Añadir traducción en paralelo Imprimir Opciones de la página

11 Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, 12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.

Read full chapter

La sangre de Cristo

11 Pero Cristo, al presentarse como sumo sacerdote de los bienes definitivos[a] en el santuario más excelente y perfecto, no hecho por manos humanas (es decir, que no es de esta creación), 12 entró una sola vez y para siempre en el Lugar Santísimo. No lo hizo con sangre de machos cabríos y becerros, sino con su propia sangre, logrando así un rescate eterno.

Read full chapter

Notas al pie

  1. 9:11 definitivos. Var. venideros.

La sangre del nuevo pacto

11 Pero cuando Cristo apareció como Sumo Sacerdote(A) de los bienes futuros[a](B), a través de[b] un mayor y más perfecto tabernáculo(C), no hecho con manos(D), es decir, no de esta creación(E), 12 y no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros(F), sino por medio de su propia sangre(G), entró al Lugar Santísimo(H) una vez para siempre(I), habiendo obtenido[c] redención eterna(J).

Read full chapter

Notas al pie

  1. Hebreos 9:11 Algunos mss. antiguos dicen: bienes que ya han venido
  2. Hebreos 9:11 O, apareció por medio de
  3. Hebreos 9:12 U, obteniendo