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José y sus hermanos

37 Y Jacob habitó en la tierra donde había peregrinado su padre[a], en la tierra de Canaán(A). Esta es la historia de las generaciones de Jacob:

José, cuando tenía diecisiete años(B), apacentaba el rebaño con sus hermanos; el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa(C), mujeres de su padre. Y José trajo a su padre malos informes sobre ellos(D). Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque era para él el hijo de su vejez(E); y le hizo una túnica de muchos colores[b](F). Y vieron sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos; por eso lo odiaban y no podían hablarle amistosamente[c](G).

Sueños de José

Y José tuvo[d] un sueño(H) y cuando lo contó a sus hermanos, ellos lo odiaron aún más. Y él les dijo: Os ruego que escuchéis este sueño que he tenido[e]. He aquí, estábamos atando gavillas en medio del campo, y he aquí que mi gavilla se levantó y se puso derecha, y entonces[f] vuestras gavillas se ponían alrededor y se inclinaban hacia mi gavilla(I). Y sus hermanos le dijeron: ¿Acaso reinarás sobre nosotros? ¿O acaso te enseñorearás sobre nosotros(J)? Y lo odiaron aún más por causa de sus sueños y de sus palabras. Tuvo[g] aún otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo[h]: He aquí, he tenido[i] aún otro sueño; y he aquí, el sol, la luna y once estrellas se inclinaban ante mí. 10 Y él lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre lo reprendió, y le dijo: ¿Qué es este sueño que has tenido[j]? ¿Acaso yo, tu madre y tus hermanos vendremos a inclinarnos hasta el suelo ante ti(K)? 11 Y sus hermanos le tenían envidia(L), pero su padre reflexionaba sobre[k] lo dicho(M).

José va en busca de sus hermanos

12 Después sus hermanos fueron a apacentar el rebaño de su padre en Siquem. 13 E Israel dijo a José: ¿No están tus hermanos apacentando el rebaño en Siquem(N)? Ven y te enviaré a ellos. Y él le dijo: Iré[l]. 14 Entonces Israel le dijo: Ve ahora y mira cómo están tus hermanos y cómo está el rebaño; y tráeme noticias de ellos. Lo envió, pues, desde el valle de Hebrón(O), y José fue a Siquem. 15 Y estando él dando vueltas por el campo, un hombre lo encontró, y el hombre le preguntó, diciendo: ¿Qué buscas? 16 Y él respondió: Busco a mis hermanos; te ruego que me informes dónde están apacentando el rebaño. 17 Y el hombre respondió: Se han ido de aquí, pues yo les oí decir: «Vamos a Dotán(P)». Entonces José fue tras sus hermanos y los encontró en Dotán.

Complot de los hermanos de José

18 Cuando ellos lo vieron de lejos, y antes que se les acercara, tramaron contra él para matarlo(Q). 19 Y se dijeron unos a otros: Aquí viene el soñador[m]. 20 Ahora pues, venid, matémoslo y arrojémoslo a uno de los pozos; y diremos: «Una fiera lo devoró(R)». Entonces veremos en qué quedan sus sueños. 21 Pero Rubén oyó esto y lo libró de sus manos, y dijo: No le quitemos la vida[n](S). 22 Rubén les dijo además: No derraméis sangre. Echadlo en este pozo del[o] desierto, pero no le pongáis la mano encima. Esto dijo para poder librarlo de las manos de ellos y volverlo a su padre. 23 Y sucedió que cuando José llegó a sus hermanos, despojaron a José de su túnica[p], la túnica de muchos colores que llevaba puesta; 24 y lo tomaron y lo echaron en el pozo. Y el pozo estaba vacío, no había agua en él.

José vendido como esclavo

25 Entonces se sentaron a comer[q], y cuando levantaron los ojos y miraron, he aquí, una caravana de ismaelitas(T) venía de Galaad con sus camellos cargados de resina aromática(U), bálsamo(V) y mirra, que iban bajando hacia Egipto. 26 Y Judá dijo a sus hermanos: ¿Qué ganaremos con matar a nuestro hermano y ocultar su sangre(W)? 27 Venid, vendámoslo a los ismaelitas y no pongamos las[r] manos sobre él(X), pues es nuestro hermano, carne nuestra. Y sus hermanos le hicieron caso[s]. 28 Pasaron entonces unos mercaderes madianitas(Y), y ellos sacaron a José, subiéndolo del pozo, y vendieron a José a los ismaelitas por veinte piezas de plata(Z). Y estos llevaron a José a Egipto(AA).

Jacob llora a José

29 Cuando Rubén volvió al pozo, he aquí, José no estaba en el pozo; entonces rasgó sus vestidos(AB). 30 Y volvió a sus hermanos y les dijo: El muchacho no está allí(AC); y yo, ¿adónde iré[t]? 31 Entonces tomaron la túnica de José(AD) y mataron un macho cabrío, y empaparon la túnica en la sangre; 32 y enviaron la túnica de muchos colores y la llevaron a su padre, y dijeron: Encontramos esto; te rogamos que lo examines[u] para ver si es la túnica de tu hijo o no. 33 Él la examinó[v], y dijo: Es la túnica de mi hijo. Una fiera lo ha devorado(AE); sin duda José ha sido despedazado(AF). 34 Y Jacob rasgó sus vestidos(AG), puso cilicio sobre sus lomos y estuvo de duelo por su hijo muchos días. 35 Y todos sus hijos y todas sus hijas vinieron[w] para consolarlo, pero él rehusó ser consolado, y dijo: Ciertamente enlutado bajaré al Seol[x] por causa de mi hijo(AH). Y su padre lloró por él. 36 Mientras tanto, los madianitas[y] lo vendieron en Egipto a Potifar(AI), oficial de Faraón, capitán de la guardia.

Judá y Tamar

38 Sucedió por aquel tiempo que Judá se separó[z] de sus hermanos, y visitó a[aa] un adulamita(AJ) llamado Hira. Y allí vio Judá a la hija de un cananeo llamado Súa(AK); la tomó, y se llegó a ella. Ella concibió y dio a luz un hijo, y le puso por nombre Er(AL). Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y le puso por nombre Onán(AM). Aún dio a luz a otro hijo, y le puso por nombre Sela(AN); y fue en Quezib que[ab] lo dio a luz.

Entonces Judá tomó mujer para Er su primogénito, la cual se llamaba Tamar. Pero Er, primogénito de Judá, era malvado ante los ojos del Señor, y el Señor le quitó la vida(AO). Entonces Judá dijo a Onán: Llégate a la mujer de tu hermano, y cumple con ella tu deber como cuñado, y levanta descendencia[ac] a tu hermano(AP). Y Onán sabía que la descendencia[ad] no sería suya; y acontecía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, derramaba su semen en tierra para no dar descendencia[ae] a su hermano(AQ). 10 Pero lo que hacía era malo ante los ojos del Señor; y también a él le quitó la vida(AR). 11 Entonces Judá dijo a su nuera Tamar: Quédate viuda en casa de tu padre hasta que crezca mi hijo Sela(AS); pues pensaba[af]: Temo[ag] que él muera también como sus hermanos. Así que Tamar se fue y se quedó en casa de su padre.

12 Pasaron muchos días y murió la hija de Súa, mujer de Judá. Y pasado el duelo, Judá[ah] subió a los trasquiladores de sus ovejas en Timnat(AT), él y su amigo Hira adulamita. 13 Y se lo hicieron saber a Tamar, diciéndole: He aquí, tu suegro sube a Timnat(AU) a trasquilar sus ovejas. 14 Entonces ella se quitó sus ropas de viuda y se cubrió con un velo[ai](AV), se envolvió bien y se sentó a la entrada de Enaim(AW) que está en el camino de Timnat; porque veía que Sela había crecido, y ella aún no le había sido dada por mujer. 15 Cuando la vio Judá, pensó que era una ramera, pues se había cubierto el rostro. 16 Y se desvió hacia ella junto al camino, y le dijo: Vamos[aj], déjame estar contigo[ak]; pues no sabía que era su nuera. Y ella dijo: ¿Qué me darás por estar conmigo[al]? 17 Él respondió: Yo te enviaré un cabrito de las cabras del rebaño. Y ella dijo: ¿Me darás una prenda hasta que lo envíes? 18 Y él respondió: ¿Qué prenda tengo que darte? Y ella dijo: Tu sello, tu cordón y el báculo que tienes en la mano(AX). Y él se los dio y se llegó a ella, y ella concibió de él. 19 Entonces ella se levantó y se fue; se quitó el velo[am] y se puso sus ropas de viuda.

20 Cuando Judá envió el cabrito por medio de[an] su amigo el adulamita, para recobrar la prenda de mano de la mujer, no la halló. 21 Y preguntó a los hombres del lugar, diciendo: ¿Dónde está la ramera[ao] que estaba en Enaim, junto al camino? Y ellos dijeron: Aquí no ha habido ninguna ramera[ap]. 22 Y él volvió donde Judá, y le dijo: No la encontré; y además, los hombres del lugar dijeron: «Aquí no ha habido ninguna ramera[aq]». 23 Entonces Judá dijo: Que se quede con las prendas[ar], para que no seamos causa de burla. Ya ves[as] que envié este cabrito, y tú no la has encontrado.

24 Y sucedió que como a los tres meses, informaron a Judá, diciendo: Tu nuera Tamar ha fornicado, y[at] he aquí, ha quedado encinta a causa de las fornicaciones. Entonces Judá dijo: Sacadla y que sea quemada(AY). 25 Y aconteció que cuando la sacaban, ella envió a decir a su suegro: Del hombre a quien pertenecen estas cosas estoy encinta. Y añadió: Te ruego que examines(AZ) y veas de quién es este sello, este cordón y este báculo. 26 Judá los reconoció, y dijo: Ella es más justa que yo(BA), por cuanto yo no la di por mujer a mi hijo Sela. Y no volvió a tener más relaciones con ella[au](BB).

27 Y sucedió que al tiempo de dar a luz, he aquí, había mellizos en su seno(BC). 28 Aconteció, además, que mientras daba a luz, uno de ellos sacó su mano, y la partera la tomó y le ató un hilo escarlata en la mano, diciendo: Este salió primero. 29 Pero he aquí, sucedió que cuando él retiró su mano, su hermano salió. Entonces ella dijo: ¡Qué brecha te has abierto! Por eso le pusieron por nombre Fares[av](BD). 30 Después salió su hermano que tenía el hilo escarlata en la mano; y le pusieron por nombre Zara[aw](BE).

José prospera en Egipto

39 Cuando José fue llevado[ax] a Egipto, Potifar, un oficial egipcio de Faraón, capitán de la guardia, lo compró a[ay] los ismaelitas(BF) que lo habían llevado[az] allá. Y el Señor estaba con José(BG), que llegó a ser un hombre próspero, y estaba en la casa de su amo el egipcio. Y vio su amo que el Señor estaba con él(BH) y que el Señor hacía prosperar en su mano todo lo que él hacía(BI). Así encontró José gracia ante sus ojos y llegó a ser su siervo personal[ba](BJ), y lo hizo mayordomo sobre su casa y entregó en su mano todo lo que poseía(BK). Y sucedió que desde el tiempo que lo hizo mayordomo sobre su casa y sobre todo lo que poseía, el Señor bendijo la casa del egipcio por causa de José(BL); y la bendición del Señor estaba sobre todo lo que poseía en la casa y en el campo(BM). Así que todo lo que poseía lo dejó en mano de José, y con él allí no se preocupaba de[bb] nada, excepto del pan que comía. Y era José de gallarda[bc] figura y de hermoso parecer(BN).

José y la mujer de Potifar

Sucedió después de estas cosas que la mujer de su amo miró[bd] a José con deseo(BO) y le dijo: Acuéstate conmigo(BP). Pero él rehusó(BQ) y dijo a la mujer de su amo: Estando yo aquí[be], mi amo no se preocupa de nada[bf] en la casa, y ha puesto en mi mano todo lo que posee. No hay nadie[bg] más grande que yo en esta casa(BR), y nada me ha rehusado excepto a ti, pues tú eres su mujer. ¿Cómo entonces iba yo a hacer esta gran maldad y pecar contra Dios(BS)? 10 Y[bh] ella insistía[bi] a José día tras día, pero él no accedió a[bj] acostarse con ella o a estar con ella. 11 Pero sucedió un día[bk] que él entró en casa para hacer su trabajo, y no había ninguno de los hombres de la casa allí dentro; 12 entonces ella lo asió de la ropa, diciendo: ¡Acuéstate conmigo! Mas él le dejó su ropa en la mano, y salió huyendo afuera. 13 Y[bl] cuando ella vio que él había dejado su ropa en sus manos y había huido afuera, 14 llamó a los hombres de su casa y les dijo: Mirad, nos ha traído un hebreo[bm] para que se burle de nosotros; vino a mí para acostarse conmigo, pero yo grité a gran voz. 15 Y sucedió que cuando él oyó que yo alzaba la voz y gritaba, dejó su ropa junto a mí y salió huyendo afuera. 16 Y ella dejó junto a sí la ropa de él hasta que su señor vino a casa. 17 Entonces ella le habló con[bn] estas palabras, diciendo: Vino a mí el esclavo hebreo que nos trajiste, para burlarse de mí(BT); 18 y[bo] cuando levanté la voz y grité, él dejó su ropa junto a mí y huyó afuera.

