Sus cántaros rebosan de agua;
    su semilla goza de agua abundante.

»Su rey es más grande que Agag;
    su reinado se engrandece.

»Dios los sacó de Egipto
    con la fuerza de un toro salvaje.
Israel devora a las naciones hostiles
    y les parte los huesos;
    las atraviesa con sus flechas.
Se agacha como un león,
    se tiende como una leona:
    ¿quién se atreverá a despertarlo?

»¡Benditos sean los que te bendigan!
    ¡Malditos sean los que te maldigan!».

10 Entonces la ira de Balac se encendió contra Balán, y chasqueando los dedos le dijo:

—Te mandé llamar para que maldijeras a mis enemigos, ¡y estas tres veces no has hecho sino bendecirlos! 11 ¡Más te vale volver a tu tierra! Prometí que te recompensaría, pero esa recompensa te la ha negado el Señor.

12 Balán contestó:

—Dije a los mensajeros que me enviaste: 13 “Aun si Balac me diera su palacio lleno de oro y de plata, yo no podría hacer nada bueno ni malo, sino ajustarme al mandamiento del Señor. Lo que el Señor me ordene decir, eso diré”. 14 Ahora que vuelvo a mi pueblo, voy a advertirte en cuanto a lo que este pueblo hará con tu pueblo en el futuro.

Cuarto mensaje de Balán

15 Entonces Balán pronunció su mensaje:

«Profecía de Balán, hijo de Beor,
    palabras del varón clarividente.
16 Mensaje del que oye las palabras de Dios
    y conoce el pensamiento del Altísimo;
del que contempla la visión del Todopoderoso,
    del que cae en trance y tiene visiones:

17 »Lo veo, pero no ahora;
    lo contemplo, pero no de cerca.
Una estrella saldrá de Jacob;
    un cetro surgirá en Israel.
Aplastará las sienes de Moab
    y el cráneo de todos los hijos de Set.
18 Edom será conquistado;
    Seír, su enemigo, será dominado,
    mientras que Israel hará proezas.
19 De Jacob saldrá un conquistador,
    y destruirá a los sobrevivientes de la ciudad».

Quinto mensaje de Balán

20 Balán miró a Amalec y pronunció este mensaje:

«Amalec fue el primero entre las naciones,
    pero su fin será la destrucción total».

Sexto mensaje de Balán

21 Luego miró Balán al quenita y pronunció este mensaje:

«Aunque tienes una morada segura
    y tu nido está sobre la roca,
22 tú, quenita, serás destruido,
    y Asiria te llevará cautivo».

Séptimo mensaje de Balán

23 Entonces Balán pronunció este mensaje:

«¡Ay! ¿Quién seguirá con vida
    cuando Dios determine hacer esto?
24 Vendrán barcos desde las costas de Chipre,
    que oprimirán a Asiria y a Éber,
    pues ellos también serán destruidos».

25 Después de esto Balán se levantó y volvió a su tierra. También Balac se fue por su camino.

Infidelidad de Israel

25 Mientras los israelitas acampaban en Sitín, comenzaron a entregarse a la inmoralidad sexual con las mujeres moabitas, las cuales los invitaban a participar en los sacrificios a sus dioses. Los israelitas comían de esos sacrificios y se postraban ante esos dioses. Esto los llevó a unirse al culto de Baal Peor. Por tanto, la ira del Señor se encendió contra ellos.

Entonces el Señor dijo a Moisés: «Toma a todos los jefes del pueblo y ahórcalos en mi presencia a plena luz del día, para que el furor de mi ira se aparte de Israel».

Moisés ordenó a los jueces de Israel: «Maten a los hombres bajo su mando que hayan rendido culto a Baal Peor».

Mientras el pueblo lloraba a la entrada de la Tienda de reunión, un israelita trajo a una madianita y, en presencia de Moisés y de toda la comunidad israelita, tuvo el descaro de presentársela a su familia. De esto se dio cuenta el sacerdote Finés, que era hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón. Finés abandonó la asamblea y lanza en mano, siguió al hombre, entró en su tienda y atravesó al israelita y a la mujer.[d] De esta forma cesó la plaga que se había desatado contra los israelitas. Con todo, los que murieron a causa de la plaga fueron veinticuatro mil.

