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44 Esta es, pues, la ley que Moisés puso delante de los hijos de Israel. 45 Estos son los testimonios, los estatutos y las ordenanzas que Moisés dio[a] a los hijos de Israel cuando salieron de Egipto, 46 al otro lado del Jordán en el valle frente a Bet-peor(A), en la tierra de Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón(B), a quien Moisés y los hijos de Israel derrotaron[b] cuando salieron de Egipto. 47 Y tomaron posesión de su tierra y de la tierra de Og, rey de Basán(C), los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán hacia el oriente[c], 48 desde Aroer, que está a la orilla del valle[d] del Arnón(D), hasta el monte Sión, es decir, Hermón(E), 49 con todo el Arabá al otro lado del Jordán, al oriente, hasta el mar del Arabá, al pie[e] de las laderas del Pisga.

Los Diez Mandamientos

Entonces llamó Moisés a todo Israel y les dijo: Oye, oh Israel, los estatutos y ordenanzas que hablo hoy a vuestros oídos, para que los aprendáis y pongáis por obra[f]. El Señor nuestro Dios hizo un pacto con nosotros en Horeb(F). No hizo el Señor este pacto con nuestros padres, sino con nosotros(G), con todos aquellos de nosotros[g] que estamos vivos aquí hoy. Cara a cara habló el Señor(H) con vosotros en el monte de en medio del fuego(I), mientras yo estaba en aquella ocasión entre el Señor y vosotros para declararos la palabra del Señor(J), porque temíais a causa del fuego y no subisteis al monte(K). Y Él dijo[h]:

«(L)Yo soy el Señor tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre[i].

»No tendrás otros dioses delante de[j](M).

»No te harás ningún ídolo[k], ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra(N). No los adorarás ni los servirás; porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos, y sobre la tercera y la cuarta generación de los que me aborrecen(O), 10 pero que muestro misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos(P).

11 »No tomarás en vano el nombre del Señor tu Dios(Q), porque el Señor no tendrá por inocente a quien tome su nombre en vano.

12 »Guardarás el día de reposo para santificarlo, como el Señor tu Dios lo ha mandado(R). 13 Seis días trabajarás y harás todo tu trabajo, 14 mas el séptimo día es día de reposo para el Señor tu Dios(S); no harás en él ningún trabajo, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguno de tus animales, ni el forastero que está contigo[l], para que tu siervo y tu sierva también descansen como tú. 15 Y acuérdate que fuiste esclavo en la tierra de Egipto, y que el Señor tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y brazo extendido; por lo tanto, el Señor tu Dios te ha ordenado que guardes el día de reposo(T).

16 »Honra a tu padre y a tu madre(U), como el Señor tu Dios te ha mandado, para que tus días sean prolongados y te vaya bien en la tierra que el Señor tu Dios te da(V).

17 »No matarás[m](W).

18 »No cometerás adulterio(X).

19 »No hurtarás(Y).

20 »No darás falso testimonio contra tu prójimo(Z).

21 »No codiciarás la mujer de tu prójimo, y no desearás(AA) la casa de tu prójimo, ni su campo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo».

22 Estas palabras el Señor habló a toda vuestra asamblea en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de las densas tinieblas con una gran voz, y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra y me las dio(AB). 23 Y aconteció que cuando oísteis la voz de en medio de las tinieblas, mientras el monte ardía con fuego, os acercasteis a mí, todos los jefes[n] de vuestras tribus y vuestros ancianos, 24 y dijisteis: «He aquí, el Señor nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que Dios habla con el hombre, y este aún vive. 25 Ahora pues, ¿por qué hemos de morir? Porque este gran fuego nos consumirá; si seguimos oyendo la voz del Señor nuestro Dios, entonces moriremos(AC). 26 Porque, ¿qué hombre[o] hay que haya oído la voz del Dios vivo hablando de en medio del fuego, como nosotros, y haya sobrevivido(AD)? 27 Acércate tú, y oye lo que el Señor nuestro Dios dice; entonces dinos todo lo que el Señor nuestro Dios te diga, y lo escucharemos y lo haremos».

28 Y el Señor oyó la voz de vuestras palabras cuando me hablasteis y el Señor me dijo: «He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado. Han hecho bien en todo lo que han dicho(AE). 29 ¡Oh si ellos tuvieran tal corazón que me temieran(AF), y guardaran siempre todos mis mandamientos(AG), para que les fuera bien a ellos y a sus hijos para siempre(AH)! 30 Ve y diles: “Volved a vuestras tiendas”. 31 Pero tú, quédate aquí conmigo, para que yo te diga todos los mandamientos, los estatutos y los decretos que les enseñarás(AI), a fin de que los cumplan en la tierra que les doy en posesión». 32 Y cuidad de hacer tal como el Señor vuestro Dios os ha mandado; no os desviéis a la derecha ni a la izquierda(AJ). 33 Andad en todo el camino que el Señor vuestro Dios os ha mandado(AK), a fin de que viváis y os vaya bien, y prolonguéis vuestros días en la tierra que vais a poseer(AL).

Exhortaciones y advertencias

Estos, pues, son los mandamientos, los estatutos y los decretos que el Señor vuestro Dios me ha mandado que os enseñe, para que los cumpláis en la tierra que vais a poseer, para que temas al Señor tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te ordeno(AM), tú y tus hijos y tus nietos, todos los días de tu vida(AN), para que tus días sean prolongados. Escucha, pues, oh Israel, y cuida[p] de hacerlo, para que te vaya bien y te multipliques en gran manera(AO), en una tierra que mana leche y miel(AP), tal como el Señor, el Dios de tus padres, te ha prometido.

Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios(AQ), el Señor uno es(AR). Amarás al Señor tu Dios(AS) con todo tu corazón, con toda tu alma(AT) y con toda tu fuerza. (AU)Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y diligentemente las enseñarás a tus hijos(AV), y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Y las atarás como una señal a tu mano, y serán por insignias[q] entre tus ojos(AW). Y las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas(AX).

10 Y sucederá que cuando el Señor tu Dios te traiga a la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob que te daría, una tierra con grandes y espléndidas ciudades que tú no edificaste(AY), 11 y casas llenas de toda buena cosa que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivos que tú no plantaste, y comas y te sacies(AZ); 12 entonces ten cuidado, no sea que te olvides(BA) del Señor que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre[r]. 13 Temerás[s] solo al Señor tu Dios; y a Él adorarás[t](BB), y jurarás por su nombre(BC). 14 No seguiréis a otros dioses(BD), a ninguno de los dioses de los pueblos que os rodean, 15 porque el Señor tu Dios, que está en medio de ti, es Dios celoso(BE), no sea que se encienda la ira del Señor tu Dios contra ti, y Él te borre[u] de la faz de la tierra.

16 No tentaréis al Señor vuestro Dios(BF), como le tentasteis en Masah(BG). 17 Debéis guardar diligentemente los mandamientos del Señor vuestro Dios, y sus testimonios y estatutos que te ha mandado(BH). 18 Y harás lo que es justo y bueno a los ojos del Señor, para que te vaya bien, y para que entres y tomes posesión de la buena tierra que el Señor juró que daría a tus padres(BI), 19 echando fuera a todos tus enemigos de delante de ti, como el Señor ha dicho.

20 Cuando en el futuro tu hijo te pregunte, diciendo: «¿Qué significan los testimonios y los estatutos y los decretos que el Señor nuestro Dios os ha mandado?», 21 entonces dirás a tu hijo: «Eramos esclavos de Faraón en Egipto, y el Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte(BJ). 22 Además, el Señor hizo grandes y temibles señales y maravillas delante de nuestros ojos contra Egipto, contra Faraón y contra toda su casa; 23 y nos sacó de allí para traernos y darnos la tierra que Él había jurado dar a nuestros padres». 24 Y el Señor nos mandó que observáramos todos estos estatutos, y que temiéramos siempre al Señor nuestro Dios(BK) para nuestro bien y para preservarnos la vida(BL), como hasta hoy. 25 Y habrá justicia para nosotros si cuidamos de[v] observar todos estos mandamientos delante del Señor nuestro Dios(BM), tal como Él nos ha mandado.

Advertencia contra la idolatría

(BN)Cuando el Señor tu Dios te haya introducido en la tierra donde vas a entrar para poseerla y haya echado de delante de ti a muchas naciones: los hititas, los gergeseos, los amorreos, los cananeos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos, siete naciones(BO) más grandes y más poderosas que tú, y cuando el Señor tu Dios los haya entregado delante de ti, y los hayas derrotado[w], los destruirás por completo[x](BP). No harás alianza con ellos(BQ) ni te apiadarás de ellos(BR). Y no contraerás matrimonio con ellos; no darás tus hijas[y] a sus hijos[z], ni tomarás sus hijas[aa] para tus hijos[ab](BS). Porque ellos apartarán[ac] a tus hijos[ad] de seguirme para servir a otros dioses; entonces la ira del Señor se encenderá contra ti, y Él pronto te destruirá(BT). Mas así haréis con ellos: derribaréis sus altares, destruiréis sus pilares sagrados, y cortaréis sus imágenes de Asera[ae], y quemaréis a fuego sus imágenes talladas(BU).

Un pueblo santo para el Señor

Porque tú eres pueblo santo para el Señor tu Dios(BV); el Señor tu Dios te ha escogido para ser pueblo suyo[af] de entre todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra(BW). El Señor no puso su amor en vosotros ni os escogió(BX) por ser vosotros más numerosos que otro pueblo, pues erais el más pequeño de todos los pueblos; mas porque el Señor os amó y guardó el juramento que hizo a vuestros padres(BY), el Señor os sacó con mano fuerte y os redimió de casa de servidumbre[ag], de la mano de Faraón, rey de Egipto(BZ). Reconoce, pues, que el Señor tu Dios es Dios(CA), el Dios fiel(CB), que guarda su[ah] pacto y su[ai] misericordia hasta mil generaciones con aquellos que le aman y guardan sus mandamientos(CC); 10 pero al que le odia, le da el pago en su misma cara, destruyéndolo; y no se tarda en castigar al que le odia, en su misma cara le dará el pago(CD). 11 Guarda, por tanto, el mandamiento y los estatutos y los decretos que yo te mando hoy, para cumplirlos.

Bendiciones de la obediencia

12 (CE)Y sucederá que porque escuchas estos decretos y los guardas y los cumples, el Señor tu Dios guardará su[aj] pacto contigo y su[ak] misericordia que juró a tus padres. 13 Y te amará(CF), te bendecirá y te multiplicará(CG); también bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu cereal, tu mosto, tu aceite, el aumento de tu ganado y las crías de tu rebaño en la tierra que Él juró a tus padres que te daría. 14 Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá varón ni hembra estéril en ti(CH), ni en tu ganado. 15 Y el Señor apartará de ti toda enfermedad; y no pondrá sobre ti ninguna de las enfermedades malignas de Egipto que has conocido(CI), sino que las pondrá sobre los que te odian. 16 Y destruirás[al] a todos los pueblos que el Señor tu Dios te entregue; tu ojo no tendrá piedad de ellos; tampoco servirás a sus dioses(CJ), porque esto sería un tropiezo[am] para ti(CK).

17 Si dijeras en tu corazón: «Estas naciones son más poderosas que yo, ¿cómo podré desposeerlas(CL)?», 18 no tengas temor de ellas; recuerda bien lo que el Señor tu Dios hizo a Faraón y a todo Egipto(CM): 19 las grandes pruebas que tus ojos vieron, las señales y maravillas, y la mano poderosa y el brazo extendido con el cual el Señor tu Dios te sacó(CN). Así el Señor tu Dios hará con todos los pueblos a los cuales temes. 20 Además, el Señor tu Dios enviará la avispa contra ellos(CO), hasta que perezcan los que queden y se escondan de ti. 21 No te espantes de[an] ellos, porque el Señor tu Dios está en medio de ti(CP), Dios grande y temible(CQ). 22 Y el Señor tu Dios echará estas naciones de delante de ti poco a poco; no podrás acabar con ellas rápidamente, no sea que las bestias del campo lleguen a ser demasiado numerosas para ti(CR). 23 Pero el Señor tu Dios las entregará delante de ti, y producirá entre ellas[ao] gran confusión hasta que perezcan(CS). 24 Y entregará en tus manos a sus reyes(CT) de modo que harás perecer sus nombres de debajo del cielo; ningún hombre podrá hacerte frente hasta que tú los hayas destruido(CU). 25 Las esculturas[ap] de sus dioses quemarás a fuego(CV); no codiciarás la plata o el oro que las recubren(CW), ni lo tomarás para ti(CX), no sea que por ello caigas en un lazo, porque es abominación al Señor tu Dios(CY). 26 Y no traerás cosa abominable a tu casa, pues serás anatema como ella; ciertamente la aborrecerás y la abominarás, pues es anatema(CZ).

Descripción de la Tierra Prometida

Todos los mandamientos que yo os ordeno hoy, tendréis cuidado de ponerlos por obra, a fin de que viváis y os multipliquéis, y entréis y toméis posesión de la tierra que el Señor juró dar a vuestros padres(DA). Y te acordarás de todo el camino por donde el Señor tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años(DB), para humillarte, probándote(DC), a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no sus mandamientos. Y te humilló, y te dejó tener hambre, y te alimentó con el maná que no conocías, ni tus padres habían conocido, para hacerte entender[aq] que el hombre no solo vive de pan, sino que vive[ar] de todo lo que procede de la boca del Señor(DD). Tu ropa no se gastó sobre ti, ni se hinchó tu pie durante estos cuarenta años(DE). Por tanto, debes comprender[as] en tu corazón que el Señor tu Dios te estaba disciplinando así como un hombre disciplina a su hijo(DF). Guardarás, pues, los mandamientos del Señor tu Dios, para andar en sus caminos y para temerle[at]. Porque el Señor tu Dios te trae a una tierra buena, a una tierra de corrientes de aguas, de fuentes y manantiales que fluyen por valles y colinas; una tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granados; una tierra de aceite de oliva y[au] miel; una tierra donde comerás el pan sin escasez, donde nada te faltará(DG); una tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes puedes sacar cobre. 10 Cuando hayas comido y te hayas saciado(DH), bendecirás al Señor tu Dios por la buena tierra que Él te ha dado.

El peligro de olvidar a Dios

11 Cuídate de no olvidar al Señor tu Dios(DI) dejando de guardar sus mandamientos, sus ordenanzas y sus estatutos que yo te ordeno hoy; 12 no sea que cuando hayas comido y te hayas saciado(DJ), y hayas construido buenas casas y habitado en ellas, 13 y cuando tus vacas y tus ovejas se multipliquen, y tu plata y oro se multipliquen, y todo lo que tengas se multiplique, 14 entonces tu corazón se enorgullezca[av], y te olvides del Señor tu Dios(DK) que te sacó de la tierra de Egipto de la casa de servidumbre[aw]. 15 Él te condujo a través del inmenso y terrible desierto(DL), con sus serpientes abrasadoras(DM) y escorpiones, tierra sedienta donde no había agua; Él sacó para ti agua de la roca de pedernal(DN). 16 En el desierto te alimentó con el maná que tus padres no habían conocido(DO), para humillarte y probarte(DP), y para finalmente[ax] hacerte bien. 17 No sea que digas en tu corazón(DQ): «Mi poder y la fuerza de mi mano me han producido esta riqueza». 18 Mas acuérdate del Señor tu Dios, porque Él es el que te da poder para hacer riquezas(DR), a fin de confirmar su pacto, el cual juró a tus padres como en este día. 19 Y sucederá que si alguna vez te olvidas del Señor tu Dios, y vas en pos de otros dioses, y los sirves y los adoras, yo testifico contra vosotros hoy, que ciertamente pereceréis(DS). 20 Como las naciones que el Señor destruye delante de vosotros, así pereceréis, porque no oísteis la voz del Señor vuestro Dios(DT).

Dios destruirá a las naciones de Canaán

Oye, Israel: Hoy vas a pasar el Jordán para entrar a desposeer a naciones más grandes y más poderosas que tú(DU), ciudades grandes y fortificadas hasta el cielo(DV), un pueblo grande y alto, los hijos de los anaceos, a quienes conoces y de quienes has oído decir: «¿Quién puede resistir ante los hijos de Anac(DW)?». Comprende, pues, hoy, que es el Señor tu Dios(DX) el que pasa delante de ti como fuego consumidor(DY). Él los destruirá y los humillará delante de ti, para que los expulses[ay] y los destruyas rápidamente(DZ), tal como el Señor te ha dicho. No digas en tu corazón cuando el Señor tu Dios los haya echado de delante de ti[az]: «Por mi justicia el Señor me ha hecho entrar para poseer esta tierra(EA)», sino que es a causa de la maldad de estas naciones que el Señor las expulsa[ba] de delante de ti(EB). No es por tu justicia(EC) ni por la rectitud de tu corazón que vas a poseer su tierra, sino que por la maldad de estas naciones el Señor tu Dios las expulsa[bb] de delante de ti, para confirmar el pacto[bc] que el Señor juró a tus padres(ED) Abraham, Isaac y Jacob. Comprende, pues, que no es por tu justicia que el Señor tu Dios te da esta buena tierra para poseerla, pues eres un pueblo de dura cerviz(EE).

La rebelión de Israel en Horeb

Acuérdate; no olvides cómo provocaste a ira al Señor tu Dios en el desierto; desde el día en que saliste de la tierra de Egipto hasta que llegasteis a este lugar, habéis sido rebeldes contra el Señor(EF). Hasta en Horeb provocasteis a ira al Señor, y el Señor se enojó tanto contra vosotros que estuvo a punto de destruiros(EG). Cuando subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que el Señor había hecho con vosotros, me quedé en el monte cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua(EH). 10 Y el Señor me dio las dos tablas de piedra escritas por el dedo de Dios(EI); y en ellas estaban todas las palabras que el Señor os había dicho en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea. 11 Y aconteció al cabo de cuarenta días y cuarenta noches, que el Señor me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto(EJ). 12 Entonces el Señor me dijo: «Levántate; baja aprisa de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido(EK). Pronto se han apartado del camino que yo les había ordenado; se han hecho un ídolo de fundición(EL)». 13 También me habló el Señor(EM), diciendo: «He visto a este pueblo, y en verdad es un pueblo de dura cerviz(EN). 14 Déjame que los destruya(EO) y borre su nombre de debajo del cielo(EP); y de ti haré una nación más grande y más poderosa que ellos». 15 Y volví, y descendí del monte mientras el monte ardía en fuego, y las dos tablas del pacto estaban en mis dos manos(EQ). 16 Y vi que en verdad habíais pecado contra el Señor vuestro Dios. Os habíais hecho un becerro de fundición; pronto os habíais apartado del camino que el Señor os había ordenado. 17 Tomé las dos tablas, las arrojé de mis manos y las hice pedazos delante de vuestros ojos. 18 Y me postré delante del Señor como al principio, por cuarenta días y cuarenta noches(ER); no comí pan ni bebí agua(ES), a causa de todo el pecado que habíais cometido al hacer lo malo ante los ojos del Señor, provocándole a ira(ET). 19 Porque temí la ira(EU) y el furor con que el Señor estaba enojado contra vosotros para destruiros, pero el Señor me escuchó también esta vez(EV). 20 Y el Señor se enojó tanto con Aarón que quiso destruirlo; y también intercedí por Aarón al mismo tiempo. 21 Y tomé el objeto de vuestro pecado, el becerro que os habíais hecho, y lo quemé en el fuego, y lo hice pedazos, desmenuzándolo hasta que quedó tan fino como el polvo; y eché su polvo al arroyo que bajaba del monte(EW).

22 Nuevamente, en Tabera(EX), en Masah(EY) y en Kibrot-hataava(EZ), provocasteis a ira al Señor. 23 Y cuando el Señor os envió de Cades-barnea(FA), diciendo: «Subid y tomad posesión de la tierra que yo os he dado(FB)», entonces os rebelasteis contra la orden[bd] del Señor vuestro Dios; no le creísteis, ni escuchasteis su voz(FC). 24 Vosotros habéis sido rebeldes al Señor desde el día en que os conocí(FD).

Oración de Moisés por Israel

25 Entonces me postré delante del Señor los cuarenta días y cuarenta noches, lo cual hice[be](FE) porque el Señor había dicho que os iba a destruir. 26 Y oré al Señor, y dije: «Oh Señor Dios[bf], no destruyas a tu pueblo, a tu heredad, que tú has redimido con tu grandeza, que tú has sacado de Egipto con mano fuerte(FF). 27 Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob; no mires la dureza de este pueblo ni su maldad ni su pecado. 28 De otra manera los de la tierra de donde tú nos sacaste dirán: “Por cuanto el Señor no pudo hacerlos entrar en la tierra que les había prometido[bg] y porque los aborreció, los sacó para hacerlos morir en el desierto(FG)”. 29 Sin embargo, ellos son tu pueblo, tu heredad(FH), a quien tú has sacado con tu gran poder y tu brazo extendido(FI)».

Renovación del pacto

10 En aquel tiempo el Señor me dijo: «Lábrate dos tablas de piedra como las anteriores(FJ), y sube a mí al monte, y hazte un arca de madera(FK). Y yo escribiré sobre las tablas las palabras que estaban sobre las primeras tablas que quebraste(FL), y las pondrás en el arca(FM)». Hice, pues, un arca de madera de acacia(FN) y labré dos tablas de piedra como las anteriores, y subí al monte con las dos tablas en mi mano(FO). Y Él escribió sobre las tablas, conforme a la escritura anterior, los diez mandamientos[bh](FP) que el Señor os había hablado(FQ) en el monte de en medio del fuego el día de la asamblea(FR); y el Señor me las dio. Entonces me volví y descendí del monte(FS), y puse las tablas en el arca(FT) que yo había hecho; y allí están tal como el Señor me ordenó(FU).

(Después los hijos de Israel partieron de Beerot-bene-jaacán[bi] hacia Mosera(FV). Allí murió Aarón y allí fue sepultado, y su hijo Eleazar ministró como sacerdote en su lugar(FW). De allí partieron hacia Gudgoda; y de Gudgoda hacia Jotbata(FX), una tierra de corrientes de aguas. En aquel tiempo el Señor apartó la tribu de Leví(FY) para que llevara el arca del pacto del Señor, y para que estuviera delante del Señor, sirviéndole y bendiciendo en su nombre hasta el día de hoy(FZ). Por tanto, Leví no tiene porción o herencia con sus hermanos; el Señor es su herencia, así como el Señor tu Dios le habló(GA).)

10 Y me quedé en el monte cuarenta días y cuarenta noches como la primera vez, y el Señor me escuchó también esta vez; y el Señor no quiso destruirte(GB). 11 Entonces me dijo el Señor: «Levántate, continúa tu marcha al frente del pueblo, para que entren y tomen posesión de la tierra que yo juré a sus padres que les daría».

Lo que Dios requiere

12 Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el Señor tu Dios, sino que temas[bj] al Señor tu Dios, que andes en todos sus caminos(GC), que le ames y que sirvas al Señor tu Dios(GD) con todo tu corazón y con toda tu alma(GE), 13 y que guardes los mandamientos del Señor y sus estatutos que yo te ordeno hoy para tu bien? 14 He aquí, al Señor tu Dios pertenecen los cielos y los cielos de los cielos(GF), la tierra y todo lo que en ella hay(GG). 15 Sin embargo, el Señor se agradó de tus padres, los amó, y escogió a su descendencia[bk](GH) después de ellos, es decir, a vosotros, de entre todos los pueblos, como se ve hoy. 16 Circuncidad, pues, vuestro corazón[bl](GI), y no endurezcáis más vuestra cerviz(GJ). 17 Porque el Señor vuestro Dios es Dios de dioses(GK) y Señor de señores(GL), Dios grande, poderoso y temible que no hace acepción de personas(GM) ni acepta soborno(GN). 18 Él hace justicia al huérfano y a la viuda(GO), y muestra su amor al extranjero[bm] dándole pan y vestido. 19 Mostrad, pues, amor al extranjero, porque vosotros fuisteis extranjeros en la tierra de Egipto(GP). 20 Temerás al Señor tu Dios; le servirás, te allegarás[bn] a Él(GQ) y solo en su nombre jurarás(GR). 21 Él es el objeto de tu alabanza y Él es tu Dios(GS), que ha hecho por ti estas cosas grandes y portentosas que tus ojos han visto. 22 Cuando tus padres descendieron a Egipto eran setenta personas(GT), y ahora el Señor tu Dios te ha hecho tan numeroso como las estrellas del cielo(GU).

Grandeza y poder del Señor

11 Amarás, pues, al Señor tu Dios(GV), y guardarás siempre[bo] sus mandatos(GW), sus estatutos, sus ordenanzas y sus mandamientos. Y comprended hoy que no estoy hablando con vuestros hijos, los cuales no han visto la disciplina[bp] del Señor vuestro Dios: su grandeza, su mano poderosa, su brazo extendido(GX), sus señales y sus obras que hizo en medio de Egipto a Faraón, rey de Egipto, y a toda su tierra(GY); lo que hizo al ejército de Egipto, a sus caballos y a sus carros, al hacer que el agua del mar Rojo[bq] los cubriera[br] cuando os perseguían, y el Señor los destruyó completamente[bs](GZ); lo que os hizo en el desierto hasta que llegasteis a este lugar, y lo que hizo a Datán y Abiram, los hijos de Eliab, hijo de Rubén, cuando la tierra abrió su boca y los tragó a ellos, a sus familias, a sus tiendas(HA) y a todo ser viviente[bt] que los seguía[bu], en medio de todo Israel(HB). Pero vuestros propios ojos han visto toda la gran obra que el Señor ha hecho.

Obediencia y recompensa

Guardad, pues, todos los mandamientos que os ordeno hoy, para que seáis fuertes, y entréis y toméis posesión de la tierra a la cual entráis para poseerla(HC); para que prolonguéis vuestros días en la tierra que el Señor juró dar a vuestros padres y a su descendencia[bv](HD), una tierra que mana leche y miel(HE). 10 Porque la tierra a la cual entras para poseerla, no es como la tierra de Egipto de donde vinisteis, donde sembrabas tu semilla, y la regabas con el pie[bw] como una huerta de hortalizas, 11 sino que la tierra a la cual entráis para poseerla, tierra de montes y valles(HF), bebe el agua de las lluvias del cielo. 12 Es una tierra que el Señor tu Dios cuida; los ojos del Señor tu Dios están siempre sobre ella(HG), desde el principio[bx] hasta el fin del año.

13 (HH)Y sucederá que si obedecéis mis mandamientos que os ordeno hoy, de amar al Señor vuestro Dios(HI) y de servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma(HJ), 14 El dará[by] a vuestra tierra la lluvia a su tiempo(HK), lluvia temprana y lluvia tardía[bz](HL), para que recojas tu grano, tu mosto y tu aceite. 15 Y Él dará hierba en tus campos para tu ganado(HM), y comerás y te saciarás(HN). 16 Cuidaos, no sea que se engañe vuestro corazón(HO) y os desviéis y sirváis a otros dioses, y los adoréis. 17 No sea que la ira del Señor se encienda contra vosotros(HP), y cierre los cielos y no haya lluvia(HQ) y la tierra no produzca su fruto, y pronto perezcáis(HR) en[ca] la buena tierra que el Señor os da(HS).

18 (HT)Grabad[cb], pues, estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma; atadlas como una señal a vuestra mano, y serán por insignias[cc] entre vuestros ojos. 19 Y enseñadlas a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes(HU). 20 Y escríbelas en los postes de tu casa y en tus puertas(HV), 21 para que tus días y los días de tus hijos sean multiplicados(HW) en la tierra que el Señor juró dar a tus padres, por todo el tiempo que los cielos[cd] permanezcan sobre la tierra(HX). 22 Porque si guardáis cuidadosamente todo este mandamiento que os ordeno(HY) para cumplirlo, amando al Señor vuestro Dios(HZ), andando en todos sus caminos y allegándoos[ce] a Él(IA), 23 entonces el Señor expulsará[cf] de delante de vosotros a todas estas naciones(IB), y vosotros desposeeréis a naciones más grandes y más poderosas que vosotros(IC). 24 Todo lugar donde pise la planta de vuestro pie será vuestro(ID); vuestras fronteras serán[cg] desde el desierto hasta el Líbano, y desde el río, el río Eufrates, hasta el mar occidental[ch](IE). 25 Nadie os podrá hacer frente[ci](IF); el Señor vuestro Dios infundirá, como Él os ha dicho, espanto y temor de vosotros en toda la tierra que pise vuestro pie.

26 He aquí, hoy pongo delante de vosotros una bendición y una maldición(IG): 27 la bendición, si escucháis los mandamientos del Señor vuestro Dios que os ordeno hoy(IH); 28 y la maldición, si no escucháis los mandamientos del Señor vuestro Dios(II), sino que os apartáis del camino que os ordeno hoy, para seguir a otros dioses que no habéis conocido. 29 Y acontecerá, que cuando el Señor tu Dios te lleve a la tierra donde entras para poseerla, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim y la maldición sobre el monte Ebal(IJ). 30 ¿No están ellos al otro lado del Jordán, detrás del camino del poniente, en la tierra de los cananeos que habitan en el Arabá, frente a Gilgal(IK), junto al encinar[cj] de More(IL)? 31 Porque vais a pasar el Jordán para ir a poseer la tierra que el Señor vuestro Dios os da, y la tomaréis y habitaréis en ella(IM); 32 y tendréis cuidado de cumplir todos los estatutos y decretos[ck] que hoy pongo delante de vosotros.

El único lugar de culto

12 Estos son los estatutos y los decretos[cl] que observaréis cuidadosamente en la tierra que el Señor, el Dios de tus padres, te ha dado para que la poseas todos los días que viváis sobre su[cm] suelo(IN). Destruiréis completamente todos los lugares donde las naciones que desposeeréis sirven a sus dioses: sobre los montes altos, sobre las colinas y debajo de todo árbol frondoso(IO). Y demoleréis sus altares, quebraréis sus pilares sagrados, quemaréis a fuego sus imágenes de Asera[cn], derribaréis las imágenes talladas de sus dioses(IP) y borraréis su nombre de aquel lugar(IQ). No procederéis así con el Señor vuestro Dios, sino que buscaréis al Señor en el lugar en que el Señor vuestro Dios escoja de todas vuestras tribus, para poner allí su nombre para su morada, y allí vendréis(IR). Y allí traeréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos(IS), la contribución[co] de vuestra mano, vuestras ofrendas votivas[cp], vuestras ofrendas voluntarias, y el primogénito de vuestras vacas y de vuestras ovejas. Allí también vosotros y vuestras familias comeréis en presencia del Señor vuestro Dios, y os alegraréis en todas vuestras empresas en las cuales[cq] el Señor vuestro Dios os ha bendecido(IT). De ninguna manera haréis lo que hacemos aquí hoy, que cada cual hace lo que le parece bien a sus propios ojos; porque todavía no habéis llegado al lugar de reposo(IU) y a la heredad que el Señor vuestro Dios os da(IV). 10 Cuando crucéis el Jordán y habitéis en la tierra que el Señor vuestro Dios os da en heredad, y Él os dé descanso de todos vuestros enemigos alrededor de vosotros para que habitéis seguros(IW), 11 entonces sucederá que al lugar que el Señor vuestro Dios escoja para morada de su nombre(IX), allí traeréis todo lo que yo os mando: vuestros holocaustos y vuestros sacrificios, vuestros diezmos y la ofrenda alzada de vuestra mano, y todo lo más selecto de vuestras ofrendas votivas que habéis prometido al Señor. 12 Y os alegraréis en presencia del Señor vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos y vuestras hijas, vuestros siervos y vuestras siervas(IY), y el levita que vive dentro de vuestras puertas(IZ), ya que no tiene parte ni heredad entre vosotros(JA). 13 Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que veas, 14 sino en el lugar que el Señor escoja en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos(JB), y allí harás todo lo que yo te mando.

La carne y las ofrendas

15 Sin embargo, podrás matar y comer carne dentro de todas tus puertas, conforme a tu deseo[cr], según la bendición que el Señor tu Dios te ha dado(JC); el inmundo y el limpio podrán comerla, como si fuera de gacela o de ciervo(JD). 16 Solo que no comeréis la sangre(JE); la derramaréis como agua sobre la tierra(JF). 17 No te es permitido comer dentro de tus ciudades[cs] el diezmo de tu grano, de tu mosto, o de tu aceite, ni de los primogénitos de tus vacas o de tus ovejas, ni ninguna de las ofrendas votivas[ct](JG) que prometas, ni tus ofrendas voluntarias, ni la ofrenda alzada de tu mano, 18 sino que lo comerás en presencia del Señor tu Dios(JH) en el lugar que el Señor tu Dios escoja(JI), tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, y el levita que vive dentro de tus puertas(JJ); y te alegrarás en presencia del Señor tu Dios de toda la obra de tus manos[cu](JK). 19 Cuídate de no desamparar al levita mientras vivas en tu tierra(JL).

20 Cuando el Señor tu Dios haya extendido tus fronteras como te ha prometido(JM), y tú digas: «Comeré carne», porque deseas[cv] comer carne, entonces podrás comer carne, toda la que desees[cw]. 21 Si el lugar que el Señor tu Dios escoge para poner su nombre está muy lejos de ti, entonces podrás matar de tus vacas y de tus ovejas que el Señor te ha dado, como te he ordenado, y podrás comer dentro de tus ciudades[cx] todo lo que desees[cy]. 22 Tal como se come la gacela y el ciervo, así la podrás comer; el inmundo y el limpio podrán comer de ella. 23 Solo cuídate de no comer la sangre(JN), porque la sangre es la vida[cz], y no comerás la vida[da] con la carne. 24 No la comerás; la derramarás como agua sobre la tierra. 25 No la comerás, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti(JO), porque estarás haciendo lo que es justo delante del Señor(JP). 26 Solamente las cosas sagradas que tengas y tus ofrendas votivas[db](JQ), las tomarás e irás al lugar que el Señor escoja. 27 Y ofrecerás tus holocaustos, la carne y la sangre, sobre el altar del Señor tu Dios(JR); y la sangre de tus sacrificios será derramada sobre el altar del Señor tu Dios, y podrás comer la carne(JS). 28 Escucha con cuidado todas estas palabras que te mando, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre(JT), porque estarás haciendo lo que es bueno y justo delante del Señor tu Dios.

Advertencia contra la idolatría

29 Cuando el Señor tu Dios haya destruido delante de ti las naciones que vas a desposeer(JU), y las hayas desposeído y habites en su tierra, 30 cuídate de no caer en una trampa imitándolas[dc], después que hayan sido destruidas delante de ti, y de no buscar[dd] sus dioses, diciendo: «¿Cómo servían estas naciones a sus dioses para que yo haga lo mismo?». 31 No procederás así para con el Señor tu Dios, porque toda acción abominable que el Señor odia(JV) ellos la han hecho en honor de[de] sus dioses; porque aun a sus hijos y a sus hijas queman en el fuego en honor a sus dioses(JW).

32 [df]Cuidarás de hacer todo lo que te mando(JX); nada le añadirás ni le quitarás(JY).

Advertencia contra falsos profetas e idólatras

13 [dg]Si se levanta en medio de ti un profeta o soñador de sueños, y te anuncia[dh] una señal o un prodigio(JZ), y la señal o el prodigio se cumple, acerca del cual él te había hablado, diciendo: «Vamos en pos de otros dioses (a los cuales no has conocido) y sirvámosles(KA)», no darás oído a las palabras de ese profeta o de ese soñador de sueños; porque el Señor tu Dios te está probando(KB) para ver si amas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma(KC). En pos del Señor vuestro Dios andaréis y a Él temeréis; guardaréis sus mandamientos(KD), escucharéis su voz, le serviréis y a Él os uniréis(KE). Pero a ese profeta o a ese soñador de sueños se le dará muerte(KF), por cuanto ha aconsejado[di] rebelión contra el Señor tu[dj] Dios que te[dk] sacó de la tierra de Egipto y te redimió de casa de servidumbre[dl], para apartarte del camino en el cual el Señor tu Dios te mandó andar(KG). Así quitarás el mal de en medio de ti(KH).