José arrojado a la cárcel

19 Y aconteció que cuando su señor escuchó las palabras que su mujer le habló, diciendo: Esto es lo que[bp] tu esclavo me hizo, se encendió su ira(BU). 20 Entonces el amo de José lo tomó y lo echó en la cárcel(BV), en el lugar donde se encerraba a los presos del rey; y allí permaneció en la cárcel. 21 Mas el Señor estaba con José(BW) y le extendió su misericordia, y le concedió gracia ante los ojos del jefe de la cárcel(BX). 22 Y el jefe de la cárcel confió en mano de José a todos los presos que estaban en la cárcel(BY), y de todo lo que allí se hacía él era responsable. 23 El jefe de la cárcel no supervisaba nada que estuviera bajo la responsabilidad de José[bq](BZ), porque el Señor estaba con él(CA), y todo lo que él emprendía, el Señor lo hacía prosperar(CB).

José interpreta dos sueños

40 Después de estas cosas, sucedió que el copero(CC) y el panadero del rey de Egipto ofendieron a su señor, el rey de Egipto. Y Faraón se enojó contra sus dos oficiales(CD), contra el jefe de los coperos y contra el jefe de los panaderos. Y los puso bajo custodia en la casa del capitán de la guardia(CE), en la cárcel, en el mismo lugar donde José estaba preso. El capitán de la guardia se los asignó a José, y él les servía; y estuvieron bajo custodia por algún tiempo[br]. Entonces el copero y el panadero del rey de Egipto, que estaban encerrados en la cárcel, tuvieron[bs] ambos un sueño en una misma noche, cada uno su propio sueño, y cada sueño con su propia interpretación. Y[bt] José vino a ellos por la mañana y los observó, y he aquí, estaban decaídos. Y preguntó a los oficiales de Faraón que estaban con él bajo custodia en casa de su señor[bu]: ¿Por qué están vuestros rostros tan tristes hoy(CF)? Y ellos le respondieron: Hemos tenido[bv] un sueño y no hay nadie que lo interprete(CG). Entonces José les dijo: ¿No pertenecen a Dios las interpretaciones(CH)? Os ruego que me lo contéis.

Sueño del copero del rey

Contó, pues, el jefe de los coperos su sueño a José, y le dijo: En mi sueño, he aquí[bw], había una vid delante de mí, 10 y en la vid había tres sarmientos. Y al brotar sus yemas, aparecieron las flores, y sus racimos produjeron uvas maduras. 11 Y la copa de Faraón estaba en mi mano; así que tomé las uvas y las exprimí en la copa de Faraón, y puse la copa en la mano[bx] de Faraón. 12 Entonces José le dijo: Esta es su interpretación(CI): los tres sarmientos son tres días. 13 Dentro de tres días Faraón levantará tu cabeza[by], te restaurará a tu puesto y tú pondrás la copa de Faraón en su mano como acostumbrabas antes cuando eras su copero. 14 solo te pido que te acuerdes de mí[bz] cuando te vaya bien, y te ruego que me hagas el favor de hacer mención de mí a Faraón, y me saques de esta casa(CJ). 15 Porque la verdad es que yo fui secuestrado de la tierra de los hebreos(CK), y aun aquí no he hecho nada para que me pusieran en el calabozo[ca].

Sueño del panadero del rey

16 Cuando el jefe de los panaderos vio que había interpretado favorablemente, dijo a José: Yo también vi en mi sueño, y he aquí, había tres cestas de pan blanco sobre mi cabeza; 17 y sobre la cesta de encima había toda clase de manjares hechos por un panadero para Faraón, y las aves los comían de la cesta sobre mi cabeza. 18 Entonces José respondió, y dijo: Esta es su interpretación: las tres cestas son tres días; 19 dentro de tres días Faraón te quitará[cb] la cabeza de sobre ti, te colgará en un árbol y las aves comerán tu carne[cc].

Cumplimiento de las interpretaciones

20 Y sucedió que al tercer día, que era el día del cumpleaños(CL) de Faraón, este hizo un banquete para todos sus siervos, y levantó la cabeza del jefe de los coperos y la cabeza del jefe de los panaderos en medio de sus siervos(CM). 21 Y restauró al jefe de los coperos a su cargo de copero y este puso la copa en manos[cd] de Faraón(CN); 22 pero ahorcó al jefe de los panaderos, tal como les había interpretado José(CO). 23 Mas el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que se olvidó de él(CP).

Los sueños de Faraón

41 Y aconteció que al cabo de dos años[ce], Faraón tuvo un sueño; y he aquí, soñó que estaba de pie junto al Nilo. Y de pronto[cf], del Nilo subieron siete vacas de hermoso aspecto y gordas[cg], y pacían en el carrizal(CQ). Pero he aquí, otras siete vacas de mal aspecto y flacas[ch] subieron del Nilo detrás de ellas, y se pararon junto a las otras vacas a la orilla del Nilo; y las vacas de mal aspecto y flacas[ci] devoraron las siete vacas de hermoso aspecto y gordas. Entonces Faraón despertó. Se quedó dormido y soñó por segunda vez; y he aquí que siete espigas llenas y buenas crecían en una sola caña. Y he aquí que siete espigas, menudas y quemadas por el viento solano, brotaron después de aquellas. Y las espigas menudas devoraron a las siete espigas gruesas y llenas. Entonces Faraón despertó, y he aquí, era un sueño. Y sucedió que por la mañana su espíritu estaba turbado(CR), y mandó llamar a todos los adivinos[cj] de Egipto(CS), y a todos sus sabios(CT). Y Faraón les contó sus sueños[ck], pero no hubo quien se los pudiera interpretar a Faraón(CU).

Entonces el jefe de los coperos habló a Faraón, diciendo: Quisiera hablar hoy de mis faltas[cl](CV). 10 Cuando Faraón se enojó con sus siervos y me puso bajo custodia en la casa del capitán de la guardia, a mí y al jefe de los panaderos(CW), 11 él y yo tuvimos[cm] un sueño en una misma noche; cada uno de nosotros soñó según la interpretación de su propio sueño(CX). 12 Y estaba allí con nosotros un joven hebreo, un siervo del capitán de la guardia(CY); y se los contamos, y él nos interpretó los sueños. A cada uno interpretó su[cn] sueño(CZ). 13 Y aconteció que tal como nos lo había interpretado, así sucedió; a mí me restableció Faraón en mi puesto, pero al otro[co] lo ahorcó(DA).

José interpreta el sueño de Faraón

14 Entonces Faraón mandó llamar a José(DB), y lo sacaron aprisa del calabozo[cp]; y después de afeitarse y cambiarse sus vestidos, vino a Faraón(DC). 15 Y Faraón dijo a José: He tenido[cq] un sueño y no hay quien lo interprete(DD); y he oído decir de ti[cr], que oyes un sueño y lo puedes interpretar[cs](DE). 16 José respondió a Faraón, diciendo: No está en mí(DF); Dios dará a Faraón una respuesta favorable[ct](DG). 17 Entonces habló Faraón a José: En mi sueño, he aquí, yo estaba de pie a la orilla del Nilo. 18 Y vi[cu] siete vacas gordas[cv] y de hermoso aspecto que salieron del Nilo; y pacían en el carrizal. 19 Pero he aquí, otras siete vacas subieron detrás de ellas, pobres, de muy mal aspecto y flacas[cw], de tal fealdad[cx] como yo nunca había visto en toda la tierra de Egipto. 20 Y las vacas flacas y feas[cy] devoraron las primeras siete vacas gordas. 21 Pero cuando las habían devorado[cz], no se podía notar[da] que las hubieran devorado[db]; pues[dc] su aspecto era tan feo[dd] como al principio. Entonces me desperté. 22 Y he aquí, en mi sueño también vi que siete espigas llenas y buenas crecían en una sola caña. 23 Y he aquí que siete espigas marchitas, menudas y quemadas por el viento solano, brotaron después de aquellas; 24 y las espigas menudas devoraron a las siete espigas buenas. Y se lo conté a los adivinos[de], pero no hubo quien me lo pudiera explicar(DH).

25 Entonces José dijo a Faraón: Los dos sueños de Faraón son[df] uno; Dios ha anunciado a Faraón lo que Él va a hacer(DI). 26 Las siete vacas buenas son siete años, y las siete espigas buenas son siete años; los dos sueños son[dg] uno. 27 Y las siete vacas flacas y feas[dh] que subieron detrás de ellas son siete años, y las siete espigas quemadas por el viento solano serán siete años de hambre(DJ). 28 Esto es lo que he dicho a Faraón: Dios ha mostrado a Faraón lo que va a hacer(DK). 29 He aquí, vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto(DL); 30 y después de ellos vendrán[di] siete años de hambre(DM), y será olvidada toda la abundancia en la tierra de Egipto; y el hambre asolará[dj] la tierra. 31 Y no se conocerá la abundancia en la tierra a causa del hambre que vendrá[dk], que será muy severa. 32 Y en cuanto a la repetición del sueño a Faraón dos veces, quiere decir que el asunto está determinado por Dios(DN), y Dios lo hará pronto. 33 Ahora pues, busque Faraón un hombre prudente y sabio(DO), y póngalo sobre la tierra de Egipto. 34 Haga esto Faraón: nombre intendentes sobre el país y exija un quinto de la producción de la tierra de Egipto en los siete años de abundancia. 35 Y que ellos recojan todos los víveres de esos años buenos que vienen, y almacenen en las ciudades(DP) el grano para alimento bajo la autoridad[dl] de Faraón, y que lo protejan. 36 Y que los víveres sean una reserva para el país durante los siete años de hambre que ocurrirán en la tierra de Egipto, a fin de que el país no perezca durante el hambre.

José gobernador de todo Egipto

37 Y la idea[dm] pareció bien a[dn] Faraón y a[do] todos sus siervos. 38 Entonces Faraón dijo a sus siervos: ¿Podemos hallar un hombre como este, en quien esté el espíritu de Dios(DQ)? 39 Y Faraón dijo a José: Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay nadie tan prudente ni tan sabio como tú(DR). 40 Tú estarás sobre mi casa, y todo mi pueblo obedecerá tus órdenes[dp]; solamente en el trono yo seré mayor que tú(DS). 41 Faraón dijo también a José: Mira, te he puesto sobre toda la tierra de Egipto(DT). 42 Y Faraón se quitó el anillo de sellar de su mano(DU) y lo puso en la mano de José; y lo vistió con vestiduras de lino fino y puso un collar de oro en su cuello(DV). 43 Lo hizo montar en su segundo carro[dq], y proclamaron delante de él: ¡Doblad la rodilla[dr]! Y lo puso sobre toda la tierra de Egipto. 44 Entonces Faraón dijo a José: Aunque yo soy Faraón, sin embargo, nadie levantará su mano ni su pie sin tu permiso[ds](DW) en toda la tierra de Egipto. 45 Y Faraón llamó a José por el nombre de Zafnat-panea[dt], y le dio por mujer a Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On[du](DX). Y salió José por toda la tierra de Egipto.

46 José tenía treinta años(DY) cuando se presentó ante[dv] Faraón, rey de Egipto. Y salió José de la presencia de Faraón y recorrió toda la tierra de Egipto. 47 Y produjo la tierra a manos llenas durante los siete años de abundancia. 48 Y él recogió todo el fruto[dw] de estos siete años de abundancia[dx] que hubo en la tierra de Egipto, y guardó[dy] el alimento en las ciudades; y guardó[dz] en cada ciudad el fruto[ea] de sus campos circunvecinos. 49 Así José almacenó grano en gran abundancia, como la arena del mar, hasta que dejó de medirlo[eb] porque no se podía medir[ec].

50 Y le nacieron a José dos hijos(DZ) antes de que llegaran los años[ed] de hambre, los que le dio a luz Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On[ee]. 51 Y al primogénito José le puso el nombre de Manasés[ef], porque dijo: Dios me ha hecho olvidar todo mi trabajo y toda la casa de mi padre. 52 Y al segundo le puso el nombre de Efraín[eg], porque dijo: Dios me ha hecho fecundo(EA) en la tierra de mi aflicción.

Los siete años de hambre

53 Cuando pasaron los siete años de abundancia que había habido en la tierra de Egipto, 54 y comenzaron a venir los siete años de hambre(EB), tal como José había dicho, entonces hubo hambre en todas las tierras; pero en toda la tierra de Egipto había pan. 55 Cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó a Faraón por pan; y Faraón dijo a todos los egipcios: Id a José, y haced lo que él os diga(EC). 56 Y el hambre se extendió[eh] sobre toda la faz de la tierra. Entonces José abrió todos los graneros[ei] y vendió a los egipcios, pues el hambre era severa en la tierra de Egipto. 57 Y de todos los países venían a Egipto para comprar grano a José, porque el hambre era severa en toda la tierra(ED).

Los hermanos de José van a Egipto

42 Viendo Jacob que había alimento[ej] en Egipto(EE), dijo[ek] a sus hijos: ¿Por qué os estáis mirando? Y dijo: He aquí, he oído que hay alimento[el] en Egipto(EF); descended allá, y comprad de allí un poco para nosotros, para que vivamos y no muramos(EG). Entonces diez hermanos de José descendieron para comprar grano en Egipto. Pero a Benjamín(EH), hermano de José, Jacob no lo envió con sus hermanos, porque dijo: No sea que le suceda algo malo(EI). Y fueron los hijos de Israel con los que iban a comprar grano, pues también había hambre en la tierra de Canaán(EJ). Y José era el que mandaba en aquella[em] tierra(EK); él era quien vendía a todo el pueblo de la tierra. Y llegaron los hermanos de José y se postraron ante él rostro en tierra(EL). Cuando José vio a sus hermanos, los reconoció, pero fingió no conocerlos y les habló duramente(EM). Y les dijo: ¿De dónde habéis venido? Y ellos dijeron: De la tierra de Canaán para comprar alimentos.

