Add parallel Print Page Options

Abraham alzó la vista, y vio a tres hombres de pie cerca de él. Al verlos, corrió desde la entrada de la tienda a saludarlos. Inclinándose hasta el suelo, dijo:

―Mi señor, si este tu siervo cuenta con tu favor, te ruego que no pases de largo. Haré que os traigan un poco de agua para que os lavéis los pies, y luego podréis descansar bajo el árbol.

Read full chapter