Si tu hermano, el hijo de tu madre, o tu hijo, o tu hija, o la mujer que amas[dm], o tu amigo entrañable[dn], te incita en secreto(KI), diciendo: «Vamos y sirvamos a otros dioses(KJ)» (a quienes ni tú ni tus padres habéis conocido, de los dioses de los pueblos que te rodean, cerca o lejos de ti, de un término de la tierra al otro), no cederás ni le escucharás(KK); y tu ojo no tendrá piedad de él, tampoco lo perdonarás ni lo encubrirás(KL), sino que ciertamente lo matarás(KM); tu mano será la primera contra él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo(KN). 10 Lo apedrearás hasta la muerte[do] porque él trató de apartarte del Señor tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre[dp](KO). 11 Entonces todo Israel oirá y temerá, y nunca volverá a hacer tal maldad en medio de ti(KP).

12 Si oyes decir que en alguna de las ciudades que el Señor tu Dios te da para habitar, 13 han salido hombres indignos[dq] de en medio de ti y han seducido a los habitantes de su ciudad, diciendo: «Vamos y sirvamos a otros dioses(KQ)» (a quienes no has conocido), 14 entonces inquirirás, buscarás y preguntarás con diligencia. Y si es verdad y se comprueba que se ha hecho tal abominación en medio de ti, 15 irremisiblemente herirás a filo de espada a los habitantes de esa ciudad, destruyéndola por completo[dr] con todo lo que hay en ella, y también su ganado a filo de espada(KR). 16 Entonces amontonarás todo su botín en medio de su plaza, y prenderás fuego a la ciudad con todo su botín(KS), todo ello como ofrenda encendida al Señor tu Dios; y será montón de ruinas para siempre(KT). Nunca será reconstruida. 17 Y nada de lo dedicado al anatema quedará en tu mano, para que el Señor se aparte del ardor de su ira(KU) y sea misericordioso contigo, tenga compasión de ti(KV) y te multiplique(KW), tal como Él juró a tus padres(KX), 18 porque escuchas la voz del Señor tu Dios, guardando todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy, haciendo lo que es justo ante los ojos del Señor tu Dios.

Animales limpios e inmundos

14 Vosotros sois hijos del Señor vuestro Dios(KY); no os sajaréis ni os rasuraréis la frente[ds](KZ) a causa de un muerto. Porque eres pueblo santo para el Señor tu Dios(LA); y el Señor te ha escogido para que le seas un pueblo de su exclusiva posesión[dt] de entre los pueblos que están sobre la faz de la tierra(LB).

No comerás nada abominable(LC). (LD)Estos son los animales que podréis comer: el buey, la oveja, la cabra, [du]el ciervo, la gacela, el corzo, la cabra montés, el íbice, el antílope y el carnero montés. Y cualquier animal de pezuña dividida que tenga la pezuña hendida en dos mitades[dv] y que rumie[dw], lo podréis comer. Pero estos no comeréis de entre los que rumian o de entre los que tienen la pezuña dividida en dos[dx]: el camello, el conejo[dy] y el damán[dz]; pues aunque rumian, no tienen la pezuña dividida; para vosotros serán inmundos. Y el cerdo, aunque tiene la pezuña dividida, no rumia; será inmundo para vosotros. No comeréis de su carne ni tocaréis sus cadáveres.

De todo lo que vive en el agua, estos podréis comer: todos los que tienen aletas y escamas, 10 pero no comeréis nada que no tenga aletas ni escamas; será inmundo para vosotros.

11 Toda ave limpia podréis comer. 12 Pero estas no comeréis: el águila[ea], el buitre y el buitre negro(LE); 13 el azor, el halcón y el milano según su especie; 14 todo cuervo según su especie; 15 el avestruz, la lechuza, la gaviota y el gavilán según su especie; 16 el búho, el búho real, la lechuza blanca, 17 el pelícano, el buitre, el somormujo, 18 la cigüeña y la garza según su especie; la abubilla y el murciélago. 19 Todo insecto alado será inmundo para vosotros; no se comerá. 20 Toda ave limpia podréis comer.

21 No comeréis ningún animal que se muera(LF). Lo podrás dar al forastero que está en tus ciudades[eb], para que lo coma, o lo podrás vender a un extranjero, porque tú eres un pueblo santo al Señor tu Dios(LG). No cocerás el cabrito en la leche de su madre(LH).

Leyes acerca del diezmo

22 Diezmarás fielmente todo el producto de tu sementera[ec](LI), lo que rinde tu campo cada año. 23 Y comerás en la presencia del Señor tu Dios, en el lugar que Él escoja para poner allí su nombre(LJ), el diezmo de tu grano, de tu mosto y de tu aceite, y los primogénitos de tus vacas y de tus ovejas, para que aprendas a temer siempre al Señor tu Dios(LK). 24 Mas si el camino es tan largo para ti, que seas incapaz de llevar el diezmo por estar lejos el lugar donde el Señor tu Dios escoja para poner allí su nombre(LL), cuando el Señor tu Dios te haya bendecido, 25 entonces lo cambiarás por dinero[ed], y atarás el dinero en tu mano e irás al lugar que el Señor tu Dios escoja. 26 Y podrás gastar el dinero en todo lo que tu corazón apetezca: en vacas u ovejas, en vino o sidra, o en cualquier otra cosa que tu corazón[ee] desee[ef]; allí comerás en presencia del Señor tu Dios, y te alegrarás tú y tu casa(LM). 27 Tampoco desampararás al levita que habite en tus ciudades(LN), porque él no tiene parte ni heredad contigo(LO).

28 Al fin de cada tercer año, sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año y lo depositarás en tus ciudades(LP). 29 Y vendrá el levita, que no tiene parte ni herencia contigo(LQ), y el forastero, el huérfano y la viuda que habitan en tus ciudades(LR), y comerán y se saciarán(LS), para que el Señor tu Dios te bendiga en toda obra que tu mano haga(LT).

Año de remisión

15 Al cabo de cada siete años harás remisión de deudas(LU). Así se hará[eg] la remisión: todo acreedor[eh] hará remisión de lo que haya prestado a su prójimo; no lo exigirá de su prójimo ni de su hermano, porque se ha proclamado la remisión del Señor. De un extranjero lo puedes exigir, mas tu mano perdonará[ei] cualquier cosa tuya que tu hermano tenga[ej](LV). Y no habrá menesteroso entre vosotros, ya que el Señor de cierto te bendecirá en la tierra que el Señor tu Dios te da por heredad para poseerla(LW), si solo escuchas fielmente la voz del Señor tu Dios, para guardar cuidadosamente todo este mandamiento que te ordeno hoy. Pues el Señor tu Dios te bendecirá como te ha prometido, y tú prestarás a muchas naciones, pero tú no tomarás prestado; y tendrás dominio sobre muchas naciones, pero ellas no tendrán dominio sobre ti(LX).

Si hay un menesteroso contigo, uno de tus hermanos, en cualquiera de tus ciudades[ek](LY) en la tierra que el Señor tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano a tu hermano pobre(LZ), sino que le abrirás libremente tu mano(MA), y con generosidad le prestarás lo que le haga falta para cubrir sus necesidades. Cuídate de que no haya pensamiento perverso[el] en tu corazón, diciendo: «El séptimo año, el año de remisión, está cerca(MB)», y mires con malos ojos a[em] tu hermano pobre, y no le des nada(MC); porque[en] él podrá clamar al Señor contra ti, y esto te será pecado(MD). 10 Con generosidad le darás, y no te dolerá el corazón cuando le des, ya que el Señor tu Dios te bendecirá por esto en todo tu trabajo y en todo lo que emprendas[eo](ME). 11 Porque nunca faltarán pobres en tu[ep] tierra(MF); por eso te ordeno, diciendo: «Con liberalidad abrirás tu mano a tu hermano, al[eq] necesitado y al[er] pobre en tu tierra».

12 Si un hermano tuyo, hebreo o hebrea, te es vendido, te servirá por seis años, pero al séptimo año lo pondrás en libertad[es](MG). 13 Y cuando lo libertes, no lo enviarás con las manos vacías. 14 Le abastecerás liberalmente de tu rebaño, de tu era y de tu lagar; le darás conforme te haya bendecido el Señor tu Dios. 15 Y te acordarás que fuiste esclavo en la tierra de Egipto, y que el Señor tu Dios te redimió; por eso te ordeno esto hoy. 16 Y sucederá que si él te dice: «No me iré de tu lado», porque te ama a ti y a tu casa, pues le va bien contigo, 17 entonces tomarás una lezna y horadarás su oreja contra la puerta, y será tu siervo para siempre(MH). Y lo mismo harás a tu sierva. 18 No te parezca duro cuando lo dejes en libertad[et], porque te ha dado seis años con el doble del servicio[eu] de un jornalero; y el Señor tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas.

19 Todo primogénito que nazca de tu ganado y de tu rebaño consagrarás al Señor tu Dios(MI); no trabajarás con el primogénito de tu ganado ni trasquilarás el primogénito de tu rebaño. 20 Lo comerás tú y tu casa cada año delante del Señor tu Dios(MJ) en el lugar que el Señor escoja. 21 Pero si tiene algún defecto, si es cojo o ciego o con cualquier otro defecto grave, no lo sacrificarás al Señor tu Dios(MK). 22 Lo comerás dentro de tus ciudades[ev]; el inmundo lo mismo que el limpio pueden comerlo, como se come una gacela o un ciervo(ML). 23 Solo que no comerás su sangre; la derramarás como agua sobre la tierra(MM).

Fiesta de la Pascua

16 Observarás el mes de Abib(MN) y celebrarás[ew] la Pascua al Señor(MO) tu Dios, porque en el mes de Abib el Señor tu Dios te sacó de Egipto de noche. Y sacrificarás la Pascua al Señor tu Dios con ofrendas de tus rebaños y de tus manadas, en el lugar que el Señor escoja para poner allí su nombre. No comerás con ella[ex] pan con levadura; siete días comerás con ella pan sin levadura(MP), pan de aflicción (porque aprisa saliste de la tierra de Egipto), para que recuerdes todos los días de tu vida(MQ) el día que saliste de la tierra de Egipto. Durante siete días no se verá contigo levadura en todo tu territorio; y de la carne que sacrifiques en la tarde del primer día, no quedará nada para la mañana siguiente(MR). No podrás sacrificar la Pascua en ninguna de las ciudades[ey] que el Señor tu Dios te da, sino que en el lugar que el Señor tu Dios escoja para poner allí su nombre(MS), sacrificarás la Pascua al atardecer, al ponerse el sol, a la hora en que saliste de Egipto. Y la asarás y la comerás(MT) en el lugar que el Señor tu Dios escoja. Luego, por la mañana, regresarás a tu habitación. Seis días comerás pan sin levadura, y en el séptimo día habrá una asamblea solemne para el Señor tu Dios(MU). Ningún trabajo harás(MV) en él.

Fiesta de las semanas

(MW)Siete semanas contarás[ez]; comenzarás a contar siete semanas desde el momento en que empieces a meter la hoz a la mies. 10 Entonces celebrarás[fa] la fiesta de las semanas al Señor tu Dios con el tributo de una ofrenda voluntaria de tu mano, la cual darás según el Señor tu Dios te haya bendecido. 11 Y te alegrarás delante del Señor tu Dios(MX), tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita que habita en tus ciudades(MY), y el forastero, el huérfano y la viuda que están en medio de ti(MZ), en el lugar donde el Señor tu Dios escoja para poner allí su nombre. 12 Y te acordarás de que tú fuiste esclavo en Egipto(NA); cuídate de guardar estos estatutos.

Fiesta de los tabernáculos

13 (NB)Durante siete días celebrarás[fb] la fiesta de los tabernáculos[fc], cuando hayas recogido el producto de tu era y de tu lagar. 14 Y te alegrarás en tu fiesta, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita y el forastero, el huérfano y la viuda que están en tus ciudades(NC). 15 Siete días celebrarás fiesta al Señor tu Dios en el lugar que escoja el Señor; porque el Señor tu Dios te bendecirá en todos tus productos y en toda la obra de tus manos; por tanto, estarás realmente alegre. 16 Tres veces al año se presentarán todos tus varones delante del Señor tu Dios en el lugar que Él escoja: en la fiesta de los panes sin levadura(ND), en la fiesta de las semanas y en la fiesta de los tabernáculos[fd]; y no se presentarán con las manos vacías delante del Señor(NE). 17 Cada hombre dará lo que pueda[fe], de acuerdo con la bendición que el Señor tu Dios te haya dado.

Administración de la justicia

18 Nombrarás para ti jueces y oficiales en todas las ciudades que el Señor tu Dios te da, según tus tribus, y ellos juzgarán al pueblo con justo juicio. 19 No torcerás la justicia(NF); no harás acepción de personas, ni tomarás soborno(NG), porque el soborno ciega los ojos del sabio y pervierte las palabras del justo(NH). 20 La justicia, y solo la justicia buscarás, para que vivas y poseas la tierra que el Señor tu Dios te da(NI).

21 No plantarás para ti Asera[ff](NJ) de ninguna clase de árbol junto al altar del Señor tu Dios que harás para ti. 22 Ni levantarás para ti pilar sagrado(NK), lo cual aborrece el Señor tu Dios.

17 No sacrificarás al Señor tu Dios buey o cordero que tenga defecto o alguna imperfección[fg](NL), porque es cosa abominable al Señor tu Dios.

Si se encuentra en medio de ti, en cualquiera de las ciudades[fh] que el Señor tu Dios te da, un hombre o una mujer que hace lo malo ante los ojos del Señor tu Dios(NM), violando su pacto, y que haya ido y servido a otros dioses(NN), adorándolos, o adorando al sol, a la luna o a cualquiera de las huestes celestiales(NO), lo cual yo no he mandado(NP), y si te lo dicen y has oído hablar de ello, harás una investigación minuciosa. Y he aquí, si es verdad y es cierto el hecho que esta abominación ha sido cometida en Israel, entonces sacarás a tus puertas a ese hombre o a esa mujer que ha cometido esta mala acción; sacarás al hombre o a la mujer, y los apedrearás[fi] hasta que mueran(NQ). Al que ha de morir se le dará muerte por la declaración[fj] de dos o tres testigos; no se le dará muerte por la declaración[fk] de un solo testigo(NR). La mano de los testigos caerá[fl] primero contra él para darle muerte, y después la mano de todo el pueblo(NS). Así quitarás el mal de en medio de ti(NT).

Si un caso es demasiado difícil para que puedas juzgar(NU), como entre una clase de homicidio y otra[fm], entre una clase de pleito y otra[fn], o entre una clase de asalto y otra[fo], siendo casos de litigio en tus puertas[fp], te levantarás y subirás al lugar que el Señor tu Dios escoja(NV), y vendrás al sacerdote levita o al juez que oficie en aquellos días, e inquirirás de ellos(NW), y ellos te declararán el fallo del caso. 10 Y harás conforme a los términos[fq] de la sentencia que te declaren desde aquel lugar que el Señor escoja; y cuidarás de observar todo lo que ellos te enseñen. 11 Según los términos[fr] de la ley que ellos te enseñen, y según la sentencia que te declaren, así harás(NX); no te apartarás a la derecha ni a la izquierda de la palabra que ellos te declaren. 12 Y el hombre que proceda con presunción, no escuchando al sacerdote(NY) que está allí para servir al Señor tu Dios, ni al juez, ese hombre morirá(NZ); así quitarás el mal de en medio de Israel(OA). 13 Entonces todo el pueblo escuchará y temerá, y no volverá a proceder con presunción(OB).

Instrucciones sobre los reyes

14 Cuando entres en la tierra que el Señor tu Dios te da, y la poseas y habites en ella(OC), y digas: «Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que me rodean(OD)», 15 ciertamente pondrás sobre ti al rey que el Señor tu Dios escoja, a uno de entre tus hermanos[fs](OE) pondrás por rey sobre ti; no pondrás sobre ti a un extranjero que no sea hermano[ft] tuyo. 16 Además, el rey no tendrá muchos caballos(OF), ni hará que el pueblo vuelva a Egipto(OG) para tener muchos caballos(OH), pues el Señor te ha dicho: «Jamás volveréis por ese camino». 17 Tampoco tendrá muchas mujeres, no sea que[fu] su corazón se desvíe(OI); tampoco tendrá grandes cantidades de plata u oro.

18 Y sucederá que cuando él se siente sobre el trono de su reino, escribirá para sí una copia de esta ley en un libro[fv], en presencia de[fw] los sacerdotes levitas(OJ). 19 La tendrá consigo y la leerá todos los días de su vida, para que aprenda a temer al Señor su Dios, observando cuidadosamente[fx] todas las palabras de esta ley y estos estatutos(OK), 20 para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos[fy] y no se desvíe del mandamiento ni a la derecha ni a la izquierda(OL), a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel.

Provisión para los levitas

18 Los sacerdotes levitas, toda la tribu de Leví, no tendrán porción ni heredad con el resto de Israel(OM); comerán de las ofrendas encendidas al Señor y de su porción[fz]. Y no tendrán heredad entre sus hermanos[ga]; el Señor es su heredad, como les ha prometido[gb](ON).

Y este será el derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecen como sacrificio buey u oveja: darán para el sacerdote la espaldilla, las quijadas y el cuajar(OO). Le darás las primicias de tu grano, de tu mosto, de tu aceite(OP) y del primer esquileo de tus ovejas. Porque el Señor tu Dios le ha escogido a él y a sus hijos(OQ) de entre todas tus tribus, para que esté allí y sirva[gc] en el nombre del Señor, para siempre(OR).

Y si un levita sale de alguna de tus ciudades[gd], de cualquier parte de Israel en que resida(OS), y llega con todo el deseo de su alma al lugar que el Señor escoja, él ministrará en el nombre del Señor su Dios, como todos sus hermanos levitas que están allí delante del Señor. Comerán porciones iguales[ge](OT), excepto lo que reciban de la venta de sus patrimonios(OU).

Prohibición de las costumbres paganas

Cuando entres en la tierra que el Señor tu Dios te da, no aprenderás a hacer[gf] las cosas abominables de esas naciones(OV). 10 No sea hallado en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego(OW), ni quien practique adivinación, ni hechicería, o sea agorero, o hechicero(OX), 11 o encantador, o médium, o espiritista(OY), ni quien consulte a los muertos. 12 Porque cualquiera que hace estas cosas es abominable al Señor; y por causa de estas abominaciones el Señor tu Dios expulsará a esas naciones[gg] de delante de ti(OZ). 13 Serás intachable[gh](PA) delante del Señor tu Dios.

14 Porque esas naciones que vas a desalojar escuchan a los que practican hechicería y a los adivinos(PB), pero a ti el Señor tu Dios no te lo ha permitido. 15 Un profeta de en medio de ti(PC), de tus hermanos, como yo, te levantará el Señor tu Dios; a él oiréis. 16 Esto es conforme a todo lo que pediste al Señor tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: «No vuelva yo a oír la voz del Señor mi Dios, no vuelva a ver este gran fuego, no sea que muera(PD)». 17 Y el Señor me dijo: «Bien han hablado[gi] en lo que han dicho(PE). 18 Un profeta como tú levantaré de entre sus hermanos, y pondré mis palabras en su boca(PF), y él les hablará todo lo que yo le mande(PG). 19 Y sucederá que a cualquiera que no oiga mis palabras que él ha de hablar en mi nombre(PH), yo mismo le pediré cuenta. 20 Pero el profeta que hable con presunción en mi nombre una palabra que yo no le haya mandado hablar, o que hable en el nombre de otros dioses(PI), ese[gj] profeta morirá(PJ)». 21 Y si dices en tu corazón: «¿Cómo conoceremos la palabra que el Señor no ha hablado?». 22 Cuando un profeta hable en el nombre del Señor, si la cosa no acontece ni se cumple, esa es palabra que el Señor no ha hablado; con arrogancia la ha hablado el profeta(PK); no tendrás temor de él(PL).

Ciudades de refugio

19 (PM)Cuando el Señor tu Dios destruya las naciones cuya tierra el Señor tu Dios te da, y las desalojes, y habites en sus ciudades y en sus casas(PN), te reservarás tres ciudades(PO) en medio de tu tierra que el Señor tu Dios te da en posesión[gk]. Prepararás los caminos[gl], y dividirás en tres partes el territorio de tu tierra que el Señor tu Dios te dé en posesión, para que huya allí todo homicida[gm].

Y este será el caso del homicida que huya allí y viva(PP): cuando mate[gn] a su amigo sin querer[go], sin haberlo odiado[gp] anteriormente (como cuando un hombre va al bosque con su amigo para cortar leña, y su mano blande el hacha para cortar el árbol, y el hierro salta del mango[gq] y golpea[gr] a su amigo, y este muere), él puede huir a una de estas ciudades y vivir; no sea que el vengador de la sangre en el furor de su ira[gs] persiga al homicida, y lo alcance porque el camino es largo, y le quite la vida[gt] aunque él no merecía la muerte, porque no lo había odiado anteriormente. Por tanto, te mando, diciendo: Reservarás para ti tres ciudades. Y si el Señor tu Dios ensancha tu territorio, como ha jurado a tus padres, y te da toda la tierra que ha prometido[gu] dar a tus padres(PQ) (si guardas cuidadosamente[gv] todos estos mandamientos que te mando hoy, de amar al Señor tu Dios(PR) y de andar siempre en sus caminos), entonces te añadirás tres ciudades más, además de estas tres(PS). 10 Para que no se derrame sangre inocente en medio de tu tierra que el Señor tu Dios te da por heredad, y no seas culpable de derramar sangre[gw](PT).

11 Pero si hay un hombre que odia a su prójimo, y acechándolo, se levanta contra él, lo hiere[gx], y este muere, y después él huye a una de estas ciudades, 12 entonces los ancianos de su ciudad enviarán a sacarlo de allí, y lo entregarán en mano del vengador de la sangre para que muera(PU). 13 No tendrás[gy] piedad de él(PV); mas limpiarás de Israel la sangre del inocente(PW), para que te vaya bien.

Ley de límites y de testigos

14 No moverás los linderos de tu prójimo, fijados por los antepasados(PX), en la herencia que recibirás en la tierra que el Señor tu Dios te da en posesión[gz].

15 No se levantará un solo testigo contra un hombre por cualquier iniquidad o por cualquier pecado que haya cometido[ha]; el caso será confirmado(PY) por el testimonio de dos o tres[hb] testigos. 16 Si un testigo falso(PZ) se levanta contra un hombre para acusarle[hc] de transgresión[hd], 17 los dos litigantes se presentarán delante del Señor, delante de los sacerdotes y de los jueces que haya en esos días(QA). 18 Y los jueces investigarán minuciosamente(QB); y si el testigo es un testigo falso y ha acusado a[he] su hermano falsamente, 19 entonces le haréis a él lo que él intentaba hacer a su hermano(QC). Así quitarás el mal de en medio de ti. 20 Los demás oirán y temerán(QD), y nunca más volverán a hacer una maldad semejante en medio de ti. 21 Y no tendrás[hf] piedad(QE): vida por vida(QF), ojo por ojo, diente por diente(QG), mano por mano, pie por pie.

Leyes sobre la guerra

20 Cuando salgas a la batalla contra tus enemigos y veas caballos y carros, y pueblo más numeroso que tú, no tengas temor de ellos; porque el Señor tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto está contigo(QH). Y sucederá que cuando os acerquéis a la batalla, el sacerdote se llegará y hablará al pueblo, y les dirá: «Oye, Israel, hoy os acercáis a la batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón; no temáis ni os alarméis, ni os aterroricéis delante de ellos(QI), porque el Señor vuestro Dios es el que va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros(QJ)». Y los oficiales hablarán al pueblo, diciendo: «¿Quién es el hombre que ha edificado una casa nueva y no la ha estrenado[hg]? Que salga y regrese a su casa, no sea que muera en la batalla y otro la estrene[hh](QK). ¿Quién es el hombre que ha plantado una viña y no ha tomado aún de su fruto[hi]? Que salga y regrese a su casa, no sea que muera en la batalla y otro goce de su fruto[hj]. ¿Y quién es el hombre que está comprometido con una mujer y no se ha casado[hk]? Que salga y regrese a su casa(QL), no sea que muera en la batalla y otro se case con ella». Entonces los oficiales hablarán otra vez al pueblo, y dirán: «¿Quién es hombre medroso y de corazón apocado? Que salga y regrese a su casa(QM) para que no haga desfallecer[hl] el corazón de sus hermanos como desfallece el corazón suyo». Y sucederá que cuando los oficiales acaben de hablar al pueblo, nombrarán capitanes de tropas a la cabeza del pueblo.

10 Cuando te acerques a una ciudad para pelear contra ella, le ofrecerás primero la paz[hm]. 11 Y sucederá que si ella está de acuerdo en hacer la paz contigo[hn] y te abre sus puertas, entonces todo el pueblo que se encuentra en ella estará sujeto a ti para trabajos forzados(QN) y te servirá. 12 Sin embargo, si no hace la paz contigo, sino que emprende la guerra contra ti, entonces la sitiarás. 13 Cuando el Señor tu Dios la entregue en tu mano, herirás a filo de espada a todos sus hombres[ho](QO). 14 Solo las mujeres y los niños, los animales y todo lo que haya en la ciudad, todos sus despojos, tomarás para ti como botín(QP). Comerás del botín de tus enemigos, que el Señor tu Dios te ha dado. 15 Así harás a todas las ciudades que están muy lejos de ti, que no sean de las ciudades de estas naciones cercanas[hp]. 16 Pero en las ciudades de estos pueblos que el Señor tu Dios te da en heredad, no dejarás con vida nada que respire(QQ), 17 sino que los destruirás por completo[hq]: a los hititas, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos, tal como el Señor tu Dios te ha mandado, 18 para que ellos no os enseñen a imitar todas las abominaciones que ellos han hecho con sus dioses y no pequéis contra el Señor vuestro Dios(QR).

19 Cuando sities una ciudad por muchos días, peleando contra ella para tomarla, no destruirás sus árboles metiendo el hacha contra ellos; no los talarás, pues de ellos puedes comer. Porque, ¿es acaso el árbol del campo un hombre para que le pongas[hr] sitio?[hs] 20 Solo los árboles que sabes que no dan fruto[ht] podrás destruir y talar, para construir máquinas de sitio[hu] contra la ciudad que está en guerra contigo, hasta que caiga.

Expiación en caso de asesinato

21 Si en la tierra que el Señor tu Dios te da para que la poseas, fuera encontrado alguien asesinado, tendido en el campo, y no se sabe quién lo mató[hv], entonces tus ancianos y tus jueces irán y medirán la distancia a las ciudades que están alrededor del muerto. Y sucederá que los ancianos de la ciudad más próxima al lugar donde fue hallado el muerto, tomarán de la manada una novilla que no haya trabajado y que no haya llevado yugo; y los ancianos de esa ciudad traerán la novilla a un valle de aguas perennes, el cual no haya sido arado ni sembrado, y quebrarán la cerviz de la novilla allí en el valle. Entonces se acercarán los sacerdotes, hijos de Leví, porque el Señor tu Dios los ha escogido para servirle y para bendecir en el nombre del Señor, y ellos decidirán[hw] todo litigio y toda ofensa[hx](QS); y todos los ancianos de la ciudad más cercana[hy] al lugar donde fue hallado el muerto, lavarán sus manos(QT) sobre la novilla cuya cerviz fue quebrada en el valle; y responderán y dirán: «Nuestras manos no han derramado esta sangre, ni nuestros ojos han visto nada. Perdona[hz] a tu pueblo Israel, al cual has redimido, oh Señor, y no imputes la sangre inocente a tu pueblo Israel(QU)». Y la culpa de la sangre les será perdonada[ia]. Así limpiarás la culpa de sangre inocente de en medio de ti(QV), cuando hagas lo que es recto a los ojos del Señor.

Otras leyes

10 Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, y el Señor tu Dios los entregue en tus manos(QW), y los tomes en cautiverio, 11 y veas entre los cautivos una mujer hermosa, y la desees, y la tomes para ti por mujer, 12 la traerás a tu casa, y ella se rasurará la cabeza(QX) y se cortará[ib] sus uñas. 13 También se quitará el vestido de su cautiverio, permanecerá en tu casa y llorará por su padre y por su madre por todo un mes(QY); después de eso podrás llegarte a ella y ser su marido, y ella será tu mujer. 14 Pero sucederá que si no te agrada, la dejarás ir adonde quiera[ic]; mas ciertamente no la venderás por dinero, ni la maltratarás[id], porque la has humillado(QZ).

15 Si un hombre tiene dos mujeres, una amada y otra aborrecida, y tanto la amada como la aborrecida le han dado hijos, si el primogénito es de la aborrecida(RA), 16 el día que reparta[ie] lo que tiene entre sus hijos, no puede él hacer primogénito al hijo de la amada con preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito, 17 sino que reconocerá al primogénito, al hijo de la aborrecida, dándole una porción doble de todo lo que tiene[if], porque él es el principio de su vigor(RB); a él pertenece el derecho de primogenitura(RC).

18 Si un hombre tiene un hijo terco y rebelde que no obedece a su padre ni a su madre, y cuando lo castigan, ni aun así les hace caso(RD), 19 el padre y la madre lo tomarán y lo llevarán fuera a los ancianos de su ciudad, a la puerta de su ciudad natal[ig], 20 y dirán a los ancianos de la ciudad: «Este hijo nuestro es terco y rebelde, no nos obedece, es glotón y borracho». 21 Entonces todos los hombres de la ciudad lo apedrearán hasta que muera(RE); así quitarás el mal de en medio de ti(RF), y todo Israel oirá esto y temerá(RG).

22 Y si un hombre ha cometido pecado digno de muerte(RH), y se le ha dado muerte, y lo has colgado de un árbol, 23 su cuerpo no colgará del árbol toda la noche, sino que ciertamente lo enterrarás el mismo día(RI) (pues el colgado es maldito de Dios[ih](RJ)), para que no contamines la tierra(RK) que el Señor tu Dios te da en heredad.

Leyes diversas

22 No verás extraviado el buey de tu hermano[ii], o su oveja, sin que te ocupes de ellos[ij]; sin falta los llevarás a tu hermano(RL). Y si tu hermano no vive cerca de ti, o si no lo conoces, entonces lo traerás a tu casa, y estará contigo hasta que tu hermano lo busque; entonces se lo devolverás. Así harás con su asno, y asimismo harás con su vestido; lo mismo harás con cualquier cosa perdida que tu hermano haya perdido y que tú halles. No te es permitido ignorarlos[ik]. No verás el asno de tu hermano, o su buey, caído en el camino sin ocuparte de ellos[il]; sin falta le ayudarás a levantarlos.

La mujer no vestirá ropa de hombre, ni el hombre se pondrá ropa de mujer; porque cualquiera que hace esto es abominación al Señor tu Dios.

Si encuentras un nido de pájaros por el camino, en un árbol o en la tierra, con polluelos o con huevos, y la madre echada sobre los polluelos o sobre los huevos, no tomarás la madre con los hijos(RM); sin falta dejarás ir a la madre, mas a los hijos los puedes tomar para ti, para que te vaya bien y prolongues tus días(RN).

Cuando edifiques casa nueva, le harás un muro a tu azotea, para que no traigas culpa de sangre sobre tu casa si alguno se cayera de ella.

No sembrarás tu viña con dos clases de semilla(RO), no sea que todo el fruto[im] de la semilla que hayas sembrado y el producto de la viña queden inservibles[in]. 10 No ararás con buey y asno juntos(RP). 11 No vestirás ropa de material mezclado de lana y lino(RQ).

12 Te harás borlas en las cuatro puntas del manto con que te cubras(RR).

Leyes sobre la moralidad

13 Si un hombre toma a una mujer y se llega a ella, y después la aborrece(RS), 14 y la acusa de actos vergonzosos y la difama públicamente[io], diciendo: «Tomé a esta mujer, pero al llegarme a ella no la encontré virgen», 15 entonces el padre y la madre de la joven tomarán las pruebas de la virginidad de la joven y las llevarán[ip] a los ancianos de la ciudad, a la puerta. 16 Y el padre de la joven dirá a los ancianos: «Di mi hija por mujer a este hombre, pero él la aborreció; 17 y he aquí, él le atribuye actos vergonzosos, diciendo: “No encontré virgen a tu hija”. Pero esta es[iq] la prueba de la virginidad de mi hija». Y extenderán la ropa delante de los ancianos de la ciudad. 18 Y los ancianos de la ciudad(RT) tomarán al hombre y lo castigarán, 19 y le pondrán una multa de cien siclos[ir] de plata, que darán al padre de la joven, porque difamó públicamente a[is] una virgen de Israel. Y ella seguirá siendo su mujer; no podrá despedirla en todos sus días. 20 Pero si el asunto es verdad(RU), que la joven no fue hallada virgen, 21 entonces llevarán a la joven a la puerta de la casa de su padre, y los hombres de su ciudad la apedrearán hasta que muera, porque ella ha cometido una infamia en Israel prostituyéndose en la casa de su padre(RV); así quitarás el mal de en medio de ti(RW).

22 Si se encuentra a un hombre acostado con una mujer casada, los dos morirán(RX), el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer; así quitarás el mal de Israel.

23 Si hay una joven virgen que está comprometida a un hombre, y otro hombre la encuentra en la ciudad y se acuesta con ella(RY), 24 entonces llevaréis a los dos a la puerta de esa ciudad y los apedrearéis hasta que mueran; la joven, porque no dio voces en la ciudad, y el hombre, porque ha violado a la mujer de su prójimo; así quitarás el mal de en medio de ti. 25 Pero si el hombre encuentra en el campo a la joven que está comprometida, y el hombre la fuerza y se acuesta con ella; entonces morirá solo el que se acuesta con ella, 26 no harás nada a la joven; no hay en la joven pecado digno de muerte, porque como cuando un hombre se levanta contra su vecino y lo mata, así es este caso; 27 cuando él la encontró en el campo, la joven comprometida dio voces, pero no había nadie que la salvara.

28 (RZ)Si un hombre encuentra a una joven virgen que no está comprometida, y se apodera de ella y se acuesta con ella, y son descubiertos, 29 entonces el hombre que se acostó con ella dará cincuenta siclos de plata al padre de la joven, y ella será su mujer porque la ha violado; no podrá despedirla en todos sus días.

30 [it]Ninguno tomará a la mujer de su padre para que no descubra la vestidura de su padre(SA).

Los excluidos de la asamblea

23 Ninguno que haya sido castrado[iu] o que tenga cortado su miembro viril(SB) entrará en la asamblea del Señor. Ningún bastardo entrará en la asamblea del Señor, ninguno de sus descendientes, aun hasta la décima generación, entrará en la asamblea del Señor. (SC)Ningún amonita ni moabita entrará en la asamblea del Señor; ninguno de sus descendientes, aun hasta la décima generación, entrará jamás en la asamblea del Señor, porque no fueron a vuestro encuentro con pan y agua en el camino cuando salisteis de Egipto, y porque alquilaron contra ti a Balaam, hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia[iv], para maldecirte(SD). Mas el Señor tu Dios no quiso escuchar a Balaam, sino que el Señor tu Dios te cambió la maldición en bendición(SE), porque el Señor tu Dios te ama(SF). Nunca buscarás su paz ni su prosperidad en todos tus días(SG).