José había reconocido a sus hermanos, aunque ellos no lo habían reconocido(EN). José se acordó de los sueños que había tenido[en] acerca de ellos(EO), y les dijo: Sois espías; habéis venido para ver las partes indefensas de nuestra tierra[eo]. 10 Entonces ellos le dijeron: No, señor mío(EP), sino que tus siervos han venido para comprar alimentos. 11 Todos nosotros somos hijos de un mismo padre[ep]; somos hombres honrados, tus siervos no son espías(EQ). 12 Pero él les dijo: No, sino que habéis venido para ver las partes indefensas de nuestra tierra[eq]. 13 Mas ellos dijeron: Tus siervos son doce hermanos, hijos del mismo padre[er] en la tierra de Canaán; y he aquí, el menor está hoy con nuestro padre(ER), y el otro[es] ya no existe(ES). 14 Y José les dijo: Es tal como os dije[et]: sois espías. 15 En esto seréis probados; por vida de Faraón(ET) que no saldréis de este lugar a menos que vuestro hermano menor venga aquí. 16 Enviad a uno de vosotros y que traiga a vuestro hermano, mientras vosotros quedáis presos, para que sean probadas vuestras palabras, a ver si hay verdad en vosotros(EU). Y si no, ¡por vida de Faraón!, ciertamente sois espías. 17 Y los puso a todos juntos bajo custodia(EV) por tres días.

18 Y José les dijo al tercer día: Haced esto y viviréis, pues yo temo a Dios(EW): 19 si sois hombres honrados, que uno de vuestros hermanos quede encarcelado en vuestra prisión[eu]; y el resto de vosotros, id, llevad grano para el hambre de vuestras casas; 20 y traedme a vuestro hermano menor, para que vuestras palabras sean verificadas(EX), y no moriréis. Y así lo hicieron. 21 Entonces se dijeron el uno al otro: Verdaderamente somos culpables en cuanto a nuestro hermano(EY), porque vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no lo escuchamos, por eso ha venido sobre nosotros esta angustia. 22 Y Rubén les respondió, diciendo: ¿No os dije yo[ev]: «No pequéis contra el muchacho(EZ)» y no me escuchasteis? Ahora hay que rendir cuentas por su sangre[ew](FA). 23 Ellos, sin embargo, no sabían que José los entendía, porque había un intérprete entre él y ellos. 24 Y se apartó José de su lado y lloró(FB). Y cuando volvió a ellos y les habló, tomó de entre ellos a Simeón, y lo ató a la vista de sus hermanos[ex](FC).

Regreso a Canaán

25 José mandó que les llenaran sus vasijas de grano y que devolvieran el dinero a cada uno poniéndolo en su saco, y que les dieran provisiones para el camino(FD). Y así se hizo con ellos. 26 Ellos, pues, cargaron el grano sobre sus asnos, y partieron de allí. 27 Y cuando uno de ellos abrió su saco para dar forraje a su asno en la posada, vio que[ey] su dinero estaba en la boca de su costal(FE). 28 Entonces dijo a sus hermanos: Me ha sido devuelto mi dinero, y[ez] he aquí, está en mi costal. Y se les sobresaltó[fa] el corazón, y temblando se decían el uno al otro: ¿Qué es esto que Dios nos ha hecho(FF)?

29 Cuando llegaron a su padre Jacob en la tierra de Canaán, le contaron todo lo que les había sucedido: 30 El hombre, el señor de aquella[fb] tierra, nos habló duramente(FG) y nos tomó por espías del país. 31 Pero nosotros le dijimos: «Somos hombres honrados, no somos espías(FH). 32 Somos doce hermanos, hijos de nuestro padre; uno ya no existe, y el menor está hoy con nuestro padre en la tierra de Canaán». 33 Y el hombre, el señor de aquella[fc] tierra, nos dijo: «Por esto sabré que sois hombres honrados: dejad uno de vuestros hermanos conmigo y tomad grano para el hambre de vuestras casas, y marchaos(FI); 34 pero traedme a vuestro hermano menor para que sepa yo que no sois espías, sino hombres honrados[fd]. Os devolveré[fe] a vuestro hermano, y podréis comerciar en la tierra(FJ)».

35 Y sucedió que cuando estaban vaciando sus sacos, he aquí que el atado del dinero de cada uno estaba en su saco(FK); y cuando ellos y su padre vieron los atados de su dinero, tuvieron temor. 36 Y su padre Jacob les dijo: Me habéis privado de mis hijos(FL); José ya no existe, y Simeón ya no existe, y os queréis llevar a Benjamín; todas estas cosas son contra mí. 37 Entonces Rubén habló a su padre, diciendo: Puedes dar muerte a mis dos hijos, si no te lo traigo; ponlo bajo mi cuidado[ff], y yo te lo devolveré. 38 Pero Jacob dijo: Mi hijo no descenderá con vosotros; pues su hermano ha muerto(FM), y me queda solo él. Si algo malo le acontece en el viaje[fg](FN) en que vais, haréis descender mis canas con dolor al Seol[fh](FO).

Los hermanos de José regresan a Egipto

43 Y el hambre iba agravándose en la tierra(FP). Y sucedió que cuando acabaron de comer el grano que habían traído de Egipto, su padre les dijo: Volved allá y compradnos un poco de alimento. Pero Judá le respondió, diciendo: Aquel[fi] hombre claramente nos advirtió[fj]: «No veréis mi rostro si vuestro hermano no está con vosotros(FQ)». Si envías a nuestro hermano con nosotros, descenderemos y compraremos alimento; pero si no lo envías, no descenderemos; porque el hombre nos dijo: «No veréis mi rostro si vuestro hermano no está con vosotros». Entonces Israel respondió: ¿Por qué me habéis tratado tan mal, informando[fk] al hombre que teníais un hermano más? Pero ellos dijeron: El hombre nos preguntó específicamente acerca de nosotros y nuestros familiares, diciendo: «¿Vive aún vuestro padre? ¿Tenéis otro hermano?». Y nosotros contestamos sus preguntas[fl](FR). ¿Acaso podíamos nosotros saber que él diría: «Traed[fm] a vuestro hermano»? Y Judá dijo a su padre Israel: Envía al muchacho conmigo, y nos levantaremos e iremos, para que vivamos y no perezcamos(FS), tanto nosotros como tú y nuestros pequeños. Yo me haré responsable[fn] de él; de mi mano lo demandarás. Si yo no te lo vuelvo a traer[fo](FT) y lo pongo delante de ti, que lleve yo la culpa para siempre delante de ti[fp]; 10 porque si no hubiéramos perdido tiempo, sin duda ya habríamos vuelto dos veces.

11 Entonces su padre Israel les dijo: Si así tiene que ser, haced esto: tomad de los mejores productos de la tierra en vuestras vasijas, y llevad a aquel[fq] hombre como presente(FU) un poco de bálsamo y un poco de miel, resina aromática(FV), mirra, nueces y almendras. 12 Y tomad doble cantidad de dinero en vuestra mano, y llevad de nuevo en vuestra mano el dinero que fue devuelto en la boca de vuestros costales(FW); tal vez fue un error. 13 Tomad también a vuestro hermano, levantaos y volved a aquel[fr] hombre; 14 y que el Dios Todopoderoso[fs](FX) os conceda misericordia ante aquel[ft] hombre(FY) para que ponga en libertad al otro hermano vuestro(FZ) y a Benjamín. En cuanto a mí, si he de ser privado de mis hijos(GA), que así sea[fu]. 15 Tomaron, pues, los hombres este presente(GB), y tomaron doble cantidad de dinero en su mano y a Benjamín, y se levantaron y descendieron a Egipto y se presentaron delante de José.

José y Benjamín

16 Cuando José vio a Benjamín con ellos, dijo al mayordomo de su casa(GC): Haz entrar a estos[fv] hombres a casa, y mata un animal y prepáralo, porque estos[fw] hombres comerán conmigo al mediodía. 17 El hombre hizo como José le dijo, y llevó[fx] a los hombres a casa de José. 18 Y los hombres tenían miedo porque eran llevados a casa de José y dijeron: Por causa del dinero que fue devuelto en nuestros costales la primera vez hemos sido traídos aquí, para tener pretexto contra[fy] nosotros y caer sobre nosotros y tomarnos por esclavos con nuestros asnos. 19 Entonces se acercaron al mayordomo de la casa de José, y le hablaron a la entrada de la casa, 20 y dijeron: Oh señor mío, ciertamente descendimos la primera vez para comprar alimentos; 21 y sucedió que cuando llegamos a la posada, abrimos nuestros costales, y he aquí, el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal(GD), todo nuestro dinero[fz]. Así que lo hemos vuelto a traer en nuestra mano(GE). 22 También hemos traído otro dinero en nuestra mano para comprar alimentos; no sabemos quién puso nuestro dinero en nuestros costales. 23 Y él dijo: No os preocupéis[ga], no temáis. Vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os ha dado ese tesoro en vuestros costales(GF); yo recibí vuestro dinero[gb]. Entonces les sacó a Simeón(GG). 24 Después el hombre llevó a los hombres a casa de José, y les dio agua y se lavaron los pies(GH); y dio forraje a sus asnos. 25 Entonces prepararon el presente(GI) para[gc] la venida de José al mediodía; pues habían oído que iban a comer[gd] allí.

26 Cuando José regresó a casa, le trajeron el presente que tenían en su mano a la casa y se postraron ante él en tierra(GJ). 27 Entonces él les preguntó cómo se encontraban, y dijo: ¿Cómo está vuestro anciano padre de quien me hablasteis? ¿Vive todavía(GK)? 28 Y ellos dijeron: Tu siervo nuestro padre está bien; todavía vive. Y ellos se inclinaron en reverencia[ge](GL). 29 Al alzar él sus ojos y ver a su hermano Benjamín, hijo de su madre, dijo: ¿Es este vuestro hermano menor de quien me hablasteis(GM)? Y dijo: Dios te imparta su favor(GN), hijo mío. 30 Y José se apresuró a salir, pues se sintió profundamente conmovido[gf](GO) a causa de su hermano y buscó donde llorar; y entró en su aposento y lloró(GP) allí. 31 Después se lavó la cara y salió, y controlándose(GQ), dijo: Servid la comida[gg]. 32 Y le sirvieron a él aparte, y a ellos aparte, y a los egipcios que comían con él, también aparte; porque los egipcios no podían comer[gh] con los hebreos, pues esto es abominación para los egipcios(GR). 33 Y los sentaron[gi] delante de él, el primogénito conforme a su primogenitura, y el más joven conforme a su juventud, y los hombres se miraban(GS) unos a otros con asombro. 34 Él les llevó porciones de su propia mesa[gj], pero la porción de Benjamín(GT) era cinco veces mayor que la de cualquiera de ellos. Bebieron, pues, y se alegraron con él.

La copa de José

44 Entonces José ordenó al mayordomo de su casa, diciendo: Llena de alimento los costales de los hombres, todo lo que puedan llevar, y pon el dinero de cada uno de ellos en la boca de su costal(GU). Y mi copa, la copa de plata, ponla en la boca del costal del menor, con el dinero de su grano. Y él hizo conforme a lo[gk] que había dicho José. Al rayar el alba[gl], fueron despedidos los hombres con sus asnos. Cuando habían salido ellos de la ciudad(GV), y no estaban muy lejos, José dijo al mayordomo de su casa: Levántate, sigue a esos[gm] hombres; y cuando los alcances, diles: «¿Por qué habéis pagado mal por bien?[gn] ¿No es esta la copa en que bebe mi señor, y que de hecho usa para adivinar(GW)? Obrasteis mal en lo que hicisteis».

Así que los alcanzó, les dijo estas palabras. Y ellos le dijeron: ¿Por qué habla mi señor de esta manera[go]? Lejos esté de tus siervos hacer tal cosa. He aquí, el dinero que encontramos en la boca de nuestros costales, te lo volvimos a traer de la tierra de Canaán(GX). ¿Cómo, pues, habíamos de robar de la casa de tu señor plata u oro? Aquel de tus siervos que sea hallado con ella, que muera(GY), y también nosotros entonces seremos esclavos de mi señor(GZ). 10 Y él dijo: Sea ahora también conforme a vuestras palabras; aquel que sea hallado con ella será mi esclavo, y los demás de vosotros seréis inocentes. 11 Ellos se dieron prisa; cada uno bajó su costal a tierra, y cada cual abrió su costal. 12 Y él registró, comenzando con el mayor y acabando con el menor; y la copa fue hallada en el costal de Benjamín(HA). 13 Entonces ellos rasgaron sus vestidos(HB), y después de cargar cada uno su asno, regresaron a la ciudad(HC).

14 Cuando Judá llegó con sus hermanos a casa de José, él estaba aún allí, y ellos cayeron a tierra delante de él(HD). 15 Y José les dijo: ¿Qué acción es esta que habéis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo puede ciertamente adivinar(HE)? 16 Entonces dijo Judá: ¿Qué podemos decir a mi señor? ¿Qué podemos hablar y cómo nos justificaremos? Dios ha descubierto la iniquidad de tus siervos; he aquí, somos esclavos de mi señor(HF), tanto nosotros como aquel en cuyo poder[gp] fue encontrada la copa. 17 Mas él respondió: Lejos esté de mí hacer eso. El hombre en cuyo poder[gq] ha sido encontrada la copa será mi esclavo; pero vosotros, subid en paz a vuestro padre.

