Add parallel Print Page Options

Un día la mujer de Potifar comenzó a fijarse en José, se enamoró de él y lo invitó a tener relaciones sexuales con ella. Pero José se rehusó a hacerlo, y le dijo:

―Señora, mi amo confía en mí en todo lo relacionado con su hacienda; él me ha dado toda su autoridad. No me ha prohibido ninguna cosa. Solamente sobre usted yo no tengo ningún derecho, pues usted es su esposa. ¿Cómo podría yo hacerle una maldad tan grande como esta? Sería un pecado muy grande contra Dios.

Read full chapter