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16 Pero si ese esclavo te dice: “No quiero irme de tu lado”, porque se ha encariñado de ti y de tu familia y porque contigo se encuentra a gusto, 17 entonces con un punzón le perforarás el lóbulo de la oreja contra la puerta, y así se convertirá en tu esclavo de por vida. Lo mismo harás si se trata de tu esclava. 18 No te pese dejar en libertad a tu esclavo, porque te sirvió durante seis años por la mitad de lo que habrías pagado a un jornalero; y, además, el Señor tu Dios bendecirá cuanto hagas.

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