10 El Señor dijo a Moisés: 11 «Finés, hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón, ha hecho que mi ira se aparte de los israelitas, pues ha actuado con el mismo celo que yo habría tenido por mi honor. Por eso no destruí a los israelitas con el furor de mi celo. 12 Dile, pues, a Finés que yo le concedo mi pacto de paz, 13 por medio del cual él y sus descendientes gozarán de un sacerdocio eterno, ya que defendió celosamente mi honor y presentó ofrendas para el perdón de los israelitas».

14 El hombre que fue atravesado junto con la madianita se llamaba Zimri, hijo de Salu, y era jefe de una familia de la tribu de Simeón. 15 La madianita se llamaba Cozbí, y era hija de Zur, jefe de una familia de Madián.

16 El Señor dijo a Moisés: 17 «Ataca a los madianitas y mátalos, 18 porque ellos también los atacaron a ustedes con sus artimañas, pues en Baal Peor los sedujeron, como en el caso de Cozbí, la hija del jefe madianita que fue muerta el día de la plaga en Baal Peor».

Segundo censo de las tribus de Israel

26 Después de la plaga, el Señor dijo a Moisés y al sacerdote Eleazar, hijo de Aarón: «Hagan un censo de toda la comunidad israelita por sus familias patriarcales. Enlisten a los varones mayores de veinte años, que sean aptos para la guerra en Israel».

Moisés y el sacerdote Eleazar hablaron con el pueblo en las llanuras de Moab, cerca del Jordán, a la altura de Jericó, y ordenaron levantar un censo de todos los varones mayores de veinte años, tal como el Señor se lo había mandado a Moisés.

Los israelitas que salieron de Egipto fueron los siguientes:

De Enoc, Falú, Jezrón y Carmí, hijos de Rubén, el primogénito de Israel, proceden los siguientes clanes:

los enoquitas,

los faluitas,

los jezronitas,

los carmitas.

Estos son los clanes de la tribu de Rubén. Su número llegó a cuarenta y tres mil setecientos treinta hombres.

Eliab fue el único hijo de Falú. Los hijos de Eliab fueron Nemuel, Datán y Abirán. Datán y Abirán fueron los mismos jefes de la comunidad que se rebelaron contra Moisés y Aarón, y estaban entre los seguidores de Coré cuando se rebelaron contra el Señor. 10 En esa ocasión, la tierra abrió su boca y se los tragó junto con Coré, muriendo también sus seguidores. El fuego devoró a doscientos cincuenta hombres, y este hecho los convirtió en una señal de advertencia. 11 Sin embargo, los hijos de Coré no perecieron.

12 Los hijos de Simeón formaron los siguientes clanes. De Nemuel, Jamín y Jaquín:

los nemuelitas,

los jaminitas,

los jaquinitas.

13 De Zera y Saúl:

los zeraítas,

los saulitas.

14 Estos son los clanes de la tribu de Simeón. Su número llegó a veintidós mil doscientos hombres.

15 Los hijos de Gad formaron los siguientes clanes. De Zefón, Jaguí y Suni:

los zefonitas,

los jaguitas,

los sunitas.

16 De Ozni y Erí:

los oznitas,

los eritas.

17 De Arodí y Arelí:

los aroditas,

los arelitas.

18 Estos son los clanes de la tribu de Gad. Su número llegó a cuarenta mil quinientos hombres.

19 Er y Onán eran hijos de Judá, pero ambos murieron en Canaán.

20 De sus hijos Selá, Fares y Zera proceden los siguientes clanes:

los selaítas,

los faresitas,

los zeraítas.

21 De Jezrón y de Jamul, hijos de Fares, proceden los clanes:

los jezronitas,

los jamulitas.

22 Estos son los clanes de la tribu de Judá. Su número llegó a setenta y seis mil quinientos hombres.

23 Los hijos de Isacar formaron los siguientes clanes. De Tola y Fuvá:

los tolaítas,

los fuvitas.

24 De Yasub y Simrón:

los yasubitas,

los simronitas.