No aborrecerás al edomita, porque es tu hermano(SH); no aborrecerás al egipcio, porque fuiste extranjero[iw] en su tierra(SI). Los hijos de la tercera generación que les nazcan podrán entrar en la asamblea del Señor.

Leyes diversas

Cuando salgas como ejército[ix] contra tus enemigos, te guardarás de toda cosa mala. 10 Si hay en medio de ti un hombre inmundo a causa de una emisión nocturna(SJ), debe salir fuera del campamento; no volverá a entrar al[iy] campamento. 11 Pero[iz] al llegar la tarde se bañará con agua, y cuando se ponga el sol, podrá entrar de nuevo al[ja] campamento. 12 Tendrás también un lugar fuera del campamento y saldrás allí; 13 y tendrás entre tus herramientas una pala[jb], y[jc] cuando te sientes allá fuera, cavarás con ella, y te darás vuelta para cubrir[jd] tu excremento. 14 Porque el Señor tu Dios anda en medio de tu campamento(SK) para librarte y para derrotar[je] a tus enemigos de delante de ti, por tanto, tu campamento debe ser santo(SL); y Él no debe ver nada indecente[jf] en medio de ti, no sea que[jg] se aparte de ti.

15 No entregarás a su amo un esclavo que venga[jh] a ti huyendo de su señor(SM). 16 Contigo habitará en medio de ti, en el lugar que él escoja en una de tus ciudades[ji] donde le parezca bien; no lo maltratarás(SN).

17 Ninguna de las hijas de Israel será ramera de culto pagano(SO); tampoco ninguno de los hijos de Israel(SP) será sodomita de culto pagano. 18 No traerás la paga de una ramera ni el sueldo de un perro[jj](SQ) a la casa del Señor tu Dios para cualquier ofrenda votiva[jk], porque los dos son abominación para el Señor tu Dios. 19 No cobrarás interés a tu hermano[jl](SR): interés sobre dinero, alimento, o cualquier cosa que pueda ser prestado a interés. 20 Podrás cobrar interés a un extranjero, pero a tu hermano[jm] no le cobrarás interés(SS) a fin de que el Señor tu Dios te bendiga en todo lo que emprendas[jn](ST) en la tierra que vas a entrar para poseerla.

21 Cuando hagas un voto al Señor tu Dios, no tardarás en pagarlo(SU), porque el Señor tu Dios ciertamente te lo reclamará, y sería pecado en ti. 22 Sin embargo, si te abstienes de hacer un voto, no sería pecado en ti. 23 Lo que salga de tus labios, cuidarás de cumplirlo, tal como voluntariamente has hecho voto al Señor tu Dios, lo cual has prometido[jo] con tu boca.

24 Cuando entres en la viña de tu prójimo, entonces podrás comer las uvas que desees hasta saciarte[jp], pero no pondrás ninguna en tu cesto[jq]. 25 Cuando entres en la mies de tu prójimo, entonces podrás arrancar espigas con tu mano, pero no meterás la hoz a la mies de tu prójimo(SV).

24 Cuando alguno toma una mujer y se casa con ella, si sucede que no le es agradable[jr] porque ha encontrado algo reprochable en ella(SW), y le escribe certificado de divorcio, lo pone en su mano y la despide de su casa(SX), y ella sale de su casa y llega a ser mujer de otro hombre; si el segundo marido la aborrece y le escribe certificado de divorcio, lo pone en su mano y la despide de su casa, o si muere este último marido que la tomó para ser su mujer, al primer marido que la despidió no le es permitido tomarla nuevamente como mujer, porque ha sido menospreciada[js]; pues eso es abominación ante el Señor(SY). No traerás pecado sobre la tierra que el Señor tu Dios te da por heredad.

Cuando un hombre es recién casado[jt], no saldrá con el ejército, ni se le impondrá ningún deber; quedará libre en su casa(SZ) por un año para hacer feliz a la mujer que ha tomado(TA).

Ninguno tomará en prenda el molino de mano ni la muela del molino, porque sería tomar en prenda la vida del hombre.

Si se encuentra a un hombre que haya secuestrado[ju] a alguno de sus hermanos[jv] de los hijos de Israel, y lo haya tratado con violencia, o lo haya vendido, entonces ese ladrón morirá(TB); así quitarás el mal de en medio de ti.

Cuídate de una infección[jw] de lepra, para que observes diligentemente y hagas conforme a todo lo que los sacerdotes levitas os enseñen; como les he ordenado, así cuidaréis de hacer(TC). Recuerda lo que el Señor tu Dios hizo a Miriam en el camino, cuando salíais de Egipto(TD).

10 Cuando prestes cualquier cosa[jx] a tu prójimo, no entrarás en su casa para tomar su prenda(TE); 11 te quedarás afuera, y el hombre a quien hiciste el préstamo te traerá la prenda. 12 Y si es un hombre pobre, no te acostarás reteniendo aún su prenda; 13 sin falta le devolverás la prenda al ponerse el sol(TF), para que se acueste con su ropa, y te bendiga; y te será justicia delante del Señor tu Dios(TG).

14 No oprimirás al jornalero pobre y necesitado, ya sea uno de tus conciudadanos[jy](TH) o uno de los extranjeros[jz] que habita en tu tierra y en tus ciudades[ka]. 15 En su día le darás su jornal antes de la puesta del sol[kb](TI), porque es pobre y ha puesto su corazón[kc] en él; para que él no clame contra ti al Señor, y llegue a ser pecado en ti(TJ).

16 Los padres no morirán por[kd] sus hijos, ni los hijos morirán por[ke] sus padres; cada uno morirá por su propio pecado(TK).

17 No pervertirás la justicia(TL) debida al[kf] forastero(TM) ni al[kg] huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda(TN), 18 sino que recordarás que fuiste esclavo en Egipto y que el Señor tu Dios te rescató de allí; por tanto, yo te mando que hagas esto.

19 Cuando siegues tu mies en tu campo y olvides alguna gavilla en el campo, no regresarás a recogerla; será para el forastero, para el huérfano y para la viuda(TO), para que el Señor tu Dios te bendiga en toda obra de tus manos(TP). 20 Cuando sacudas[kh] tus olivos, no recorrerás las ramas que hayas dejado tras de ti(TQ), serán para el forastero, para el huérfano y para la viuda(TR). 21 Cuando vendimies tu viña, no la repasarás[ki]; será para el forastero, para el huérfano y para la viuda. 22 Recordarás que tú fuiste esclavo en la tierra de Egipto; por tanto, yo te mando que hagas esto.

25 Si hay pleito entre dos hombres y van a la corte[kj], y los jueces deciden el caso[kk](TS), y absuelven al justo y condenan al culpable[kl](TT), sucederá que si el culpable merece ser azotado[km], entonces el juez le hará tenderse, y será azotado en su presencia con el número de azotes de acuerdo con su culpa[kn](TU). Puede darle cuarenta azotes, pero no más(TV), no sea que le dé muchos más azotes que estos, y tu hermano quede degradado ante tus ojos(TW).

No pondrás bozal al buey mientras trilla(TX).

Deberes para con la viuda del hermano

Cuando dos hermanos habitan juntos y uno de ellos muere y no tiene hijo, la mujer del fallecido no se casará fuera de la familia con un extraño. El cuñado se allegará a ella y la tomará para sí como mujer, y cumplirá con ella su deber de cuñado(TY). Y será que el primogénito que ella dé a luz llevará[ko] el nombre de su hermano difunto, para que su nombre no sea borrado de Israel(TZ). Pero si el hombre no quiere tomar a su cuñada(UA), entonces su cuñada irá a la puerta, a los ancianos, y dirá: «Mi cuñado se niega a establecer un nombre para su hermano en Israel; no quiere cumplir para conmigo su deber de cuñado». Entonces los ancianos de su ciudad lo llamarán y le hablarán. Y si él persiste y dice: «No deseo tomarla», entonces su cuñada vendrá a él a la vista de los ancianos, le quitará la sandalia de su pie(UB) y le escupirá en la cara(UC); y ella declarará[kp]: «Así se hace al hombre que no quiere edificar la casa de su hermano». 10 Y en Israel se le llamará: «La casa del de la sandalia quitada».

Leyes diversas

11 Si dos hombres luchan entre sí, un hombre y su conciudadano[kq], y la mujer de uno se acerca para librar a su marido de la mano del que lo golpea, y ella extiende su mano y le agarra sus partes vergonzosas, 12 entonces le cortarás su mano[kr]; no tendrás[ks] piedad(UD).

13 No tendrás en tu bolsa pesas diferentes[kt], una grande y una pequeña(UE). 14 No tendrás en tu casa medidas diferentes[ku], una grande y una pequeña. 15 Tendrás peso completo y justo; tendrás medida completa y justa[kv], para que se prolonguen tus días en la tierra[kw] que el Señor tu Dios te da(UF). 16 Porque todo el que hace estas cosas, todo el que comete injusticia, es abominación para el Señor tu Dios(UG).

17 (UH)Acuérdate de lo que te hizo Amalec en el camino cuando saliste de Egipto, 18 cómo te salió al encuentro en el camino, y atacó[kx] entre los tuyos a todos los agotados en tu retaguardia cuando tú estabas fatigado y cansado; y él no temió[ky] a Dios(UI). 19 Por tanto, sucederá que cuando el Señor tu Dios te haya dado descanso de todos tus enemigos alrededor, en la tierra que el Señor tu Dios te da(UJ) en heredad para poseerla, borrarás de debajo del cielo la memoria de Amalec; no lo olvides.

Ofrendas de las primicias

26 Y sucederá que cuando entres en la tierra que el Señor tu Dios te da por herencia, tomes posesión de ella y habites en ella, tomarás las primicias de todos los frutos del suelo que recojas de la tierra que el Señor tu Dios te da(UK), y las pondrás en una canasta e irás al lugar que el Señor tu Dios escoja para establecer[kz] su nombre(UL). Y te presentarás al sacerdote que esté en funciones en esos días y le dirás: «Declaro hoy al Señor mi[la] Dios que he entrado en la tierra que el Señor juró a nuestros padres que nos daría». Entonces el sacerdote tomará la canasta de tu mano, y la pondrá delante del altar del Señor tu Dios. Y responderás y dirás delante del Señor tu Dios: «Mi padre fue un arameo errante[lb](UM) y descendió a Egipto y residió[lc] allí, siendo pocos en número(UN); pero allí llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa(UO). Y los egipcios nos maltrataron y nos afligieron y pusieron sobre nosotros dura servidumbre(UP). Entonces clamamos al Señor, el Dios de nuestros padres, y el Señor oyó nuestra voz y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo y nuestra opresión(UQ); y el Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, con gran terror, con señales y milagros(UR); y nos ha traído a este lugar y nos ha dado esta tierra, una tierra que mana leche y miel(US). 10 Ahora, he aquí, he traído las primicias de los frutos de la tierra que tú, oh Señor, me has dado(UT)». Entonces las pondrás delante del Señor tu Dios, y adorarás delante del Señor tu Dios. 11 Y te alegrarás, tú y también el levita y el forastero que está en medio de ti(UU), por todo el bien que el Señor tu Dios te ha dado a ti y a tu casa(UV).

Los diezmos de un pueblo consagrado

12 Cuando acabes de pagar[ld] todo el diezmo de tus frutos en el tercer año, el año del diezmo, entonces lo darás al levita, al forastero, al huérfano y a la viuda, para que puedan comer en tus ciudades[le] y sean saciados(UW). 13 Y dirás delante del Señor tu Dios: «He sacado de mi casa la porción consagrada y también la he dado al levita, al forastero, al huérfano y a la viuda conforme a todos tus mandamientos que me has mandado; no he violado[lf] ni olvidado ninguno de tus mandamientos(UX). 14 No he comido de ella estando de[lg] luto, ni he tomado de ella mientras estaba inmundo, ni he ofrecido de ella a los muertos. He escuchado la voz del Señor mi Dios; he hecho conforme a todo lo que me has mandado. 15 Mira desde tu morada santa, desde el cielo(UY), y bendice a tu pueblo Israel y a la tierra que nos has dado, una tierra que mana leche y miel(UZ), como juraste a nuestros padres».

16 El Señor tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y ordenanzas. Cuidarás, pues, de cumplirlos con todo tu corazón y con toda tu alma(VA). 17 Has declarado hoy que el Señor es tu Dios(VB) y que andarás[lh] en sus caminos y guardarás[li] sus estatutos, sus mandamientos y sus ordenanzas, y que escucharás su voz. 18 Y el Señor ha declarado hoy que tú eres su pueblo, su exclusiva posesión[lj](VC), como Él te prometió, y que debes guardar[lk] todos sus mandamientos; 19 y que Él te pondrá[ll] en alto sobre todas las naciones que ha hecho(VD), para alabanza, renombre y honor; y serás un pueblo consagrado al Señor tu Dios(VE), como Él ha dicho.

La inscripción de la ley en Ebal

27 Y Moisés y los ancianos de Israel dieron[lm] orden al pueblo, diciendo: Guardad todos los mandamientos que yo os ordeno hoy. (VF)Y sucederá que el día que paséis el Jordán a la tierra que el Señor tu Dios te da, levantarás para ti piedras grandes, y las blanquearás con cal, y escribirás en ellas todas las palabras de esta ley, cuando hayas pasado, para entrar en la tierra que el Señor tu Dios te da, una tierra que mana leche y miel(VG), tal como el Señor, el Dios de tus padres, te prometió[ln]. Y sucederá que cuando pases el Jordán, levantarás estas piedras en el monte Ebal(VH), como[lo] yo te ordeno hoy, y las blanquearás con cal. Además, edificarás allí un altar al Señor tu Dios, un altar de piedras; y no alzarás sobre ellas herramientas de hierro(VI). Construirás el altar del Señor tu Dios de piedras enteras; y sobre él ofrecerás holocaustos al Señor tu Dios; y sacrificarás ofrendas de paz y comerás allí, y te alegrarás delante del Señor tu Dios(VJ). Escribirás claramente en las piedras[lp] todas las palabras de esta ley.

Entonces Moisés y los sacerdotes levitas hablaron a todo Israel, diciendo: Guarda silencio y escucha, oh Israel. Hoy te has convertido en pueblo del Señor tu Dios. 10 Por tanto, obedecerás al[lq] Señor tu Dios, y cumplirás sus mandamientos y sus estatutos que te ordeno hoy.

Las maldiciones

11 También Moisés ordenó al pueblo en aquel día, diciendo: 12 Cuando pases el Jordán, estos estarán sobre el monte Gerizim(VK) para bendecir al pueblo: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín. 13 Y para la maldición, estos estarán en el monte Ebal: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí. 14 Entonces los levitas responderán y dirán en alta voz a todos los hombres de Israel:

15 «Maldito el hombre que haga ídolo[lr] o imagen de fundición(VL), abominación al Señor, obra de las manos del artífice, y la erige en secreto». Y todo el pueblo responderá, y dirá: «Amén(VM)».

16 «Maldito el que desprecie a su padre o a su madre(VN)». Y todo el pueblo dirá: «Amén».

17 «Maldito el que cambie[ls] el lindero de su vecino(VO)». Y todo el pueblo dirá: «Amén».

18 «Maldito el que haga errar al ciego en el camino(VP)». Y todo el pueblo dirá: «Amén».

19 «Maldito el que pervierta el derecho del forastero, del huérfano y de la viuda(VQ)». Y todo el pueblo dirá: «Amén».

20 «Maldito el que se acueste con la mujer de su padre, porque ha descubierto la vestidura de su padre(VR)». Y todo el pueblo dirá: «Amén».

21 «Maldito el que se eche con cualquier animal(VS)». Y todo el pueblo dirá: «Amén».

22 «Maldito el que se acueste con su hermana, la hija de su padre o de su madre(VT)». Y todo el pueblo dirá: «Amén».

23 «Maldito el que se acueste con su suegra(VU)». Y todo el pueblo dirá: «Amén».

24 «Maldito el que hiera a su vecino secretamente(VV)». Y todo el pueblo dirá: «Amén».

25 «Maldito el que acepte soborno para quitar la vida a un inocente(VW)». Y todo el pueblo dirá: «Amén».

26 «Maldito el que no confirme las palabras de esta ley, poniéndolas por obra(VX)». Y todo el pueblo dirá: «Amén».

Bendiciones de la obediencia

28 (VY)Y sucederá que si obedeces diligentemente al[lt] Señor tu Dios, cuidando de cumplir todos sus mandamientos que yo te mando hoy, el Señor tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierra(VZ). Y todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán(WA), si obedeces al[lu] Señor tu Dios: Bendito serás en la ciudad, y bendito serás en el campo(WB). Bendito el fruto de tu vientre, el producto[lv] de tu suelo, el fruto de tu ganado, el aumento de tus vacas y las crías de tus ovejas. Benditas serán tu canasta y tu artesa. Bendito serás cuando entres, y bendito serás cuando salgas(WC).

El Señor hará que los enemigos que se levanten contra ti sean derrotados[lw] delante de ti; saldrán contra ti por un camino y huirán delante de ti por siete caminos. El Señor mandará que la bendición sea contigo en tus graneros y en todo aquello en que pongas tu mano(WD), y te bendecirá en la tierra que el Señor tu Dios te da. Te establecerá el Señor como pueblo santo para sí(WE), como te juró, si guardas los mandamientos del Señor tu Dios y andas en sus caminos. 10 Entonces verán todos los pueblos de la tierra que sobre ti es invocado[lx] el nombre del Señor(WF); y te temerán. 11 Y el Señor te hará abundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en el producto[ly] de tu suelo(WG), en la tierra que el Señor juró a tus padres que te daría. 12 Abrirá el Señor para ti su buen tesoro, los cielos, para dar lluvia a tu tierra a su tiempo y para bendecir toda la obra de tu mano(WH); y tú prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado. 13 Y te pondrá el Señor a la cabeza y no a la cola, solo estarás encima y nunca estarás debajo, si escuchas los mandamientos del Señor tu Dios que te ordeno hoy, para que los guardes cuidadosamente[lz](WI); 14 no te desvíes de ninguna de las palabras que te ordeno hoy, ni a la derecha ni a la izquierda(WJ), para ir tras otros dioses y servirles.

Consecuencias de la desobediencia

15 (WK)Pero sucederá que si no obedeces al[ma] Señor tu Dios, guardando todos sus mandamientos y estatutos que te ordeno hoy, vendrán sobre ti todas estas maldiciones y te alcanzarán: 16 Maldito serás en la ciudad, y maldito serás en el campo(WL). 17 Malditas serán tu canasta y tu artesa(WM). 18 Maldito el fruto de tu vientre y el producto[mb] de tu suelo, el aumento de tu ganado y las crías de tu rebaño(WN). 19 Maldito serás cuando entres y maldito serás cuando salgas(WO).

20 Enviará el Señor sobre ti maldición, confusión y censura en todo lo que emprendas[mc](WP), hasta que seas destruido y hasta que perezcas rápidamente(WQ), a causa de la maldad de tus hechos, porque me has abandonado. 21 El Señor hará que la peste se te pegue hasta que te haya consumido de sobre la tierra adonde vas a entrar para poseerla(WR). 22 Te herirá el Señor de tisis, de fiebre(WS), de inflamación y de gran ardor, con la espada[md], con tizón y con añublo(WT); y te perseguirán hasta que perezcas(WU). 23 Y el[me] cielo que está encima de tu cabeza será de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro. 24 Y el Señor hará que la lluvia de tu tierra sea polvo y ceniza; descenderá del cielo sobre ti hasta que seas destruido(WV). 25 El Señor hará que seas derrotado[mf] delante de tus enemigos(WW); saldrás contra ellos por un camino, pero huirás por siete caminos delante de ellos, y serás ejemplo de terror para todos los reinos de la tierra(WX). 26 Y tus cadáveres serán alimento para todas las aves del cielo y para los animales de la tierra, y no habrá nadie que los espante(WY).

27 Te herirá el Señor con los furúnculos de Egipto y con tumores, sarna y comezón, de los que no podrás ser sanado(WZ). 28 Te herirá el Señor con locura, con ceguera y con turbación de corazón[mg]; 29 y andarás a tientas a mediodía como el ciego anda a tientas en la oscuridad(XA), y no serás prosperado en tus caminos; más bien serás oprimido y robado continuamente, sin que nadie te salve. 30 Te desposarás con una mujer, pero otro hombre se acostará con ella(XB); edificarás una casa, pero no habitarás en ella; plantarás una viña, pero no aprovecharás su fruto[mh](XC). 31 Tu buey será degollado delante de tus ojos, pero no comerás de él; tu asno será arrebatado, y no te será devuelto; tu oveja será dada a tus enemigos, y no tendrás quien te salve. 32 Tus hijos y tus hijas serán dados a otro pueblo(XD), mientras tus ojos miran y desfallecen por ellos continuamente, pero no habrá nada que puedas hacer[mi]. 33 Un pueblo que no conoces comerá el producto de tu suelo y de todo tu trabajo, y no serás más que un pueblo oprimido y quebrantado todos los días(XE). 34 Y te volverás loco por lo que verán tus ojos[mj]. 35 Te herirá el Señor en las rodillas y en las piernas con pústulas malignas de las que no podrás ser sanado(XF), desde la planta de tu pie hasta la coronilla. 36 El Señor te llevará a ti y a tu rey, al que hayas puesto sobre ti, a una nación que ni tú ni tus padres habéis conocido(XG), y allí servirás a otros dioses de madera y de piedra(XH). 37 Y vendrás a ser motivo de horror, proverbio y burla entre todos los pueblos donde el Señor te lleve(XI).

38 Sacarás mucha semilla al campo, pero recogerás poco(XJ), porque la langosta la devorará(XK). 39 Plantarás y cultivarás viñas, pero no beberás del vino ni recogerás las uvas(XL), porque el gusano se las comerá. 40 Tendrás olivos por todo tu territorio pero no te ungirás con el aceite, porque tus aceitunas se caerán(XM). 41 Tendrás[mk] hijos e hijas, pero no serán tuyos(XN), porque irán al cautiverio. 42 Todos tus árboles y el fruto de tu suelo los consumirá[ml] la langosta[mm](XO). 43 El forastero que esté en medio de ti se elevará sobre ti cada vez más alto, pero tú descenderás cada vez más bajo(XP). 44 Él te prestará, pero tú no le prestarás a él(XQ); él será la cabeza y tú serás la cola(XR). 45 Y todas estas maldiciones vendrán sobre ti y te perseguirán y te alcanzarán hasta que seas destruido(XS), porque tú no escuchaste la voz del Señor tu Dios, no guardando los mandamientos y estatutos que Él te mandó. 46 Y serán señal y maravilla(XT) sobre ti y sobre tu descendencia[mn] para siempre. 47 Por cuanto no serviste al Señor tu Dios con alegría y con gozo de corazón, cuando tenías[mo] la abundancia de todas las cosas(XU), 48 por tanto servirás a tus enemigos, los cuales el Señor enviará contra ti: en hambre, en sed, en desnudez y en escasez de todas las cosas(XV); Él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello(XW) hasta que te haya destruido.

49 El Señor levantará contra ti una nación de lejos, desde el extremo de la tierra(XX), que descenderá rauda como águila(XY), una nación cuya lengua no entenderás(XZ), 50 una nación de rostro fiero que no tendrá respeto al anciano(YA) ni tendrá compasión del niño[mp]. 51 Se comerá la cría[mq] de tu ganado y el fruto de tu suelo, hasta que seas destruido; tampoco te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni el aumento de tu ganado, ni las crías de tu rebaño, hasta que te haya hecho perecer. 52 Y esa nación te pondrá sitio en todas tus ciudades[mr], hasta que tus muros altos y fortificados en los cuales tú confiabas caigan por toda tu tierra; y te sitiará en todas tus ciudades[ms](YB), por toda la tierra que el Señor tu Dios te ha dado. 53 Entonces comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas(YC) que el Señor tu Dios te ha dado, en el asedio y en la angustia con que tu enemigo te oprimirá[mt]. 54 El hombre que es tierno[mu] y muy delicado en medio de ti, será hostil[mv] hacia su hermano, hacia la mujer que ama[mw] y hacia el resto de sus hijos que le queden, 55 y no dará a ninguno de ellos nada de la carne de sus hijos que se comerá, ya que no le quedará nada en el asedio y en la angustia con que tu enemigo te oprimirá[mx] en todas tus ciudades[my]. 56 La mujer tierna[mz] y delicada en medio tuyo, que no osaría poner la planta de su pie en tierra por ser delicada y tierna, será hostil[na] hacia el esposo que ama[nb], también hacia su hijo, hacia su hija(YD), 57 hacia la placenta que salga de su seno[nc] y hacia los hijos que dé a luz(YE); porque se los comerá en secreto por falta de otra cosa, en el asedio y en la angustia con que tu enemigo te oprimirá[nd] en tus ciudades[ne].

58 Si no cuidas de poner en práctica todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, temiendo[nf] este nombre glorioso y temible(YF), el Señor tu Dios(YG), 59 entonces el Señor hará horribles tus plagas y las plagas de tus descendientes[ng], plagas severas[nh] y duraderas, y enfermedades perniciosas y crónicas. 60 Y traerá de nuevo sobre ti todas las enfermedades de Egipto(YH) de las cuales tenías temor, y no te dejarán[ni]. 61 También toda enfermedad y toda plaga que no están escritas en el libro de esta ley, el Señor traerá sobre ti hasta que seas destruido(YI). 62 Y quedaréis pocos en número, aunque erais multitud como las estrellas del cielo(YJ); porque no obedeciste al[nj] Señor tu Dios. 63 Y sucederá que tal como el Señor se deleitaba en vosotros para prosperaros y multiplicaros(YK), así el Señor se deleitará en vosotros para haceros perecer y destruiros(YL); y seréis arrancados de la tierra en la cual entráis para poseerla(YM). 64 Además, el Señor te dispersará entre todos los pueblos de un extremo de la tierra hasta el otro extremo de la tierra(YN); y allí servirás a otros dioses, de madera y de piedra, que ni tú ni tus padres habéis conocido(YO). 65 Y entre esas naciones no hallarás descanso(YP), y no habrá reposo para la planta de tu pie, sino que allí el Señor te dará un corazón temeroso(YQ), desfallecimiento de ojos y desesperación de alma. 66 Y tendrás la vida pendiente de un hilo[nk]; y estarás aterrado de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida. 67 Por la mañana dirás: «¡Oh, si fuera la tarde!». Y por la tarde dirás: «¡Oh, si fuera la mañana(YR)!» por causa del espanto de tu corazón con que temerás y por lo que verán tus ojos[nl]. 68 Y te hará volver el Señor a Egipto en naves, por el camino del cual yo te había dicho: «Nunca más volverás a verlo». Y allí os ofreceréis en venta como esclavos y esclavas a vuestros enemigos, pero no habrá comprador.