Judá intercede por Benjamín

18 Entonces Judá se le acercó, y dijo: Oh señor mío, permite a tu siervo hablar una palabra a los oídos de mi señor, y que no se encienda tu ira contra tu siervo(HG), pues tú eres como Faraón mismo(HH). 19 Mi señor preguntó a sus siervos, diciendo: «¿Tenéis padre o hermano(HI)?». 20 Y respondimos a mi señor: «Tenemos un padre ya anciano y un hermano[gr] pequeño(HJ), hijo de su vejez. Y su hermano ha muerto(HK), así que solo queda él de los hijos de su madre, y su padre lo ama». 21 Entonces tú dijiste a tus siervos: «Traédmelo para que yo lo vea[gs](HL)». 22 Y nosotros respondimos a mi señor: «El muchacho no puede dejar a su padre, pues si dejara a su padre, este moriría». 23 Tú, sin embargo, dijiste a tus siervos: «Si vuestro hermano menor no desciende con vosotros, no volveréis a ver mi rostro(HM)». 24 Aconteció, pues, que cuando subimos a mi padre, tu siervo, le contamos las palabras de mi señor. 25 Y nuestro padre dijo: «Regresad, compradnos un poco de alimento(HN)». 26 Mas nosotros respondimos: «No podemos ir[gt]. Si nuestro hermano menor va[gu] con nosotros, entonces iremos[gv]; porque no podemos ver el rostro del hombre si nuestro hermano no está con nosotros». 27 Y mi padre, tu siervo, nos dijo: «Vosotros sabéis que mi mujer me dio a luz dos hijos(HO); 28 el uno salió de mi lado, y dije: “Seguro que ha sido despedazado(HP)”, y no lo he visto desde entonces. 29 Y si también os lleváis a este de mi presencia[gw], y algo malo le sucede, haréis descender mis canas con dolor[gx] al Seol[gy](HQ)». 30 Ahora pues, cuando yo vuelva a mi padre, tu siervo, y el muchacho no esté con nosotros, como su vida[gz] está ligada a la vida del muchacho[ha](HR), 31 sucederá que cuando él vea que el muchacho no está con nosotros, morirá. Así pues, tus siervos harán descender las canas de nuestro padre, tu siervo, con dolor al Seol(HS). 32 Porque yo, tu siervo, me hice responsable[hb] del muchacho con mi padre, diciendo: «Si no te lo traigo, que lleve yo la culpa[hc] delante de mi padre para siempre[hd](HT)». 33 Ahora pues, te ruego que quede este tu siervo como esclavo de mi señor, en lugar del muchacho, y que el muchacho suba con sus hermanos. 34 Pues, ¿cómo subiré a mi padre no estando el muchacho conmigo, sin que yo vea el mal que sobrevendrá[he] a mi padre?

José se da a conocer a sus hermanos

45 José no pudo ya contenerse delante de todos los que estaban junto a él, y exclamó: Haced salir a todos de mi lado. Y no había[hf] nadie con él cuando José se dio a conocer a sus hermanos(HU). Y lloró tan fuerte[hg](HV) que lo oyeron los egipcios, y la casa de Faraón se enteró[hh] de ello. José dijo a sus hermanos: Yo soy José(HW). ¿Vive todavía mi padre(HX)? Pero sus hermanos no podían contestarle porque estaban atónitos delante de él(HY). Y José dijo a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron, y él dijo: Yo soy vuestro hermano José, a quien vosotros vendisteis a Egipto(HZ). Ahora pues, no os entristezcáis ni os pese[hi] el haberme vendido aquí(IA); pues para preservar vidas me envió Dios delante de vosotros(IB). Porque en estos dos años ha habido hambre en la tierra(IC) y todavía quedan otros cinco años en los cuales no habrá ni siembra[hj] ni siega. Y Dios me envió delante de vosotros para preservaros un remanente en la tierra(ID), y para guardaros con vida mediante una gran liberación[hk]. Ahora pues, no fuisteis vosotros los que me enviasteis aquí, sino Dios; y Él me ha puesto por padre de Faraón y señor de toda su casa(IE) y gobernador sobre toda la tierra de Egipto. Daos prisa y subid adonde mi padre, y decidle: «Así dice tu hijo José: “Dios me ha hecho señor de todo Egipto; ven[hl] a mí(IF), no te demores. 10 Y habitarás en la tierra de Gosén(IG), y estarás cerca de mí, tú y tus hijos y los hijos de tus hijos, tus ovejas y tus vacas y todo lo que tienes. 11 Allí proveeré también para ti(IH), pues aún quedan cinco años de hambre, para que no pases hambre[hm] tú, tu casa y todo lo que tienes”». 12 Y he aquí, vuestros ojos y los ojos de mi hermano Benjamín ven que es mi boca la que os habla. 13 Notificad, pues, a mi padre toda mi gloria en Egipto y todo lo que habéis visto; daos prisa y traed[hn] aquí a mi padre(II). 14 Entonces se echó sobre el cuello de su hermano Benjamín, y lloró(IJ); y Benjamín también lloró sobre su cuello. 15 Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos; y después sus hermanos hablaron con él.

Invitación de Faraón

16 Cuando se oyó la noticia[ho] en la casa de Faraón, de[hp] que los hermanos de José habían venido(IK), le agradó a Faraón y a[hq] sus siervos. 17 Entonces Faraón dijo a José: Di a tus hermanos: «Haced esto: cargad vuestras bestias e id[hr] a la tierra de Canaán; 18 y tomad a vuestro padre y a vuestras familias[hs] y venid a mí y yo os daré lo mejor[ht] de la tierra de Egipto, y comeréis de la abundancia[hu] de la tierra(IL)». 19 Y a ti se te ordena decirles: «Haced esto: tomad[hv] carretas(IM) de la tierra de Egipto para vuestros pequeños y para vuestras mujeres, y traed a vuestro padre y venid. 20 Y no os preocupéis por vuestras posesiones personales[hw], pues lo mejor[hx] de toda la tierra de Egipto es vuestro».

Regreso a Canaán

21 Y así lo hicieron los hijos de Israel; y José les dio carretas conforme a la orden[hy] de Faraón(IN), y les dio provisiones para el camino. 22 A todos ellos les dio[hz] mudas de ropa(IO), pero a Benjamín le dio trescientas piezas de plata y cinco mudas de ropa(IP). 23 Y a su padre le envió lo siguiente[ia]: diez asnos cargados de lo mejor[ib] de Egipto, y diez asnas cargadas de grano, de pan y de alimentos para su padre en[ic] el camino. 24 Luego despidió a sus hermanos, y cuando se iban les dijo: No riñáis[id] en el camino. 25 Y subieron de Egipto y vinieron a la tierra de Canaán, a su padre Jacob. 26 Y le informaron, diciendo: José vive todavía, y es gobernante en toda la tierra de Egipto. Pero él se quedó atónito[ie] porque no les podía creer(IQ). 27 Pero cuando ellos le contaron todas las cosas[if] que José les había dicho, y cuando vio las carretas que José había enviado para llevarlo(IR), el espíritu de su padre Jacob revivió. 28 Entonces Israel dijo: Basta, mi hijo José vive todavía. Iré y lo veré antes que yo muera.

Israel y su familia en Egipto

46 Y partió Israel con todo lo que tenía y llegó a Beerseba(IS), y ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac(IT). Y Dios habló a Israel en una visión nocturna[ig](IU), y dijo: Jacob, Jacob. Y él respondió: Heme aquí(IV). Y Él dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre(IW); no temas descender a Egipto, porque allí te haré una gran nación(IX). Yo descenderé contigo(IY) a Egipto, y ciertamente, yo también te haré volver[ih](IZ); y José cerrará[ii] tus ojos(JA). Entonces Jacob partió[ij] de Beerseba; y los hijos de Israel llevaron a su padre Jacob, y a sus pequeños y a sus mujeres, en las carretas que Faraón había enviado para llevarlo(JB). Y tomaron sus ganados y los bienes que habían acumulado en la tierra de Canaán y vinieron a Egipto(JC), Jacob y toda su descendencia[ik] con él: sus hijos y sus nietos con él, sus hijas y sus nietas; a toda su descendencia[il] trajo consigo a Egipto.

Estos son los nombres de los hijos de Israel(JD), Jacob y sus hijos, que fueron a Egipto: Rubén, primogénito de Jacob. Los hijos de Rubén: Hanoc, Falú, Hezrón y Carmi. 10 Los hijos de Simeón: Jemuel[im], Jamín, Ohad, Jaquín[in], Zohar[io] y Saúl, hijo de la cananea(JE). 11 Los hijos de Leví: Gersón, Coat y Merari. 12 Los hijos de Judá: Er, Onán, Sela, Fares y Zara (pero Er y Onán murieron en la tierra de Canaán). Y los hijos de Fares fueron Hezrón y Hamul(JF). 13 Los hijos de Isacar: Tola, Fúa, Job[ip] y Simrón. 14 Los hijos de Zabulón: Sered, Elón y Jahleel. 15 Estos son los hijos de Lea, los que le dio a luz a Jacob en Padán-aram, y además su hija Dina; todos[iq] sus hijos y sus hijas eran treinta y tres. 16 Los hijos de Gad: Zifión[ir], Hagui, Suni, Ezbón[is], Eri, Arodi[it] y Areli(JG). 17 Los hijos de Aser: Imna, Isúa, Isúi, Bería y Sera, hermana de ellos(JH). Y los hijos de Bería: Heber y Malquiel(JI). 18 Estos son los hijos de Zilpa, a quien Labán dio a su hija Lea, y que le dio a luz a Jacob estas dieciséis personas. 19 Los hijos de Raquel, mujer de Jacob: José y Benjamín. 20 Y a José, en la tierra de Egipto le nacieron Manasés y Efraín, los cuales le dio a luz Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On(JJ). 21 Los hijos de Benjamín: Bela, Bequer(JK), Asbel, Gera, Naamán, Ehi[iu], Ros, Mupim[iv], Hupim[iw] y Ard[ix]. 22 Estos son los hijos de Raquel, que le nacieron a Jacob; catorce personas en total. 23 Los hijos de Dan: Husim[iy]. 24 Los hijos de Neftalí: Jahzeel[iz], Guni, Jezer y Silem[ja]. 25 Estos son los hijos de Bilha(JL), a quien Labán dio a su hija Raquel(JM), y que ella le dio a luz a Jacob; en total siete personas. 26 Todas las personas de la familia de Jacob, que vinieron a Egipto, descendientes directos suyos[jb], no incluyendo las mujeres de los hijos de Jacob, eran en total sesenta y seis personas(JN). 27 Y los hijos de José, que le nacieron en Egipto, eran dos[jc]: todas las personas de la casa de Jacob que vinieron a Egipto, eran setenta(JO).

Encuentro de Jacob y José

28 Y Jacob envió a Judá delante de sí a José, para indicar delante de él el camino a Gosén(JP); y llegaron a la tierra de Gosén. 29 Y José unció su carro y subió a Gosén para ir al encuentro de su padre Israel; y apenas lo vio[jd], se echó sobre su cuello y lloró largamente sobre su cuello(JQ). 30 Entonces Israel dijo a José: Ahora ya puedo morir[je], después que he visto tu rostro y que todavía vives. 31 Y José dijo a sus hermanos y a la familia[jf] de su padre: Subiré y lo haré saber a Faraón, y le diré: «Mis hermanos y la familia de mi padre, que estaban en la tierra de Canaán, han venido a mí(JR); 32 y los hombres son pastores de ovejas, pues son hombres de ganado; y han traído sus ovejas y sus vacas, y todo lo que tienen». 33 Y sucederá que cuando Faraón os llame y os diga: «¿Cuál es vuestra ocupación(JS)?», 34 vosotros responderéis: «Tus siervos han sido hombres de ganado desde su[jg] juventud hasta ahora, tanto nosotros como nuestros padres(JT)», a fin de que habitéis en la tierra de Gosén(JU); porque para los egipcios todo pastor de ovejas es una abominación(JV).