25 Estos son los clanes de la tribu de Isacar. Su número llegó a sesenta y cuatro mil trescientos hombres.

26 De Séred, Elón y Yalel, hijos de Zabulón, proceden los siguientes clanes:

los sereditas,

los elonitas,

los yalelitas.

27 Estos son los clanes de la tribu de Zabulón. Su número llegó a sesenta mil quinientos hombres.

28 De Manasés y Efraín, hijos de José, proceden los siguientes clanes:

29 De Maquir, hijo de Manasés, y de Galaad, hijo de Maquir, proceden los siguientes clanes:

los maquiritas,

los galaaditas.

30 Los hijos de Galaad formaron los siguientes clanes. De Jezer y Jélec:

los jezeritas,

los jelequitas.

31 De Asriel y Siquén:

los asrielitas,

los siquenitas.

32 De Semidá y Héfer:

los semidaítas,

los heferitas.

33 Zelofejad, hijo de Héfer, no tuvo hijos, sino solo hijas, cuyos nombres eran Majlá, Noa, Joglá, Milca y Tirsá.

34 Estos son los clanes de la tribu de Manasés. Su número llegó a cincuenta y dos mil setecientos hombres.

35 De Sutela, Béquer y Taján, hijos de Efraín, proceden los siguientes clanes:

los sutelaítas,

los bequeritas,

los tajanitas.

36 De Erán, hijo de Sutela:

los eranitas.

37 Estos son los clanes de la tribu de Efraín. Su número llegó a treinta y dos mil quinientos hombres.

Todos estos clanes descendieron de José.

38 Los hijos de Benjamín formaron los siguientes clanes. De Bela, Asbel y Ajirán:

los belaítas,

los asbelitas,

los ajiranitas.

39 De Sufán y Jufán:

los sufanitas,

los jufanitas.

40 De Ard y Naamán, hijos de Bela, proceden los siguientes clanes:

los arditas,

los naamanitas.

41 Estos son los clanes de la tribu de Benjamín. Su número llegó a cuarenta y cinco mil seiscientos hombres.

42 De Suján, hijo de Dan:

los sujanitas,

que fueron los únicos clanes danitas. 43 Su número llegó a sesenta y cuatro mil cuatrocientos hombres.

44 De Imná, Isví y Beriá, hijos de Aser, proceden los siguientes clanes:

los imnaítas,

los isvitas,

los beriaítas.

45 De Héber y Malquiel, hijos de Beriá, proceden los siguientes clanes:

los heberitas,

los malquielitas.

46 Aser tuvo una hija llamada Sera.

47 Estos son los clanes de la tribu de Aser. Su número llegó a cincuenta y tres mil cuatrocientos hombres.

48 Los hijos de Neftalí formaron los siguientes clanes. De Yazel y Guní:

los yazelitas,

los gunitas.

49 De Jéser y Silén:

los jeseritas,

los silenitas.

50 Estos son los clanes de la tribu de Neftalí. Su número llegó a cuarenta y cinco mil cuatrocientos hombres.

51 Los hombres de Israel eran en total seiscientos un mil setecientos treinta.

Instrucciones para el reparto de la tierra

52 El Señor dijo a Moisés: 53 «Reparte la tierra entre estas tribus para que sea su heredad. Hazlo según el número de nombres registrados. 54 A la tribu más numerosa le darás la heredad más grande, y a la tribu menos numerosa le darás la heredad más pequeña. Cada tribu recibirá su heredad en proporción al número de censados. 55 La tierra deberá repartirse por sorteo, según el nombre de las tribus patriarcales. 56 El sorteo se hará entre todas las tribus, grandes y pequeñas».

Censo de los levitas

57 De los levitas Guersón, Coat y Merari proceden los siguientes clanes:

los guersonitas,

los coatitas,

los meraritas.

58 De los levitas proceden también los siguientes clanes:

los libnitas,

los hebronitas,

los majlitas,

los musitas,

los coreítas.

Coat fue el padre de Amirán. 59 La esposa de Amirán se llamaba Jocabed hija de Leví, y había nacido en Egipto. Los hijos que ella tuvo de Amirán fueron Aarón y Moisés, y su hermana Miriam. 60 Aarón fue el padre de Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar, 61 pero Nadab y Abiú murieron bajo el juicio del Señor por haberle ofrecido fuego ilícito.