Notas al pie

  1. Deuteronomio 4:45 Lit., habló
  2. Deuteronomio 4:46 Lit., hirieron
  3. Deuteronomio 4:47 Lit., hacia la salida del sol
  4. Deuteronomio 4:48 O, torrente
  5. Deuteronomio 4:49 Lit., debajo
  6. Deuteronomio 5:1 Lit., y observéis para hacerlos
  7. Deuteronomio 5:3 Lit., nosotros mismos
  8. Deuteronomio 5:5 Lit., Diciendo
  9. Deuteronomio 5:6 Lit., esclavos
  10. Deuteronomio 5:7 O, además de, o, junto a
  11. Deuteronomio 5:8 O, ninguna imagen tallada
  12. Deuteronomio 5:14 Lit., tu peregrino que está en tus puertas
  13. Deuteronomio 5:17 O, No asesinarás
  14. Deuteronomio 5:23 Lit., todas las cabezas
  15. Deuteronomio 5:26 Lit., carne
  16. Deuteronomio 6:3 Lit., y guarda
  17. Deuteronomio 6:8 O, frontales
  18. Deuteronomio 6:12 Lit., esclavos
  19. Deuteronomio 6:13 O, Reverenciarás
  20. Deuteronomio 6:13 O, servirás
  21. Deuteronomio 6:15 Lit., destruya
  22. Deuteronomio 6:25 Lit., guardamos para
  23. Deuteronomio 7:2 Lit., herido
  24. Deuteronomio 7:2 O, ciertamente los dedicarás al anatema
  25. Deuteronomio 7:3 Lit., tu hija
  26. Deuteronomio 7:3 Lit., su hijo
  27. Deuteronomio 7:3 Lit., su hija
  28. Deuteronomio 7:3 Lit., tu hijo
  29. Deuteronomio 7:4 Lit., él apartará
  30. Deuteronomio 7:4 Lit., tu hijo
  31. Deuteronomio 7:5 I.e., símbolos de madera de una deidad femenina
  32. Deuteronomio 7:6 O, su tesoro especial
  33. Deuteronomio 7:8 Lit., esclavos
  34. Deuteronomio 7:9 Lit., el
  35. Deuteronomio 7:9 Lit., la
  36. Deuteronomio 7:12 Lit., el
  37. Deuteronomio 7:12 Lit., la
  38. Deuteronomio 7:16 Lit., devorarás
  39. Deuteronomio 7:16 Lit., trampa
  40. Deuteronomio 7:21 Lit., de delante de
  41. Deuteronomio 7:23 Lit, las confundirá con
  42. Deuteronomio 7:25 O, imágenes talladas
  43. Deuteronomio 8:3 Lit., saber
  44. Deuteronomio 8:3 Lit., el hombre vive
  45. Deuteronomio 8:5 Lit., saber
  46. Deuteronomio 8:6 O, reverenciarle
  47. Deuteronomio 8:8 O, de olivo, aceite y
  48. Deuteronomio 8:14 Lit., se levante
  49. Deuteronomio 8:14 Lit., esclavos
  50. Deuteronomio 8:16 Lit., en tu fin
  51. Deuteronomio 9:3 Lit., desposeas
  52. Deuteronomio 9:4 Lit., de ti, diciendo
  53. Deuteronomio 9:4 Lit., desposee
  54. Deuteronomio 9:5 Lit., desposee
  55. Deuteronomio 9:5 Lit., la palabra
  56. Deuteronomio 9:23 Lit., boca
  57. Deuteronomio 9:25 Lit., me postré
  58. Deuteronomio 9:26 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  59. Deuteronomio 9:28 Lit., hablado
  60. Deuteronomio 10:4 Lit., las diez palabras
  61. Deuteronomio 10:6 O, los pozos de los hijos de Jaacán
  62. Deuteronomio 10:12 O, reverencies
  63. Deuteronomio 10:15 Lit., simiente
  64. Deuteronomio 10:16 Lit., el prepucio de vuestro corazón
  65. Deuteronomio 10:18 O, peregrino; y así en el vers. 19
  66. Deuteronomio 10:20 Lit., te adherirás
  67. Deuteronomio 11:1 Lit., todos los días
  68. Deuteronomio 11:2 O, instrucción
  69. Deuteronomio 11:4 Lit., mar de Cañas
  70. Deuteronomio 11:4 Lit., corriera sobre sus rostros
  71. Deuteronomio 11:4 Lit., hasta hoy
  72. Deuteronomio 11:6 Lit., toda existencia
  73. Deuteronomio 11:6 Lit., que estaba a sus pies
  74. Deuteronomio 11:9 Lit., simiente
  75. Deuteronomio 11:10 I.e., posiblemente una rueda hidráulica movida con el pie
  76. Deuteronomio 11:12 Lit., principio del año
  77. Deuteronomio 11:14 Así en algunas versiones antiguas; en el T.M., yo daré, y así en el vers. 15
  78. Deuteronomio 11:14 I.e., lluvia de otoño y de primavera
  79. Deuteronomio 11:17 Lit., de sobre
  80. Deuteronomio 11:18 Lit., Poned
  81. Deuteronomio 11:18 O, frontales
  82. Deuteronomio 11:21 Lit., como los días de los cielos
  83. Deuteronomio 11:22 Lit., adhiriéndoos
  84. Deuteronomio 11:23 Lit., desposeerá
  85. Deuteronomio 11:24 Lit., vuestro límite será
  86. Deuteronomio 11:24 I.e., el Mediterráneo
  87. Deuteronomio 11:25 O, Nadie podrá permanecer delante de vosotros
  88. Deuteronomio 11:30 Lit., a los terebintos
  89. Deuteronomio 11:32 O, juicios
  90. Deuteronomio 12:1 O, juicios
  91. Deuteronomio 12:1 Lit., el
  92. Deuteronomio 12:3 I.e., símbolos de madera de una deidad femenina
  93. Deuteronomio 12:6 Lit., ofrenda alzada
  94. Deuteronomio 12:6 Lit., vuestros votos, y así en el el vers. 11
  95. Deuteronomio 12:7 Lit., todo el extender de vuestra mano en el cual
  96. Deuteronomio 12:15 Lit., en todo deseo de tu alma
  97. Deuteronomio 12:17 Lit., puertas
  98. Deuteronomio 12:17 Lit., los votos
  99. Deuteronomio 12:18 Lit., en lo que alcance tu mano
  100. Deuteronomio 12:20 Lit., tu alma desea
  101. Deuteronomio 12:20 Lit., en todo deseo de tu alma
  102. Deuteronomio 12:21 Lit., puertas
  103. Deuteronomio 12:21 Lit., en todo deseo de tu alma
  104. Deuteronomio 12:23 Lit., el alma
  105. Deuteronomio 12:23 Lit., el alma
  106. Deuteronomio 12:26 Lit., tus votos
  107. Deuteronomio 12:30 Lit., tras ellas
  108. Deuteronomio 12:30 O, inquirir acerca de
  109. Deuteronomio 12:31 O, para con
  110. Deuteronomio 12:32 En el texto heb., cap. 13:1
  111. Deuteronomio 13:1 En el texto heb., cap. 13:2
  112. Deuteronomio 13:1 Lit., da
  113. Deuteronomio 13:5 Lit., hablado
  114. Deuteronomio 13:5 Lit., vuestro
  115. Deuteronomio 13:5 Lit., os
  116. Deuteronomio 13:5 Lit., siervos
  117. Deuteronomio 13:6 Lit., de tu seno
  118. Deuteronomio 13:6 Lit., que es como tu alma
  119. Deuteronomio 13:10 Lit., con piedras, y muera
  120. Deuteronomio 13:10 Lit., esclavos
  121. Deuteronomio 13:13 Lit., hijos de Belial
  122. Deuteronomio 13:15 O, dedicándola al anatema
  123. Deuteronomio 14:1 Lit., ni haréis tonsura entre vuestros ojos
  124. Deuteronomio 14:2 O, tesoro especial
  125. Deuteronomio 14:5 La identidad exacta de los animales en este vers. es incierta
  126. Deuteronomio 14:6 Lit., pezuñas
  127. Deuteronomio 14:6 Lit., rumie entre los animales
  128. Deuteronomio 14:7 Lit., una hendidura
  129. Deuteronomio 14:7 O, la liebre
  130. Deuteronomio 14:7 O, tejón
  131. Deuteronomio 14:12 O, buitre
  132. Deuteronomio 14:21 Lit., puertas, y así en el resto del cap.
  133. Deuteronomio 14:22 Lit., semilla
  134. Deuteronomio 14:25 Lit., darás en dinero
  135. Deuteronomio 14:26 Lit., alma
  136. Deuteronomio 14:26 Lit., te pida
  137. Deuteronomio 15:2 Lit., Y esta es la manera de
  138. Deuteronomio 15:2 Lit., señor que presta de su mano
  139. Deuteronomio 15:3 O, exonerará
  140. Deuteronomio 15:3 Lit., esté con tu hermano
  141. Deuteronomio 15:7 Lit., puertas
  142. Deuteronomio 15:9 Lit., palabra de Belial
  143. Deuteronomio 15:9 Lit., tu ojo sea malo para con
  144. Deuteronomio 15:9 Lit., y
  145. Deuteronomio 15:10 Lit., en todo extender de tu mano
  146. Deuteronomio 15:11 Lit., en medio de la
  147. Deuteronomio 15:11 Lit., a tu
  148. Deuteronomio 15:11 Lit., a tu
  149. Deuteronomio 15:12 Lit., le libertarás de ti
  150. Deuteronomio 15:18 Lit., le libertarás de ti
  151. Deuteronomio 15:18 Lit., valor
  152. Deuteronomio 15:22 Lit., puertas
  153. Deuteronomio 16:1 Lit., harás
  154. Deuteronomio 16:3 I.e., la víctima sacrificada
  155. Deuteronomio 16:5 Lit., tus puertas, y así en el resto del cap.
  156. Deuteronomio 16:9 Lit., contarás para ti
  157. Deuteronomio 16:10 Lit., harás
  158. Deuteronomio 16:13 Lit., harás
  159. Deuteronomio 16:13 O, de las enramadas, o, de las tiendas
  160. Deuteronomio 16:16 O, de las enramadas, o, de las tiendas
  161. Deuteronomio 16:17 Lit., conforme a la dádiva de su mano
  162. Deuteronomio 16:21 I.e., símbolo de madera de una deidad femenina
  163. Deuteronomio 17:1 Lit., cosa mala
  164. Deuteronomio 17:2 Lit., tus puertas
  165. Deuteronomio 17:5 Lit., apedrearás con piedras
  166. Deuteronomio 17:6 Lit., boca
  167. Deuteronomio 17:6 Lit., boca
  168. Deuteronomio 17:7 Lit., será
  169. Deuteronomio 17:8 Lit., entre sangre a sangre
  170. Deuteronomio 17:8 Lit., entre juicio a juicio
  171. Deuteronomio 17:8 Lit., entre golpe a golpe
  172. Deuteronomio 17:8 I.e., tribunales
  173. Deuteronomio 17:10 Lit., la boca
  174. Deuteronomio 17:11 Lit., la boca
  175. Deuteronomio 17:15 O, conciudadano(s)
  176. Deuteronomio 17:15 O, conciudadano(s)
  177. Deuteronomio 17:17 Lit., ni
  178. Deuteronomio 17:18 O, rollo
  179. Deuteronomio 17:18 Lit., de delante de
  180. Deuteronomio 17:19 Lit., guardando cuidadosamente para hacer
  181. Deuteronomio 17:20 O, conciudadanos
  182. Deuteronomio 18:1 O, heredad
  183. Deuteronomio 18:2 O, conciudadanos, y así en el resto del cap.
  184. Deuteronomio 18:2 Lit., ha hablado
  185. Deuteronomio 18:5 Lit., para servir
  186. Deuteronomio 18:6 Lit., puertas
  187. Deuteronomio 18:8 Lit., porción igual a porción
  188. Deuteronomio 18:9 Lit., hacer conforme a
  189. Deuteronomio 18:12 Lit., Dios las desposeerá
  190. Deuteronomio 18:13 Lit., perfecto o con integridad
  191. Deuteronomio 18:17 Lit., hecho
  192. Deuteronomio 18:20 Lit., y ese
  193. Deuteronomio 19:2 Lit., para poseerla
  194. Deuteronomio 19:3 Lit., el camino para ti
  195. Deuteronomio 19:3 Lit., y será para huir allí todo homicida
  196. Deuteronomio 19:4 Lit., hiera
  197. Deuteronomio 19:4 Lit., sin saber
  198. Deuteronomio 19:4 Lit., y no estaba odiándole
  199. Deuteronomio 19:5 Lit., de la madera
  200. Deuteronomio 19:5 Lit., encuentra
  201. Deuteronomio 19:6 Lit., mientras su corazón esté encendido
  202. Deuteronomio 19:6 Lit., lo hiera en el alma
  203. Deuteronomio 19:8 Lit., ha hablado
  204. Deuteronomio 19:9 Lit., para hacerlo
  205. Deuteronomio 19:10 Lit., haya sobre ti sangre
  206. Deuteronomio 19:11 Lit., lo hiere en el alma
  207. Deuteronomio 19:13 Lit., Tu ojo no tendrá
  208. Deuteronomio 19:14 Lit., para poseerla
  209. Deuteronomio 19:15 Lit., pecado que él peca
  210. Deuteronomio 19:15 Lit., en la boca de dos testigos o por la boca de tres
  211. Deuteronomio 19:16 Lit., para testificar contra él
  212. Deuteronomio 19:16 Lit., desviarse
  213. Deuteronomio 19:18 Lit., testificado contra
  214. Deuteronomio 19:21 Lit., tu ojo no tendrá
  215. Deuteronomio 20:5 Lit., dedicado
  216. Deuteronomio 20:5 Lit., dedique
  217. Deuteronomio 20:6 Lit., no la ha considerado como algo común
  218. Deuteronomio 20:6 Lit., la considere como algo común
  219. Deuteronomio 20:7 Lit., y no la ha tomado
  220. Deuteronomio 20:8 Así en algunas versiones antiguas; en el T.M., para que no desfallezca
  221. Deuteronomio 20:10 Lit., la llamarás a la paz
  222. Deuteronomio 20:11 Lit., si te responde paz
  223. Deuteronomio 20:13 Lit., todo varón suyo
  224. Deuteronomio 20:15 Lit., aquí
  225. Deuteronomio 20:17 O, ciertamente los dedicarás al anatema
  226. Deuteronomio 20:19 Lit., para que venga delante de ti en el
  227. Deuteronomio 20:19 Esta oración es interrogativa en algunas versiones antiguas, pero no en el T.M.
  228. Deuteronomio 20:20 Lit., que no son árboles para comer
  229. Deuteronomio 20:20 O, baluartes
  230. Deuteronomio 21:1 Lit., hirió
  231. Deuteronomio 21:5 Lit., será de acuerdo con su boca
  232. Deuteronomio 21:5 Lit., todo golpe
  233. Deuteronomio 21:6 Lit., que están más cerca
  234. Deuteronomio 21:8 O, Expía; lit., Cubre
  235. Deuteronomio 21:8 O, expiada; lit., cubierta
  236. Deuteronomio 21:12 Lit., hará
  237. Deuteronomio 21:14 Lit., según su alma
  238. Deuteronomio 21:14 O, esclavizarás
  239. Deuteronomio 21:16 Lit., haga heredar
  240. Deuteronomio 21:17 Lit., se encuentra consigo
  241. Deuteronomio 21:19 Lit., y a la puerta de su lugar
  242. Deuteronomio 21:23 Lit., la maldición de Dios
  243. Deuteronomio 22:1 O, conciudadano, y así en el resto del cap.
  244. Deuteronomio 22:1 Lit., y te escondas de ellos
  245. Deuteronomio 22:3 Lit., esconderte
  246. Deuteronomio 22:4 Lit., y te escondas de ellos
  247. Deuteronomio 22:9 Lit., que la plenitud
  248. Deuteronomio 22:9 Lit., consagrados
  249. Deuteronomio 22:14 Lit., hace que se divulgue contra ella mal nombre
  250. Deuteronomio 22:15 Lit., sacarán
  251. Deuteronomio 22:17 Lit., estas son
  252. Deuteronomio 22:19 Un siclo equivale aprox. a 11.4 gramos
  253. Deuteronomio 22:19 Lit., hizo que se divulgara mal contra
  254. Deuteronomio 22:30 En el texto heb., cap. 23:1
  255. Deuteronomio 23:1 Lit., herido magullando los testículos
  256. Deuteronomio 23:4 Heb., Aram-naharaim
  257. Deuteronomio 23:7 O, peregrino
  258. Deuteronomio 23:9 O, campamento
  259. Deuteronomio 23:10 Lit., no vendrá al medio del
  260. Deuteronomio 23:11 Lit., Y será que
  261. Deuteronomio 23:11 Lit., al medio del
  262. Deuteronomio 23:13 Lit., estaca
  263. Deuteronomio 23:13 Lit., será que
  264. Deuteronomio 23:13 Lit., y cubrirás
  265. Deuteronomio 23:14 Lit., entregar
  266. Deuteronomio 23:14 Lit., la desnudez de ninguna cosa
  267. Deuteronomio 23:14 Lit., y
  268. Deuteronomio 23:15 Lit., se ha entregado
  269. Deuteronomio 23:16 Lit., puertas
  270. Deuteronomio 23:18 I.e., sodomita
  271. Deuteronomio 23:18 Lit., voto
  272. Deuteronomio 23:19 O, conciudadano
  273. Deuteronomio 23:20 O, conciudadano
  274. Deuteronomio 23:20 Lit., el extender de tu mano
  275. Deuteronomio 23:23 Lit., hablado
  276. Deuteronomio 23:24 Lit., tu saciedad
  277. Deuteronomio 23:24 O, vasija
  278. Deuteronomio 24:1 Lit., no halla gracia ante sus ojos
  279. Deuteronomio 24:4 Lit., manchada
  280. Deuteronomio 24:5 Lit., toma una nueva mujer
  281. Deuteronomio 24:7 Lit., robando
  282. Deuteronomio 24:7 O, conciudadanos
  283. Deuteronomio 24:8 Lit., marca o lesión
  284. Deuteronomio 24:10 Lit., préstamo
  285. Deuteronomio 24:14 Lit., hermanos
  286. Deuteronomio 24:14 O, peregrinos
  287. Deuteronomio 24:14 Lit., puertas
  288. Deuteronomio 24:15 Lit., para que el sol no se ponga sobre él
  289. Deuteronomio 24:15 Lit., alma
  290. Deuteronomio 24:16 O, con
  291. Deuteronomio 24:16 O, con
  292. Deuteronomio 24:17 Lit., del
  293. Deuteronomio 24:17 Lit., del
  294. Deuteronomio 24:20 O, golpees
  295. Deuteronomio 24:21 Lit., rebuscarás tras de ti
  296. Deuteronomio 25:1 Lit., al juicio
  297. Deuteronomio 25:1 Lit., los juzgan
  298. Deuteronomio 25:1 O, al malo
  299. Deuteronomio 25:2 Lit., es hijo de azotes
  300. Deuteronomio 25:2 O, maldad
  301. Deuteronomio 25:6 Lit., se levantará sobre
  302. Deuteronomio 25:9 Lit., responderá, y dirá
  303. Deuteronomio 25:11 Lit., hermano
  304. Deuteronomio 25:12 Lit., palma
  305. Deuteronomio 25:12 Lit., tu ojo no tendrá
  306. Deuteronomio 25:13 Lit., una piedra y una piedra
  307. Deuteronomio 25:14 Lit., un efa y un efa
  308. Deuteronomio 25:15 Lit., efa completo y justo
  309. Deuteronomio 25:15 Lit., el suelo
  310. Deuteronomio 25:18 Lit., hirió
  311. Deuteronomio 25:18 O, reverenció
  312. Deuteronomio 26:2 O, hacer habitar
  313. Deuteronomio 26:3 Así en la versión gr. (sept.); en heb., tu
  314. Deuteronomio 26:5 O, a punto de perecer
  315. Deuteronomio 26:5 O, vivió como extranjero
  316. Deuteronomio 26:12 Lit., diezmar
  317. Deuteronomio 26:12 Lit., puertas
  318. Deuteronomio 26:13 O, transgredido
  319. Deuteronomio 26:14 Lit., mientras en mi
  320. Deuteronomio 26:17 Lit., y para andar
  321. Deuteronomio 26:17 Lit., y para guardar
  322. Deuteronomio 26:18 O, su tesoro especial
  323. Deuteronomio 26:18 Lit., y para guardar
  324. Deuteronomio 26:19 Lit., y para ponerte
  325. Deuteronomio 27:1 Lit., dio
  326. Deuteronomio 27:3 Lit., habló
  327. Deuteronomio 27:4 Lit., que
  328. Deuteronomio 27:8 I.e., las piedras cubiertas de cal (véase vers. 4)
  329. Deuteronomio 27:10 Lit., escucharás la voz del
  330. Deuteronomio 27:15 O, imagen tallada
  331. Deuteronomio 27:17 O, mueva
  332. Deuteronomio 28:1 Lit., escuchas la voz del
  333. Deuteronomio 28:2 Lit., escuchas la voz del
  334. Deuteronomio 28:4 Lit., fruto
  335. Deuteronomio 28:7 Lit., heridos
  336. Deuteronomio 28:10 O, que eres llamado por
  337. Deuteronomio 28:11 Lit., fruto
  338. Deuteronomio 28:13 Lit., para guardar y para hacer
  339. Deuteronomio 28:15 Lit., si no escuchas la voz del
  340. Deuteronomio 28:18 Lit., fruto
  341. Deuteronomio 28:20 Lit., el extender de tu mano que haces
  342. Deuteronomio 28:22 Otra posible lectura es: sequía
  343. Deuteronomio 28:23 Lit., tu
  344. Deuteronomio 28:25 Lit., herido
  345. Deuteronomio 28:28 O, espíritu
  346. Deuteronomio 28:30 Lit., no la comenzarás
  347. Deuteronomio 28:32 Lit., nada en el poder de tu mano
  348. Deuteronomio 28:34 Lit., el espectáculo de tus ojos que verás
  349. Deuteronomio 28:41 Lit., Engendrarás
  350. Deuteronomio 28:42 Lit., poseerá
  351. Deuteronomio 28:42 O, el grillo
  352. Deuteronomio 28:46 Lit., simiente
  353. Deuteronomio 28:47 Lit., por
  354. Deuteronomio 28:50 O, joven
  355. Deuteronomio 28:51 Lit., el fruto
  356. Deuteronomio 28:52 Lit., puertas
  357. Deuteronomio 28:52 Lit., puertas
  358. Deuteronomio 28:53 O, angustiará
  359. Deuteronomio 28:54 O, refinado
  360. Deuteronomio 28:54 Lit., su ojo será malo
  361. Deuteronomio 28:54 Lit., de su seno
  362. Deuteronomio 28:55 O, angustiará
  363. Deuteronomio 28:55 Lit., puertas
  364. Deuteronomio 28:56 O, refinada
  365. Deuteronomio 28:56 Lit., su ojo será malo
  366. Deuteronomio 28:56 Lit., de su seno
  367. Deuteronomio 28:57 Lit., de entre sus pies
  368. Deuteronomio 28:57 O, angustiará
  369. Deuteronomio 28:57 Lit., puertas
  370. Deuteronomio 28:58 O, reverenciando
  371. Deuteronomio 28:59 Lit., y plaga sobre tu simiente
  372. Deuteronomio 28:59 Lit., grandes
  373. Deuteronomio 28:60 Lit., y se pegarán a ti
  374. Deuteronomio 28:62 Lit., no escuchaste la voz del
  375. Deuteronomio 28:66 Lit., La vida te será colgada delante
  376. Deuteronomio 28:67 Lit., el espectáculo de tus ojos que verás

Moisés recapitula la promulgación de la ley

44 Esta, pues, es la ley que Moisés puso delante de los hijos de Israel. 45 Estos son los testimonios, los estatutos y los decretos que habló Moisés a los hijos de Israel cuando salieron de Egipto; 46 a este lado del Jordán, en el valle delante de Bet-peor, en la tierra de Sehón rey de los amorreos que habitaba en Hesbón, al cual derrotó Moisés con los hijos de Israel, cuando salieron de Egipto; 47 y poseyeron su tierra, y la tierra de Og rey de Basán; dos reyes de los amorreos que estaban de este lado del Jordán, al oriente. 48 Desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo de Arnón, hasta el monte de Sion, que es Hermón; 49 y todo el Arabá de este lado del Jordán, al oriente, hasta el mar del Arabá, al pie de las laderas del Pisga.

Los Diez Mandamientos

(Ex. 20.1-17)

Llamó Moisés a todo Israel y les dijo: Oye, Israel, los estatutos y decretos que yo pronuncio hoy en vuestros oídos; aprendedlos, y guardadlos, para ponerlos por obra. Jehová nuestro Dios hizo pacto con nosotros en Horeb. No con nuestros padres hizo Jehová este pacto, sino con nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos. Cara a cara habló Jehová con vosotros en el monte de en medio del fuego. Yo estaba entonces entre Jehová y vosotros, para declararos la palabra de Jehová; porque vosotros tuvisteis temor del fuego, y no subisteis al monte. Dijo:

Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

No tendrás dioses ajenos delante de mí.

No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las servirás;(A) porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 10 y que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.(B)

11 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano;(C) porque Jehová no dará por inocente al que tome su nombre en vano.

12 Guardarás el día de reposo[a] para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado.(D) 13 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 14 mas el séptimo día es reposo[b] a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú,(E) ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú. 15 Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo.[c]

16 Honra a tu padre y a tu madre,(F) como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.(G)

17 No matarás.(H)

18 No cometerás adulterio.(I)

19 No hurtarás.(J)

20 No dirás falso testimonio contra tu prójimo.(K)

21 No codiciarás(L) la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.

El terror del pueblo

(Ex. 20.18-26)

22 Estas palabras habló Jehová a toda vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí. 23 Y aconteció que cuando vosotros oísteis la voz de en medio de las tinieblas, y visteis al monte que ardía en fuego, vinisteis a mí, todos los príncipes de vuestras tribus, y vuestros ancianos, 24 y dijisteis: He aquí Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que Jehová habla al hombre, y este aún vive. 25 Ahora, pues, ¿por qué vamos a morir? Porque este gran fuego nos consumirá; si oyéremos otra vez la voz de Jehová nuestro Dios, moriremos. 26 Porque ¿qué es el hombre, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y aún viva? 27 Acércate tú, y oye todas las cosas que dijere Jehová nuestro Dios; y tú nos dirás todo lo que Jehová nuestro Dios te dijere, y nosotros oiremos y haremos.(M)

28 Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras cuando me hablabais, y me dijo Jehová: He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado; bien está todo lo que han dicho. 29 ¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre! 30 Ve y diles: Volveos a vuestras tiendas. 31 Y tú quédate aquí conmigo, y te diré todos los mandamientos y estatutos y decretos que les enseñarás, a fin de que los pongan ahora por obra en la tierra que yo les doy por posesión. 32 Mirad, pues, que hagáis como Jehová vuestro Dios os ha mandado; no os apartéis a diestra ni a siniestra. 33 Andad en todo el camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer.

El gran mandamiento

Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla; para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados. Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres.

Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.(N) Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.(O) Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.(P)

Exhortaciones a la obediencia

10 Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham,(Q) Isaac(R) y Jacob(S) que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, 11 y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies, 12 cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. 13 A Jehová tu Dios temerás, y a él sólo servirás,(T) y por su nombre jurarás. 14 No andaréis en pos de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en vuestros contornos; 15 porque el Dios celoso, Jehová tu Dios, en medio de ti está; para que no se inflame el furor de Jehová tu Dios contra ti, y te destruya de sobre la tierra.

16 No tentaréis a Jehová vuestro Dios,(U) como lo tentasteis en Masah.(V) 17 Guardad cuidadosamente los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y sus testimonios y sus estatutos que te ha mandado. 18 Y haz lo recto y bueno ante los ojos de Jehová, para que te vaya bien, y entres y poseas la buena tierra que Jehová juró a tus padres; 19 para que él arroje a tus enemigos de delante de ti, como Jehová ha dicho.

20 Mañana cuando te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos y decretos que Jehová nuestro Dios os mandó? 21 entonces dirás a tu hijo: Nosotros éramos siervos de Faraón en Egipto, y Jehová nos sacó de Egipto con mano poderosa. 22 Jehová hizo señales y milagros grandes y terribles en Egipto, sobre Faraón y sobre toda su casa, delante de nuestros ojos; 23 y nos sacó de allá, para traernos y darnos la tierra que juró a nuestros padres. 24 Y nos mandó Jehová que cumplamos todos estos estatutos, y que temamos a Jehová nuestro Dios, para que nos vaya bien todos los días, y para que nos conserve la vida, como hasta hoy. 25 Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová nuestro Dios, como él nos ha mandado.

Advertencias contra la idolatría de Canaán

(Ex. 34.11-17)

Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra en la cual entrarás para tomarla, y haya echado de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones(W) mayores y más poderosas que tú, y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia. Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo. Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto. Mas así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego.(X)

Un pueblo santo para Jehová

Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial,(Y) más que todos los pueblos que están sobre la tierra. No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto. Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones; 10 y que da el pago en persona al que le aborrece, destruyéndolo;(Z) y no se demora con el que le odia, en persona le dará el pago. 11 Guarda, por tanto, los mandamientos, estatutos y decretos que yo te mando hoy que cumplas.

Bendiciones de la obediencia

(Lv. 26.3-13; Dt. 28.1-14)

12 Y por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra, Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres. 13 Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría. 14 Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ganados. 15 Y quitará Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren. 16 Y consumirás a todos los pueblos que te da Jehová tu Dios; no los perdonará tu ojo, ni servirás a sus dioses, porque te será tropiezo.(AA)

17 Si dijeres en tu corazón: Estas naciones son mucho más numerosas que yo; ¿cómo las podré exterminar? 18 no tengas temor de ellas; acuérdate bien de lo que hizo Jehová tu Dios con Faraón y con todo Egipto; 19 de las grandes pruebas que vieron tus ojos, y de las señales y milagros, y de la mano poderosa y el brazo extendido con que Jehová tu Dios te sacó; así hará Jehová tu Dios con todos los pueblos de cuya presencia tú temieres. 20 También enviará Jehová tu Dios avispas sobre ellos, hasta que perezcan los que quedaren y los que se hubieren escondido de delante de ti. 21 No desmayes delante de ellos, porque Jehová tu Dios está en medio de ti, Dios grande y temible. 22 Y Jehová tu Dios echará a estas naciones de delante de ti poco a poco; no podrás acabar con ellas en seguida, para que las fieras del campo no se aumenten contra ti. 23 Mas Jehová tu Dios las entregará delante de ti, y él las quebrantará con grande destrozo, hasta que sean destruidas. 24 Él entregará sus reyes en tu mano, y tú destruirás el nombre de ellos de debajo del cielo; nadie te hará frente hasta que los destruyas. 25 Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlo para ti, para que no tropieces en ello, pues es abominación a Jehová tu Dios; 26 y no traerás cosa abominable a tu casa, para que no seas anatema; del todo la aborrecerás y la abominarás, porque es anatema.

La buena tierra que han de poseer

Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy, para que viváis, y seáis multiplicados, y entréis y poseáis la tierra que Jehová prometió con juramento a vuestros padres. Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no solo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.(AB) Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado en estos cuarenta años. Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga. Guardarás, pues, los mandamientos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndole. Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes; tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel; tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre. 10 Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado.

Amonestación de no olvidar a Dios

11 Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; 12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, 13 y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; 14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; 15 que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal; 16 que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien;(AC) 17 y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. 18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día. 19 Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. 20 Como las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz de Jehová vuestro Dios.

Dios destruirá a las naciones de Canaán

Oye, Israel: tú vas hoy a pasar el Jordán, para entrar a desposeer a naciones más numerosas y más poderosas que tú, ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; un pueblo grande y alto, hijos de los anaceos, de los cuales tienes tú conocimiento, y has oído decir: ¿Quién se sostendrá delante de los hijos de Anac? Entiende, pues, hoy, que es Jehová tu Dios el que pasa delante de ti como fuego consumidor, que los destruirá y humillará delante de ti; y tú los echarás, y los destruirás en seguida, como Jehová te ha dicho.

No pienses en tu corazón cuando Jehová tu Dios los haya echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me ha traído Jehová a poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas naciones Jehová las arroja de delante de ti. No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones Jehová tu Dios las arroja de delante de ti, y para confirmar la palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.

La rebelión de Israel en Horeb

(Ex. 31.18—32.35)

Por tanto, sabe que no es por tu justicia que Jehová tu Dios te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de cerviz eres tú. Acuérdate, no olvides que has provocado la ira de Jehová tu Dios en el desierto; desde el día que saliste de la tierra de Egipto, hasta que entrasteis en este lugar, habéis sido rebeldes a Jehová. En Horeb provocasteis a ira a Jehová, y se enojó Jehová contra vosotros para destruiros. Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches,(AD) sin comer pan ni beber agua; 10 y me dio Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito según todas las palabras que os habló Jehová en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea. 11 Sucedió al fin de los cuarenta días y cuarenta noches, que Jehová me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto. 12 Y me dijo Jehová: Levántate, desciende pronto de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido; pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho una imagen de fundición.

13 Y me habló Jehová, diciendo: He observado a ese pueblo, y he aquí que es pueblo duro de cerviz. 14 Déjame que los destruya, y borre su nombre de debajo del cielo, y yo te pondré sobre una nación fuerte y mucho más numerosa que ellos. 15 Y volví y descendí del monte, el cual ardía en fuego, con las tablas del pacto en mis dos manos. 16 Y miré, y he aquí habíais pecado contra Jehová vuestro Dios; os habíais hecho un becerro de fundición, apartándoos pronto del camino que Jehová os había mandado. 17 Entonces tomé las dos tablas y las arrojé de mis dos manos, y las quebré delante de vuestros ojos. 18 Y me postré delante de Jehová como antes, cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado que habíais cometido haciendo el mal ante los ojos de Jehová para enojarlo. 19 Porque temí(AE) a causa del furor y de la ira con que Jehová estaba enojado contra vosotros para destruiros. Pero Jehová me escuchó aun esta vez. 20 Contra Aarón también se enojó Jehová en gran manera para destruirlo; y también oré por Aarón en aquel entonces. 21 Y tomé el objeto de vuestro pecado, el becerro que habíais hecho, y lo quemé en el fuego, y lo desmenucé moliéndolo muy bien, hasta que fue reducido a polvo; y eché el polvo de él en el arroyo que descendía del monte.

22 También en Tabera,(AF) en Masah(AG) y en Kibrot-hataava(AH) provocasteis a ira a Jehová. 23 Y cuando Jehová os envió desde Cades-barnea,(AI) diciendo: Subid y poseed la tierra que yo os he dado,(AJ) también fuisteis rebeldes al mandato de Jehová vuestro Dios,(AK) y no le creísteis, ni obedecisteis a su voz. 24 Rebeldes habéis sido a Jehová desde el día que yo os conozco.

25 Me postré, pues, delante de Jehová; cuarenta días y cuarenta noches estuve postrado, porque Jehová dijo que os había de destruir. 26 Y oré a Jehová, diciendo: Oh Señor Jehová, no destruyas a tu pueblo y a tu heredad que has redimido con tu grandeza, que sacaste de Egipto con mano poderosa. 27 Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob; no mires a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad ni a su pecado, 28 no sea que digan los de la tierra de donde nos sacaste: Por cuanto no pudo Jehová introducirlos en la tierra que les había prometido, o porque los aborrecía, los sacó para matarlos en el desierto. 29 Y ellos son tu pueblo y tu heredad, que sacaste con tu gran poder y con tu brazo extendido.

El pacto renovado

(Ex. 34.1-10)

10 En aquel tiempo Jehová me dijo: Lábrate dos tablas de piedra como las primeras, y sube a mí al monte, y hazte un arca de madera; y escribiré en aquellas tablas las palabras que estaban en las primeras tablas que quebraste; y las pondrás en el arca. E hice un arca de madera de acacia, y labré dos tablas de piedra como las primeras, y subí al monte con las dos tablas en mi mano. Y escribió en las tablas conforme a la primera escritura, los diez mandamientos que Jehová os había hablado en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea; y me las dio Jehová. Y volví y descendí del monte, y puse las tablas en el arca que había hecho; y allí están, como Jehová me mandó. (Después salieron los hijos de Israel de Beerot-bene-jaacán[d] a Mosera; allí murió Aarón,(AL) y allí fue sepultado, y en lugar suyo tuvo el sacerdocio su hijo Eleazar. De allí partieron a Gudgoda, y de Gudgoda a Jotbata, tierra de arroyos de aguas. En aquel tiempo apartó Jehová la tribu de Leví(AM) para que llevase el arca del pacto de Jehová, para que estuviese delante de Jehová para servirle, y para bendecir en su nombre, hasta hoy, por lo cual Leví no tuvo parte ni heredad con sus hermanos; Jehová es su heredad, como Jehová tu Dios le dijo.)

10 Y yo estuve en el monte como los primeros días, cuarenta días y cuarenta noches;(AN) y Jehová también me escuchó esta vez, y no quiso Jehová destruirte. 11 Y me dijo Jehová: Levántate, anda, para que marches delante del pueblo, para que entren y posean la tierra que juré a sus padres que les había de dar.

Lo que Dios exige

12 Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; 13 que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad? 14 He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella. 15 Solamente de tus padres se agradó Jehová para amarlos, y escogió su descendencia después de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, como en este día. 16 Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz. 17 Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas,(AO) ni toma cohecho; 18 que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido. 19 Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. 20 A Jehová tu Dios temerás, a él solo servirás, a él seguirás, y por su nombre jurarás. 21 Él es el objeto de tu alabanza, y él es tu Dios, que ha hecho contigo estas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto. 22 Con setenta personas(AP) descendieron tus padres a Egipto, y ahora Jehová te ha hecho como las estrellas del cielo(AQ) en multitud.

La grandeza de Jehová

11 Amarás, pues, a Jehová tu Dios, y guardarás sus ordenanzas, sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos, todos los días. Y comprended hoy, porque no hablo con vuestros hijos que no han sabido ni visto el castigo de Jehová vuestro Dios, su grandeza, su mano poderosa, y su brazo extendido, y sus señales, y sus obras que hizo en medio de Egipto a Faraón rey de Egipto, y a toda su tierra;(AR) y lo que hizo al ejército de Egipto, a sus caballos y a sus carros; cómo precipitó las aguas del Mar Rojo sobre ellos, cuando venían tras vosotros,(AS) y Jehová los destruyó hasta hoy; y lo que ha hecho con vosotros en el desierto, hasta que habéis llegado a este lugar; y lo que hizo con Datán y Abiram, hijos de Eliab hijo de Rubén; cómo abrió su boca la tierra, y los tragó con sus familias, sus tiendas, y todo su ganado, en medio de todo Israel.(AT) Mas vuestros ojos han visto todas las grandes obras que Jehová ha hecho.

Bendiciones de la Tierra Prometida

Guardad, pues, todos los mandamientos que yo os prescribo hoy, para que seáis fortalecidos, y entréis y poseáis la tierra a la cual pasáis para tomarla; y para que os sean prolongados los días sobre la tierra, de la cual juró Jehová a vuestros padres, que había de darla a ellos y a su descendencia, tierra que fluye leche y miel. 10 La tierra a la cual entras para tomarla no es como la tierra de Egipto de donde habéis salido, donde sembrabas tu semilla, y regabas con tu pie, como huerto de hortaliza. 11 La tierra a la cual pasáis para tomarla es tierra de montes y de vegas, que bebe las aguas de la lluvia del cielo; 12 tierra de la cual Jehová tu Dios cuida; siempre están sobre ella los ojos de Jehová tu Dios, desde el principio del año hasta el fin.

13 Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma, 14 yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite. 15 Daré también hierba en tu campo para tus ganados; y comerás, y te saciarás. 16 Guardaos, pues, que vuestro corazón no se infatúe, y os apartéis y sirváis a dioses ajenos, y os inclinéis a ellos; 17 y se encienda el furor de Jehová sobre vosotros, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y perezcáis pronto de la buena tierra que os da Jehová.(AU)

18 Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos. 19 Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes, 20 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas;(AV) 21 para que sean vuestros días, y los días de vuestros hijos, tan numerosos sobre la tierra que Jehová juró a vuestros padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra. 22 Porque si guardareis cuidadosamente todos estos mandamientos que yo os prescribo para que los cumpláis, y si amareis a Jehová vuestro Dios, andando en todos sus caminos, y siguiéndole a él, 23 Jehová también echará de delante de vosotros a todas estas naciones, y desposeeréis naciones grandes y más poderosas que vosotros. 24 Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie será vuestro; desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Éufrates hasta el mar occidental será vuestro territorio. 25 Nadie se sostendrá delante de vosotros;(AW) miedo y temor de vosotros pondrá Jehová vuestro Dios sobre toda la tierra que pisareis, como él os ha dicho.

26 He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: 27 la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, 28 y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido. 29 Y cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra a la cual vas para tomarla, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim, y la maldición sobre el monte Ebal,(AX) 30 los cuales están al otro lado del Jordán, tras el camino del occidente en la tierra del cananeo, que habita en el Arabá frente a Gilgal, junto al encinar de More. 31 Porque vosotros pasáis el Jordán para ir a poseer la tierra que os da Jehová vuestro Dios; y la tomaréis, y habitaréis en ella. 32 Cuidaréis, pues, de cumplir todos los estatutos y decretos que yo presento hoy delante de vosotros.

El santuario único

12 Estos son los estatutos y decretos que cuidaréis de poner por obra en la tierra que Jehová el Dios de tus padres te ha dado para que tomes posesión de ella, todos los días que vosotros viviereis sobre la tierra. Destruiréis enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredaréis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol frondoso. Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y sus imágenes de Asera consumiréis con fuego; y destruiréis las esculturas de sus dioses, y raeréis su nombre de aquel lugar.(AY) No haréis así a Jehová vuestro Dios, sino que el lugar que Jehová vuestro Dios escogiere de entre todas vuestras tribus, para poner allí su nombre para su habitación, ese buscaréis, y allá iréis. Y allí llevaréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y la ofrenda elevada de vuestras manos, vuestros votos, vuestras ofrendas voluntarias, y las primicias de vuestras vacas y de vuestras ovejas; y comeréis allí delante de Jehová vuestro Dios, y os alegraréis, vosotros y vuestras familias, en toda obra de vuestras manos en la cual Jehová tu Dios te hubiere bendecido. No haréis como todo lo que hacemos nosotros aquí ahora, cada uno lo que bien le parece, porque hasta ahora no habéis entrado al reposo y a la heredad que os da Jehová vuestro Dios. 10 Mas pasaréis el Jordán, y habitaréis en la tierra que Jehová vuestro Dios os hace heredar; y él os dará reposo de todos vuestros enemigos alrededor, y habitaréis seguros. 11 Y al lugar que Jehová vuestro Dios escogiere para poner en él su nombre, allí llevaréis todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, las ofrendas elevadas de vuestras manos, y todo lo escogido de los votos que hubiereis prometido a Jehová. 12 Y os alegraréis delante de Jehová vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestros siervos y vuestras siervas, y el levita que habite en vuestras poblaciones; por cuanto no tiene parte ni heredad con vosotros. 13 Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que vieres; 14 sino que en el lugar que Jehová escogiere, en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo que yo te mando.

15 Con todo, podrás matar y comer carne en todas tus poblaciones conforme a tu deseo, según la bendición que Jehová tu Dios te haya dado; el inmundo y el limpio la podrá comer, como la de gacela o de ciervo. 16 Solamente que sangre no comeréis;(AZ) sobre la tierra la derramaréis como agua. 17 Ni comerás en tus poblaciones el diezmo de tu grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos; 18 sino que delante de Jehová tu Dios las comerás, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita que habita en tus poblaciones; te alegrarás delante de Jehová tu Dios de toda la obra de tus manos. 19 Ten cuidado de no desamparar al levita en todos tus días sobre la tierra.