Footnotes

  1. Génesis 37:1 Lit., de las peregrinaciones de su padre
  2. Génesis 37:3 O, túnica larga
  3. Génesis 37:4 Lit., en paz
  4. Génesis 37:5 Lit., soñó
  5. Génesis 37:6 Lit., soñado
  6. Génesis 37:7 Lit., y he aquí
  7. Génesis 37:9 Lit., Soñó
  8. Génesis 37:9 Lit., y dijo
  9. Génesis 37:9 Lit., soñado
  10. Génesis 37:10 Lit., soñado
  11. Génesis 37:11 Lit., guardaba
  12. Génesis 37:13 Lit., Heme aquí
  13. Génesis 37:19 Lit., Ved, este experto en sueños viene
  14. Génesis 37:21 Lit., No hiramos su alma
  15. Génesis 37:22 Lit., que está en el
  16. Génesis 37:23 O, túnica larga
  17. Génesis 37:25 Lit., a comer pan
  18. Génesis 37:27 Lit., y no sean nuestras
  19. Génesis 37:27 Lit., escucharon
  20. Génesis 37:30 Lit., iré yo
  21. Génesis 37:32 O, reconozcas
  22. Génesis 37:33 Lit., reconoció
  23. Génesis 37:35 Lit., se levantaron
  24. Génesis 37:35 I.e., región de los muertos
  25. Génesis 37:36 Lit., medanitas
  26. Génesis 38:1 Lit., descendió
  27. Génesis 38:1 Lit., se desvió hacia
  28. Génesis 38:5 Lit., cuando
  29. Génesis 38:8 Lit., simiente
  30. Génesis 38:9 Lit., simiente
  31. Génesis 38:9 Lit., simiente
  32. Génesis 38:11 Lit., decía
  33. Génesis 38:11 O, No sea
  34. Génesis 38:12 Lit., Y cuando Judá se hubo consolado
  35. Génesis 38:14 O, manto
  36. Génesis 38:16 Lit., Ven ahora
  37. Génesis 38:16 Lit., llegarme a ti
  38. Génesis 38:16 Lit., llegarte a mí
  39. Génesis 38:19 O, manto
  40. Génesis 38:20 Lit., cabrito de cabras por mano de
  41. Génesis 38:21 O, ramera de culto pagano
  42. Génesis 38:21 O, ramera de culto pagano
  43. Génesis 38:22 O, ramera de culto pagano
  44. Génesis 38:23 Lit., Que las tome para sí
  45. Génesis 38:23 Lit., He aquí
  46. Génesis 38:24 Lit., y también
  47. Génesis 38:26 Lit., ya no volvió a conocerla más
  48. Génesis 38:29 I.e., brecha
  49. Génesis 38:30 I.e., amanecer, o, resplandor
  50. Génesis 39:1 Lit., bajado
  51. Génesis 39:1 Lit., de mano de
  52. Génesis 39:1 Lit., bajado
  53. Génesis 39:4 O, y le servía
  54. Génesis 39:6 Lit., no sabía
  55. Génesis 39:6 Lit., hermosa
  56. Génesis 39:7 Lit., alzó sus ojos
  57. Génesis 39:8 Lit., He aquí, conmigo
  58. Génesis 39:8 Lit., no sabe lo que hay
  59. Génesis 39:9 O, El no es
  60. Génesis 39:10 Lit., Y sucedió que
  61. Génesis 39:10 Lit., hablaba
  62. Génesis 39:10 Lit., no escuchó para
  63. Génesis 39:11 Lit., como este día
  64. Génesis 39:13 Lit., Y sucedió que
  65. Génesis 39:14 Lit., hombre hebreo
  66. Génesis 39:17 Lit., según
  67. Génesis 39:18 Lit., y sucedió que
  68. Génesis 39:19 Lit., Según estas cosas
  69. Génesis 39:23 Lit., en su mano
  70. Génesis 40:4 Lit., días
  71. Génesis 40:5 Lit., soñaron
  72. Génesis 40:6 O, Cuando
  73. Génesis 40:7 Lit., señor, diciendo
  74. Génesis 40:8 Lit., soñado
  75. Génesis 40:9 Lit., y he aquí
  76. Génesis 40:11 Lit., palma
  77. Génesis 40:13 O posiblemente, te perdonará
  78. Génesis 40:14 Lit., acuérdate de mí contigo mismo
  79. Génesis 40:15 Lit., foso
  80. Génesis 40:19 Lit., levantará
  81. Génesis 40:19 Lit., carne de sobre ti
  82. Génesis 40:21 Lit., la palma
  83. Génesis 41:1 Lit., dos años completos
  84. Génesis 41:2 Lit., he aquí
  85. Génesis 41:2 Lit., gordas de carne
  86. Génesis 41:3 Lit., flacas de carne
  87. Génesis 41:4 Lit., flacas de carne
  88. Génesis 41:8 O, sacerdotes adivinos
  89. Génesis 41:8 Lit., su sueño
  90. Génesis 41:9 O, pecados
  91. Génesis 41:11 Lit., soñamos
  92. Génesis 41:12 Lit., según su
  93. Génesis 41:13 Lit., a él
  94. Génesis 41:14 Lit., foso
  95. Génesis 41:15 Lit., soñado
  96. Génesis 41:15 Lit., de ti, diciendo
  97. Génesis 41:15 Lit., para interpretarlo
  98. Génesis 41:16 Lit., Aparte de mí, Dios responderá a la paz de Faraón
  99. Génesis 41:18 Lit., he aquí
  100. Génesis 41:18 Lit., gordas de carne
  101. Génesis 41:19 Lit., flacas de carne
  102. Génesis 41:19 Lit., tan malas
  103. Génesis 41:20 Lit., malas
  104. Génesis 41:21 Lit., habían entrado en sus entrañas
  105. Génesis 41:21 O, saber
  106. Génesis 41:21 Lit., habían entrado en sus entrañas
  107. Génesis 41:21 Lit., y
  108. Génesis 41:21 Lit., malo
  109. Génesis 41:24 O, sacerdotes adivinos
  110. Génesis 41:25 Lit., El sueño...es
  111. Génesis 41:26 Lit., el sueño es
  112. Génesis 41:27 Lit., malas
  113. Génesis 41:30 Lit., se levantarán
  114. Génesis 41:30 Lit., destruirá
  115. Génesis 41:31 Lit., seguirá
  116. Génesis 41:35 Lit., mano
  117. Génesis 41:37 Lit., palabra
  118. Génesis 41:37 Lit., a los ojos de
  119. Génesis 41:37 Lit., a los ojos de
  120. Génesis 41:40 Lit., besará a causa de tu boca
  121. Génesis 41:43 Lit., el segundo carro que era suyo
  122. Génesis 41:43 Heb., abrek; i.e., atención o abrid paso
  123. Génesis 41:44 Lit., sin ti
  124. Génesis 41:45 Probablemente en egipcio: Dios habla; él vive
  125. Génesis 41:45 O, Heliópolis
  126. Génesis 41:46 O, entró al servicio de
  127. Génesis 41:48 O, alimento
  128. Génesis 41:48 Así en la versión gr.; el heb. omite: de abundancia
  129. Génesis 41:48 Lit., puso
  130. Génesis 41:48 Lit., puso
  131. Génesis 41:48 O, alimento
  132. Génesis 41:49 Lit., contarlo
  133. Génesis 41:49 Lit., era sin número
  134. Génesis 41:50 Lit., llegará el año
  135. Génesis 41:50 O, Heliópolis
  136. Génesis 41:51 I.e., el que hace olvidar
  137. Génesis 41:52 I.e., fecundo
  138. Génesis 41:56 Lit., estaba
  139. Génesis 41:56 Lit., todo lo que había en ellos
  140. Génesis 42:1 Lit., grano
  141. Génesis 42:1 Lit., y dijo Jacob
  142. Génesis 42:2 Lit., grano
  143. Génesis 42:6 Lit., la
  144. Génesis 42:9 Lit., soñado
  145. Génesis 42:9 Lit., la desnudez de la tierra
  146. Génesis 42:11 Lit., hombre
  147. Génesis 42:12 Lit., la desnudez de la tierra
  148. Génesis 42:13 Lit., hombre
  149. Génesis 42:13 Lit., uno
  150. Génesis 42:14 Lit., dije, diciendo
  151. Génesis 42:19 Lit., la casa de vuestra prisión
  152. Génesis 42:22 Lit., dije, diciendo
  153. Génesis 42:22 Lit., Y he aquí, su sangre es también demandada
  154. Génesis 42:24 Lit., de ellos
  155. Génesis 42:27 Lit., y he aquí
  156. Génesis 42:28 Lit., y también
  157. Génesis 42:28 Lit., salió
  158. Génesis 42:30 Lit., la
  159. Génesis 42:33 Lit., la
  160. Génesis 42:34 Lit., sino que sois honrados
  161. Génesis 42:34 Lit., daré
  162. Génesis 42:37 Lit., en mi mano
  163. Génesis 42:38 O, camino
  164. Génesis 42:38 I.e., región de los muertos
  165. Génesis 43:3 Lit., El
  166. Génesis 43:3 Lit., testificó, diciendo
  167. Génesis 43:6 Lit., al informar
  168. Génesis 43:7 Lit., le informamos conforme a estas palabras
  169. Génesis 43:7 Lit., Descended
  170. Génesis 43:9 Lit., fiador
  171. Génesis 43:9 Lit., traigo
  172. Génesis 43:9 Lit., habré pecado delante de ti todos los días
  173. Génesis 43:11 Lit., y bajad al
  174. Génesis 43:13 Lit., al
  175. Génesis 43:14 Heb., El Shaddai
  176. Génesis 43:14 Lit., ante los ojos del
  177. Génesis 43:14 Lit., privado sea
  178. Génesis 43:16 Lit., los
  179. Génesis 43:16 Lit., los
  180. Génesis 43:17 Lit., el hombre llevó
  181. Génesis 43:18 Lit., para rodar sobre
  182. Génesis 43:21 Lit., nuestro dinero en su peso
  183. Génesis 43:23 Lit., La paz sea con vosotros
  184. Génesis 43:23 Lit., vuestro dinero había venido a mí
  185. Génesis 43:25 Lit., hasta
  186. Génesis 43:25 Lit., comer pan
  187. Génesis 43:28 Lit., inclinaron y se postraron
  188. Génesis 43:30 Lit., su compasión se encendió
  189. Génesis 43:31 Lit., Poned el pan
  190. Génesis 43:32 Lit., comer pan
  191. Génesis 43:33 Lit., estaban sentados
  192. Génesis 43:34 Lit., su rostro
  193. Génesis 44:2 O, a la palabra
  194. Génesis 44:3 Lit., La mañana era luz y
  195. Génesis 44:4 Lit., los
  196. Génesis 44:4 Algunas versiones antiguas agregan: ¿Por qué me habéis robado la copa de plata?
  197. Génesis 44:7 Lit., estas palabras
  198. Génesis 44:16 Lit., cuya mano
  199. Génesis 44:17 Lit., cuya mano
  200. Génesis 44:20 Lit., niño
  201. Génesis 44:21 Lit., Bajádmelo, para que ponga mis ojos sobre él
  202. Génesis 44:26 Lit., descender
  203. Génesis 44:26 Lit., está
  204. Génesis 44:26 Lit., descenderemos
  205. Génesis 44:29 Lit., rostro
  206. Génesis 44:29 Lit., mal
  207. Génesis 44:29 I.e., región de los muertos
  208. Génesis 44:30 Lit., alma
  209. Génesis 44:30 Lit., a su alma
  210. Génesis 44:32 Lit., tu siervo se hizo fiador
  211. Génesis 44:32 Lit., habré pecado
  212. Génesis 44:32 Lit., todos los días
  213. Génesis 44:34 Lit., hallará
  214. Génesis 45:1 Lit., no quedó
  215. Génesis 45:2 Lit., Y prorrumpió su voz en llanto
  216. Génesis 45:2 Lit., oyó
  217. Génesis 45:5 Lit., ni os enojéis en vuestros ojos
  218. Génesis 45:6 Lit., arada
  219. Génesis 45:7 Lit., escapada
  220. Génesis 45:9 Lit., desciende
  221. Génesis 45:11 O, seas empobrecido
  222. Génesis 45:13 Lit., descended
  223. Génesis 45:16 Lit., voz
  224. Génesis 45:16 Lit., diciendo
  225. Génesis 45:16 Lit., fue bueno en los ojos de Faraón y en los ojos de
  226. Génesis 45:17 Lit., y venid, id
  227. Génesis 45:18 Lit., casas
  228. Génesis 45:18 Lit., lo bueno
  229. Génesis 45:18 Lit., grosura
  230. Génesis 45:19 Lit., tomad para vosotros
  231. Génesis 45:20 Lit., Y que vuestros ojos no miren con pesar vuestros enseres
  232. Génesis 45:20 Lit., lo bueno
  233. Génesis 45:21 Lit., boca
  234. Génesis 45:22 Lit., dio a cada uno
  235. Génesis 45:23 Lit., así
  236. Génesis 45:23 Lit., bueno
  237. Génesis 45:23 Lit., para
  238. Génesis 45:24 Lit., os agitéis
  239. Génesis 45:26 Lit., su corazón languideció
  240. Génesis 45:27 Lit., palabras
  241. Génesis 46:2 Lit., en las visiones nocturnas
  242. Génesis 46:4 Lit., subir
  243. Génesis 46:4 Lit., pondrá sus manos sobre
  244. Génesis 46:5 Lit., se levantó
  245. Génesis 46:6 Lit., simiente
  246. Génesis 46:7 Lit., simiente
  247. Génesis 46:10 En Núm. 26:12 y 1 Crón. 4:24, Nemuel
  248. Génesis 46:10 En 1 Crón. 4:24, Jarib
  249. Génesis 46:10 En Núm. 26:13 y 1 Crón. 4:24, Zera
  250. Génesis 46:13 En Núm. 26:24 y 1 Crón. 7:1, Jasub
  251. Génesis 46:15 Lit., todas las almas de
  252. Génesis 46:16 En Núm. 26:15, 16, 17, Zefón, Ozni y Arod, respectivamente
  253. Génesis 46:16 En Núm. 26:15, 16, 17, Zefón, Ozni y Arod, respectivamente
  254. Génesis 46:16 En Núm. 26:15, 16, 17, Zefón, Ozni y Arod, respectivamente
  255. Génesis 46:21 En Núm. 26:38, Ahiram; en 1 Crón. 7:12, Aher; en 1 Crón. 8:1, Ahara
  256. Génesis 46:21 En Núm. 26:39, Sufam; en 1 Crón. 7:12, Supim
  257. Génesis 46:21 En Núm. 26:39, Hufam
  258. Génesis 46:21 En 1 Crón. 8:3, Adar
  259. Génesis 46:23 En Núm. 26:42, Súham
  260. Génesis 46:24 O, Jahziel
  261. Génesis 46:24 En 1 Crón. 7:13, Salum
  262. Génesis 46:26 Lit., que salieron de sus lomos
  263. Génesis 46:27 Lit., dos almas
  264. Génesis 46:29 Lit., apareció a él
  265. Génesis 46:30 O, Muera yo ahora
  266. Génesis 46:31 Lit., casa
  267. Génesis 46:34 Lit., nuestra

José es vendido por sus hermanos

37 Habitó Jacob en la tierra donde había morado su padre, en la tierra de Canaán. Esta es la historia de la familia de Jacob: José, siendo de edad de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José a su padre la mala fama de ellos. Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores. Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían hablarle pacíficamente.

Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía. Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado: He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban al mío. Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aún más a causa de sus sueños y sus palabras. Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí. 10 Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti? 11 Y sus hermanos le tenían envidia,(A) mas su padre meditaba en esto.

12 Después fueron sus hermanos a apacentar las ovejas de su padre en Siquem. 13 Y dijo Israel a José: Tus hermanos apacientan las ovejas en Siquem: ven, y te enviaré a ellos. Y él respondió: Heme aquí. 14 E Israel le dijo: Ve ahora, mira cómo están tus hermanos y cómo están las ovejas, y tráeme la respuesta. Y lo envió del valle de Hebrón, y llegó a Siquem. 15 Y lo halló un hombre, andando él errante por el campo, y le preguntó aquel hombre, diciendo: ¿Qué buscas? 16 José respondió: Busco a mis hermanos; te ruego que me muestres dónde están apacentando. 17 Aquel hombre respondió: Ya se han ido de aquí; y yo les oí decir: Vamos a Dotán. Entonces José fue tras de sus hermanos, y los halló en Dotán. 18 Cuando ellos lo vieron de lejos, antes que llegara cerca de ellos, conspiraron contra él para matarle. 19 Y dijeron el uno al otro: He aquí viene el soñador. 20 Ahora pues, venid, y matémosle y echémosle en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será de sus sueños. 21 Cuando Rubén oyó esto, lo libró de sus manos, y dijo: No lo matemos. 22 Y les dijo Rubén: No derraméis sangre; echadlo en esta cisterna que está en el desierto, y no pongáis mano en él; por librarlo así de sus manos, para hacerlo volver a su padre. 23 Sucedió, pues, que cuando llegó José a sus hermanos, ellos quitaron a José su túnica, la túnica de colores que tenía sobre sí; 24 y le tomaron y le echaron en la cisterna; pero la cisterna estaba vacía, no había en ella agua.

25 Y se sentaron a comer pan; y alzando los ojos miraron, y he aquí una compañía de ismaelitas que venía de Galaad, y sus camellos traían aromas, bálsamo y mirra, e iban a llevarlo a Egipto. 26 Entonces Judá dijo a sus hermanos: ¿Qué provecho hay en que matemos a nuestro hermano y encubramos su muerte? 27 Venid, y vendámosle a los ismaelitas, y no sea nuestra mano sobre él; porque él es nuestro hermano, nuestra propia carne. Y sus hermanos convinieron con él. 28 Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto.(B)

29 Después Rubén volvió a la cisterna, y no halló a José adentro, y se rasgó los vestidos. 30 Y volvió a sus hermanos, y dijo: El joven no aparece; y yo, ¿a dónde iré? 31 Entonces tomaron ellos la túnica de José, y degollaron un cabrito de las cabras, y tiñeron la túnica con la sangre; 32 y enviaron la túnica de colores y la trajeron a su padre, y dijeron: Esto hemos hallado; reconoce ahora si es la túnica de tu hijo, o no. 33 Y él la reconoció, y dijo: La túnica de mi hijo es; alguna mala bestia lo devoró; José ha sido despedazado. 34 Entonces Jacob rasgó sus vestidos, y puso cilicio sobre sus lomos, y guardó luto por su hijo muchos días. 35 Y se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; mas él no quiso recibir consuelo, y dijo: Descenderé enlutado a mi hijo hasta el Seol.[a] Y lo lloró su padre. 36 Y los madianitas lo vendieron en Egipto a Potifar, oficial de Faraón, capitán de la guardia.

Judá y Tamar

38 Aconteció en aquel tiempo, que Judá se apartó de sus hermanos, y se fue a un varón adulamita que se llamaba Hira. Y vio allí Judá la hija de un hombre cananeo, el cual se llamaba Súa; y la tomó, y se llegó a ella. Y ella concibió, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Er. Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Onán. Y volvió a concebir, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Sela. Y estaba en Quezib cuando lo dio a luz. Después Judá tomó mujer para su primogénito Er, la cual se llamaba Tamar. Y Er, el primogénito de Judá, fue malo ante los ojos de Jehová, y le quitó Jehová la vida. Entonces Judá dijo a Onán: Llégate a la mujer de tu hermano, y despósate con ella, y levanta descendencia a tu hermano. Y sabiendo Onán que la descendencia no había de ser suya, sucedía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, por no dar descendencia a su hermano. 10 Y desagradó en ojos de Jehová lo que hacía, y a él también le quitó la vida. 11 Y Judá dijo a Tamar su nuera: Quédate viuda en casa de tu padre, hasta que crezca Sela mi hijo; porque dijo: No sea que muera él también como sus hermanos. Y se fue Tamar, y estuvo en casa de su padre.

12 Pasaron muchos días, y murió la hija de Súa, mujer de Judá. Después Judá se consoló, y subía a los trasquiladores de sus ovejas a Timnat, él y su amigo Hira el adulamita. 13 Y fue dado aviso a Tamar, diciendo: He aquí tu suegro sube a Timnat a trasquilar sus ovejas. 14 Entonces se quitó ella los vestidos de su viudez, y se cubrió con un velo, y se arrebozó, y se puso a la entrada de Enaim junto al camino de Timnat; porque veía que había crecido Sela, y ella no era dada a él por mujer. 15 Y la vio Judá, y la tuvo por ramera, porque ella había cubierto su rostro. 16 Y se apartó del camino hacia ella, y le dijo: Déjame ahora llegarme a ti: pues no sabía que era su nuera; y ella dijo: ¿Qué me darás por llegarte a mí? 17 Él respondió: Yo te enviaré del ganado un cabrito de las cabras. Y ella dijo: Dame una prenda hasta que lo envíes. 18 Entonces Judá dijo: ¿Qué prenda te daré? Ella respondió: Tu sello, tu cordón, y tu báculo que tienes en tu mano. Y él se los dio, y se llegó a ella, y ella concibió de él. 19 Luego se levantó y se fue, y se quitó el velo de sobre sí, y se vistió las ropas de su viudez. 20 Y Judá envió el cabrito de las cabras por medio de su amigo el adulamita, para que este recibiese la prenda de la mujer; pero no la halló. 21 Y preguntó a los hombres de aquel lugar, diciendo: ¿Dónde está la ramera de Enaim junto al camino? Y ellos le dijeron: No ha estado aquí ramera alguna. 22 Entonces él se volvió a Judá, y dijo: No la he hallado; y también los hombres del lugar dijeron: Aquí no ha estado ramera. 23 Y Judá dijo: Tómeselo para sí, para que no seamos menospreciados; he aquí yo he enviado este cabrito, y tú no la hallaste.

24 Sucedió que al cabo de unos tres meses fue dado aviso a Judá, diciendo: Tamar tu nuera ha fornicado, y ciertamente está encinta a causa de las fornicaciones. Y Judá dijo: Sacadla, y sea quemada. 25 Pero ella, cuando la sacaban, envió a decir a su suegro: Del varón cuyas son estas cosas, estoy encinta. También dijo: Mira ahora de quién son estas cosas, el sello, el cordón y el báculo. 26 Entonces Judá los reconoció, y dijo: Más justa es ella que yo, por cuanto no la he dado a Sela mi hijo. Y nunca más la conoció.

27 Y aconteció que al tiempo de dar a luz, he aquí había gemelos en su seno. 28 Sucedió cuando daba a luz, que sacó la mano el uno, y la partera tomó y ató a su mano un hilo de grana, diciendo: Este salió primero. 29 Pero volviendo él a meter la mano, he aquí salió su hermano; y ella dijo: ¡Qué brecha te has abierto! Y llamó su nombre Fares.[b] 30 Después salió su hermano, el que tenía en su mano el hilo de grana, y llamó su nombre Zara.

José y la esposa de Potifar

39 Llevado, pues, José a Egipto, Potifar oficial de Faraón, capitán de la guardia, varón egipcio, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado allá. Mas Jehová estaba con José,(C) y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio. Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano. Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía. Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo. Y dejó todo lo que tenía en mano de José, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia.

Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo. Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios? 10 Hablando ella a José cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de ella, para estar con ella, 11 aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí. 12 Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió. 13 Cuando vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera, 14 llamó a los de casa, y les habló diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo para que hiciese burla de nosotros. Vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces; 15 y viendo que yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y huyó y salió. 16 Y ella puso junto a sí la ropa de José, hasta que vino su señor a su casa. 17 Entonces le habló ella las mismas palabras, diciendo: El siervo hebreo que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme. 18 Y cuando yo alcé mi voz y grité, él dejó su ropa junto a mí y huyó fuera.

19 Y sucedió que cuando oyó el amo de José las palabras que su mujer le hablaba, diciendo: Así me ha tratado tu siervo, se encendió su furor. 20 Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel. 21 Pero Jehová estaba con José(D) y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel. 22 Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía. 23 No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.

José interpreta dos sueños

40 Aconteció después de estas cosas, que el copero del rey de Egipto y el panadero delinquieron contra su señor el rey de Egipto. Y se enojó Faraón contra sus dos oficiales, contra el jefe de los coperos y contra el jefe de los panaderos, y los puso en prisión en la casa del capitán de la guardia, en la cárcel donde José estaba preso. Y el capitán de la guardia encargó de ellos a José, y él les servía; y estuvieron días en la prisión. Y ambos, el copero y el panadero del rey de Egipto, que estaban arrestados en la prisión, tuvieron un sueño, cada uno su propio sueño en una misma noche, cada uno con su propio significado. Vino a ellos José por la mañana, y los miró, y he aquí que estaban tristes. Y él preguntó a aquellos oficiales de Faraón, que estaban con él en la prisión de la casa de su señor, diciendo: ¿Por qué parecen hoy mal vuestros semblantes? Ellos le dijeron: Hemos tenido un sueño, y no hay quien lo interprete. Entonces les dijo José: ¿No son de Dios las interpretaciones? Contádmelo ahora.

Entonces el jefe de los coperos contó su sueño a José, y le dijo: Yo soñaba que veía una vid delante de mí, 10 y en la vid tres sarmientos; y ella como que brotaba, y arrojaba su flor, viniendo a madurar sus racimos de uvas. 11 Y que la copa de Faraón estaba en mi mano, y tomaba yo las uvas y las exprimía en la copa de Faraón, y daba yo la copa en mano de Faraón. 12 Y le dijo José: Esta es su interpretación: los tres sarmientos son tres días. 13 Al cabo de tres días levantará Faraón tu cabeza, y te restituirá a tu puesto, y darás la copa a Faraón en su mano, como solías hacerlo cuando eras su copero. 14 Acuérdate, pues, de mí cuando tengas ese bien, y te ruego que uses conmigo de misericordia, y hagas mención de mí a Faraón, y me saques de esta casa. 15 Porque fui hurtado de la tierra de los hebreos; y tampoco he hecho aquí por qué me pusiesen en la cárcel.

16 Viendo el jefe de los panaderos que había interpretado para bien, dijo a José: También yo soñé que veía tres canastillos blancos sobre mi cabeza. 17 En el canastillo más alto había de toda clase de manjares de pastelería para Faraón; y las aves las comían del canastillo de sobre mi cabeza. 18 Entonces respondió José, y dijo: Esta es su interpretación: Los tres canastillos tres días son. 19 Al cabo de tres días quitará Faraón tu cabeza de sobre ti, y te hará colgar en la horca, y las aves comerán tu carne de sobre ti.

20 Al tercer día, que era el día del cumpleaños de Faraón, el rey hizo banquete a todos sus sirvientes; y alzó la cabeza del jefe de los coperos, y la cabeza del jefe de los panaderos, entre sus servidores. 21 E hizo volver a su oficio al jefe de los coperos, y dio este la copa en mano de Faraón. 22 Mas hizo ahorcar al jefe de los panaderos, como lo había interpretado José. 23 Y el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que le olvidó.

José interpreta el sueño de Faraón

41 Aconteció que pasados dos años tuvo Faraón un sueño. Le parecía que estaba junto al río; y que del río subían siete vacas, hermosas a la vista, y muy gordas, y pacían en el prado. Y que tras ellas subían del río otras siete vacas de feo aspecto y enjutas de carne, y se pararon cerca de las vacas hermosas a la orilla del río; y que las vacas de feo aspecto y enjutas de carne devoraban a las siete vacas hermosas y muy gordas. Y despertó Faraón. Se durmió de nuevo, y soñó la segunda vez: Que siete espigas llenas y hermosas crecían de una sola caña, y que después de ellas salían otras siete espigas menudas y abatidas del viento solano; y las siete espigas menudas devoraban a las siete espigas gruesas y llenas. Y despertó Faraón, y he aquí que era sueño. Sucedió que por la mañana estaba agitado su espíritu, y envió e hizo llamar a todos los magos de Egipto, y a todos sus sabios; y les contó Faraón sus sueños, mas no había quien los pudiese interpretar a Faraón.

