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El sacerdote ofrecerá en primer lugar el sacrificio por el pecado, para lo cual le cortará el cuello al ave, pero sin separarle la cabeza del cuerpo. Enseguida rociará una parte de la sangre sobre el costado del altar y el resto lo derramará al pie del altar; es la ofrenda por el pecado. 10 La segunda ave será ofrecida como holocausto siguiendo los procedimientos ya mencionados. De esta manera el sacerdote hará expiación por la persona que pecó, y esta será perdonada.

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