Add parallel Print Page Options

26 Dame las mujeres por las que te he servido, y mis hijos, y déjame ir. Tú bien sabes cómo he trabajado para ti.

27 Pero Labán le contestó:

―Por favor, quédate. He sabido por adivinación que, gracias a ti, el Señor me ha bendecido.

28 Y le propuso:

―Fija tú mismo el salario que quieras ganar, y yo te lo pagaré.

Read full chapter