20 Cuando Jehová tu Dios ensanchare tu territorio, como él te ha dicho, y tú dijeres: Comeré carne, porque deseaste comerla, conforme a lo que deseaste podrás comer. 21 Si estuviere lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios escogiere para poner allí su nombre, podrás matar de tus vacas y de tus ovejas que Jehová te hubiere dado, como te he mandado yo, y comerás en tus puertas según todo lo que deseares. 22 Lo mismo que se come la gacela y el ciervo, así las podrás comer; el inmundo y el limpio podrán comer también de ellas. 23 Solamente que te mantengas firme en no comer sangre; porque la sangre es la vida, y no comerás la vida juntamente con su carne. 24 No la comerás; en tierra la derramarás como agua.(BA) 25 No comerás de ella, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, cuando hicieres lo recto ante los ojos de Jehová. 26 Pero las cosas que hubieres consagrado, y tus votos, las tomarás, y vendrás con ellas al lugar que Jehová hubiere escogido; 27 y ofrecerás tus holocaustos, la carne y la sangre, sobre el altar de Jehová tu Dios; y la sangre de tus sacrificios será derramada sobre el altar de Jehová tu Dios, y podrás comer la carne. 28 Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios, te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre.

Advertencias contra la idolatría

29 Cuando Jehová tu Dios haya destruido delante de ti las naciones adonde tú vas para poseerlas, y las heredes, y habites en su tierra, 30 guárdate que no tropieces yendo en pos de ellas, después que sean destruidas delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a sus dioses, yo también les serviré. 31 No harás así a Jehová tu Dios; porque toda cosa abominable que Jehová aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a sus dioses.

32 Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás.(BB)

13 Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis. Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el cual Jehová tu Dios te mandó que anduvieses; y así quitarás el mal de en medio de ti.

Si te incitare tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, tu hija, tu mujer o tu amigo íntimo, diciendo en secreto: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú ni tus padres conocisteis, de los dioses de los pueblos que están en vuestros alrededores, cerca de ti o lejos de ti, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de ella; no consentirás con él, ni le prestarás oído; ni tu ojo le compadecerá, ni le tendrás misericordia, ni lo encubrirás, sino que lo matarás; tu mano se alzará primero sobre él para matarle, y después la mano de todo el pueblo. 10 Le apedrearás hasta que muera, por cuanto procuró apartarte de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; 11 para que todo Israel oiga, y tema, y no vuelva a hacer en medio de ti cosa semejante a esta.

12 Si oyeres que se dice de alguna de tus ciudades que Jehová tu Dios te da para vivir en ellas, 13 que han salido de en medio de ti hombres impíos que han instigado a los moradores de su ciudad, diciendo: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que vosotros no conocisteis; 14 tú inquirirás, y buscarás y preguntarás con diligencia; y si pareciere verdad, cosa cierta, que tal abominación se hizo en medio de ti, 15 irremisiblemente herirás a filo de espada a los moradores de aquella ciudad, destruyéndola con todo lo que en ella hubiere, y también matarás sus ganados a filo de espada. 16 Y juntarás todo su botín en medio de la plaza, y consumirás con fuego la ciudad y todo su botín, todo ello, como holocausto a Jehová tu Dios, y llegará a ser un montón de ruinas para siempre; nunca más será edificada. 17 Y no se pegará a tu mano nada del anatema, para que Jehová se aparte del ardor de su ira, y tenga de ti misericordia, y tenga compasión de ti, y te multiplique, como lo juró a tus padres, 18 cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, guardando todos sus mandamientos que yo te mando hoy, para hacer lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios.

14 Hijos sois de Jehová vuestro Dios; no os sajaréis, ni os raparéis a causa de muerto.(BC) Porque eres pueblo santo a Jehová tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo único(BD) de entre todos los pueblos que están sobre la tierra.

Animales limpios e inmundos

(Lv. 11.1-47)

Nada abominable comerás. Estos son los animales que podréis comer: el buey, la oveja, la cabra, el ciervo, la gacela, el corzo, la cabra montés, el íbice, el antílope y el carnero montés. Y todo animal de pezuñas, que tiene hendidura de dos uñas, y que rumiare entre los animales, ese podréis comer. Pero estos no comeréis, entre los que rumian o entre los que tienen pezuña hendida: camello, liebre y conejo; porque rumian, mas no tienen pezuña hendida, serán inmundos; ni cerdo, porque tiene pezuña hendida, mas no rumia; os será inmundo. De la carne de estos no comeréis, ni tocaréis sus cuerpos muertos.

De todo lo que está en el agua, de estos podréis comer: todo lo que tiene aleta y escama. 10 Mas todo lo que no tiene aleta y escama, no comeréis; inmundo será.

11 Toda ave limpia podréis comer. 12 Y estas son de las que no podréis comer: el águila, el quebrantahuesos, el azor, 13 el gallinazo, el milano según su especie, 14 todo cuervo según su especie, 15 el avestruz, la lechuza, la gaviota y el gavilán según sus especies, 16 el búho, el ibis, el calamón, 17 el pelícano, el buitre, el somormujo, 18 la cigüeña, la garza según su especie, la abubilla y el murciélago. 19 Todo insecto alado será inmundo; no se comerá. 20 Toda ave limpia podréis comer.

21 Ninguna cosa mortecina comeréis; al extranjero que está en tus poblaciones la darás, y él podrá comerla; o véndela a un extranjero, porque tú eres pueblo santo a Jehová tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.(BE)

La ley del diezmo

22 Indefectiblemente diezmarás(BF) todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año. 23 Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días. 24 Y si el camino fuere tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando Jehová tu Dios te bendijere, 25 entonces lo venderás y guardarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu Dios escogiere; 26 y darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu familia. 27 Y no desampararás al levita que habitare en tus poblaciones; porque no tiene parte ni heredad contigo.

28 Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás en tus ciudades. 29 Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que Jehová tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hicieren.

El año de remisión

15 Cada siete años harás remisión. Y esta es la manera de la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, con el cual obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano, porque es pregonada la remisión de Jehová. Del extranjero demandarás el reintegro; pero lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará tu mano, para que así no haya en medio de ti mendigo; porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la tomes en posesión, si escuchares fielmente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y cumplir todos estos mandamientos que yo te ordeno hoy. Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado; tendrás dominio sobre muchas naciones, pero sobre ti no tendrán dominio.

Préstamos a los pobres

Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre, sino abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite.(BG) Guárdate de tener en tu corazón pensamiento perverso, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión, y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso para no darle; porque él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te contará por pecado. 10 Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas. 11 Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra;(BH) por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.

Leyes sobre los esclavos

(Ex. 21.1-11)

12 Si se vendiere a ti tu hermano hebreo o hebrea, y te hubiere servido seis años, al séptimo le despedirás libre. 13 Y cuando lo despidieres libre, no le enviarás con las manos vacías. 14 Le abastecerás liberalmente de tus ovejas, de tu era y de tu lagar; le darás de aquello en que Jehová te hubiere bendecido. 15 Y te acordarás de que fuiste siervo en la tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te rescató; por tanto yo te mando esto hoy. 16 Si él te dijere: No te dejaré; porque te ama a ti y a tu casa, y porque le va bien contigo; 17 entonces tomarás una lesna, y horadarás su oreja contra la puerta, y será tu siervo para siempre; así también harás a tu criada. 18 No te parezca duro cuando le enviares libre, pues por la mitad del costo de un jornalero te sirvió seis años; y Jehová tu Dios te bendecirá en todo cuanto hicieres.(BI)

Consagración de los primogénitos machos

19 Consagrarás a Jehová tu Dios todo primogénito macho de tus vacas y de tus ovejas;(BJ) no te servirás del primogénito de tus vacas, ni trasquilarás el primogénito de tus ovejas. 20 Delante de Jehová tu Dios los comerás cada año, tú y tu familia, en el lugar que Jehová escogiere. 21 Y si hubiere en él defecto, si fuere ciego, o cojo, o hubiere en él cualquier falta, no lo sacrificarás a Jehová tu Dios. 22 En tus poblaciones lo comerás; el inmundo lo mismo que el limpio comerán de él, como de una gacela o de un ciervo. 23 Solamente que no comas su sangre;(BK) sobre la tierra la derramarás como agua.

Fiestas anuales

(Ex. 23.14-17; 34.18-24)

16 Guardarás el mes de Abib, y harás pascua(BL) a Jehová tu Dios; porque en el mes de Abib te sacó Jehová tu Dios de Egipto, de noche. Y sacrificarás la pascua a Jehová tu Dios, de las ovejas y de las vacas, en el lugar que Jehová escogiere para que habite allí su nombre. No comerás con ella pan con levadura; siete días comerás con ella pan sin levadura, pan de aflicción, porque aprisa saliste de tierra de Egipto; para que todos los días de tu vida te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto. Y no se verá levadura contigo en todo tu territorio por siete días; y de la carne que matares en la tarde del primer día, no quedará hasta la mañana. No podrás sacrificar la pascua en cualquiera de las ciudades que Jehová tu Dios te da; sino en el lugar que Jehová tu Dios escogiere para que habite allí su nombre, sacrificarás la pascua por la tarde a la puesta del sol, a la hora que saliste de Egipto. Y la asarás y comerás en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido; y por la mañana regresarás y volverás a tu habitación. Seis días comerás pan sin levadura, y el séptimo día será fiesta solemne a Jehová tu Dios; no trabajarás en él.

Siete semanas contarás; desde que comenzare a meterse la hoz en las mieses comenzarás a contar las siete semanas. 10 Y harás la fiesta solemne de las semanas(BM) a Jehová tu Dios; de la abundancia voluntaria de tu mano será lo que dieres, según Jehová tu Dios te hubiere bendecido. 11 Y te alegrarás delante de Jehová tu Dios, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita que habitare en tus ciudades, y el extranjero, el huérfano y la viuda que estuvieren en medio de ti, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner allí su nombre. 12 Y acuérdate de que fuiste siervo en Egipto; por tanto, guardarás y cumplirás estos estatutos.

13 La fiesta solemne de los tabernáculos(BN) harás por siete días, cuando hayas hecho la cosecha de tu era y de tu lagar. 14 Y te alegrarás en tus fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus poblaciones. 15 Siete días celebrarás fiesta solemne a Jehová tu Dios en el lugar que Jehová escogiere; porque te habrá bendecido Jehová tu Dios en todos tus frutos, y en toda la obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre.

16 Tres veces cada año aparecerá todo varón tuyo delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes sin levadura, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los tabernáculos. Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías; 17 cada uno con la ofrenda de su mano, conforme a la bendición que Jehová tu Dios te hubiere dado.

Administración de la justicia

18 Jueces y oficiales pondrás en todas tus ciudades que Jehová tu Dios te dará en tus tribus, los cuales juzgarán al pueblo con justo juicio. 19 No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.(BO) 20 La justicia, la justicia seguirás, para que vivas y heredes la tierra que Jehová tu Dios te da.

21 No plantarás ningún árbol para Asera(BP) cerca del altar de Jehová tu Dios, que tú te habrás hecho, 22 ni te levantarás estatua,(BQ) lo cual aborrece Jehová tu Dios.

17 No ofrecerás en sacrificio a Jehová tu Dios, buey o cordero en el cual haya falta o alguna cosa mala, pues es abominación a Jehová tu Dios.

Cuando se hallare en medio de ti, en alguna de tus ciudades que Jehová tu Dios te da, hombre o mujer que haya hecho mal ante los ojos de Jehová tu Dios traspasando su pacto, que hubiere ido y servido a dioses ajenos, y se hubiere inclinado a ellos,(BR) ya sea al sol, o a la luna, o a todo el ejército del cielo, lo cual yo he prohibido; y te fuere dado aviso, y después que oyeres y hubieres indagado bien, la cosa pareciere de verdad cierta, que tal abominación ha sido hecha en Israel; entonces sacarás a tus puertas al hombre o a la mujer que hubiere hecho esta mala cosa, sea hombre o mujer, y los apedrearás, y así morirán. Por dicho de dos o de tres testigos morirá el que hubiere de morir; no morirá por el dicho de un solo testigo.(BS) La mano de los testigos caerá primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo; así quitarás el mal de en medio de ti.

Cuando alguna cosa te fuere difícil en el juicio, entre una clase de homicidio y otra, entre una clase de derecho legal y otra, y entre una clase de herida y otra, en negocios de litigio en tus ciudades; entonces te levantarás y recurrirás al lugar que Jehová tu Dios escogiere; y vendrás a los sacerdotes levitas, y al juez que hubiere en aquellos días, y preguntarás; y ellos te enseñarán la sentencia del juicio. 10 Y harás según la sentencia que te indiquen los del lugar que Jehová escogiere, y cuidarás de hacer según todo lo que te manifiesten. 11 Según la ley que te enseñen, y según el juicio que te digan, harás; no te apartarás ni a diestra ni a siniestra de la sentencia que te declaren. 12 Y el hombre que procediere con soberbia, no obedeciendo al sacerdote que está para ministrar allí delante de Jehová tu Dios, o al juez, el tal morirá; y quitarás el mal de en medio de Israel. 13 Y todo el pueblo oirá, y temerá, y no se ensoberbecerá.

Instrucciones acerca de un rey

14 Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, y tomes posesión de ella y la habites, y digas: Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores;(BT) 15 ciertamente pondrás por rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre extranjero, que no sea tu hermano. 16 Pero él no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto con el fin de aumentar caballos;(BU) porque Jehová os ha dicho: No volváis nunca por este camino. 17 Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe;(BV) ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia.(BW) 18 Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta ley, del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas; 19 y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra; 20 para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra; a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel.

Las porciones de los levitas

18 Los sacerdotes levitas, es decir, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad en Israel; de las ofrendas quemadas a Jehová y de la heredad de él comerán. No tendrán, pues, heredad entre sus hermanos; Jehová es su heredad, como él les ha dicho.(BX) Y este será el derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio buey o cordero: darán al sacerdote la espaldilla, las quijadas y el cuajar. Las primicias de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas le darás; porque le ha escogido Jehová tu Dios de entre todas tus tribus, para que esté para administrar en el nombre de Jehová, él y sus hijos para siempre.

Y cuando saliere un levita de alguna de tus ciudades de entre todo Israel, donde hubiere vivido, y viniere con todo el deseo de su alma al lugar que Jehová escogiere, ministrará en el nombre de Jehová su Dios como todos sus hermanos los levitas que estuvieren allí delante de Jehová. Igual ración a la de los otros comerá, además de sus patrimonios.

Amonestación contra costumbres paganas

Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. 10 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero,(BY) ni sortílego, ni hechicero,(BZ) 11 ni encantador, ni adivino,(CA) ni mago, ni quien consulte a los muertos. 12 Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. 13 Perfecto serás delante de Jehová tu Dios.(CB) 14 Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios.

Dios promete un profeta como Moisés

15 Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis;(CC) 16 conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera. 17 Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho. 18 Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare. 19 Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.(CD) 20 El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá. 21 Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?; 22 si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.

Las ciudades de refugio

(Nm. 35.9-28)

19 Cuando Jehová tu Dios destruya a las naciones cuya tierra Jehová tu Dios te da a ti, y tú las heredes, y habites en sus ciudades, y en sus casas; te apartarás tres ciudades(CE) en medio de la tierra que Jehová tu Dios te da para que la poseas. Arreglarás los caminos, y dividirás en tres partes la tierra que Jehová tu Dios te dará en heredad, y será para que todo homicida huya allí.

Y este es el caso del homicida que huirá allí, y vivirá: aquel que hiriere a su prójimo sin intención y sin haber tenido enemistad con él anteriormente; como el que fuere con su prójimo al monte a cortar leña, y al dar su mano el golpe con el hacha para cortar algún leño, saltare el hierro del cabo, y diere contra su prójimo y este muriere; aquel huirá a una de estas ciudades, y vivirá; no sea que el vengador de la sangre, enfurecido, persiga al homicida, y le alcance por ser largo el camino, y le hiera de muerte, no debiendo ser condenado a muerte por cuanto no tenía enemistad con su prójimo anteriormente. Por tanto yo te mando, diciendo: Separarás tres ciudades. Y si Jehová tu Dios ensanchare tu territorio, como lo juró a tus padres, y te diere toda la tierra que prometió dar a tus padres, siempre y cuando guardares todos estos mandamientos que yo te prescribo hoy, para ponerlos por obra; que ames a Jehová tu Dios y andes en sus caminos todos los días; entonces añadirás tres ciudades más a estas tres, 10 para que no sea derramada sangre inocente en medio de la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad, y no seas culpado de derramamiento de sangre.

11 Pero si hubiere alguno que aborreciere a su prójimo y lo acechare, y se levantare contra él y lo hiriere de muerte, y muriere; si huyere a alguna de estas ciudades, 12 entonces los ancianos de su ciudad enviarán y lo sacarán de allí, y lo entregarán en mano del vengador de la sangre para que muera. 13 No le compadecerás; y quitarás de Israel la sangre inocente, y te irá bien.

14 En la heredad que poseas en la tierra que Jehová tu Dios te da, no reducirás los límites de la propiedad de tu prójimo,(CF) que fijaron los antiguos.

Leyes sobre el testimonio

15 No se tomará en cuenta a un solo testigo contra ninguno en cualquier delito ni en cualquier pecado, en relación con cualquiera ofensa cometida. Solo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la acusación.(CG) 16 Cuando se levantare testigo falso contra alguno, para testificar contra él, 17 entonces los dos litigantes se presentarán delante de Jehová, y delante de los sacerdotes y de los jueces que hubiere en aquellos días. 18 Y los jueces inquirirán bien; y si aquel testigo resultare falso, y hubiere acusado falsamente a su hermano, 19 entonces haréis a él como él pensó hacer a su hermano; y quitarás el mal de en medio de ti. 20 Y los que quedaren oirán y temerán, y no volverán a hacer más una maldad semejante en medio de ti. 21 Y no le compadecerás; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente,(CH) mano por mano, pie por pie.

Leyes sobre la guerra

20 Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, si vieres caballos y carros, y un pueblo más grande que tú, no tengas temor de ellos, porque Jehová tu Dios está contigo, el cual te sacó de tierra de Egipto. Y cuando os acerquéis para combatir, se pondrá en pie el sacerdote y hablará al pueblo, y les dirá: Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón, no temáis, ni os azoréis, ni tampoco os desalentéis delante de ellos; porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros. Y los oficiales hablarán al pueblo, diciendo: ¿Quién ha edificado casa nueva, y no la ha estrenado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la estrene. ¿Y quién ha plantado viña, y no ha disfrutado de ella? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la disfrute. ¿Y quién se ha desposado con mujer, y no la ha tomado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la tome. Y volverán los oficiales a hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre medroso y pusilánime? Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque el corazón de sus hermanos, como el corazón suyo. Y cuando los oficiales acaben de hablar al pueblo, entonces los capitanes del ejército tomarán el mando a la cabeza del pueblo.

10 Cuando te acerques a una ciudad para combatirla, le intimarás la paz. 11 Y si respondiere: Paz, y te abriere, todo el pueblo que en ella fuere hallado te será tributario, y te servirá. 12 Mas si no hiciere paz contigo, y emprendiere guerra contigo, entonces la sitiarás. 13 Luego que Jehová tu Dios la entregue en tu mano, herirás a todo varón suyo a filo de espada. 14 Solamente las mujeres y los niños, y los animales, y todo lo que haya en la ciudad, todo su botín tomarás para ti; y comerás del botín de tus enemigos, los cuales Jehová tu Dios te entregó. 15 Así harás a todas las ciudades que estén muy lejos de ti, que no sean de las ciudades de estas naciones. 16 Pero de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida, 17 sino que los destruirás completamente: al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, como Jehová tu Dios te ha mandado; 18 para que no os enseñen a hacer según todas sus abominaciones que ellos han hecho para sus dioses, y pequéis contra Jehová vuestro Dios.

19 Cuando sities a alguna ciudad, peleando contra ella muchos días para tomarla, no destruirás sus árboles metiendo hacha en ellos, porque de ellos podrás comer; y no los talarás, porque el árbol del campo no es hombre para venir contra ti en el sitio. 20 Mas el árbol que sepas que no lleva fruto, podrás destruirlo y talarlo, para construir baluarte contra la ciudad que te hace la guerra, hasta sojuzgarla.

Expiación de un asesinato cuyo autor se desconoce

21 Si en la tierra que Jehová tu Dios te da para que la poseas, fuere hallado alguien muerto, tendido en el campo, y no se supiere quién lo mató, entonces tus ancianos y tus jueces saldrán y medirán la distancia hasta las ciudades que están alrededor del muerto. Y los ancianos de la ciudad más cercana al lugar donde fuere hallado el muerto, tomarán de las vacas una becerra que no haya trabajado, que no haya llevado yugo; y los ancianos de aquella ciudad traerán la becerra a un valle escabroso, que nunca haya sido arado ni sembrado, y quebrarán la cerviz de la becerra allí en el valle. Entonces vendrán los sacerdotes hijos de Leví, porque a ellos escogió Jehová tu Dios para que le sirvan, y para bendecir en el nombre de Jehová; y por la palabra de ellos se decidirá toda disputa y toda ofensa. Y todos los ancianos de la ciudad más cercana al lugar donde fuere hallado el muerto lavarán sus manos sobre la becerra cuya cerviz fue quebrada en el valle; y protestarán y dirán: Nuestras manos no han derramado esta sangre, ni nuestros ojos lo han visto. Perdona a tu pueblo Israel, al cual redimiste, oh Jehová; y no culpes de sangre inocente a tu pueblo Israel. Y la sangre les será perdonada. Y tú quitarás la culpa de la sangre inocente de en medio de ti, cuando hicieres lo que es recto ante los ojos de Jehová.

Diversas leyes

10 Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y Jehová tu Dios los entregare en tu mano, y tomares de ellos cautivos, 11 y vieres entre los cautivos a alguna mujer hermosa, y la codiciares, y la tomares para ti por mujer, 12 la meterás en tu casa; y ella rapará su cabeza, y cortará sus uñas, 13 y se quitará el vestido de su cautiverio, y se quedará en tu casa; y llorará a su padre y a su madre un mes entero; y después podrás llegarte a ella, y tú serás su marido, y ella será tu mujer. 14 Y si no te agradare, la dejarás en libertad; no la venderás por dinero, ni la tratarás como esclava, por cuanto la humillaste.

15 Si un hombre tuviere dos mujeres, la una amada y la otra aborrecida, y la amada y la aborrecida le hubieren dado hijos, y el hijo primogénito fuere de la aborrecida; 16 en el día que hiciere heredar a sus hijos lo que tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura al hijo de la amada con preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito; 17 mas al hijo de la aborrecida reconocerá como primogénito, para darle el doble de lo que correspondiere a cada uno de los demás; porque él es el principio de su vigor, y suyo es el derecho de la primogenitura.

18 Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere; 19 entonces lo tomarán su padre y su madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar donde viva; 20 y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho. 21 Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá; así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá, y temerá.

22 Si alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo colgareis en un madero, 23 no dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado;(CI) y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.

22 Si vieres extraviado el buey de tu hermano, o su cordero, no le negarás tu ayuda; lo volverás a tu hermano. Y si tu hermano no fuere tu vecino, o no lo conocieres, lo recogerás en tu casa, y estará contigo hasta que tu hermano lo busque, y se lo devolverás. Así harás con su asno, así harás también con su vestido, y lo mismo harás con toda cosa de tu hermano que se le perdiere y tú la hallares; no podrás negarle tu ayuda. Si vieres el asno de tu hermano, o su buey, caído en el camino, no te apartarás de él; le ayudarás a levantarlo.(CJ)

No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.

Cuando encuentres por el camino algún nido de ave en cualquier árbol, o sobre la tierra, con pollos o huevos, y la madre echada sobre los pollos o sobre los huevos, no tomarás la madre con los hijos. Dejarás ir a la madre, y tomarás los pollos para ti, para que te vaya bien, y prolongues tus días.

Cuando edifiques casa nueva, harás pretil a tu terrado, para que no eches culpa de sangre sobre tu casa, si de él cayere alguno.

No sembrarás tu viña con semillas diversas, no sea que se pierda todo, tanto la semilla que sembraste como el fruto de la viña. 10 No ararás con buey y con asno juntamente. 11 No vestirás ropa de lana y lino juntamente.(CK)

12 Te harás flecos en las cuatro puntas de tu manto con que te cubras.(CL)

Leyes sobre la castidad

13 Cuando alguno tomare mujer, y después de haberse llegado a ella la aborreciere, 14 y le atribuyere faltas que den que hablar, y dijere: A esta mujer tomé, y me llegué a ella, y no la hallé virgen; 15 entonces el padre de la joven y su madre tomarán y sacarán las señales de la virginidad de la doncella a los ancianos de la ciudad, en la puerta; 16 y dirá el padre de la joven a los ancianos: Yo di mi hija a este hombre por mujer, y él la aborrece; 17 y he aquí, él le atribuye faltas que dan que hablar, diciendo: No he hallado virgen a tu hija; pero ved aquí las señales de la virginidad de mi hija. Y extenderán la vestidura delante de los ancianos de la ciudad. 18 Entonces los ancianos de la ciudad tomarán al hombre y lo castigarán; 19 y le multarán en cien piezas de plata, las cuales darán al padre de la joven, por cuanto esparció mala fama sobre una virgen de Israel; y la tendrá por mujer, y no podrá despedirla en todos sus días. 20 Mas si resultare ser verdad que no se halló virginidad en la joven, 21 entonces la sacarán a la puerta de la casa de su padre, y la apedrearán los hombres de su ciudad, y morirá, por cuanto hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre; así quitarás el mal de en medio de ti.

22 Si fuere sorprendido alguno acostado con una mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer también; así quitarás el mal de Israel.

23 Si hubiere una muchacha virgen desposada con alguno, y alguno la hallare en la ciudad, y se acostare con ella; 24 entonces los sacaréis a ambos a la puerta de la ciudad, y los apedrearéis, y morirán; la joven porque no dio voces en la ciudad, y el hombre porque humilló a la mujer de su prójimo; así quitarás el mal de en medio de ti.

25 Mas si un hombre hallare en el campo a la joven desposada, y la forzare aquel hombre, acostándose con ella, morirá solamente el hombre que se acostó con ella; 26 mas a la joven no le harás nada; no hay en ella culpa de muerte; pues como cuando alguno se levanta contra su prójimo y le quita la vida, así es en este caso. 27 Porque él la halló en el campo; dio voces la joven desposada, y no hubo quien la librase.

28 Cuando algún hombre hallare a una joven virgen que no fuere desposada, y la tomare y se acostare con ella, y fueren descubiertos; 29 entonces el hombre que se acostó con ella dará al padre de la joven cincuenta piezas de plata, y ella será su mujer, por cuanto la humilló; no la podrá despedir en todos sus días.(CM)

30 Ninguno tomará la mujer de su padre, ni profanará el lecho de su padre.(CN)

Los excluidos de la congregación

23 No entrará en la congregación de Jehová el que tenga magullados los testículos, o amputado su miembro viril.

No entrará bastardo en la congregación de Jehová; ni hasta la décima generación no entrarán en la congregación de Jehová.

No entrará amonita ni moabita en la congregación de Jehová,(CO) ni hasta la décima generación de ellos; no entrarán en la congregación de Jehová para siempre, por cuanto no os salieron a recibir con pan y agua al camino, cuando salisteis de Egipto, y porque alquilaron contra ti a Balaam hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia, para maldecirte.(CP) Mas no quiso Jehová tu Dios oír a Balaam; y Jehová tu Dios te convirtió la maldición en bendición,(CQ) porque Jehová tu Dios te amaba. No procurarás la paz de ellos ni su bien en todos los días para siempre.

No aborrecerás al edomita, porque es tu hermano; no aborrecerás al egipcio, porque forastero fuiste en su tierra. Los hijos que nacieren de ellos, en la tercera generación entrarán en la congregación de Jehová.

Leyes sanitarias

Cuando salieres a campaña contra tus enemigos, te guardarás de toda cosa mala.

10 Si hubiere en medio de ti alguno que no fuere limpio, por razón de alguna impureza acontecida de noche, saldrá fuera del campamento, y no entrará en él. 11 Pero al caer la noche se lavará con agua, y cuando se hubiere puesto el sol, podrá entrar en el campamento.

12 Tendrás un lugar fuera del campamento adonde salgas; 13 tendrás también entre tus armas una estaca; y cuando estuvieres allí fuera, cavarás con ella, y luego al volverte cubrirás tu excremento; 14 porque Jehová tu Dios anda en medio de tu campamento, para librarte y para entregar a tus enemigos delante de ti; por tanto, tu campamento ha de ser santo, para que él no vea en ti cosa inmunda, y se vuelva de en pos de ti.

Leyes humanitarias

15 No entregarás a su señor el siervo que se huyere a ti de su amo. 16 Morará contigo, en medio de ti, en el lugar que escogiere en alguna de tus ciudades, donde a bien tuviere; no le oprimirás.

17 No haya ramera de entre las hijas de Israel,(CR) ni haya sodomita de entre los hijos de Israel. 18 No traerás la paga de una ramera ni el precio de un perro a la casa de Jehová tu Dios por ningún voto; porque abominación es a Jehová tu Dios tanto lo uno como lo otro.

19 No exigirás de tu hermano interés de dinero, ni interés de comestibles, ni de cosa alguna de que se suele exigir interés. 20 Del extraño podrás exigir interés, mas de tu hermano no lo exigirás,(CS) para que te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos en la tierra adonde vas para tomar posesión de ella.

21 Cuando haces voto a Jehová tu Dios, no tardes en pagarlo;(CT) porque ciertamente lo demandará Jehová tu Dios de ti, y sería pecado en ti. 22 Mas cuando te abstengas de prometer, no habrá en ti pecado. 23 Pero lo que hubiere salido de tus labios, lo guardarás y lo cumplirás, conforme lo prometiste a Jehová tu Dios, pagando la ofrenda voluntaria que prometiste con tu boca.

24 Cuando entres en la viña de tu prójimo, podrás comer uvas hasta saciarte; mas no pondrás en tu cesto. 25 Cuando entres en la mies de tu prójimo, podrás arrancar espigas con tu mano; mas no aplicarás hoz a la mies de tu prójimo.

24 Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio,(CU) y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa. Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre. Pero si la aborreciere este último, y le escribiere carta de divorcio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; o si hubiere muerto el postrer hombre que la tomó por mujer, no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida; porque es abominación delante de Jehová, y no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.

Cuando alguno fuere recién casado, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a la mujer que tomó.

No tomarás en prenda la muela del molino, ni la de abajo ni la de arriba; porque sería tomar en prenda la vida del hombre.

Cuando fuere hallado alguno que hubiere hurtado a uno de sus hermanos los hijos de Israel, y le hubiere esclavizado, o le hubiere vendido, morirá el tal ladrón,(CV) y quitarás el mal de en medio de ti.

En cuanto a la plaga de la lepra, ten cuidado de observar diligentemente y hacer según todo lo que os enseñaren los sacerdotes levitas; según yo les he mandado, así cuidaréis de hacer.(CW) Acuérdate de lo que hizo Jehová tu Dios a María(CX) en el camino, después que salisteis de Egipto.

10 Cuando entregares a tu prójimo alguna cosa prestada, no entrarás en su casa para tomarle prenda. 11 Te quedarás fuera, y el hombre a quien prestaste te sacará la prenda. 12 Y si el hombre fuere pobre, no te acostarás reteniendo aún su prenda. 13 Sin falta le devolverás la prenda cuando el sol se ponga, para que pueda dormir en su ropa, y te bendiga; y te será justicia delante de Jehová tu Dios.(CY)

14 No oprimirás al jornalero pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu tierra dentro de tus ciudades. 15 En su día le darás su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti a Jehová, y sea en ti pecado.(CZ)

16 Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado.(DA)

17 No torcerás el derecho del extranjero ni del huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda, 18 sino que te acordarás que fuiste siervo en Egipto, y que de allí te rescató Jehová tu Dios; por tanto, yo te mando que hagas esto.(DB)

19 Cuando siegues tu mies en tu campo, y olvides alguna gavilla en el campo, no volverás para recogerla; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda; para que te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos. 20 Cuando sacudas tus olivos, no recorrerás las ramas que hayas dejado tras de ti; serán para el extranjero, para el huérfano y para la viuda. 21 Cuando vendimies tu viña, no rebuscarás tras de ti; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda.(DC) 22 Y acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto; por tanto, yo te mando que hagas esto.

Notas al pie

  1. Deuteronomio 5:12 Aquí equivale a sábado.
  2. Deuteronomio 5:14 Aquí equivale a sábado.
  3. Deuteronomio 5:15 Aquí equivale a sábado.
  4. Deuteronomio 10:6 los pozos de los hijos de Jaacán.

Introducción a la entrega de los Diez Mandamientos

44 Ésta es la enseñanza que Moisés entregó a los israelitas, 45 y los mandatos, leyes y decretos que les comunicó cuando salieron de Egipto, 46 cuando estaban todavía al este del Jordán, en el valle que está frente a Bet-peor, en la tierra de Sihón, rey de los amorreos. Sihón vivía en Hesbón, y fue derrotado por Moisés y los israelitas cuando éstos salieron de Egipto. 47 Los israelitas ocuparon su territorio y el del rey Og de Basán, dos reyes amorreos que vivían al este del Jordán. 48 Su territorio se extendía desde Aroer, a orillas del río Arnón, hasta el monte Sirión, también llamado Hermón, 49 y por todo el Arabá, al este del Jordán, hasta el Mar Muerto, al pie del monte Pisgá.

Los Diez Mandamientos(A)

Moisés reunió a todo el pueblo de Israel y les dijo:

«Escuchen, israelitas, las leyes y decretos que hoy voy a comunicarles. Apréndanlos bien, y pónganlos en práctica.

»El Señor nuestro Dios hizo una alianza con nosotros en el monte Horeb. No la hizo solamente con nuestros antepasados, sino también con todos nosotros, los que hoy estamos aquí reunidos. El Señor habló con ustedes en el monte, cara a cara, de en medio del fuego. Yo estaba entonces entre el Señor y ustedes, para comunicarles la palabra del Señor, ya que ustedes tenían miedo del fuego y no subieron al monte. Y el Señor dijo:

»“Yo soy el Señor tu Dios, que te sacó de Egipto, donde eras esclavo.

»”No tengas otros dioses aparte de mí.

»”No te hagas ningún ídolo ni figura de lo que hay arriba en el cielo, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en el mar debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni les rindas culto, porque yo soy el Señor tu Dios, Dios celoso que castiga la maldad de los padres que me odian, en sus hijos, nietos y bisnietos, 10 pero que trato con amor por mil generaciones a los que me aman y cumplen mis mandamientos.

11 »”No hagas mal uso del nombre del Señor tu Dios, pues él no dejará sin castigo al que use mal su nombre.

12 »”Ten en cuenta el sábado para consagrarlo al Señor, tal como el Señor tu Dios te lo ha ordenado. 13 Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, 14 pero el séptimo día es día de reposo consagrado al Señor tu Dios. No hagas ningún trabajo en ese día, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguno de tus animales, ni el extranjero que vive en tus ciudades, para que tu esclavo y tu esclava descansen igual que tú. 15 Recuerda que también tú fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor tu Dios te sacó de allí desplegando gran poder. Por eso el Señor tu Dios te ordena respetar el día sábado.

16 »”Honra a tu padre y a tu madre, tal como el Señor tu Dios te lo ha ordenado, para que vivas una larga vida y te vaya bien en la tierra que te da el Señor tu Dios.

17 »”No mates.

18 »”No cometas adulterio.

19 »”No robes.

20 »”No digas mentiras en perjuicio de tu prójimo.

21 »”No codicies la mujer de tu prójimo. No ambiciones la casa de tu prójimo, ni su campo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que le pertenezca.”

