⁴ Pero carne con su vida, es decir, con su sangre^(A), no comeréis.

Ley acerca de la sangre

¹⁰ »Si cualquier hombre de la casa de Israel, o de los forasteros que residen entre ellos, come sangre, yo pondré mi rostro contra esa persona que coma sangre^(A), y la cortaré de entre su pueblo^(B). ¹¹ Porque la vida^[a] de la carne está en la sangre^(C), y yo os la he dado sobre el altar para hacer expiación por vuestras almas; porque es la sangre, por razón de la vida^[b], la que hace expiación^(D)». ¹² Por tanto dije a los hijos de Israel: «Ninguna persona entre vosotros comerá sangre; tampoco comerá sangre ningún forastero que reside entre vosotros». ¹³ Y cuando algún hombre de los hijos de Israel o de los forasteros que residen entre ellos, que al cazar capture un animal o un ave que sea permitido comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra^(E).

¹⁴ Porque en cuanto a la vida^[c] de toda carne, su sangre es su vida^[d](F). Por tanto, dije a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida^[e] de toda carne es su sangre; cualquiera que la coma será exterminado^[f].

²⁶ »No comeréis cosa alguna con su^[a] sangre^(A), ni seréis adivinos ni agoreros^(B).

²³ Solo cuídate de no comer la sangre^(A), porque la sangre es la vida^[a], y no comerás la vida^[b] con la carne.

³³ Y avisaron a Saúl, diciéndole: He aquí, el pueblo está pecando contra el Señor, comiendo carne con la sangre^(A). Y él dijo: Habéis obrado pérfidamente. Traedme^[a] hoy una piedra grande.