62 Los levitas mayores de un mes de edad fueron en total veintitrés mil. Pero no fueron censados junto con los demás israelitas porque no habrían de recibir heredad entre ellos.

63 Estos fueron los israelitas censados por Moisés y el sacerdote Eleazar, cuando los contaron en las llanuras de Moab, cerca del río Jordán, a la altura de Jericó. 64 Entre los censados no figuraba ninguno de los registrados en el censo que Moisés y el sacerdote Aarón habían hecho antes en el desierto del Sinaí, 65 porque el Señor había dicho que todos morirían en el desierto. Con la excepción de Caleb, hijo de Jefone, y de Josué, hijo de Nun, ninguno de ellos quedó con vida.

Las hijas de Zelofejad(A)

27 Majlá, Noa, Joglá, Milca y Tirsá pertenecían a los clanes de Manasés, hijo de José, pues eran hijas de Zelofejad, hijo de Héfer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés. Las cinco se acercaron a la entrada de la Tienda de reunión para hablar con Moisés y el sacerdote Eleazar, y con los jefes de toda la comunidad. Les dijeron: «Nuestro padre murió sin dejar hijos, pero no por haber participado en la rebelión de Coré contra el Señor. Murió en el desierto por su propio pecado. ¿Será borrado de su clan el nombre de nuestro padre por el solo hecho de no haber dejado hijos varones? Nosotras somos sus hijas. ¡Danos una heredad entre los parientes de nuestro padre!».

Moisés presentó al Señor el caso de ellas, y el Señor respondió: «Lo que piden las hijas de Zelofejad es algo justo, así que debes darles una propiedad entre los parientes de su padre. Traspásales a ellas la heredad de su padre.

»Además, diles a los israelitas: “Cuando un hombre muera sin dejar hijos, su heredad será traspasada a su hija. Si no tiene hija, sus hermanos recibirán la herencia. 10 Si no tiene hermanos, se entregará la herencia a los hermanos de su padre. 11 Si su padre no tiene hermanos, se entregará la herencia al pariente más cercano de su clan, para que tome posesión de ella. Esta será la disposición legal que regirá a los israelitas, tal como yo, el Señor, se lo ordené a Moisés”».

Anuncio de la muerte de Moisés

12 El Señor dijo a Moisés:

—Sube al monte Abarín y contempla desde allí la tierra que he dado a los israelitas. 13 Después de que la hayas contemplado, partirás de este mundo para reunirte con tus antepasados, como tu hermano Aarón. 14 En el desierto de Zin, cuando la comunidad se puso a reclamar, ustedes dos se rebelaron contra mí, pues al sacar agua de la roca no reconocieron ante el pueblo mi santidad.

Esas aguas de Meribá están en Cades, en el desierto de Zin.

Moisés pide un líder para Israel

15 Moisés respondió al Señor:

16 —Dígnate, Señor, Dios de todos los seres vivientes,[e] a nombrar un jefe sobre esta comunidad, 17 uno que vaya delante de ellos, y que los guíe en sus entradas y salidas. Así el pueblo del Señor no se quedará como rebaño sin pastor.

18 El Señor dijo a Moisés:

—Toma a Josué, hijo de Nun, en quien mora el Espíritu,[f] pon tus manos sobre él 19 y haz que se presente ante el sacerdote Eleazar y ante toda la comunidad. En presencia de ellos le entregarás el mando. 20 Delega en él parte de tu autoridad para que toda la comunidad israelita le obedezca.

Notas al pie

  1. 21:3 En hebreo, Jormá significa destrucción.
  2. 22:5 de los amavitas. Alt. de los hijos de su pueblo.
  3. 22:32 son malos (véanse LXX y Vulgata). Texto de difícil traducción.
  4. 25:8 mujer (lectura probable); mujer, por el vientre de ella (TM).
  5. 27:16 todos los seres vivientes. Lit. los espíritus de toda carne.
  6. 27:18 en quien mora el Espíritu. Alt. que es un hombre sabio.