El temor del pueblo(B)

22 »Éstas son las palabras que el Señor pronunció en voz alta, de en medio del fuego y de una nube espesa, cuando todos estaban reunidos al pie del monte. Después ya no dijo más, y escribió estas palabras en dos tablas de piedra, y me las entregó. 23 Pero cuando ustedes oyeron aquella voz que salía de entre las tinieblas, y vieron el monte en llamas, todos ustedes, los jefes de las tribus y los ancianos, vinieron a hablar conmigo 24 y me dijeron: “Verdaderamente el Señor nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su poder, y hemos oído su voz, que salía de en medio del fuego. Hoy hemos comprobado que Dios puede hablar con los hombres sin que éstos mueran. 25 Sin embargo, ¿para qué exponernos a morir consumidos por este terrible fuego? Si volvemos a escuchar la voz del Señor nuestro Dios, moriremos; 26 pues, ¿qué hombre hay que pueda escuchar la voz del Dios viviente hablando de en medio del fuego, como la hemos oído nosotros, sin que le cueste la vida? 27 Mejor acércate tú, y escucha todo lo que el Señor nuestro Dios te diga, y ya luego nos dirás lo que te haya comunicado, y nosotros cumpliremos lo que se nos diga.”

28 »Mientras ustedes me hablaban, el Señor estaba escuchando lo que decían, y entonces me dijo: “He oído todo lo que ha dicho este pueblo, y me ha parecido muy bien. 29 ¡Ojalá piensen siempre de la misma manera, y me honren y cumplan mis mandamientos todos los días, para que tanto ellos como sus hijos tengan siempre una vida dichosa! 30 Ve y diles que regresen a sus tiendas de campaña; 31 pero tú quédate aquí conmigo, porque te voy a decir todos los mandamientos, leyes y decretos que les has de enseñar, para que los pongan en práctica en el país que les voy a dar en propiedad.” 32 Así que pongan en práctica todo lo que el Señor su Dios les ha ordenado, sin desviarse de ello para nada. 33 Sigan el camino que el Señor su Dios les ha señalado, para que les vaya bien y vivan muchos años en la tierra que él les va a dar en propiedad.

El gran mandamiento

»Éstos son los mandamientos, leyes y decretos que el Señor su Dios me ha ordenado enseñarles, para que los pongan en práctica en el país del cual van a tomar posesión. De esta manera honrarán al Señor su Dios, y cumplirán durante toda su vida las leyes y los mandamientos que yo les mando a ustedes, a sus hijos y a sus nietos; y así vivirán muchos años. Por lo tanto, israelitas, pónganlos en práctica. Así les irá bien y llegarán a ser un pueblo numeroso en esta tierra donde la leche y la miel corren como el agua, tal como el Señor y Dios de sus antepasados se lo ha prometido.

»Oye, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor.

»Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.

»Grábate en la mente todas las cosas que hoy te he dicho, y enséñaselas continuamente a tus hijos; háblales de ellas, tanto en tu casa como en el camino, y cuando te acuestes y cuando te levantes. Lleva estos mandamientos atados en tu mano y en tu frente como señales, y escríbelos también en los postes y en las puertas de tu casa.

Moisés recomienda obediencia a los israelitas

10 »El Señor y Dios de ustedes los va a hacer entrar en el país que a sus antepasados Abraham, Isaac y Jacob juró que les daría. Es un país con grandes y hermosas ciudades que ustedes no construyeron; 11 con casas llenas de todo lo mejor, que ustedes no llenaron; con pozos que ustedes no cavaron, y viñedos y olivos que ustedes no plantaron, pero de los cuales comerán hasta quedar satisfechos. 12 Cuando eso suceda, procuren no olvidarse del Señor, que los sacó de Egipto, donde eran esclavos. 13 Adoren al Señor su Dios y sírvanle sólo a él, y cuando tengan que hacer un juramento, háganlo sólo en el nombre del Señor. 14 No vayan tras los dioses que adoran los pueblos vecinos, 15 porque el Señor su Dios, que está con ustedes, es un Dios celoso y puede enojarse contra ustedes y destruirlos totalmente.

16 »No pongan a prueba al Señor su Dios, como lo hicieron en Masá. 17 Cumplan fielmente los mandamientos del Señor su Dios, y los mandatos y leyes que les ha ordenado. 18 Hagan lo que es recto y agradable a los ojos del Señor, para que les vaya bien y tomen posesión de la buena tierra que el Señor juró dar a los antepasados de ustedes, 19 y para que el Señor haga huir a todos los enemigos que se enfrenten con ustedes, tal como lo ha prometido.

20 »Cuando algún día sus hijos les pregunten: “¿Qué significan estos mandatos, leyes y decretos que nos ha ordenado el Señor nuestro Dios?”, 21 ustedes les responderán: “Nosotros éramos esclavos del faraón, en Egipto, y el Señor nos sacó de allí con gran poder. 22 Nosotros vimos los grandes y terribles prodigios y las señales que el Señor realizó en Egipto contra el faraón y toda la casa real; 23 pero a nosotros nos sacó de allí, y nos llevó al país que había prometido a nuestros antepasados, y nos lo dio. 24 Después el Señor nuestro Dios nos mandó poner en práctica todos estos mandamientos y tenerle reverencia, para que nos vaya bien y para que él nos conserve la vida como hasta ahora. 25 Y tendremos justicia cuando cumplamos cuidadosamente estos mandamientos ante el Señor nuestro Dios, tal como nos lo ha ordenado.”

Advertencias contra la idolatría(C)

»El Señor, el Dios de ustedes, los va a hacer entrar en el país del cual han de tomar posesión, y echará de la presencia de ustedes a siete naciones más grandes y poderosas que ustedes: los hititas, los gergeseos, los amorreos, los cananeos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos. Cuando el Señor su Dios haya hecho caer a estas naciones en poder de ustedes, y ustedes las hayan derrotado, deberán destinarlas a la destrucción y no hacer con ellas ningún pacto ni tenerles compasión. Tampoco deberán ustedes emparentar con ellas, ni casar a sus hijos e hijas con las jóvenes y los muchachos de esa gente, porque ellos harán que los hijos de ustedes se aparten del Señor y adoren a otros dioses; entonces la ira del Señor se encenderá contra ustedes y los destruirá en un abrir y cerrar de ojos. Lo que tienen que hacer es derribar los altares paganos de ellos, destruir por completo las piedras y los troncos a los que ellos rinden culto, y quemar sus ídolos. Porque ustedes son un pueblo apartado especialmente para el Señor su Dios; el Señor los ha elegido de entre todos los pueblos de la tierra, para que ustedes le sean un pueblo especial.

Privilegios y obligaciones de Israel

»Si el Señor los ha preferido y elegido a ustedes, no es porque ustedes sean la más grande de las naciones, ya que en realidad son la más pequeña de todas ellas. El Señor los sacó de Egipto, donde ustedes eran esclavos, y con gran poder los libró del dominio del faraón, porque los ama y quiso cumplir la promesa que había hecho a los antepasados de ustedes. Reconozcan, pues, que el Señor su Dios es el Dios verdadero, que cumple fielmente su alianza generación tras generación, para con los que le aman y cumplen sus mandamientos; 10 pero que destruye a aquellos que le odian, dándoles su merecido. ¡Sin tardanza da su merecido a los que le odian! 11 Cumplan, pues, los mandamientos, leyes y decretos que en este día les ordeno que pongan en práctica.

Bendiciones de la obediencia(D)

12 »Si después de haber escuchado ustedes estos decretos, los cumplen y los ponen en práctica, entonces el Señor su Dios cumplirá fielmente su alianza y la promesa que hizo a los antepasados de ustedes. 13 Los amará a ustedes, los bendecirá y los hará crecer en número; bendecirá a sus hijos, sus cosechas, su trigo, su vino y su aceite, y las crías de sus vacas y ovejas, en el país que a sus antepasados juró que les daría. 14 Ustedes serán bendecidos más que todos los pueblos; no habrá entre ustedes mujer que no pueda concebir hijos ni hombre que no pueda engendrarlos, ni tampoco entre sus ganados habrá machos ni hembras estériles. 15 El Señor alejará de ustedes toda enfermedad y todas las terribles plagas que, como bien saben, envió sobre Egipto; en cambio, hará sufrir con ellas a todos sus enemigos. 16 Pero ustedes deben exterminar a todos los pueblos que el Señor su Dios ponga en sus manos; no les tengan compasión ni adoren a sus dioses, porque eso será la perdición de ustedes.

17 »Tal vez ustedes lleguen a pensar: “Estas naciones son más numerosas que nosotros; ¿cómo podremos desalojarlas?” 18 ¡Pues no les tengan miedo! Acuérdense de lo que hizo el Señor su Dios con el faraón y con todos los egipcios; 19 piensen en las grandes pruebas de las que ustedes fueron testigos, y en las señales y prodigios y en el gran poder que desplegó el Señor su Dios cuando los sacó de Egipto. Eso mismo hará el Señor con todos los pueblos a quienes ustedes temen. 20 Además, el Señor enviará un tremendo pánico entre ellos, que acabará con los que hayan quedado con vida o se hayan escondido. 21 Así que no tiemblen ante ellos, porque el Señor su Dios, el Dios grande y terrible, está con ustedes. 22 Poco a poco el Señor irá expulsando a estas naciones; ustedes no podrán acabar con ellas de una sola vez, porque el número de bestias salvajes aumentaría a su alrededor y los atacaría. 23 Pero el Señor su Dios pondrá estas naciones en sus manos e irá acabando con ellas hasta que sean destruidas. 24 A sus reyes los someterá al poder de ustedes, y ustedes harán que nadie en el mundo vuelva a acordarse de ellos. Ninguno de ellos podrá resistir el ataque de ustedes, así que ustedes los exterminarán a todos. 25 Quemarán ustedes las imágenes de sus dioses, pero no intenten quedarse con el oro y la plata que las recubren; no caigan en esa tentación, pues cometerían una acción despreciable ante el Señor. 26 Por lo tanto, no lleven a su casa nada que sea despreciable, para que ustedes no sean también destruidos. Eso está destinado a la destrucción, así que deben considerarlo como algo despreciable.

No sólo de pan vive el hombre

»Pongan ustedes en práctica los mandamientos que yo les he ordenado hoy, para que así puedan vivir y llegar a ser un pueblo numeroso, y conquisten este país que el Señor prometió a sus antepasados. Acuérdense de todo el camino que el Señor su Dios les hizo recorrer en el desierto durante cuarenta años, para humillarlos y ponerlos a prueba, a fin de conocer sus pensamientos y saber si iban a cumplir o no sus mandamientos. Y aunque los hizo sufrir y pasar hambre, después los alimentó con maná, comida que ni ustedes ni sus antepasados habían conocido, para hacerles saber que no sólo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de los labios del Señor. Durante esos cuarenta años no se les gastó la ropa, ni se les hincharon los pies. Dense cuenta de que el Señor su Dios los ha corregido del mismo modo que un padre corrige a su hijo. Cumplan, pues, los mandamientos del Señor su Dios, y hónrenlo y sigan las enseñanzas que él les ha dado. Porque el Señor los va a llevar a una buena tierra, a un país lleno de arroyos, fuentes y manantiales que brotan en los valles y en los montes; es una tierra donde hay trigo, cebada, viñedos, higueras, granados, olivos y miel. En ese país no tendrán ustedes que preocuparse por la falta de alimentos, ni por ninguna otra cosa; en sus piedras encontrarán hierro, y de sus montes sacarán cobre. 10 Pero después que hayan comido y se sientan satisfechos, deben alabar al Señor su Dios por la buena tierra que les ha dado.

Advertencias de no olvidarse de Dios

11 »Tengan cuidado de no olvidarse del Señor su Dios. No dejen de cumplir sus mandamientos, decretos y leyes que les he ordenado hoy. 12 Cuando hayan comido y estén satisfechos, y vivan en las buenas casas que hayan construido, 13 y vean que sus vacas y ovejas han aumentado, lo mismo que su oro y su plata y todas sus propiedades, 14 no se llenen de orgullo ni se olviden del Señor su Dios, que los sacó de Egipto, donde eran esclavos; 15 que los hizo marchar por el grande y terrible desierto, lleno de serpientes venenosas y escorpiones, y donde no había agua. Pero él sacó agua de una dura roca y les dio de beber, 16 y en el desierto los alimentó con maná, comida que los antepasados de ustedes no habían conocido, para humillarlos y ponerlos a prueba, y para bien de ustedes al fin de cuentas.

17 »No se les ocurra pensar: “Toda esta riqueza la hemos ganado con nuestro propio esfuerzo.” 18 Deben acordarse del Señor su Dios, ya que ha sido él quien les ha dado las fuerzas para adquirirla, cumpliendo así con ustedes la alianza que antes había hecho con los antepasados de ustedes.

19 »Pero si se olvidan ustedes del Señor su Dios, y se van tras otros dioses y les rinden culto, yo les aseguro desde ahora que ustedes serán destruidos por completo. 20 De la misma manera que el Señor destruirá a las naciones que ustedes encuentren a su paso, así también ustedes serán destruidos por haber desobedecido al Señor su Dios.

El mérito no es de Israel, sino del Señor

»Escuchen, israelitas: ha llegado el momento de que crucen ustedes el Jordán y se lancen a la conquista de naciones más grandes y poderosas que ustedes, y de grandes ciudades rodeadas de murallas muy altas; sus habitantes son grandes y altos como los descendientes del gigante Anac, y ya ustedes conocen el dicho: “¿Quién puede hacer frente a los descendientes del gigante Anac?”

»Ahora pues, deben saber que el Señor su Dios es el que marcha al frente de ustedes, y que es como un fuego devorador que ante ustedes destruirá y humillará a esas naciones. Ustedes los desalojarán y los destruirán en un abrir y cerrar de ojos, tal como el Señor se lo ha prometido. Cuando el Señor su Dios los haya arrojado de la presencia de ustedes, no se digan a sí mismos: “Gracias a nuestros méritos, el Señor nos ha dado posesión de este país”; pues si el Señor los expulsa, es por causa de la maldad de ellos. No, no es por los méritos ni por la bondad de ustedes por lo que van a tomar posesión de su país; el Señor los arroja de la presencia de ustedes a causa de la maldad de ellos y para cumplir la promesa que hizo a Abraham, Isaac y Jacob, antepasados de ustedes. Han de saber que no es debido a los méritos de ustedes por lo que el Señor su Dios les da la posesión de esa buena tierra, pues ustedes son un pueblo muy terco.

Rebelión de Israel en el monte Horeb(E)

»Nunca deben ustedes olvidar que han contrariado al Señor su Dios en el desierto. Desde que salieron de Egipto y hasta que llegaron a este lugar, siempre le han sido rebeldes. Ya en el monte Horeb hicieron enojar al Señor, y tanto se enojó él contra ustedes que estuvo a punto de destruirlos. Yo subí al monte para recoger las tablas de piedra, las tablas de la alianza que el Señor había hecho con ustedes, y me quedé allí cuarenta días y cuarenta noches sin comer ni beber. 10 El Señor me dio entonces las dos tablas de piedra, escritas por él mismo, que contenían todas las palabras que él les había dicho en el monte, de en medio del fuego, el día en que todos nos reunimos. 11 Pasados esos cuarenta días y cuarenta noches, el Señor me dio las dos tablas de piedra, las tablas de la alianza, 12 y me dijo: “Anda, baja pronto de aquí, porque el pueblo que sacaste de Egipto se ha descarriado. Muy pronto han dejado de cumplir lo que yo les ordené, y se han hecho un ídolo de metal fundido.”

13 »El Señor también me dijo: “Ya he visto que este pueblo es muy terco. 14 Quítate de mi camino, que voy a destruirlos y a borrar de la tierra su memoria; pero de ti haré una nación más fuerte y numerosa que ellos.”

15 »Cuando bajé del monte, el cual estaba ardiendo, traía yo en mis manos las dos tablas de la alianza. 16 Pero al ver que ustedes habían pecado contra el Señor, y que se habían hecho un becerro de metal fundido, abandonando así el camino que el Señor les había ordenado seguir, 17 arrojé las dos tablas que traía en las manos, y las hice pedazos delante de ustedes. 18 Después me arrodillé delante del Señor y, tal como ya lo había hecho antes, estuve cuarenta días y cuarenta noches sin comer ni beber nada, por causa del pecado que ustedes habían cometido, con lo que ofendieron al Señor y provocaron su ira. 19 Yo estaba asustado del enojo y furor que el Señor manifestó contra ustedes, hasta el punto de querer destruirlos; pero una vez más el Señor me escuchó. 20 También estaba el Señor muy enojado contra Aarón, y quería destruirlo, pero yo intervine en favor de él; 21 luego agarré el becerro que ustedes se habían hecho y con el cual pecaron, y lo arrojé al fuego, y después de molerlo hasta convertirlo en polvo, lo eché al arroyo que baja del monte.

22 »También en Taberá, en Masá y en Quibrot-hataavá, provocaron ustedes la ira del Señor. 23 Y cuando el Señor les ordenó partir de Cadés-barnea para ir a tomar posesión del país que él les había dado, también se opusieron a su mandato y no tuvieron fe en él ni quisieron obedecerlo. 24 ¡Desde que yo los conozco, ustedes han sido rebeldes al Señor! 25 Como el Señor había amenazado con destruirlos, yo me quedé arrodillado delante del Señor durante cuarenta días y cuarenta noches, 26 y con ruegos le dije: “Señor, no destruyas a este pueblo, que es tuyo, que tú liberaste con tu grandeza y sacaste de Egipto con gran poder. 27 Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob. No tengas en cuenta la terquedad de este pueblo, ni su maldad y pecado, 28 para que no se diga en el país del que nos sacaste: El Señor no pudo hacerlos entrar en el país que les había prometido, y como los odiaba, los hizo salir de aquí para hacerlos morir en el desierto. 29 Pero ellos son tu pueblo, son tuyos; tú los sacaste de Egipto con gran despliegue de poder.”

La alianza renovada(F)

10 »Entonces el Señor me dijo: “Corta tú mismo dos tablas de piedra iguales a las primeras, y haz también un cofre de madera, y sube al monte para hablar conmigo. Yo voy a escribir en esas tablas las mismas palabras que estaban escritas en las primeras, las que tú rompiste, y las guardarás en el cofre.”

»Hice, pues, un cofre de madera de acacia, y corté las dos tablas de piedra, y subí con ellas al monte. Y el Señor escribió en las tablas los Diez Mandamientos, tal como lo había hecho la primera vez que les habló a ustedes en el monte, de en medio del fuego, cuando todos estábamos reunidos. Me las dio, y yo bajé del monte; luego puse las tablas en el cofre, tal como el Señor me lo había ordenado, y todavía están allí.»

(Los israelitas partieron de Beerot-bené-jaacán, y se dirigieron a Moserá. Allí murió Aarón, y fue sepultado, y su hijo Eleazar ocupó su lugar como sacerdote. De allí salieron para Gudgoda, y de Gudgoda fueron a Jotbata, región en la que abunda el agua. Fue entonces cuando el Señor escogió a la tribu de Leví para que llevara el arca de la alianza del Señor y estuviera en su presencia para ofrecerle culto y dar la bendición en su nombre, como lo siguen haciendo hasta hoy. Por eso los levitas no han tenido parte ni herencia entre sus hermanos, porque su herencia es el Señor, tal como el Señor mismo lo anunció.)

10 «Yo estuve en el monte cuarenta días y cuarenta noches, lo mismo que la primera vez, y también esta vez el Señor me escuchó y no quiso destruirlos a ustedes, 11 sino que me dijo: “Anda, prepárate a salir al frente del pueblo, para que vayan y conquisten el país que prometí dar a sus antepasados.”

Lo que Dios exige

12 »Y ahora, israelitas, ¿qué pide de ustedes el Señor su Dios? Solamente que lo honren y sigan todos sus caminos; que lo amen y lo adoren con todo su corazón y con toda su alma, 13 y que cumplan sus mandamientos y sus leyes, para que les vaya bien. 14 Tengan en cuenta que del Señor su Dios son los cielos y lo más alto de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella. 15 Sin embargo, el Señor prefirió a los antepasados de ustedes y los amó, y después escogió a los descendientes de ellos, que son ustedes, de entre todos los demás pueblos, tal como se puede ver hoy.

16 »Pongan en su corazón la marca de la alianza, y no sigan siendo tercos, 17 porque el Señor su Dios es el Dios de dioses y el Señor de señores; él es el Dios soberano, poderoso y terrible, que no hace distinciones ni se deja comprar con regalos; 18 que hace justicia al huérfano y a la viuda, y que ama y da alimento y vestido al extranjero que vive entre ustedes. 19 Ustedes, pues, amen al extranjero, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto.

20 »Honren al Señor su Dios, y adórenlo sólo a él; séanle fieles, y cuando tengan que hacer un juramento, háganlo en su nombre. 21 Porque él es el motivo de la alabanza de ustedes; él es su Dios, que ha hecho por ustedes estas cosas grandes y maravillosas que han visto. 22 Cuando los antepasados de ustedes llegaron a Egipto, eran sólo setenta personas, pero ahora el Señor su Dios los ha hecho aumentar en número como las estrellas del cielo.

La grandeza del Señor

11 »Amen ustedes al Señor su Dios, y cumplan sus preceptos, leyes, decretos y mandamientos. Reconozcan hoy la corrección del Señor su Dios, que los hijos de ustedes no conocen ni han visto. Reconozcan su grandeza y su gran despliegue de poder, y las señales y grandes hechos que realizó en Egipto contra el faraón y todo su país, lo que hizo con el ejército egipcio, con sus caballos y carros de guerra, y cómo los hundió en las aguas del Mar Rojo cuando ellos los perseguían a ustedes. El Señor los destruyó para siempre. Acuérdense también de todo lo que hizo por ustedes en el desierto, hasta que llegaron aquí; y lo que hizo con Datán y Abiram, hijos de Eliab y descendientes de Rubén, y cómo la tierra se abrió y se los tragó junto con sus familias y tiendas de campaña, y con todo cuanto tenían, a la vista de todo Israel. Ustedes mismos son testigos de las grandes cosas que ha hecho el Señor.

Bendiciones de la tierra prometida

»Cumplan ustedes todos los mandamientos que hoy les he dado, para que se hagan fuertes y tomen posesión del país que van a conquistar, y para que vivan muchos años en esta tierra que el Señor prometió dar a los antepasados de ustedes y a sus descendientes; tierra donde la leche y la miel corren como el agua. 10 La tierra que van a conquistar no es como Egipto, de donde ustedes salieron; allí sembraban ustedes la semilla y regaban con los pies, como se hace en las huertas, 11 pero el país del que van a tomar posesión es un país de montes y valles, regado por la lluvia del cielo. 12 Es una tierra que el Señor mismo cuida; en ella tiene puestos los ojos todo el año.

13 »Si ustedes cumplen los mandamientos que les he dado en este día, y aman al Señor su Dios, y lo adoran con todo su corazón y con toda su alma, 14 él hará que vengan a su tiempo las lluvias de otoño y las de primavera, para que ustedes cosechen su trigo y tengan vino y aceite. 15 También hará que crezca hierba en el campo para el ganado de ustedes, y que ustedes tengan comida en abundancia. 16 Pero tengan cuidado de no dejarse engañar; no se aparten del Señor por rendir culto a otros dioses; no se inclinen ante ellos, 17 porque el Señor se enojará contra ustedes y no les enviará lluvia; entonces la tierra no dará sus frutos, y muy pronto ustedes morirán en esa buena tierra que el Señor les va a dar.

18 »Grábense estas palabras en la mente y en el pensamiento; átenlas como señales en sus manos y en su frente. 19 Instruyan a sus hijos hablándoles de ellas tanto en la casa como en el camino, y cuando se acuesten y cuando se levanten. 20 Escríbanlas en los postes y en las puertas de su casa, 21 para que su vida y la de sus hijos en la tierra que el Señor prometió dar a sus antepasados sea tan larga como la existencia del cielo sobre la tierra.

22 »Si cumplen fielmente todos estos mandamientos que hoy les ordeno poner en práctica, y si aman al Señor su Dios y lo siguen fielmente en todos sus caminos, 23 el Señor arrojará de la presencia de ustedes a todas esas naciones, y ustedes conquistarán a pueblos más numerosos y fuertes. 24 Donde ustedes planten el pie, allí se quedarán. Sus fronteras se extenderán desde el desierto hasta el Líbano, y desde el río Éufrates hasta el mar Mediterráneo. 25 Nadie podrá hacerles frente. El Señor su Dios hará cundir el pánico y el terror por dondequiera que ustedes pasen, tal como se lo ha prometido.

26 »En este día les doy a elegir entre bendición y maldición. 27 Bendición, si obedecen los mandamientos del Señor su Dios, que hoy les he ordenado. 28 Maldición, si por seguir a dioses desconocidos, desobedecen los mandamientos del Señor su Dios y se apartan del camino que hoy les he ordenado.

29 »Cuando el Señor su Dios los haya hecho entrar en el país que van a conquistar, pondrán la bendición en el monte Guerizim, y la maldición en el monte Ebal. 30 Estos montes están al otro lado del Jordán, en dirección de la ruta occidental, en la tierra de los cananeos que viven en la llanura, frente a Guilgal y junto a las encinas de Moré. 31 Ustedes están a punto de cruzar el Jordán y conquistar el país que el Señor su Dios les va a dar. Cuando ya lo hayan conquistado y vivan en él, 32 pongan en práctica todas las leyes y decretos que hoy les he entregado.

El santuario único

12 »Éstas son las leyes y los decretos que ustedes deberán poner en práctica durante toda su vida, en la tierra que el Señor y Dios de sus antepasados les va a dar en posesión.

»Destruyan por completo todos los lugares donde los pueblos que van a conquistar adoran a sus dioses: en los montes, en las colinas y bajo los árboles frondosos. Derriben sus altares, hagan pedazos las piedras y quemen los troncos a los que rinden culto, y destruyan las imágenes de sus dioses; borren de aquellos lugares su recuerdo.

»Al Señor su Dios no deben adorarlo de esa manera. Entre las tribus de ustedes, el Señor escogerá un lugar como residencia de su nombre, y a ese lugar podrán ustedes ir a adorarlo. Allí sacrificarán y quemarán animales en su honor, y le llevarán sus diezmos, contribuciones, promesas y ofrendas voluntarias, así como las primeras crías de sus vacas y ovejas. Comerán allí, delante del Señor su Dios, y en compañía de sus familias se alegrarán del fruto de su trabajo con que el Señor su Dios los haya bendecido.

»Allí no deberán hacer ustedes lo que ahora hacemos aquí, donde cada uno de nosotros hace lo que mejor le parece. Realmente todavía no han llegado ustedes al lugar tranquilo que el Señor su Dios les va a dar en posesión. 10 Pero una vez que hayan cruzado el Jordán y vivan en el país que él les va a entregar, y ya estén libres de todos los enemigos que los rodean, y sin ningún temor, 11 entonces, en el lugar que el Señor su Dios escoja como residencia de su nombre, le ofrecerán ustedes todo lo que les he ordenado: animales sacrificados y quemados en su honor, diezmos, contribuciones y todo lo más escogido de las promesas que le hayan hecho al Señor. 12 Y harán fiesta en presencia del Señor su Dios, junto con sus hijos y sus siervos, y con los levitas que vivan entre ustedes, ya que ellos no han recibido entre ustedes ninguna tierra en propiedad.

13 »Cuídense de no quemar animales al Señor en cualquier lugar que encuentren; 14 únicamente podrán hacerlo en el lugar que el Señor su Dios escoja en una de sus tribus. Allí cumplirán todo lo que les he ordenado.

15 »Sin embargo, podrán matar y comer carne en sus poblaciones en cualquier momento, según los bienes que el Señor su Dios les haya dado. La podrán comer todos ustedes, estén o no ritualmente puros, como si fuera carne de gacela o de ciervo. 16 Pero la sangre no deben comerla, sino derramarla en la tierra como agua.

17 »No podrán ustedes comer dentro de su ciudad el diezmo de su trigo, de su vino o de su aceite, ni las primeras crías de sus vacas y ovejas, ni nada de lo que hayan prometido al Señor, ni de sus ofrendas voluntarias. 18 Sólo podrán hacerlo delante del Señor su Dios, en el lugar que él escoja; allí, en presencia del Señor su Dios y en compañía de sus hijos y sus criados, y de los levitas que vivan entre ustedes, se alegrarán del fruto de su trabajo. 19 Mientras ustedes vivan en el país, no abandonen jamás a los levitas.

20 »Cuando el Señor su Dios haya extendido el territorio de ustedes, tal como se lo ha prometido, si a ustedes les apetece comer carne, podrán comerla en cualquier momento. 21 Si el lugar que el Señor su Dios escogió para poner allí su nombre está lejos de donde ustedes viven, podrán matar de las vacas y ovejas que el Señor les haya dado y comer todo lo que quieran allí donde ustedes habiten, tal como se lo he ordenado. 22 Igual que en el caso de la carne de gacela o de ciervo, todos ustedes podrán comerla, estén o no ritualmente puros. 23 Pero de ninguna manera deben comer la sangre, porque la sangre es la vida; así que no deben comer la vida junto con la carne. 24 Lo que deben hacer es derramarla en la tierra como agua. 25 No la coman, y les irá bien a ustedes y a sus hijos por hacer lo recto a los ojos del Señor. 26 En cuanto a las cosas que hayan dedicado como ofrenda, y las promesas que hayan hecho, las presentarán en el lugar que el Señor escoja, 27 y allí, sobre el altar del Señor su Dios, ofrecerán sus holocaustos. La sangre de los animales que ustedes ofrezcan la derramarán sobre el altar del Señor su Dios, pero la carne podrán comerla.

28 »Escuchen y cumplan todo lo que les he ordenado, para que a ustedes y a sus hijos les vaya bien siempre, por hacer lo que es agradable y recto a los ojos del Señor su Dios.

Advertencias contra la idolatría

29-30 »Cuando el Señor su Dios haya destruido las naciones que ustedes van a conquistar, y después de destruidas ustedes ocupen su territorio y vivan en él, tengan cuidado de no seguir el ejemplo de esas naciones, ni de recurrir a sus dioses con la idea de rendirles culto también. 31 No le hagan eso al Señor su Dios, porque todas las cosas despreciables que el Señor no soporta son las que esas naciones cometen para honrar a sus dioses, llegando al extremo de sacrificar a sus propios hijos en el fuego.

32 (13.1) »Pongan siempre en práctica todo lo que les he ordenado, sin añadir ni quitar nada.

13 (2) »Si aparece entre ustedes un profeta o visionario y les anuncia una señal o un prodigio, (3) en caso de que se cumpla lo que les había anunciado y les diga: “¡Vamos y sigamos a otros dioses que ustedes no conocen; vamos a rendirles culto!”, (4) no le hagan caso. Porque el Señor su Dios quiere ponerlos a prueba para saber si ustedes lo aman con todo su corazón y con toda su alma. (5) Sigan y honren sólo al Señor su Dios; cumplan sus mandamientos, escuchen su voz y ríndanle culto; vivan unidos a él. (6) Y ese profeta o visionario será condenado a muerte por haberles aconsejado rebelarse contra el Señor su Dios, que los libró de la esclavitud a que estaban sometidos en Egipto, y por tratar de que ustedes se apartaran del camino que el Señor su Dios les ha ordenado seguir. Así acabarán con el mal que haya entre ustedes.

(7) »Si aun tu propio hermano, o tu hijo, o tu hija, o tu esposa amada, o tu más íntimo amigo, te empuja en secreto a dar culto a otros dioses que ni tú ni tus padres conocieron, (8) como son los dioses de los pueblos que, cercanos o lejanos, los rodean de un extremo al otro de la tierra, (9) no te sometas a sus deseos ni le hagas caso; ni siquiera tengas compasión de él; no le tengas lástima, ni lo encubras; (10) al contrario, mátalo. Y tú serás el primero en levantar la mano contra él, y después de ti hará lo mismo todo el pueblo. 10 (11) Apedréalo hasta que muera, por haber querido apartarte del Señor tu Dios, que te sacó de Egipto, donde eras esclavo. 11 (12) De esta manera todo Israel lo sabrá y tendrá miedo de volver a cometer una maldad como ésta.

12 (13) »Si en alguna de las ciudades que el Señor su Dios les ha dado para vivir llegan a saber que han aparecido 13 (14) hombres que desobedecen a Dios y descarrían a los habitantes de esa ciudad, empujándolos a rendir culto a dioses desconocidos, 14 (15) deberán ustedes investigar bien el asunto. Y si resulta que los rumores son ciertos y que se ha cometido entre ustedes cosa tan despreciable, 15 (16) entonces matarán a filo de espada a los habitantes de esa ciudad y a todos sus animales, y destinarán a la destrucción todo lo que haya en ella. 16 (17) Juntarán todas sus riquezas en el centro de la plaza, y prenderán fuego a la ciudad y a todo lo que le hayan quitado al enemigo, destruyéndolo todo como ofrenda quemada en honor del Señor su Dios. Esa ciudad quedará para siempre convertida en un montón de ruinas, y nunca más será reconstruida.

17 (18) »No se queden ustedes con nada de lo que haya sido destinado a la destrucción, y el Señor nunca se enojará contra ustedes; al contrario, tendrá compasión de ustedes y los hará crecer en número, tal como lo prometió a los antepasados de ustedes, 18 (19) siempre y cuando obedezcan al Señor su Dios y cumplan todos los mandamientos que yo les he dado hoy y hagan lo que es recto a sus ojos.

14 »Ustedes son los hijos del Señor su Dios. No se hagan heridas en el cuerpo, ni se rapen la cabeza por delante cuando alguien muera. Porque ustedes son un pueblo consagrado al Señor su Dios; él los ha elegido entre todos los pueblos de la tierra para que sean el pueblo de su propiedad.

Animales puros e impuros(G)

»No coman nada impuro.

»Ésta es la lista de los animales que ustedes pueden comer: toros, corderos, cabritos, ciervos, gacelas, gamos, cabras monteses y toda clase de antílopes. Pueden, pues, comer de todo animal rumiante que tenga las pezuñas partidas, separadas en dos partes, pero no deben comer de los siguientes animales, aunque sean rumiantes o tengan pezuñas partidas:

»El camello, la liebre y el tejón; deben considerarlos animales impuros, porque son rumiantes pero no tienen pezuñas partidas.

»El cerdo, porque tiene pezuñas partidas pero no es rumiante. Deben considerarlo impuro. No coman la carne de estos animales ni toquen sus cuerpos muertos.

»De los animales que viven en el agua podrán comer de los que tienen aletas y escamas, 10 pero no coman de los que no tienen aletas y escamas; deben considerarlos animales impuros.

11 »Pueden comer de toda ave pura, 12 pero hay algunas de las cuales no deben comer: el águila, el quebrantahuesos, el águila marina, 13 el milano, y toda clase de halcones, 14 toda clase de cuervos, 15 el avestruz, la lechuza, la gaviota, toda clase de gavilanes, 16 el búho, el ibis, el cisne, 17 el pelícano, el buitre, el cormorán, 18 la cigüeña, la abubilla y el murciélago.

19 »Todo insecto con alas será considerado impuro. No deberán comerlo. 20 Pero las aves consideradas puras sí podrán comerlas.

21 »No coman ningún animal que muera por sí solo, pues ustedes son un pueblo consagrado al Señor su Dios; pero se lo podrán dar al extranjero que viva en las ciudades de ustedes; él sí puede comerlo. Y también pueden vendérselo al extranjero que esté de paso.

»No cocinen cabritos en la leche de su madre.

Instrucciones acerca del diezmo

22 »Cada año, sin falta, deberán ustedes apartar la décima parte de todo el grano que cosechen. 23 De esa décima parte de trigo, de vino y de aceite, y de las primeras crías de sus vacas y ovejas, comerán ustedes delante del Señor su Dios, en el lugar que él escoja como residencia de su nombre, para que aprendan a reverenciar siempre al Señor. 24 Y si el Señor los bendice, pero ustedes tienen que hacer un largo viaje para llevar esa décima parte por vivir muy lejos del lugar que el Señor ha escogido para poner allí su nombre, 25 entonces venderán ustedes esa décima parte y el dinero de la venta lo llevarán al lugar que el Señor haya escogido. 26 Con ese dinero comprarán allí lo que crean más conveniente: bueyes, ovejas, vino o cualquier bebida fermentada; en fin, lo que ustedes quieran, y lo comerán allí, delante del Señor su Dios, y harán fiesta junto con su familia.