Entonces el jefe de los coperos habló a Faraón, diciendo: Me acuerdo hoy de mis faltas. 10 Cuando Faraón se enojó contra sus siervos, nos echó a la prisión de la casa del capitán de la guardia a mí y al jefe de los panaderos. 11 Y él y yo tuvimos un sueño en la misma noche, y cada sueño tenía su propio significado. 12 Estaba allí con nosotros un joven hebreo, siervo del capitán de la guardia; y se lo contamos, y él nos interpretó nuestros sueños, y declaró a cada uno conforme a su sueño. 13 Y aconteció que como él nos los interpretó, así fue: yo fui restablecido en mi puesto, y el otro fue colgado.

14 Entonces Faraón envió y llamó a José. Y lo sacaron apresuradamente de la cárcel, y se afeitó, y mudó sus vestidos, y vino a Faraón. 15 Y dijo Faraón a José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; mas he oído decir de ti, que oyes sueños para interpretarlos. 16 Respondió José a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia a Faraón. 17 Entonces Faraón dijo a José: En mi sueño me parecía que estaba a la orilla del río; 18 y que del río subían siete vacas de gruesas carnes y hermosa apariencia, que pacían en el prado. 19 Y que otras siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy feo aspecto; tan extenuadas, que no he visto otras semejantes en fealdad en toda la tierra de Egipto. 20 Y las vacas flacas y feas devoraban a las siete primeras vacas gordas; 21 y estas entraban en sus entrañas, mas no se conocía que hubiesen entrado, porque la apariencia de las flacas era aún mala, como al principio. Y yo desperté. 22 Vi también soñando, que siete espigas crecían en una misma caña, llenas y hermosas. 23 Y que otras siete espigas menudas, marchitas, abatidas del viento solano, crecían después de ellas; 24 y las espigas menudas devoraban a las siete espigas hermosas; y lo he dicho a los magos, mas no hay quien me lo interprete.

25 Entonces respondió José a Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo; Dios ha mostrado a Faraón lo que va a hacer. 26 Las siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete años: el sueño es uno mismo. 27 También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas, son siete años; y las siete espigas menudas y marchitas del viento solano, siete años serán de hambre. 28 Esto es lo que respondo a Faraón. Lo que Dios va a hacer, lo ha mostrado a Faraón. 29 He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto. 30 Y tras ellos seguirán siete años de hambre; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá la tierra. 31 Y aquella abundancia no se echará de ver, a causa del hambre siguiente la cual será gravísima. 32 Y el suceder el sueño a Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura a hacerla. 33 Por tanto, provéase ahora Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto. 34 Haga esto Faraón, y ponga gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de Egipto en los siete años de la abundancia. 35 Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo. 36 Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre.

José, gobernador de Egipto

37 El asunto pareció bien a Faraón y a sus siervos, 38 y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como este, en quien esté el espíritu de Dios? 39 Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. 40 Tú estarás sobre mi casa,(E) y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú. 41 Dijo además Faraón a José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. 42 Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello; 43 y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: ¡Doblad la rodilla!;[c] y lo puso sobre toda la tierra de Egipto. 44 Y dijo Faraón a José: Yo soy Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto. 45 Y llamó Faraón el nombre de José, Zafnat-panea; y le dio por mujer a Asenat, hija de Potifera sacerdote de On. Y salió José por toda la tierra de Egipto.

46 Era José de edad de treinta años cuando fue presentado delante de Faraón rey de Egipto; y salió José de delante de Faraón, y recorrió toda la tierra de Egipto. 47 En aquellos siete años de abundancia la tierra produjo a montones. 48 Y él reunió todo el alimento de los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y guardó alimento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el alimento del campo de sus alrededores. 49 Recogió José trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque no tenía número. 50 Y nacieron a José dos hijos antes que viniese el primer año del hambre, los cuales le dio a luz Asenat, hija de Potifera sacerdote de On. 51 Y llamó José el nombre del primogénito, Manasés;[d] porque dijo: Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre. 52 Y llamó el nombre del segundo, Efraín;[e] porque dijo: Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción.

53 Así se cumplieron los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto. 54 Y comenzaron a venir los siete años del hambre,(F) como José había dicho; y hubo hambre en todos los países, mas en toda la tierra de Egipto había pan. 55 Cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó a Faraón por pan. Y dijo Faraón a todos los egipcios: Id a José, y haced lo que él os dijere.(G) 56 Y el hambre estaba por toda la extensión del país. Entonces abrió José todo granero donde había, y vendía a los egipcios; porque había crecido el hambre en la tierra de Egipto. 57 Y de toda la tierra venían a Egipto para comprar de José, porque por toda la tierra había crecido el hambre.

Los hermanos de José vienen por alimentos

42 Viendo Jacob que en Egipto había alimentos, dijo a sus hijos: ¿Por qué os estáis mirando? Y dijo: He aquí, yo he oído que hay víveres en Egipto; descended allá, y comprad de allí para nosotros, para que podamos vivir, y no muramos.(H) Y descendieron los diez hermanos de José a comprar trigo en Egipto. Mas Jacob no envió a Benjamín, hermano de José, con sus hermanos; porque dijo: No sea que le acontezca algún desastre. Vinieron los hijos de Israel a comprar entre los que venían; porque había hambre en la tierra de Canaán.

Y José era el señor de la tierra, quien le vendía a todo el pueblo de la tierra; y llegaron los hermanos de José, y se inclinaron a él rostro a tierra. Y José, cuando vio a sus hermanos, los conoció; mas hizo como que no los conocía, y les habló ásperamente, y les dijo: ¿De dónde habéis venido? Ellos respondieron: De la tierra de Canaán, para comprar alimentos. José, pues, conoció a sus hermanos; pero ellos no le conocieron. Entonces se acordó José de los sueños que había tenido acerca de ellos,(I) y les dijo: Espías sois; por ver lo descubierto del país habéis venido. 10 Ellos le respondieron: No, señor nuestro, sino que tus siervos han venido a comprar alimentos. 11 Todos nosotros somos hijos de un varón; somos hombres honrados; tus siervos nunca fueron espías. 12 Pero José les dijo: No; para ver lo descubierto del país habéis venido. 13 Y ellos respondieron: Tus siervos somos doce hermanos, hijos de un varón en la tierra de Canaán; y he aquí el menor está hoy con nuestro padre, y otro no parece. 14 Y José les dijo: Eso es lo que os he dicho, afirmando que sois espías. 15 En esto seréis probados: Vive Faraón, que no saldréis de aquí, sino cuando vuestro hermano menor viniere aquí. 16 Enviad a uno de vosotros y traiga a vuestro hermano, y vosotros quedad presos, y vuestras palabras serán probadas, si hay verdad en vosotros; y si no, vive Faraón, que sois espías. 17 Entonces los puso juntos en la cárcel por tres días. 18 Y al tercer día les dijo José: Haced esto, y vivid: Yo temo a Dios. 19 Si sois hombres honrados, quede preso en la casa de vuestra cárcel uno de vuestros hermanos, y vosotros id y llevad el alimento para el hambre de vuestra casa. 20 Pero traeréis a vuestro hermano menor, y serán verificadas vuestras palabras, y no moriréis. Y ellos lo hicieron así.

21 Y decían el uno al otro: Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano, pues vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no le escuchamos; por eso ha venido sobre nosotros esta angustia. 22 Entonces Rubén les respondió, diciendo: ¿No os hablé yo y dije: No pequéis contra el joven,(J) y no escuchasteis? He aquí también se nos demanda su sangre. 23 Pero ellos no sabían que los entendía José, porque había intérprete entre ellos. 24 Y se apartó José de ellos, y lloró; después volvió a ellos, y les habló, y tomó de entre ellos a Simeón, y lo aprisionó a vista de ellos. 25 Después mandó José que llenaran sus sacos de trigo, y devolviesen el dinero de cada uno de ellos, poniéndolo en su saco, y les diesen comida para el camino; y así se hizo con ellos.

26 Y ellos pusieron su trigo sobre sus asnos, y se fueron de allí. 27 Pero abriendo uno de ellos su saco para dar de comer a su asno en el mesón, vio su dinero que estaba en la boca de su costal. 28 Y dijo a sus hermanos: Mi dinero se me ha devuelto, y helo aquí en mi saco. Entonces se les sobresaltó el corazón, y espantados dijeron el uno al otro: ¿Qué es esto que nos ha hecho Dios?

29 Y venidos a Jacob su padre en tierra de Canaán, le contaron todo lo que les había acontecido, diciendo: 30 Aquel varón, el señor de la tierra, nos habló ásperamente, y nos trató como a espías de la tierra. 31 Y nosotros le dijimos: Somos hombres honrados, nunca fuimos espías. 32 Somos doce hermanos, hijos de nuestro padre; uno no parece, y el menor está hoy con nuestro padre en la tierra de Canaán. 33 Entonces aquel varón, el señor de la tierra, nos dijo: En esto conoceré que sois hombres honrados: dejad conmigo uno de vuestros hermanos, y tomad para el hambre de vuestras casas, y andad, 34 y traedme a vuestro hermano el menor, para que yo sepa que no sois espías, sino hombres honrados; así os daré a vuestro hermano, y negociaréis en la tierra.

35 Y aconteció que vaciando ellos sus sacos, he aquí que en el saco de cada uno estaba el atado de su dinero; y viendo ellos y su padre los atados de su dinero, tuvieron temor. 36 Entonces su padre Jacob les dijo: Me habéis privado de mis hijos; José no parece, ni Simeón tampoco, y a Benjamín le llevaréis; contra mí son todas estas cosas. 37 Y Rubén habló a su padre, diciendo: Harás morir a mis dos hijos, si no te lo devuelvo; entrégalo en mi mano, que yo lo devolveré a ti. 38 Y él dijo: No descenderá mi hijo con vosotros, pues su hermano ha muerto, y él solo ha quedado; y si le aconteciere algún desastre en el camino por donde vais, haréis descender mis canas con dolor al Seol.

Los hermanos de José regresan con Benjamín

43 El hambre era grande en la tierra; y aconteció que cuando acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, les dijo su padre: Volved, y comprad para nosotros un poco de alimento. Respondió Judá, diciendo: Aquel varón nos protestó con ánimo resuelto, diciendo: No veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros. Si enviares a nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento. Pero si no le enviares, no descenderemos; porque aquel varón nos dijo: No veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros. Dijo entonces Israel: ¿Por qué me hicisteis tanto mal, declarando al varón que teníais otro hermano? Y ellos respondieron: Aquel varón nos preguntó expresamente por nosotros, y por nuestra familia, diciendo: ¿Vive aún vuestro padre? ¿Tenéis otro hermano? Y le declaramos conforme a estas palabras. ¿Acaso podíamos saber que él nos diría: Haced venir a vuestro hermano? Entonces Judá dijo a Israel su padre: Envía al joven conmigo, y nos levantaremos e iremos, a fin de que vivamos y no muramos nosotros, y tú, y nuestros niños. Yo te respondo por él; a mí me pedirás cuenta. Si yo no te lo vuelvo a traer, y si no lo pongo delante de ti, seré para ti el culpable para siempre; 10 pues si no nos hubiéramos detenido, ciertamente hubiéramos ya vuelto dos veces.

11 Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de la tierra en vuestros sacos, y llevad a aquel varón un presente, un poco de bálsamo, un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras. 12 Y tomad en vuestras manos doble cantidad de dinero, y llevad en vuestra mano el dinero vuelto en las bocas de vuestros costales; quizá fue equivocación. 13 Tomad también a vuestro hermano, y levantaos, y volved a aquel varón. 14 Y el Dios Omnipotente os dé misericordia delante de aquel varón, y os suelte al otro vuestro hermano, y a este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, séalo. 15 Entonces tomaron aquellos varones el presente, y tomaron en su mano doble cantidad de dinero, y a Benjamín; y se levantaron y descendieron a Egipto, y se presentaron delante de José.

16 Y vio José a Benjamín con ellos, y dijo al mayordomo de su casa: Lleva a casa a esos hombres, y degüella una res y prepárala, pues estos hombres comerán conmigo al mediodía. 17 E hizo el hombre como José dijo, y llevó a los hombres a casa de José. 18 Entonces aquellos hombres tuvieron temor, cuando fueron llevados a casa de José, y decían: Por el dinero que fue devuelto en nuestros costales la primera vez nos han traído aquí, para tendernos lazo, y atacarnos, y tomarnos por siervos a nosotros, y a nuestros asnos. 19 Y se acercaron al mayordomo de la casa de José, y le hablaron a la entrada de la casa. 20 Y dijeron: Ay, señor nuestro, nosotros en realidad de verdad descendimos al principio a comprar alimentos. 21 Y aconteció que cuando llegamos al mesón y abrimos nuestros costales, he aquí el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su justo peso; y lo hemos vuelto a traer con nosotros. 22 Hemos también traído en nuestras manos otro dinero para comprar alimentos; nosotros no sabemos quién haya puesto nuestro dinero en nuestros costales. 23 Él les respondió: Paz a vosotros, no temáis; vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os dio el tesoro en vuestros costales; yo recibí vuestro dinero. Y sacó a Simeón a ellos. 24 Y llevó aquel varón a los hombres a casa de José; y les dio agua, y lavaron sus pies, y dio de comer a sus asnos. 25 Y ellos prepararon el presente entretanto que venía José a mediodía, porque habían oído que allí habrían de comer pan.

