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24 El sebo de un animal mortecino y el sebo de un animal despedazado podrán usarse para cualquier otro uso, pero en ningún caso los comerán. 25 Cualquiera que coma sebo de animal, del cual se ofrece al SEÑOR ofrenda quemada, esa persona que lo coma será excluida de su pueblo. 26 Tampoco comerán sangre ni de aves ni de fieras, en ningún lugar en que habiten.

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