27 »No desamparen nunca a los levitas que vivan en su población, ya que a ellos no les ha tocado tener su propia tierra como a ustedes.

28 »Cada tres años deberán ustedes apartar la décima parte de su cosecha del año, y almacenarla en su ciudad, 29 para que cuando vengan los levitas, a quienes no les ha tocado tener su propia tierra, o los extranjeros que viven entre ustedes, o los huérfanos y las viudas, puedan comer hasta quedar satisfechos. Así el Señor su Dios los bendecirá en todo lo que hagan.

El año del perdón de deudas

15 »Cada siete años perdonarás lo que otros te deban.

»Este perdón consistirá en lo siguiente: Toda persona que haya prestado algo a su prójimo, le perdonará lo que le haya prestado. Ya no deberá exigir a su prójimo o a su compatriota que le pague, porque será proclamado el año del perdón de deudas en honor del Señor. Al extranjero le podrás exigir que te pague el préstamo que le hiciste, pero a tu compatriota deberás perdonarle lo que haya recibido de ti. De esta manera no habrá pobres entre ustedes, pues el Señor tu Dios te bendecirá en el país que él te va a dar como herencia, siempre y cuando le obedezcas y pongas en práctica todos estos mandamientos que yo te he dado hoy. Sí, el Señor tu Dios te bendecirá, tal como te lo ha prometido, y tendrás para prestar a muchas naciones, pero tú no tendrás que pedir prestado; dominarás a muchas naciones, pero ellas no te dominarán a ti.

»Si hay algún pobre entre tus compatriotas en alguna de las ciudades del país que el Señor tu Dios te da, no seas inhumano ni le niegues tu ayuda a tu compatriota necesitado; al contrario, sé generoso con él y préstale lo que necesite. No des lugar en tu mente a este malvado pensamiento: “Ya está cerca el año séptimo, el año en que se perdonan las deudas”, y entonces pongas mala cara a tu compatriota que se halla en la pobreza, y no le prestes nada; porque él clamará contra ti al Señor, y tal acción se te contará como pecado. 10 Debes ayudarlo siempre y sin que te pese, porque por esta acción el Señor tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas y emprendas. 11 Nunca dejará de haber necesitados en la tierra, y por eso yo te mando que seas generoso con aquellos compatriotas tuyos que sufran pobreza y miseria en tu país.

Leyes sobre los esclavos(H)

12 »Si alguno de tus compatriotas hebreos, sea hombre o mujer, se vende a ti como esclavo, sólo te servirá seis años; al séptimo año lo dejarás en libertad. 13 Y cuando lo despidas, no lo dejarás ir con las manos vacías, 14 sino que le darás animales de tu rebaño y mucho trigo y vino; es decir, compartirás con él los bienes que el Señor tu Dios te haya dado. 15 No olvides que también tú fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor tu Dios te dio libertad. Por eso ahora te doy esa orden.

16 »Pero si tu esclavo dice que no quiere dejarte porque siente cariño por ti y por tu familia, y porque lo tratas bien, 17 entonces tomarás un punzón y, arrimándolo a la puerta de tu casa, le atravesarás la oreja; de esta manera será esclavo tuyo para siempre. Lo mismo harás si se trata de tu esclava. 18 No te parezca mal dejar en libertad a tus esclavos, pues durante seis años te han servido por la mitad de lo que le habrías pagado a un jornalero; además, el Señor tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas.

Consagración de los primeros animales machos

19 »Todo primer macho que nazca de tus vacas o de tus ovejas, deberás consagrarlo al Señor tu Dios.

»No hagas trabajar al primer ternerito de tus vacas, ni esquiles al primer corderito de tus ovejas. 20 Cada año los comerás junto con tu familia y delante del Señor tu Dios, en el lugar que él haya escogido. 21 Pero si tiene algún defecto, o es cojo o ciego, o tiene cualquier otra falta, no lo presentarás en sacrificio al Señor. 22 Lo comerás en la ciudad donde vivas, y todos podrán comer de él, estén o no estén ritualmente puros, como cuando se come la carne de gacela o de ciervo. 23 Pero no debes comer su sangre, sino derramarla en la tierra como agua.

Fiestas anuales(I)

16 »Cuando llegue el mes de Abib, cumplan con la celebración de la Pascua en honor del Señor su Dios, porque fue en una noche de ese mes cuando el Señor su Dios los sacó de Egipto.

»Durante la Pascua ofrecerán vacas y ovejas en sacrificio al Señor su Dios, en el lugar que él haya escogido como residencia de su nombre.

»El animal sacrificado lo comerán con pan sin levadura. Durante siete días comerán pan sin levadura, que es el pan del sufrimiento, pues tuvieron que salir de Egipto muy aprisa; así, mientras ustedes vivan, se acordarán del día en que salieron de Egipto. En estos siete días no deberá haber levadura en todo el territorio de ustedes, y de la carne que se ofrece en sacrificio la tarde del primer día no debe quedar nada para la mañana siguiente. No deben ofrecer el sacrificio de la Pascua en cualquier ciudad de las que el Señor su Dios les da, sino únicamente en el lugar que él escoja como residencia de su nombre, y deben ofrecerlo por la tarde, al ponerse el sol, que es la hora en que ustedes salieron de Egipto. La carne ofrecida la cocerán y comerán en el lugar que el Señor su Dios haya escogido, y a la mañana siguiente regresarán a su casa. Durante seis días comerán pan sin levadura, y el día séptimo se celebrará una reunión especial en honor del Señor su Dios; ese día no deberán ustedes hacer ninguna clase de trabajo.

»Cuando hayan pasado siete semanas, a partir del día en que comenzó la cosecha de trigo, 10 celebrarán la fiesta de las Semanas en honor del Señor su Dios, y presentarán sus ofrendas voluntarias según los bienes con que el Señor su Dios los haya bendecido. 11 Y harán fiesta delante del Señor su Dios, en el lugar que él haya escogido como residencia de su nombre, junto con sus hijos y sus esclavos, y con los levitas, extranjeros, huérfanos y viudas que habiten en su población. 12 Recuerden que también ustedes fueron esclavos en Egipto; por lo tanto, pongan en práctica todas estas leyes.

13 »Una vez que hayan terminado de cosechar su trigo y de exprimir sus uvas, celebrarán durante siete días la fiesta de las Enramadas. 14 Alégrense en esta fiesta junto con sus hijos y sus esclavos, y con los levitas, extranjeros, huérfanos y viudas que vivan en su ciudad. 15 Esta fiesta la celebrarán en honor del Señor su Dios durante siete días, en el lugar que él haya escogido; porque el Señor su Dios los bendecirá en todas sus cosechas y en todo su trabajo, y serán ustedes completamente dichosos.

16 »Todos los varones deberán presentarse tres veces al año ante el Señor su Dios, en el lugar que él haya escogido, durante las siguientes fiestas: la de los Panes sin levadura, la de las Semanas y la de las Enramadas. Nadie deberá presentarse ante el Señor con las manos vacías, 17 sino que cada uno llevará sus ofrendas conforme a los bienes con que el Señor su Dios lo haya bendecido.

Reglas para administrar justicia

18 »Nombren jueces y oficiales para todas las ciudades que el Señor su Dios le va a dar a cada tribu, para que juzguen al pueblo con verdadera justicia. 19 No perviertan la justicia; no hagan ninguna diferencia entre unas personas y otras, ni se dejen sobornar, pues el soborno ciega los ojos de los sabios y pervierte las palabras de las personas justas. 20 La justicia, y sólo la justicia, es lo que ustedes deben seguir, para que vivan y posean el país que el Señor su Dios les da.

21 »No planten ningún árbol para honrar a un ídolo, ni lo pongan junto al altar del Señor su Dios. 22 No levanten piedras de culto pagano, pues esto le repugna al Señor su Dios.

17 »No ofrezcan como sacrificio al Señor su Dios ningún toro ni oveja que tenga defecto o alguna cosa mala, porque eso le es repugnante.

»Si en alguna de las poblaciones que el Señor su Dios les da se descubre que algún hombre o mujer hace lo que al Señor le desagrada, y falta a su alianza adorando a otros dioses y arrodillándose ante ellos, ya sea ante el sol, la luna o las estrellas, que es algo que el Señor no ha mandado, y si llegan a saberlo, investiguen bien el asunto; y si resulta verdad que un acto tan repugnante se ha cometido en Israel, llevarán ante el tribunal de la ciudad a quien haya cometido esta mala acción y lo condenarán a morir apedreado.

»La sentencia de muerte se dictará sólo cuando haya declaración de dos o tres testigos, pues por la declaración de un solo testigo nadie podrá ser condenado a muerte. Los testigos serán los primeros en arrojarle piedras al condenado, y después lo hará todo el pueblo. Así acabarán con el mal que haya en medio de ustedes.

»Si tienen que juzgar un caso demasiado difícil, ya sea de muerte, pleito, heridas corporales o cualquiera otra cosa que ocurra en su ciudad, vayan al lugar que el Señor su Dios haya escogido y pónganse en contacto con los sacerdotes levitas y con el juez de turno para exponerles el caso. Ellos dictarán entonces la sentencia que corresponda al caso, 10 y ustedes la aplicarán siguiendo al pie de la letra sus instrucciones. 11 Hagan todo tal y como ellos lo indiquen, aplicando la sentencia que dicten sin hacerle ningún cambio. 12 Pero al que actúe movido por la soberbia y desobedezca la decisión del sacerdote que está allí sirviendo al Señor, o la del juez, se le condenará a muerte. Así acabarán ustedes con la maldad en Israel, 13 y cuando el pueblo lo sepa, tendrá miedo y dejará de hacer las cosas con soberbia.

Instrucciones en cuanto a los reyes

14 »Si cuando hayan entrado en el país que el Señor su Dios les va a dar, y lo hayan conquistado y vivan en él, dicen: “Queremos tener un rey que nos gobierne, como lo tienen todas nuestras naciones vecinas”, 15 deberán poner como rey de su nación a aquel compatriota de ustedes que el Señor su Dios escoja. No deben tomar como rey a un extranjero, a uno que no sea su compatriota. 16 Pero ese rey no deberá adquirir muchos caballos, ni enviar gente a Egipto para aumentar su caballería, pues el Señor les ha dicho: “Nunca más vuelvan por este camino.” 17 Tampoco deberá tener muchas mujeres, para que no se descarríe; ni adquirir grandes cantidades de oro y plata.

18 »Cuando el rey tome posesión del poder, mandará que le hagan una copia escrita de esta enseñanza, tomada del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas. 19 Siempre deberá tener esa copia consigo, y leerla todos los días de su vida, para que aprenda a reverenciar al Señor su Dios, a respetar todo el contenido de esta enseñanza y a poner en práctica sus mandatos, 20 para que no se crea superior a sus compatriotas ni se aparte para nada de estos mandamientos. Así, tanto él como sus descendientes tendrán un largo reinado en Israel.

Derechos de los sacerdotes levitas

18 »Los sacerdotes levitas, es decir, todos los de la tribu de Leví, no tendrán parte ni herencia como los demás israelitas. Tendrán que mantenerse de los sacrificios que se ofrecen al Señor, y de lo que a él le corresponde. No recibirán herencia como sus compatriotas, ya que su herencia es el Señor, como él lo ha dicho.

»Los derechos que los sacerdotes tienen sobre los sacrificios de toros o corderos ofrecidos por la gente, son los siguientes: les tocará la espaldilla, la quijada y el cuajar, y también los primeros frutos de trigo, vino y aceite, y la primera lana que se corte a las ovejas; pues el Señor su Dios los ha elegido a ellos, de entre todas las tribus, para que de padres a hijos tengan siempre a su cargo el culto al Señor.

»Cuando un levita de alguna población de ustedes, de cualquier lugar de Israel, se sienta movido a venir al lugar escogido por el Señor, podrá oficiar allí como sacerdote en el nombre del Señor, lo mismo que todos sus compañeros levitas que están allí sirviendo al Señor, y recibirá la misma porción de alimentos que ellos reciben, además de lo que obtenga de la herencia de su padre.

Advertencias contra prácticas paganas

»Cuando hayan entrado ustedes en el país que el Señor su Dios les va a dar, no imiten las horribles costumbres de esas naciones. 10 Que nadie de ustedes ofrezca en sacrificio a su hijo haciéndolo pasar por el fuego, ni practique la adivinación, ni pretenda predecir el futuro, ni se dedique a la hechicería 11 ni a los encantamientos, ni consulte a los adivinos y a los que invocan a los espíritus, ni consulte a los muertos. 12 Porque al Señor le repugnan los que hacen estas cosas. Y si el Señor su Dios arroja de la presencia de ustedes a estas naciones, es precisamente porque tienen esas horribles costumbres. 13 Ustedes deben ser perfectos en su relación con Dios. 14 Esas naciones, cuyo territorio van ustedes a poseer, hacen caso a los que pretenden predecir el futuro y a los adivinos, pero a ustedes el Señor su Dios no les permite semejante cosa.

El profeta que ha de venir

15 »El Señor su Dios hará que salga de entre ustedes un profeta como yo, y deberán obedecerlo. 16 Esto es en realidad lo que ustedes pidieron al Señor su Dios en el monte Horeb, el día en que todos se reunieron allí y dijeron: “No queremos oír otra vez la voz del Señor nuestro Dios, ni ver este gran fuego, para no morir.” 17 Entonces el Señor me dijo: “Está bien lo que han dicho. 18 Yo haré que salga de entre ellos un profeta como tú, uno que sea compatriota de ellos y que les diga lo que yo le ordene decir, y les repita lo que yo le mande. 19 A todo aquel que no haga caso de lo que ese profeta diga en mi nombre, yo le pediré cuentas. 20 Pero el profeta que presuma de hablar en mi nombre y diga algo que yo no le haya mandado decir, o hable en nombre de otros dioses, será condenado a muerte.” 21 Y si ustedes piensan: “¿Cómo podremos saber que lo que se ha dicho no es la palabra del Señor?”, deben tener esto en cuenta: 22 Si lo que el profeta ha dicho en nombre del Señor no se cumple, es señal de que el Señor no lo dijo, sino que el profeta habló movido sólo por su orgullo; por lo tanto, no le tengan miedo.

Ciudades de refugio(J)

19 »Cuando el Señor su Dios haya destruido a las naciones y les dé a ustedes posesión de las tierras que ahora son de ellas, y ustedes ocupen sus ciudades y sus casas, apartarán tres ciudades del país que el Señor su Dios les da en propiedad, y arreglarán el camino que lleva a ellas. Además, dividirán en tres partes el territorio que el Señor su Dios les da en posesión, para que todo aquel que mate a una persona pueda refugiarse en cualquiera de ellas. El que mató podrá huir allí y salvar su vida, si demuestra que lo hizo sin intención y sin que hubiera enemistad entre ellos. Por ejemplo, si alguien va con su compañero al bosque a cortar leña y, al dar el hachazo, se le escapa el hacha del mango y alcanza a su compañero y lo mata, podrá huir a una de esas ciudades, y de esta manera salvará su vida. De lo contrario, si el camino es largo, un pariente cercano del muerto, que quiera vengarlo, perseguirá con rabia al que lo mató y puede alcanzarlo y matarlo, cuando en realidad no merecía la muerte, puesto que nunca antes fueron enemigos. Por eso les mando que aparten tres ciudades, y cuando el Señor su Dios agrande el territorio de ustedes y les dé toda la tierra, tal como lo prometió a los antepasados de ustedes, entonces añadirán ustedes otras tres ciudades de refugio a las tres que ya tenían (siempre y cuando pongan en práctica estos mandamientos que hoy les doy, o sea, que amen al Señor su Dios y sigan siempre sus caminos). 10 De esta manera no se derramará sangre inocente dentro de este país que el Señor su Dios les da en propiedad, ni caerá sobre ustedes la responsabilidad de ninguna muerte.

11 »Pero si un hombre es enemigo de otro y le sigue los pasos, y llegada la ocasión se lanza sobre él y lo mata, y huye después a una de las ciudades de refugio, 12 entonces los ancianos de su ciudad darán la orden de que se le arreste y se le entregue en manos del pariente más cercano del muerto, para que sea condenado a muerte. 13 No le tengan compasión, y así evitarán que se derrame sangre inocente en Israel. Entonces todas las cosas les saldrán bien.

14 »En el país que el Señor su Dios les va a dar, respetarán los límites de la propiedad de su vecino, tal como fueron fijados en tiempos pasados.

Ley contra los testigos falsos

15 »La acusación de un solo testigo no será suficiente para demostrar que una persona ha cometido un crimen, delito o falta. Sólo valdrá la acusación cuando la presenten dos o tres testigos.

16 »Si algún malvado se presenta como testigo falso contra alguien, y lo acusa de haber cometido un delito, 17 entonces las dos personas en pleito se presentarán ante el Señor y ante los sacerdotes y jueces que en aquellos días estén en funciones. 18 Los jueces examinarán el caso con toda atención, y si resulta falsa la declaración presentada por el testigo contra la otra persona, 19 se le hará sufrir la misma sentencia que él quería para el otro. Así acabarán con la maldad que haya en medio de ustedes. 20 Y cuando los demás lo sepan, tendrán miedo y ya no se atreverán a cometer una acción tan mala. 21 No tengan compasión: cobren vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.

Leyes de guerra

20 »Si al salir ustedes a combatir a sus enemigos ven que ellos cuentan con caballería y carros de guerra, y con un ejército más numeroso que el de ustedes, no les tengan miedo, pues ustedes cuentan con el Señor su Dios, que los sacó de Egipto. Y cuando llegue la hora de la batalla, el sacerdote se dirigirá al ejército y dirá: “Escuchen, israelitas, hoy van a luchar contra sus enemigos. No se desanimen ni tengan miedo; no tiemblen ni se asusten, porque el Señor su Dios está con ustedes; él luchará contra los enemigos de ustedes y les dará la victoria.”

»Luego hablarán los jefes, y dirán: “Si alguno de ustedes ha construido una casa nueva y todavía no ha vivido en ella, que se vaya a su casa, no sea que muera en la batalla y sea otro el que la estrene. Y si alguno de ustedes ha plantado un viñedo y aún no ha podido disfrutar de él, que se vaya a su casa, no sea que muera en el combate y sea otro el que recoja las uvas. Y si alguien está comprometido en matrimonio y todavía no se ha casado, que se vaya a su casa, no sea que muera en la lucha y otro se case con su prometida.”

»Después los jefes se dirigirán de nuevo al ejército y dirán: “Si alguno tiene miedo y le falta valor, que se vaya a su casa para que no acobarde también a sus compañeros.” Y cuando los jefes hayan terminado de hablar, los capitanes se pondrán a la cabeza del ejército.

10 »Cuando se acerquen ustedes a una ciudad para atacarla, primero deben proponer la paz. 11 Si los habitantes de la ciudad aceptan la paz y los dejan entrar, entonces les servirán a ustedes como esclavos en trabajos forzados. 12 Pero si no hacen la paz con ustedes, sino que les declaran la guerra, ustedes rodearán la ciudad y la atacarán. 13 El Señor su Dios la hará caer en poder de ustedes, y ustedes matarán a filo de espada a todos sus habitantes. 14 Las mujeres, los niños, el ganado y todo lo que haya en la ciudad, será para ustedes; podrán disfrutar de todo lo que el Señor su Dios les permita tomar del enemigo. 15 Esto mismo harán ustedes con todas las ciudades que estén lejos de donde habiten y que no formen parte de estas naciones. 16 Pero en las ciudades de estas naciones que el Señor su Dios les da en propiedad, no deben ustedes dejar nada con vida, 17 sino que destinarán a la destrucción, como sacrificio al Señor, a los hititas, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos, tal como él lo ha ordenado, 18 para que no les enseñen a ustedes a hacer las mismas cosas horribles que ellos hacen en honor de sus dioses, y les hagan pecar contra el Señor su Dios.

19 »Si para tomar ustedes una ciudad tienen que sitiarla por mucho tiempo, no derriben sus árboles a golpe de hacha, pues necesitarán sus frutos como alimento; además, son tan sólo árboles del campo, y no hombres que puedan defenderse del ataque de ustedes. 20 Sin embargo, podrán derribar los árboles que no sean frutales y que les sirvan para sitiar la ciudad que estén atacando, hasta que caiga en su poder.

Casos de muerte sin explicación

21 »Si en el país que el Señor su Dios les va a dar en propiedad se encuentra en el campo el cadáver de una persona asesinada, sin que se sepa quién la mató, los ancianos y los jueces calcularán la distancia que haya entre el lugar donde se encuentre el cadáver y las ciudades más cercanas. Entonces los ancianos de la ciudad más cercana tomarán una ternera a la que todavía no se le haya puesto yugo, la bajarán a un arroyo que siempre lleve agua y donde nunca se haya labrado ni sembrado, y allí mismo le romperán el pescuezo.

»Después se acercarán los sacerdotes levitas, pues el Señor los eligió para que tengan a su cargo los servicios del culto y bendigan en el nombre del Señor. En todo caso de pleito o disputa, su decisión será final. Luego, todos los ancianos de la ciudad se lavarán las manos sobre la ternera muerta, y harán la siguiente declaración: “Nosotros no matamos a ese hombre, ni vimos cómo lo mataron. Perdona, Señor, a tu pueblo Israel, que tú has rescatado, y no lo culpes de la muerte de un inocente.” Así no se les pedirá cuentas de la muerte de esa persona, y ustedes harán lo que es recto a los ojos del Señor y quitarán de entre ustedes la culpa de esa muerte.

Ley sobre prisioneras de guerra

10 »Cuando presenten batalla contra sus enemigos, y el Señor su Dios los haga caer prisioneros en manos de ustedes, 11 si alguno de ustedes ve entre ellos una mujer hermosa, y se enamora de ella y la toma por esposa, 12 deberá llevarla a su casa y hará que se rape la cabeza, se corte las uñas, 13 se quite el vestido que llevaba cuando cayó prisionera y se quede a vivir en casa de él, llorando a sus padres durante todo un mes. Después de eso podrá el israelita entrar en relaciones con ella; él será su marido, y ella su mujer. 14 Si después resulta que no le gusta, podrá dejarla en libertad; pero no podrá venderla por dinero ni tratarla como esclava, ya que la ha deshonrado.

Derechos del hijo mayor

15 »Si un hombre tiene dos mujeres, y ama a una y a la otra no, pero las dos le dan hijos y el hijo mayor es de la mujer a la que no ama, 16 cuando llegue el día en que ese hombre reparta sus bienes entre sus hijos, no podrá tratar como hijo mayor al de la mujer que ama, pues perjudicaría al hijo de la mujer aborrecida, que es realmente el mayor. 17 Tendrá que reconocer a éste como su hijo mayor y darle una doble parte de los bienes que le correspondan, porque él es el primer fruto de su fuerza y tiene todos los derechos de hijo mayor.

Castigo para los hijos rebeldes

18 »Si alguien tiene un hijo desobediente y rebelde, que no hace caso de lo que le dicen sus padres, y que ni siquiera cuando lo castigan los obedece, 19 sus padres deberán llevarlo ante el tribunal de los ancianos de la ciudad, 20 y decirles: “Nuestro hijo es desobediente y rebelde; no nos obedece en nada, es un pervertido y un borracho.” 21 Entonces todos los hombres de la ciudad lo matarán a pedradas. Así acabarán ustedes con la maldad que haya en medio de su pueblo y, al saberlo, los israelitas sentirán temor.

Leyes diversas

22 »Si un hombre es condenado a morir colgado de un árbol por haber cometido un grave delito, 23 su cuerpo no deberá dejarse allí toda la noche, sino que tendrá que ser enterrado el mismo día, porque es maldito de Dios el que muere colgado de un árbol, y ustedes no deben convertir en impura la tierra que el Señor su Dios les va a dar en propiedad.

22 »Si alguno de ustedes ve perdido el buey o la oveja de su compatriota, no debe desentenderse de ello, sino llevárselo a su compatriota. Pero si el dueño no es vecino ni conocido suyo, entonces llevará el animal a su casa y lo tendrá allí hasta que su compatriota lo reclame; entonces deberá devolvérselo. Lo mismo deberán hacer con el asno, el manto o cualquier otra cosa que alguien pierda y que alguno de ustedes encuentre. No se desentiendan del asunto.

»Si alguno de ustedes ve caído en el camino el asno o el buey de su compatriota, no debe desentenderse de ello, sino ayudarle a levantarlo.

»La mujer no debe usar ropa de hombre, ni el hombre debe usar ropa de mujer, porque al Señor le repugna todo aquel que hace estas cosas.

»Si alguien encuentra en su camino algún nido de pájaros en un árbol o en el suelo, con polluelos o huevos, y la madre echada sobre ellos, no debe quedarse con la madre y los polluelos; debe quedarse sólo con los polluelos y dejar que la madre se vaya. Así será dichoso y tendrá una larga vida.

»Cuando alguno de ustedes construya una casa nueva, deberá poner un muro de protección alrededor de la azotea; así evitará que su familia sea culpable de una muerte en caso de que alguien se caiga de la casa.

»No siembren en su viñedo más de una clase de semilla, para que no se les impida usar tanto lo que sembraron como toda la cosecha del viñedo.

10 »No aren su campo con una yunta formada por un buey y un asno.

11 »No se pongan ropa tejida con una mezcla de lana y lino.

12 »Pongan borlas con flecos en las cuatro puntas del manto con que se cubren.

Leyes sobre la castidad

13 »Si un hombre toma a una mujer por esposa, y después de unirse a ella le pierde cariño 14 y, alegando que ella le ha faltado, le crea mala fama diciendo: “Yo me casé con esta mujer, pero en nuestras relaciones me encontré con que ya no era virgen”, 15 entonces los padres de la joven tomarán la prueba de su virginidad y la presentarán al tribunal de los ancianos de la ciudad, 16 y el padre de la joven dirá a los ancianos: “Yo di mi hija por esposa a este hombre, pero ahora él ha dejado de quererla 17 y la acusa de haberle faltado, alegando que mi hija ya no era virgen. Sin embargo, aquí está la prueba de que sí lo era.” Y diciendo esto, extenderá la sábana delante de los ancianos. 18 Entonces ellos apresarán al hombre y lo castigarán, 19 condenándolo a pagar una multa de cien monedas de plata, que deberá entregar al padre de la joven por crearle mala fama a una muchacha virgen de Israel. Además, ella seguirá siendo su mujer y no podrá divorciarse de ella en toda su vida.

20 »Pero si resulta cierto que la joven ya no era virgen, 21 la sacarán a las puertas de la casa de su padre y los hombres de la ciudad la matarán a pedradas, por cometer una maldad tan grande en Israel y deshonrar la casa misma de su padre. Así acabarán con el mal que haya en medio de ustedes.

22 »Si un hombre es sorprendido acostado con una mujer casada, los dos serán condenados a muerte. Así acabarán ustedes con el mal que haya en Israel.

23 »Si una muchacha virgen es prometida de un hombre, y otro hombre la encuentra en la ciudad y se acuesta con ella, 24 serán llevados los dos ante el tribunal de la ciudad, donde serán condenados a morir apedreados: la joven por no pedir socorro estando en plena ciudad, y el hombre por deshonrar a la mujer de su prójimo. Así acabarán con el mal que haya en medio de ustedes.

25 »Pero si un hombre encuentra en el campo a la prometida de otro hombre y la obliga a acostarse con él, entonces sólo se dará muerte al hombre que se acostó con ella. 26 A la joven no se le hará nada, porque no ha cometido ningún delito que merezca la muerte; se trata de un caso semejante del hombre que ataca a otro hombre y lo mata; 27 porque él encontró a la joven sola en el campo y, aunque ella hubiera gritado, nadie habría podido socorrerla.

28 »Si un hombre encuentra a una muchacha virgen y sin compromiso de matrimonio, y la obliga a acostarse con él, y son descubiertos, 29 entonces el hombre tendrá que entregar al padre de la joven cincuenta monedas de plata; y, como la ha deshonrado, tendrá que tomarla por mujer y no podrá divorciarse de ella en toda su vida.

30 (23.1) »Nadie debe tener relaciones sexuales con la mujer de su padre, pues con ello lo deshonra.

Gente excluida de la comunidad

23 (2) »El que tenga los testículos aplastados o amputado su miembro viril, no podrá ser admitido en la congregación del Señor.

(3) »El hijo bastardo no podrá ser admitido en la congregación del Señor, ni aun después de la décima generación.

(4) »Los amonitas y los moabitas no serán nunca admitidos en la congregación del Señor, ni aun después de la décima generación; (5) porque cuando ustedes pasaron por su territorio, después de haber salido de Egipto, ellos no les ofrecieron agua ni alimentos; y además pagaron a Balaam, hijo de Beor, que venía de Petor de Mesopotamia, para que pronunciara una maldición contra ustedes. (6) Pero el Señor su Dios no escuchó a Balaam, sino que convirtió su maldición en una bendición para ustedes, porque los ama. (7) No busquen, pues, ni la paz ni el bienestar de ellos en todos los días de su vida.

(8) »Sin embargo, no deben despreciar a los edomitas, porque son parientes de ustedes; ni tampoco a los egipcios, porque ustedes vivieron en su país; (9) la tercera generación de sus descendientes podrá entrar a formar parte de la congregación del Señor.

Leyes sanitarias

(10) »Cuando se encuentren ustedes en guerra contra sus enemigos y hagan vida de campaña, procuren no cometer ningún acto indecente. 10 (11) Si alguno de ustedes se encuentra en estado de impureza por haber tenido un derrame durante el sueño, deberá salir del campamento y no entrar en él en todo el día. 11 (12) Al caer la tarde se lavará con agua, y al ponerse el sol podrá entrar nuevamente en el campamento.

12 (13) »Para sus necesidades deberán ustedes tener un lugar fuera del campamento. 13 (14) En su equipo deberán llevar siempre una estaca, para que cuando tengan que hacer sus necesidades, hagan un hoyo con la estaca y luego, cuando hayan terminado, tapen con tierra el excremento. 14 (15) Porque el Señor su Dios anda entre ustedes, en el campamento, para protegerlos y darles la victoria sobre sus enemigos; por lo tanto, el campamento de ustedes debe ser un lugar santo, para que Dios no vea ninguna cosa indecente en él, pues de lo contrario se apartaría de ustedes.

Leyes de asilo

15 (16) »Si un esclavo huye de su amo y les pide a ustedes asilo, no lo entreguen a su antiguo dueño. 16 (17) Déjenlo que se quede a vivir con ustedes en la ciudad que más le guste y en el lugar que él escoja, y nadie deberá molestarlo.

Prohibición de la prostitución cúltica

17 (18) »Ningún hombre ni ninguna mujer israelita deberá consagrarse a la prostitución practicada en cultos paganos. 18 (19) No permitan ustedes que en el templo del Señor su Dios se pague una promesa con el dinero ganado en ese tipo de prostitución, porque esa práctica le repugna al Señor.

19 (20) »No exigirán de un compatriota que les pague interés por el préstamo que le hayan hecho, sea de dinero, de comestibles o de cualquier cosa de las que se prestan cobrando interés. 20 (21) Al extranjero podrán exigirle que les pague interés sobre un préstamo, pero no deberán hacerlo con un compatriota. Así el Señor su Dios los bendecirá en todo lo que hagan en el país que van a ocupar.

21 (22) »Cuando hagan una promesa al Señor su Dios, no tarden en cumplirla, pues tengan por seguro que el Señor su Dios les pedirá cuentas de ello y serán culpables de pecado. 22 (23) Si no hacen ninguna promesa, no cometerán ningún pecado; 23 (24) pero si de una manera voluntaria hacen una promesa al Señor su Dios, entonces deberán cumplirla.

24 (25) »Cuando entren en el viñedo de su prójimo, podrán comer todas las uvas que quieran, pero no podrán llevarse ninguna en la cesta. 25 (26) Si entran en su trigal, podrán arrancar espigas con la mano, pero no cortar el trigo con una hoz.

Leyes sobre el divorcio

24 »Si un hombre toma una mujer y se casa con ella, pero después resulta que no le gusta por haber encontrado en ella algo indecente, le dará por escrito un certificado de divorcio y la despedirá de su casa. Ella, después que haya abandonado la casa, podrá casarse con otro; pero si su segundo marido también llega a despreciarla y le entrega un certificado de divorcio, despidiéndola de su casa, o si este segundo marido se muere, entonces el que fue su primer marido no podrá volver a casarse con ella debido al estado de impureza en que ella se encuentra; esto sería un acto repugnante para el Señor, y ustedes no deben deshonrar el país que el Señor su Dios les da en propiedad.

Leyes varias

»Si un hombre está recién casado, no deberá ir a la guerra ni se le hará cumplir ninguna otra clase de servicio durante un año; así podrá estar libre en su casa todo ese tiempo, para felicidad de su mujer.

»No pidan a nadie en prenda su molino de mano o la piedra de moler, pues eso sería como pedirle en prenda su propia vida.

»Si un israelita es sorprendido raptando a un compatriota para convertirlo en esclavo o para venderlo, se le condenará a muerte, para acabar así con la maldad que haya en medio de ustedes.

»En caso de lepra, cumplan fielmente todas las instrucciones que les den los sacerdotes levitas. Deben hacerlo todo tal y como yo se lo he ordenado a ellos. Recuerden lo que hizo el Señor su Dios con María en el camino, después que ustedes salieron de Egipto.

10 »Si hacen un préstamo a su prójimo, no entren en su casa para tomar ninguna prenda suya. 11 Quédense afuera, y esperen a que él saque lo que va a dar en prenda. 12 Y si se trata de una persona pobre, no deben retener la prenda durante la noche; 13 tienen que devolvérsela a la puesta del sol, para que así pueda taparse con su manto cuando se vaya a dormir. Así él los bendecirá y ustedes harán una buena acción delante del Señor su Dios.

14 »No exploten al que se halle en la miseria, ni le retengan su paga, ya sea que se trate de un compatriota de ustedes o de un extranjero que habite en alguna de sus ciudades. 15 Páguenle su jornal el mismo día, antes de ponerse el sol, porque es pobre y necesita ese dinero para poder vivir. De otra manera clamará contra ustedes al Señor, y ustedes serán culpables de pecado.

16 »Los padres no podrán ser condenados a muerte por culpa de lo que hayan hecho sus hijos, ni los hijos por lo que hayan hecho sus padres, sino que cada uno morirá por su propio pecado.

17 »No cometan ninguna injusticia con los extranjeros ni con los huérfanos, ni tampoco tomen en prenda la ropa de las viudas. 18 No olviden que ustedes fueron esclavos en Egipto, y que el Señor su Dios los sacó de allí; por eso les ordeno que cumplan todo esto.

19 »Si al estar recogiendo la cosecha de su campo se olvidan ustedes de recoger un manojo de trigo, no regresen a buscarlo; déjenlo para que lo recoja algún extranjero de los que viven entre ustedes, o algún huérfano, o alguna viuda, a fin de que el Señor su Dios los bendiga a ustedes en todo lo que hagan.

20 »Cuando recojan las aceitunas de sus olivos, no repasen cada una de las ramas; las aceitunas que se queden, déjenlas para los extranjeros, los huérfanos y las viudas.

21 »Al recoger las uvas de su viñedo, no repasen ustedes cada una de las plantas; lo que quede, déjenlo para los extranjeros, los huérfanos y las viudas. 22 Recuerden que también ustedes fueron esclavos en Egipto; por eso les ordeno que cumplan todo esto.

