²³ Habla a los hijos de Israel y diles^[a]: «Ninguna grasa de buey, ni de cordero, ni de cabra^(A), comeréis. ²⁴ La grasa de un animal muerto y la grasa de un animal despedazado por las bestias podrá servir para cualquier uso, mas ciertamente no debéis comerla^(B). ²⁵ Porque cualquiera que coma grasa del animal del cual se^[b] ofrece una ofrenda encendida al Señor, la persona que coma será cortada de entre su pueblo.