26 Y vino José a casa, y ellos le trajeron el presente que tenían en su mano dentro de la casa, y se inclinaron ante él hasta la tierra. 27 Entonces les preguntó José cómo estaban, y dijo: ¿Vuestro padre, el anciano que dijisteis, lo pasa bien? ¿Vive todavía? 28 Y ellos respondieron: Bien va a tu siervo nuestro padre; aún vive. Y se inclinaron, e hicieron reverencia. 29 Y alzando José sus ojos vio a Benjamín su hermano, hijo de su madre, y dijo: ¿Es este vuestro hermano menor, de quien me hablasteis? Y dijo: Dios tenga misericordia de ti, hijo mío. 30 Entonces José se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas a causa de su hermano, y buscó dónde llorar; y entró en su cámara, y lloró allí. 31 Y lavó su rostro y salió, y se contuvo, y dijo: Poned pan. 32 Y pusieron para él aparte, y separadamente para ellos, y aparte para los egipcios que con él comían; porque los egipcios no pueden comer pan con los hebreos, lo cual es abominación a los egipcios. 33 Y se sentaron delante de él, el mayor conforme a su primogenitura, y el menor conforme a su menor edad; y estaban aquellos hombres atónitos mirándose el uno al otro. 34 Y José tomó viandas de delante de sí para ellos; mas la porción de Benjamín era cinco veces mayor que cualquiera de las de ellos. Y bebieron, y se alegraron con él.

La copa de José

44 Mandó José al mayordomo de su casa, diciendo: Llena de alimento los costales de estos varones, cuanto puedan llevar, y pon el dinero de cada uno en la boca de su costal. Y pondrás mi copa, la copa de plata, en la boca del costal del menor, con el dinero de su trigo. Y él hizo como dijo José. Venida la mañana, los hombres fueron despedidos con sus asnos. Habiendo ellos salido de la ciudad, de la que aún no se habían alejado, dijo José a su mayordomo: Levántate y sigue a esos hombres; y cuando los alcances, diles: ¿Por qué habéis vuelto mal por bien? ¿Por qué habéis robado mi copa de plata? ¿No es esta en la que bebe mi señor, y por la que suele adivinar? Habéis hecho mal en lo que hicisteis.

Cuando él los alcanzó, les dijo estas palabras. Y ellos le respondieron: ¿Por qué dice nuestro señor tales cosas? Nunca tal hagan tus siervos. He aquí, el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales, te lo volvimos a traer desde la tierra de Canaán; ¿cómo, pues, habíamos de hurtar de casa de tu señor plata ni oro? Aquel de tus siervos en quien fuere hallada la copa, que muera, y aun nosotros seremos siervos de mi señor. 10 Y él dijo: También ahora sea conforme a vuestras palabras; aquel en quien se hallare será mi siervo, y vosotros seréis sin culpa. 11 Ellos entonces se dieron prisa, y derribando cada uno su costal en tierra, abrió cada cual el costal suyo. 12 Y buscó; desde el mayor comenzó, y acabó en el menor; y la copa fue hallada en el costal de Benjamín. 13 Entonces ellos rasgaron sus vestidos, y cargó cada uno su asno y volvieron a la ciudad.

14 Vino Judá con sus hermanos a casa de José, que aún estaba allí, y se postraron delante de él en tierra. 15 Y les dijo José: ¿Qué acción es esta que habéis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo sabe adivinar? 16 Entonces dijo Judá: ¿Qué diremos a mi señor? ¿Qué hablaremos, o con qué nos justificaremos? Dios ha hallado la maldad de tus siervos; he aquí, nosotros somos siervos de mi señor, nosotros, y también aquel en cuyo poder fue hallada la copa. 17 José respondió: Nunca yo tal haga. El varón en cuyo poder fue hallada la copa, él será mi siervo; vosotros id en paz a vuestro padre.

Judá intercede por Benjamín

18 Entonces Judá se acercó a él, y dijo: Ay, señor mío, te ruego que permitas que hable tu siervo una palabra en oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo, pues tú eres como Faraón. 19 Mi señor preguntó a sus siervos, diciendo: ¿Tenéis padre o hermano? 20 Y nosotros respondimos a mi señor: Tenemos un padre anciano, y un hermano joven, pequeño aún, que le nació en su vejez; y un hermano suyo murió, y él solo quedó de los hijos de su madre; y su padre lo ama. 21 Y tú dijiste a tus siervos: Traédmelo, y pondré mis ojos sobre él. 22 Y nosotros dijimos a mi señor: El joven no puede dejar a su padre, porque si lo dejare, su padre morirá. 23 Y dijiste a tus siervos: Si vuestro hermano menor no desciende con vosotros, no veréis más mi rostro. 24 Aconteció, pues, que cuando llegamos a mi padre tu siervo, le contamos las palabras de mi señor. 25 Y dijo nuestro padre: Volved a comprarnos un poco de alimento. 26 Y nosotros respondimos: No podemos ir; si nuestro hermano va con nosotros, iremos; porque no podremos ver el rostro del varón, si no está con nosotros nuestro hermano el menor. 27 Entonces tu siervo mi padre nos dijo: Vosotros sabéis que dos hijos me dio a luz mi mujer; 28 y el uno salió de mi presencia, y pienso de cierto que fue despedazado, y hasta ahora no lo he visto. 29 Y si tomáis también a este de delante de mí, y le acontece algún desastre, haréis descender mis canas con dolor al Seol. 30 Ahora, pues, cuando vuelva yo a tu siervo mi padre, si el joven no va conmigo, como su vida está ligada a la vida de él, 31 sucederá que cuando no vea al joven, morirá; y tus siervos harán descender las canas de tu siervo nuestro padre con dolor al Seol. 32 Como tu siervo salió por fiador del joven con mi padre, diciendo: Si no te lo vuelvo a traer, entonces yo seré culpable ante mi padre para siempre; 33 te ruego, por tanto, que quede ahora tu siervo en lugar del joven por siervo de mi señor, y que el joven vaya con sus hermanos. 34 Porque ¿cómo volveré yo a mi padre sin el joven? No podré, por no ver el mal que sobrevendrá a mi padre.

José se da a conocer a sus hermanos

45 No podía ya José contenerse delante de todos los que estaban al lado suyo, y clamó: Haced salir de mi presencia a todos. Y no quedó nadie con él, al darse a conocer José a sus hermanos.(K) Entonces se dio a llorar a gritos; y oyeron los egipcios, y oyó también la casa de Faraón. Y dijo José a sus hermanos: Yo soy José; ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él.

Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto. Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros. Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega. Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación. Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto. Daos prisa, id a mi padre y decidle: Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de todo Egipto; ven a mí, no te detengas. 10 Habitarás en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de tus hijos, tus ganados y tus vacas, y todo lo que tienes. 11 Y allí te alimentaré, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no perezcas de pobreza tú y tu casa, y todo lo que tienes.(L) 12 He aquí, vuestros ojos ven, y los ojos de mi hermano Benjamín, que mi boca os habla. 13 Haréis, pues, saber a mi padre toda mi gloria en Egipto, y todo lo que habéis visto; y daos prisa, y traed a mi padre acá. 14 Y se echó sobre el cuello de Benjamín su hermano, y lloró; y también Benjamín lloró sobre su cuello. 15 Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos; y después sus hermanos hablaron con él.

16 Y se oyó la noticia en la casa de Faraón, diciendo: Los hermanos de José han venido. Y esto agradó en los ojos de Faraón y de sus siervos. 17 Y dijo Faraón a José: Di a tus hermanos: Haced esto: cargad vuestras bestias, e id, volved a la tierra de Canaán; 18 y tomad a vuestro padre y a vuestras familias y venid a mí, porque yo os daré lo bueno de la tierra de Egipto, y comeréis de la abundancia de la tierra. 19 Y tú manda: Haced esto: tomaos de la tierra de Egipto carros para vuestros niños y vuestras mujeres, y traed a vuestro padre, y venid. 20 Y no os preocupéis por vuestros enseres, porque la riqueza de la tierra de Egipto será vuestra. 21 Y lo hicieron así los hijos de Israel; y les dio José carros conforme a la orden de Faraón, y les suministró víveres para el camino. 22 A cada uno de todos ellos dio mudas de vestidos, y a Benjamín dio trescientas piezas de plata, y cinco mudas de vestidos. 23 Y a su padre envió esto: diez asnos cargados de lo mejor de Egipto, y diez asnas cargadas de trigo, y pan y comida, para su padre en el camino. 24 Y despidió a sus hermanos, y ellos se fueron. Y él les dijo: No riñáis por el camino. 25 Y subieron de Egipto, y llegaron a la tierra de Canaán a Jacob su padre. 26 Y le dieron las nuevas, diciendo: José vive aún; y él es señor en toda la tierra de Egipto. Y el corazón de Jacob se afligió, porque no los creía. 27 Y ellos le contaron todas las palabras de José, que él les había hablado; y viendo Jacob los carros que José enviaba para llevarlo, su espíritu revivió. 28 Entonces dijo Israel: Basta; José mi hijo vive todavía; iré, y le veré antes que yo muera.

Jacob y su familia en Egipto

46 Salió Israel con todo lo que tenía, y vino a Beerseba, y ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac. Y habló Dios a Israel en visiones de noche, y dijo: Jacob, Jacob. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender a Egipto, porque allí yo haré de ti una gran nación. Yo descenderé contigo a Egipto, y yo también te haré volver; y la mano de José cerrará tus ojos. Y se levantó Jacob de Beerseba; y tomaron los hijos de Israel a su padre Jacob, y a sus niños, y a sus mujeres, en los carros que Faraón había enviado para llevarlo. Y tomaron sus ganados, y sus bienes que habían adquirido en la tierra de Canaán, y vinieron a Egipto,(M) Jacob y toda su descendencia consigo; sus hijos, y los hijos de sus hijos consigo; sus hijas, y las hijas de sus hijos, y a toda su descendencia trajo consigo a Egipto.

Y estos son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto, Jacob y sus hijos: Rubén, el primogénito de Jacob. Y los hijos de Rubén: Hanoc, Falú, Hezrón y Carmi. 10 Los hijos de Simeón: Jemuel, Jamín, Ohad, Jaquín, Zohar, y Saúl hijo de la cananea. 11 Los hijos de Leví: Gersón, Coat y Merari. 12 Los hijos de Judá: Er, Onán, Sela, Fares y Zara; mas Er y Onán murieron en la tierra de Canaán. Y los hijos de Fares fueron Hezrón y Hamul. 13 Los hijos de Isacar: Tola, Fúa, Job y Simrón. 14 Los hijos de Zabulón: Sered, Elón y Jahleel. 15 Estos fueron los hijos de Lea, los que dio a luz a Jacob en Padan-aram, y además su hija Dina; treinta y tres las personas todas de sus hijos e hijas. 16 Los hijos de Gad: Zifión, Hagui, Ezbón, Suni, Eri, Arodi y Areli. 17 Y los hijos de Aser: Imna, Isúa, Isúi, Bería, y Sera hermana de ellos. Los hijos de Bería: Heber y Malquiel. 18 Estos fueron los hijos de Zilpa, la que Labán dio a su hija Lea, y dio a luz estos a Jacob; por todas dieciséis personas. 19 Los hijos de Raquel, mujer de Jacob: José y Benjamín. 20 Y nacieron a José en la tierra de Egipto Manasés y Efraín, los que le dio a luz Asenat, hija de Potifera sacerdote de On.(N) 21 Los hijos de Benjamín fueron Bela, Bequer, Asbel, Gera, Naamán, Ehi, Ros, Mupim, Hupim y Ard. 22 Estos fueron los hijos de Raquel, que nacieron a Jacob; por todas catorce personas. 23 Los hijos de Dan: Husim. 24 Los hijos de Neftalí: Jahzeel, Guni, Jezer y Silem. 25 Estos fueron los hijos de Bilha, la que dio Labán a Raquel su hija, y dio a luz estos a Jacob; por todas siete personas. 26 Todas las personas que vinieron con Jacob a Egipto, procedentes de sus lomos, sin las mujeres de los hijos de Jacob, todas las personas fueron sesenta y seis. 27 Y los hijos de José, que le nacieron en Egipto, dos personas. Todas las personas de la casa de Jacob, que entraron en Egipto, fueron setenta.(O)

28 Y envió Jacob a Judá delante de sí a José, para que le viniese a ver en Gosén; y llegaron a la tierra de Gosén. 29 Y José unció su carro y vino a recibir a Israel su padre en Gosén; y se manifestó a él, y se echó sobre su cuello, y lloró sobre su cuello largamente. 30 Entonces Israel dijo a José: Muera yo ahora, ya que he visto tu rostro, y sé que aún vives. 31 Y José dijo a sus hermanos, y a la casa de su padre: Subiré y lo haré saber a Faraón, y le diré: Mis hermanos y la casa de mi padre, que estaban en la tierra de Canaán, han venido a mí. 32 Y los hombres son pastores de ovejas, porque son hombres ganaderos; y han traído sus ovejas y sus vacas, y todo lo que tenían. 33 Y cuando Faraón os llamare y dijere: ¿Cuál es vuestro oficio? 34 entonces diréis: Hombres de ganadería han sido tus siervos desde nuestra juventud hasta ahora, nosotros y nuestros padres; a fin de que moréis en la tierra de Gosén, porque para los egipcios es abominación todo pastor de ovejas.

Footnotes

  1. Génesis 37:35 Nombre hebreo del lugar de los muertos.
  2. Génesis 38:29 Esto es, Rotura,   o Brecha.
  3. Génesis 41:43 Abrek,   probablemente una palabra egipcia semejante en sonido a la palabra hebrea que significa arrodillarse.
  4. Génesis 41:51 Esto es, El que hace olvidar.
  5. Génesis 41:52 De una palabra hebrea que significa fructífero.