25 »Cuando algunos tengan un pleito, deberán presentarse ante el tribunal para que se les juzgue, y los jueces declararán inocente al que lo sea y condenarán al culpable. Si el culpable merece ser azotado, el juez ordenará que se le tienda en el suelo y que en su presencia se le den los azotes que merezca la falta que ha cometido. En ningún caso se darán más de cuarenta azotes, para evitar que aquel compatriota sufra un castigo demasiado duro y se sienta humillado ante ustedes.

»No le pongan bozal al buey cuando esté trillando el grano.

Ley del levirato

»Si dos hermanos comparten el mismo techo y uno de ellos muere sin dejar ningún hijo, la viuda no podrá casarse con ningún hombre de otra familia. El hermano de su marido deberá tomarla por esposa, y así cumplir con ella su deber de cuñado. El primer hijo que ella dé a luz llevará el nombre del hermano muerto, con el fin de que su nombre no desaparezca de Israel. Pero si el hombre no quiere casarse con su cuñada, ella se presentará ante el tribunal y dirá a los ancianos: “Mi cuñado no quiere que el nombre de su hermano se mantenga vivo en Israel; no quiere cumplir conmigo su deber de cuñado.” Entonces los ancianos de la ciudad lo llamarán y hablarán con él, y si él insiste en no casarse con ella, entonces su cuñada se acercará a él y en presencia de los ancianos le quitará la sandalia del pie, le escupirá en la cara y dirá: “¡Así se hace con el hombre que no quiere dar descendencia a su hermano!” 10 Y su familia será conocida en Israel con el nombre de “la familia del Descalzado”.

Otras leyes

11 »Si dos hombres se están golpeando, y se acerca la mujer de uno de ellos para defender a su marido y agarra al otro por las partes genitales, 12 ustedes ordenarán sin ninguna compasión que se le corte la mano a la mujer.

13-14 »No usen en sus compras y ventas pesas y medidas falsas, 15 sino pesas exactas y completas, para que vivan muchos años en el país que el Señor su Dios les va a dar. 16 Porque al Señor le repugnan todos los que hacen estas cosas y cometen injusticias.

La orden de exterminar a Amalec

17 »Recuerden ustedes lo que les hizo Amalec cuando estaban en camino, después de haber salido de Egipto; 18 recuerden que, sin ningún temor de Dios, los atacó en el camino y se aprovechó de que ustedes estaban cansados y fatigados, y atacó por la espalda a los que estaban débiles y se habían quedado atrás. 19 Por lo tanto, cuando el Señor su Dios los haya librado de todos los enemigos que les rodean en el país que él les da en propiedad, deberán borrar de la tierra la memoria de Amalec. ¡No lo olviden!

Ofrenda de los primeros frutos

26 »Cuando hayas entrado en la tierra que el Señor tu Dios te va a dar en propiedad, y te hayas establecido en ella, tomarás los primeros frutos de la cosecha que te dé la tierra, y los llevarás en una cesta al lugar que el Señor tu Dios haya escogido como residencia de su nombre. Allí te presentarás al sacerdote en funciones, y le dirás: “Yo declaro hoy, ante el Señor mi Dios, que ya he entrado en el país que el Señor juró a nuestros antepasados que nos daría.” El sacerdote tomará la cesta que tú le entregues, y la pondrá ante el altar del Señor tu Dios; entonces pronunciarás ante el Señor tu Dios la siguiente declaración:

»“Mis antepasados fueron un pequeño grupo de arameos errantes, que emigraron a Egipto y se quedaron a vivir allí, convirtiéndose después en una nación grande, poderosa y numerosa. Pero los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos hicieron sufrir cruel esclavitud. Entonces pedimos al Señor y Dios de nuestros padres que nos ayudara, y él escuchó nuestras súplicas, y vio la miseria, los trabajos y la opresión de que éramos víctimas; desplegó su gran poder y, en medio de un gran terror y de acontecimientos extraordinarios, nos sacó de Egipto y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra donde la leche y la miel corren como el agua. 10 Por eso traigo ahora los primeros frutos de la tierra que el Señor me ha dado.”

»En seguida pondrás la cesta delante del Señor tu Dios y te arrodillarás en su presencia. 11 Después harás fiesta por todos los bienes que el Señor tu Dios te ha dado a ti y a tu familia. También se unirán a tu alegría los levitas y los extranjeros que vivan entre ustedes.

Ofrenda de la décima parte de todo

12 »Cuando llegue el tercer año, que es cuando se da la décima parte de todo, y cuando hayas apartado ya la décima parte de todos tus frutos y se la hayas dado a los levitas y a los extranjeros que viven en tu país, y a los huérfanos y las viudas, para que puedan comer en tus poblaciones todo lo que quieran, 13 declararás ante el Señor tu Dios:

»“Ya he apartado de mi casa la parte de la cosecha que debe ser consagrada, y la he repartido entre los levitas y extranjeros que viven en nuestro país, y entre los huérfanos y las viudas, cumpliendo todo lo que tú me mandaste y sin desobedecer ni olvidar ninguno de tus mandamientos. 14 No he comido nada de ello mientras estuve de luto o en estado de impureza, ni lo he ofrecido a los muertos. Señor mi Dios, te he obedecido y he cumplido todo lo que me has ordenado. 15 Mira desde los cielos, desde tu santa mansión, y bendice a tu pueblo Israel y a la tierra que nos has dado, donde la leche y la miel corren como el agua, tal como lo prometiste a nuestros antepasados.”

Israel, pueblo consagrado al Señor

16 »El Señor tu Dios te manda hoy que pongas en práctica estas leyes y estos mandamientos; cúmplelos de todo corazón y con toda tu alma. 17 Tú has declarado hoy que el Señor es tu Dios, y has prometido seguir sus caminos y cumplir sus leyes, mandamientos y decretos, y obedecerlo siempre. 18 También el Señor ha declarado hoy que tú, Israel, eres el pueblo de su propiedad, tal como te lo había prometido, y que cumplirás todos sus mandamientos. 19 Él va a hacer de ti una nación superior en gloria, fama y honor a las demás naciones que hizo, y serás, como él lo ha dicho, un pueblo consagrado al Señor tu Dios.»

Las piedras memoriales en el monte Ebal

27 Moisés y los ancianos de Israel dieron al pueblo las siguientes órdenes:

«Cumplan todo lo que hoy les he ordenado. Cuando crucen el río Jordán y entren en la tierra que el Señor su Dios les va a dar, levantarán unas piedras grandes y las blanquearán con cal, para escribir en ellas todas estas instrucciones que les he dado. Háganlo en cuanto entren en esa tierra donde la leche y la miel corren como el agua, y que el Señor su Dios les va a dar, tal como lo prometió a los antepasados de ustedes. Así que, cuando hayan cruzado el río Jordán, deberán levantar sobre el monte Ebal las piedras que les he dicho, y blanquearlas con cal. 5-6 También deberán construir allí un altar de piedra para el Señor su Dios. Las piedras deberán ser enteras y sin labrar. Allí, en ese altar, ofrecerán al Señor su Dios holocaustos y sacrificios de reconciliación; y allí, ante el Señor su Dios, comerán y harán fiesta. En las piedras deberán escribir con toda claridad estas instrucciones que les he dado.»

Después Moisés, acompañado de los sacerdotes levitas, dijo a los israelitas:

«Guarden silencio, israelitas, y escuchen. Hoy se han convertido ustedes en el pueblo del Señor su Dios. 10 Por lo tanto, deben obedecerle y poner en práctica sus mandamientos y sus leyes que yo les ordeno hoy.»

Enumeración de las maldiciones

11 Ese mismo día Moisés dio al pueblo esta orden:

12 «Cuando ustedes hayan cruzado el río Jordán, las tribus de Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín se colocarán en el monte Guerizim para la bendición del pueblo, 13 y las tribus de Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí se colocarán en el monte Ebal para la maldición. 14 Los levitas se dirigirán a todos los israelitas, y en voz alta pronunciarán la siguiente declaración:

15 »“Maldito sea el que haga un ídolo o una figura de metal fundido, hecha por un artesano, y la ponga en un lugar oculto, pues eso le repugna al Señor.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

16 »“Maldito sea el que trate con desprecio a su padre o a su madre.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

17 »“Maldito sea el que cambie los límites de la propiedad de su vecino para robarle terreno.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

18 »“Maldito sea el que desvíe de su camino a un ciego.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

19 »“Maldito sea el que cometa una injusticia con un extranjero, una viuda o un huérfano.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

20 »“Maldito sea el que se acueste con la mujer de su padre, pues con ello lo deshonra.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

21 »“Maldito sea el que tenga relaciones sexuales con un animal.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

22 »“Maldito sea el que se acueste con su hermana, ya sea por parte de padre o por parte de madre.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

23 »“Maldito sea el que se acueste con su suegra.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

24 »“Maldito sea el que mate a traición a su prójimo.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

25 »“Maldito sea el que reciba dinero por matar a una persona inocente.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

26 »“Maldito sea el que no respete estas instrucciones, ni las ponga en práctica.” Y todo el pueblo dirá: “Amén.”

Bendiciones para los que obedecen(K)

28 »Si de veras obedeces al Señor tu Dios, y pones en práctica todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy, entonces el Señor te pondrá por encima de todos los pueblos de la tierra. Además, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán por haber obedecido al Señor tu Dios. Serás bendito en la ciudad y en el campo. Serán benditos tus hijos y tus cosechas, y las crías de tus vacas, de tus ovejas y de todos tus animales. Serán benditos tu cesta y el lugar donde amasas la harina, y tú serás bendito en todo lo que hagas.

»El Señor pondrá en tus manos a tus enemigos cuando te ataquen. Avanzarán contra ti en formación ordenada, pero huirán de ti en completo desorden.

»El Señor enviará su bendición sobre tus graneros y sobre todo lo que hagas, y te hará vivir feliz en el país que va a darte.

»Si cumples sus mandamientos y sigues sus caminos, el Señor tu Dios te mantendrá como pueblo consagrado a él, tal como te lo ha jurado. 10 Entonces todos los pueblos de la tierra verán que sobre ti se invoca el nombre del Señor, y te tendrán miedo. 11 El Señor te mostrará su bondad dándote muchos hijos, muchas crías de tus ganados y abundantes cosechas en la tierra que a tus antepasados juró que te daría. 12 Y te abrirá su rico tesoro, que es el cielo, para darle a tu tierra la lluvia que necesite; y hará prosperar todo tu trabajo. Podrás prestar a muchas naciones, pero tú no tendrás que pedir prestado a nadie. 13 El Señor te pondrá en el primer lugar, y no en el último; siempre estarás por encima de los demás, y nunca por debajo, con tal de que atiendas a los mandamientos del Señor tu Dios, que yo te ordeno hoy, y los pongas en práctica, 14 sin apartarte de ellos por seguir a otros dioses y rendirles culto.

Consecuencias de la desobediencia(L)

15 »Pero si no obedeces al Señor tu Dios, ni pones en práctica todos sus mandamientos y leyes que yo te he ordenado hoy, vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas maldiciones: 16 Serás maldito en la ciudad y en el campo. 17 Serán malditos tu cesta y el lugar donde amasas la harina. 18 Serán malditos tus hijos y tus cosechas, y las crías de tus vacas, de tus ovejas y de todos tus animales. 19 Y maldito serás tú en todo lo que hagas.

20 »El Señor te enviará maldición, confusión y angustia en todo lo que hagas, y en muy poco tiempo te destruirán por completo, por haberlo abandonado con tus malas acciones. 21 El Señor te enviará una peste que acabará contigo en el país que vas a ocupar. 22 También te enviará epidemias mortales, fiebres malignas, inflamaciones, calor sofocante, sequía y plagas sobre tus trigales, epidemias que te perseguirán hasta destruirte. 23 Allá arriba, el cielo te negará su lluvia; y aquí abajo, la tierra te negará sus frutos. 24 El Señor hará caer sobre ti polvo y arena en vez de lluvia, hasta que seas destruido 25 y aplastado por tus enemigos. Avanzarás contra ellos en formación ordenada, pero huirás de ellos en completo desorden, y serás motivo de espanto para todos los reinos de la tierra. 26 Las aves y las fieras devorarán tu cadáver sin que nadie las espante.

27 »El Señor te hará sufrir con llagas, como a los egipcios, y con tumores, sarna y tiña, y no podrás curarte de estas enfermedades. 28 También te hará padecer locura, ceguera y confusión, 29 y andarás a tientas, como el ciego en la oscuridad. Nada de lo que hagas te saldrá bien; te verás siempre oprimido y explotado, y nadie vendrá en tu ayuda. 30 Te comprometerás para casarte, pero otro se acostará con tu prometida; te construirás una casa, pero no llegarás a habitarla; plantarás un viñedo, pero no disfrutarás de sus frutos; 31 degollarán a tu toro delante de ti, pero no comerás de su carne; te quitarán tu asno en tu propia cara, y no te lo devolverán; tus ovejas caerán en manos de tus enemigos, y no habrá quien te ayude a rescatarlas. 32 Ante tus propios ojos, tus hijos y tus hijas serán entregados a gente extranjera, y a todas horas querrás volver a verlos, pero nada podrás hacer. 33 Las cosechas de tu tierra y el fruto de todo tu trabajo se lo comerá gente que nunca antes conociste, y sufrirás continuamente opresión y malos tratos. 34 Cuando veas todas estas cosas, te volverás loco. 35 El Señor te hará sufrir con llagas malignas en las rodillas y en los muslos y en todo el cuerpo, sin que puedas ser curado.

36 »El Señor hará que a ti y a tu rey se los lleven a una nación que ni tú ni tus padres conocieron. Allí tendrás que servir a otros dioses, hechos de madera y de piedra, 37 y serás motivo de horror, de refrán y de burla en todos los pueblos donde te lleve el Señor. 38 Sembrarás mucha semilla, pero recogerás poco fruto porque la langosta lo devorará. 39 Plantarás viñedos y los cuidarás, pero no beberás su vino ni recogerás sus uvas porque los gusanos acabarán con todo. 40 Tendrás olivos en toda tu tierra, pero no te perfumarás con su aceite porque las aceitunas se caerán solas. 41 Tendrás hijos e hijas, pero no estarán contigo porque serán llevados cautivos a otros países. 42 Todos los árboles y los frutos de tu tierra serán destruidos por la langosta. 43 Los extranjeros que vivan en tu país se harán más y más poderosos, mientras que tú perderás más y más tu poder. 44 Ellos podrán hacerte préstamos, y tú, por el contrario, no tendrás nada que prestar; los primeros lugares serán para ellos, y para ti los últimos.

45 »Todas estas maldiciones vendrán sobre ti, y te perseguirán y te alcanzarán hasta acabar contigo, porque no quisiste obedecer al Señor tu Dios ni cumplir los mandamientos y leyes ordenados por él. 46 Estas cosas serán una prueba contundente contra ti y tu descendencia, para siempre, 47 por no haber adorado al Señor tu Dios con alegría y sinceridad cuando tantos bienes te había dado. 48 Tendrás que servir a los enemigos que el Señor enviará contra ti; sufrirás hambre, sed, falta de ropa y toda clase de miserias. El Señor te hará sufrir una dura esclavitud, hasta que seas destruido. 49 Desde el país más lejano del mundo, el Señor lanzará contra ti, con la rapidez de un águila en vuelo, una nación cuya lengua no entiendes; 50 gente de aspecto feroz, que no respetará a los ancianos ni tendrá compasión de los niños. 51 Se comerá las crías de tu ganado y los frutos de tu tierra, hasta arruinarte; no te dejará trigo, ni vino, ni aceite, ni las crías de tus vacas ni de tus ovejas, y morirás de hambre.

52 »Rodeará todas tus ciudades y las atacará, hasta que se derrumben las murallas más altas y fortificadas en que habías puesto tu confianza; sí, rodeará y atacará todas las ciudades del país que te ha dado el Señor tu Dios. 53 Durante el ataque enemigo a tus ciudades, será tanta tu hambre que te comerás a tus propios hijos, los hijos y las hijas que el Señor tu Dios te dio. 54 Aun el hombre más delicado y amable entre ustedes mirará con malos ojos a su hermano, a su esposa amada y a los hijos que todavía le queden, 55 para no compartir con ellos la carne de sus hijos que él se coma. Y no habrá nada que comer durante el ataque a las ciudades y la horrible angustia que tu enemigo te hará sufrir en todas tus ciudades. 56 Aun la mujer más delicada y fina entre ustedes, que de tan delicada que era no quería pisar descalza el suelo, mirará con malos ojos a su esposo amado y a sus hijos 57 para no compartir con ellos los hijos que dé a luz y la placenta que salga de sus entrañas; todo ello se lo comerá a escondidas, pues no habrá nada que comer durante el ataque del enemigo a tus ciudades.

58 »Si no pones en práctica todas las instrucciones escritas en este libro, ni respetas este glorioso e imponente nombre del Señor tu Dios, 59 él enviará grandes y terribles plagas sobre ti y sobre tus descendientes, y enfermedades malignas e incurables. 60 Hará que se repitan sobre ti todas las plagas de Egipto, que tanto espanto te causaron, y tendrás que sufrirlas constantemente. 61 Además, te enviará otras enfermedades y plagas que no se mencionan en este libro de la enseñanza, hasta acabar contigo. 62 Y tú, Israel, que eras tan numeroso como las estrellas del cielo, quedarás reducido a un pequeño número, por no haber obedecido al Señor tu Dios. 63 Y así como el Señor se complacía en hacerte bien y multiplicarte, ahora se complacerá en tu ruina y tu destrucción, pues serás arrancado violentamente del país que vas a ocupar. 64 El Señor te esparcirá por todas las naciones, de un extremo a otro de la tierra, y allí adorarás a dioses ajenos, dioses de madera y de piedra, que ni tú ni tus antepasados conocieron. 65 Y mientras vivas en esas naciones no tendrás tranquilidad ni reposo, porque el Señor te hará vivir asustado, con los ojos tristes y lleno de ansiedad. 66 Tu vida estará siempre en peligro; tendrás miedo de día y de noche, y nunca tendrás segura la vida. 67 Será tanto el miedo que tendrás, y tales las cosas que verás, que por la mañana dirás: “¡Ojalá que ya fuera de noche!”, y por la noche dirás: “¡Ojalá que ya fuera de día!” 68 Y aunque el Señor te dijo que no volverías otra vez por el camino de Egipto, sin embargo te hará volver allí en barcos, y te venderá como esclavo a tus enemigos; pero no habrá nadie que te quiera comprar.»

Introducción a la ley

44 Esta es la ley que Moisés expuso a los israelitas. 45 Estos son los mandatos, estatutos y leyes que Moisés dictó después de que salieron de Egipto, 46 cuando todavía estaban al este del Jordán, en el valle cercano a Bet Peor. Era la tierra de Sijón, rey de los amorreos, que vivía en Hesbón y que había sido derrotado por Moisés y los israelitas cuando salieron de Egipto. 47 Los israelitas tomaron posesión de su tierra y de la tierra de Og, rey de Basán, es decir, de los dos reyes amorreos cuyos territorios estaban al este del Jordán. 48 Este territorio se extendía desde Aroer, a la orilla del arroyo Arnón, hasta el monte Siyón,[a] o sea, el monte Hermón. 49 Incluía además todo el Arabá al este del Jordán, hasta el mar del Arabá,[b] en las laderas del monte Pisgá.

Los diez mandamientos(A)

Moisés convocó a todo Israel y dijo:

Escuchen, israelitas, los estatutos y las leyes que yo les comunico hoy. Apréndanlos y procuren ponerlos en práctica. El Señor nuestro Dios hizo un pacto con nosotros en Horeb. No fue con nuestros antepasados con quienes el Señor hizo ese pacto, sino con nosotros, con todos los que hoy estamos vivos aquí. Desde el fuego el Señor les habló cara a cara en la montaña. En aquel tiempo yo actué como intermediario entre el Señor y ustedes para declararles la palabra del Señor, porque ustedes tenían miedo del fuego y no subieron a la montaña.

El Señor dijo:

«Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de Egipto, del país donde eras esclavo.

»No tengas otros dioses además de mí.[c]

No te hagas ninguna imagen, ni nada que guarde semejanza con lo que hay arriba en el cielo, ni con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te postres delante de ellos ni los adores. Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación. 10 Por el contrario, cuando me aman fielmente y cumplen mis mandamientos, les muestro mi amor por mil generaciones.

11 No uses el nombre del Señor tu Dios en vano. Yo, el Señor, no tendré por inocente a quien se atreva a usar mi nombre en vano.

12 Observa el día sábado para santificarlo, tal como el Señor tu Dios te lo ha ordenado. 13 Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, 14 pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu burro, ni ninguno de tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades. Así podrán descansar tu esclavo y tu esclava, lo mismo que tú. 15 Recuerda que fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor tu Dios te sacó de allí con gran despliegue de fuerza y de poder. Por eso el Señor tu Dios te ordena respetar el día sábado.

16 Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor tu Dios te lo ha ordenado, para que disfrutes de una larga vida y te vaya bien en la tierra que te da el Señor tu Dios.

17 No mates.

18 No cometas adulterio.

19 No robes.

20 No des falso testimonio en contra de tu prójimo.

21 No codicies la esposa de tu prójimo, ni desees su casa, ni su tierra, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que le pertenezca».

22 Estas son las palabras que el Señor pronunció con voz fuerte desde el fuego, la nube y la densa oscuridad, cuando ustedes estaban reunidos al pie de la montaña. No añadió nada más. Luego las escribió en dos tablas de piedra y me las entregó.

23 Cuando ustedes oyeron la voz que salía de la oscuridad, mientras la montaña ardía en llamas, todos los jefes y líderes de sus tribus vinieron a mí 24 y me dijeron: «El Señor nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz que salía del fuego. Hoy hemos visto que un simple mortal puede seguir con vida, aunque Dios hable con él. 25 Pero ¿por qué tenemos que morir? Este gran fuego nos consumirá y moriremos, si seguimos oyendo la voz del Señor nuestro Dios. 26 Pues ¿qué mortal ha oído jamás la voz del Dios viviente hablarle desde el fuego, como la hemos oído nosotros, y ha vivido para contarlo? 27 Acércate tú al Señor nuestro Dios y escucha todo lo que él te diga. Repítenos luego todo lo que te comunique, y nosotros escucharemos y obedeceremos».

28 El Señor escuchó cuando ustedes me hablaban y el Señor me dijo: «He oído lo que este pueblo te dijo. Todo lo que dijeron está bien. 29 ¡Ojalá tuvieran un corazón inclinado a temerme y cumplir todos mis mandamientos para que a ellos y a sus hijos siempre les vaya bien!

30 »Ve y diles que vuelvan a sus tiendas de campaña. 31 Pero tú quédate aquí conmigo, que voy a darte todos los mandamientos, estatutos y leyes que has de enseñarles, para que los pongan en práctica en la tierra que les daré como herencia».

32 Tengan, pues, cuidado de hacer lo que el Señor su Dios ha mandado; no se desvíen ni a la derecha ni a la izquierda. 33 Sigan por el camino que el Señor su Dios ha trazado para que vivan, prosperen y disfruten de larga vida en la tierra que van a poseer.

El amor a Dios

Estos son los mandamientos, estatutos y leyes que el Señor tu Dios mandó que yo te enseñara para que los pongas en práctica en la tierra de la que vas a tomar posesión. De esta manera, durante toda la vida, tú, tus hijos y tus nietos temerán al Señor tu Dios, cumpliendo todos los estatutos y mandamientos que te doy; así disfrutarán de larga vida. Escucha, Israel, y esfuérzate en obedecer. Así te irá bien y serás un pueblo muy numeroso en la tierra donde abundan la leche y la miel, tal como te lo prometió el Señor, el Dios de tus antepasados.

Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor.[d] Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalas a tus manos como un signo, llévalas en tu frente como una marca y escríbelas en los postes de tu casa y en los portones de tus ciudades.

10 El Señor tu Dios te hará entrar en la tierra que juró a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob. Es una tierra con ciudades grandes y prósperas que tú no edificaste, 11 con casas llenas de toda clase de bienes que tú no acumulaste, con cisternas que no cavaste, y con viñas y olivares que no plantaste. Cuando comas de ellas y te sacies, 12 cuídate de no olvidarte del Señor, que te sacó de Egipto, la tierra donde eras esclavo.

13 Teme al Señor tu Dios, sírvele solamente a él y jura solo en su nombre. 14 No sigas a esos dioses de los pueblos que te rodean, 15 pues el Señor tu Dios está contigo y es un Dios celoso; no vaya a ser que su ira se encienda contra ti y te borre de la faz de la tierra. 16 No pongas a prueba al Señor tu Dios, como lo hiciste en Masá. 17 Cumple cuidadosamente los mandamientos del Señor tu Dios, y los mandatos y estatutos que te ha dado. 18 Haz lo que es recto y bueno a los ojos del Señor para que te vaya bien y tomes posesión de la buena tierra que el Señor juró a tus antepasados. 19 El Señor arrojará a todos los enemigos que encuentres en tu camino, tal como te lo prometió.

20 En el futuro, cuando tu hijo te pregunte: «¿Qué significan los mandatos, estatutos y leyes que el Señor nuestro Dios nos mandó?», 21 le responderás: «En Egipto nosotros éramos esclavos del faraón, pero el Señor nos sacó de allá con gran despliegue de fuerza. 22 Ante nuestros propios ojos, el Señor realizó grandes señales y terribles prodigios en contra de Egipto, del faraón y de toda su familia. 23 Y nos sacó de allá para conducirnos a la tierra que a nuestros antepasados había jurado que nos daría. 24 El Señor nuestro Dios nos mandó temerle y obedecer estos estatutos, para que siempre nos vaya bien y sigamos con vida. Así ha sido hasta hoy. 25 Y si obedecemos fielmente todos estos mandamientos ante el Señor nuestro Dios, tal como nos lo ha ordenado, entonces seremos justos».

Expulsión de las naciones

El Señor tu Dios te hará entrar en la tierra que vas a poseer y echará de tu presencia a siete naciones más grandes y fuertes que tú: los hititas, los gergeseos, los amorreos, los cananeos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos. Cuando el Señor tu Dios te las haya entregado y tú las hayas derrotado, deberás destruirlas por completo. No harás ningún pacto con ellas ni les tendrás compasión. Tampoco te unirás en matrimonio con ninguna de esas naciones; no darás tus hijas a sus hijos ni tomarás sus hijas para tus hijos, porque ellas los apartarán de mí y los harán servir a otros dioses. Entonces la ira del Señor se encenderá contra ti y te destruirá de inmediato.

Esto es lo que harás con esas naciones: derribarás sus altares, harás pedazos sus piedras sagradas y sus imágenes de la diosa Aserá y prenderás fuego a sus ídolos. Porque para el Señor tu Dios tú eres un pueblo santo; él te eligió para que fueras su propiedad exclusiva entre todos los pueblos de la tierra.

El Señor sintió afecto por ti y te eligió, aunque no eras el pueblo más numeroso, sino el más insignificante de todos. El Señor te ama y quería cumplir su juramento a tus antepasados; por eso te rescató de la esclavitud, del poder del faraón, el rey de Egipto, y te sacó con gran despliegue de fuerza. Por tanto, reconoce que el Señor tu Dios es el único Dios, el Dios fiel, que cumple su pacto por mil generaciones y muestra su fiel amor a quienes lo aman y obedecen sus mandamientos, 10 pero que

destruye a quienes lo odian
    y no se tarda en darles su merecido.

11 Por eso debes obedecer los mandamientos, los estatutos y las leyes que hoy te mando que cumplas.

12 Si prestas atención a estas leyes, las cumples y las obedeces, entonces el Señor tu Dios cumplirá el pacto que bajo juramento hizo con tus antepasados, y te mostrará su amor fiel. 13 Te amará, te multiplicará y bendecirá el fruto de tu vientre, también el fruto de la tierra que juró a tus antepasados que te daría. Es decir, bendecirá el trigo, el vino y el aceite, las crías de tus ganados y los corderos de tus rebaños. 14 Bendito serás, más que cualquier otro pueblo; no habrá entre los tuyos hombre ni mujer estéril; tampoco habrá un solo animal de tus ganados que se quede sin cría. 15 El Señor te mantendrá libre de toda enfermedad y alejará de ti las horribles enfermedades que conociste en Egipto; en cambio, las reservará para tus enemigos. 16 Destruye a todos los pueblos que el Señor tu Dios entregue en tus manos. No te apiades de ellos ni sirvas a sus dioses, para que no te sean una trampa.

17 Tal vez te preguntes: «¿Cómo podré expulsar a estas naciones si son más numerosas que yo?». 18 Pero no les temas; recuerda bien lo que el Señor tu Dios hizo contra el faraón y contra todo Egipto. 19 Con tus propios ojos viste las grandes pruebas, señales y prodigios milagrosos que con gran despliegue de fuerza y de poder realizó el Señor tu Dios para sacarte de Egipto, y lo mismo hará contra todos los pueblos a quienes ahora temes. 20 Además, el Señor tu Dios enviará contra ellos avispas, hasta que hayan perecido todos los sobrevivientes y aun los que intenten esconderse de ti. 21 No te asustes ante ellos, pues el Señor tu Dios, el Dios grande y temible, está contigo. 22 El Señor tu Dios expulsará a las naciones que te salgan al paso, pero lo hará poco a poco. No las eliminarás a todas de una sola vez, para que los animales salvajes no se multipliquen ni invadan tu territorio. 23 El Señor tu Dios entregará a esas naciones en tus manos y las llenará de gran confusión hasta destruirlas. 24 Pondrá a sus reyes bajo tu poder y de sus nombres tú borrarás hasta el recuerdo. Ninguna de esas naciones podrá resistir tu presencia porque tú las destruirás. 25 Pero tú deberás quemar en el fuego las imágenes de sus dioses. No codicies la plata y el oro que las recubren ni caigas en la trampa de quedarte con ellas, pues eso es algo que aborrece el Señor tu Dios. 26 No metas en tu casa nada que sea abominable. Todo eso debe ser destruido. Recházalo y detéstalo por completo para que no seas destruido tú también.

No te olvides del Señor tu Dios

Cumple fielmente todos los mandamientos que hoy te mando para que vivas, te multipliques y tomes posesión de la tierra que el Señor juró a tus antepasados. Recuerda que durante cuarenta años el Señor tu Dios te llevó por todo el camino del desierto, para humillarte y ponerte a prueba. Así llegaría a conocer lo que había en tu corazón y vería si cumplirías o no sus mandamientos. Te humilló y te hizo pasar hambre, pero luego te alimentó con maná, comida que ni tú ni tus antepasados habían conocido, con lo que te enseñó que no solo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca del Señor. Durante esos cuarenta años no se te gastó la ropa que llevabas puesta ni se te hincharon los pies. Reconoce en tu corazón que, así como un padre disciplina a su hijo, también el Señor tu Dios te disciplina a ti.

Cumple los mandamientos del Señor tu Dios; témelo y sigue sus caminos. Porque el Señor tu Dios te conduce a una tierra buena: tierra de arroyos y de fuentes de agua, con manantiales que fluyen en los valles y en las colinas; tierra de trigo y de cebada; de viñas, higueras y granados; de olivares, aceite y miel; tierra donde no escaseará el pan y donde nada te faltará; tierra donde las rocas son de hierro y de cuyas colinas sacarás cobre.

10 Cuando hayas comido y estés satisfecho, alabarás al Señor tu Dios por la tierra buena que te habrá dado. 11 Pero ten cuidado de no olvidar al Señor tu Dios. No dejes de cumplir sus mandamientos, leyes y estatutos que yo te encargo hoy. 12 Y cuando hayas comido y te hayas saciado, cuando hayas edificado casas cómodas y las habites, 13 cuando se hayan multiplicado tus vacas y tus ovejas, y hayan aumentado tu plata y tu oro y sean abundantes tus riquezas, 14 no te vuelvas orgulloso ni olvides al Señor tu Dios, quien te sacó de Egipto, el país donde eras esclavo. 15 Él te guio a través del vasto y horrible desierto, esa tierra reseca y sedienta, llena de serpientes venenosas y escorpiones; te dio el agua que hizo brotar de la más dura roca. 16 En el desierto te alimentó con maná, comida que jamás conocieron tus antepasados. Así te humilló y te puso a prueba, para que a fin de cuentas te fuera bien. 17 No se te ocurra pensar: «Esta riqueza es fruto de mi poder y de la fuerza de mis manos». 18 Recuerda al Señor tu Dios, porque es él quien te da el poder para producir esa riqueza; así ha confirmado hoy su pacto que bajo juramento hizo con tus antepasados.

19 Si llegas a olvidar al Señor tu Dios y sigues a otros dioses para adorarlos y postrarse ante ellos, testifico hoy en contra tuya que ciertamente serás destruido. 20 Si no obedeces al Señor tu Dios, te sucederá lo mismo que a las naciones que el Señor irá destruyendo a tu paso.

El mérito no es de Israel

Escucha, Israel: ahora vas a cruzar el Jordán para entrar y conquistar naciones más grandes y fuertes que tú que habitan en grandes ciudades con muros que llegan hasta el cielo. Esa gente es poderosa y de gran estatura; ¡son los anaquitas! Tú ya los conoces y sabes que de ellos se dice: «¿Quién puede oponerse a los anaquitas?». Pero tú, entiende bien hoy que el Señor tu Dios avanzará al frente de ti, y que los destruirá como fuego consumidor y los someterá a tu poder. Tú los expulsarás y los aniquilarás enseguida, tal como el Señor te lo ha prometido.

Cuando el Señor tu Dios los haya arrojado lejos de ti, no vayas a pensar: «El Señor me ha traído hasta aquí, por causa de mi justicia, para tomar posesión de esta tierra». ¡No! El Señor expulsará a esas naciones por la maldad que las caracteriza. De modo que no es por tu justicia ni por tu rectitud por lo que vas a tomar posesión de su tierra. ¡No! La propia maldad de esas naciones hará que el Señor tu Dios las arroje lejos de ti. Así cumplirá lo que juró a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob. Entiende bien que eres un pueblo terco, que tu justicia y tu rectitud no tienen nada que ver con que el Señor tu Dios te dé en posesión esta buena tierra.

El becerro de oro

Recuerda esto y nunca olvides cómo provocaste la ira del Señor tu Dios en el desierto. Desde el día en que saliste de Egipto hasta tu llegada aquí, has sido rebelde contra el Señor. A tal grado provocaron el enojo del Señor en Horeb, que estuvo a punto de destruirlos. Cuando subí a la montaña para recibir las tablas de piedra, es decir, las tablas del pacto que el Señor había hecho con ustedes, me quedé en la montaña cuarenta días y cuarenta noches, y no comí pan ni bebí agua. 10 Allí el Señor me dio dos tablas de piedra, en las que él mismo escribió con su dedo todas las palabras que proclamó desde la montaña, en medio del fuego, el día de la asamblea.

11 Pasados los cuarenta días y las cuarenta noches, el Señor me dio las dos tablas de piedra; es decir, las tablas del pacto. 12 Luego el Señor me dijo: «Levántate y baja de aquí enseguida, porque ese pueblo tuyo que sacaste de Egipto se ha descarriado. Bien pronto se han apartado del camino que les mandé seguir y se han fabricado un ídolo de metal fundido».

13 También el Señor me dijo: «He visto a este pueblo y ¡realmente es un pueblo terco! 14 Déjame que lo destruya y borre hasta el recuerdo de su nombre. De ti, en cambio, haré una nación más fuerte y numerosa que la de ellos».

15 Luego me di vuelta y bajé de la montaña que ardía en llamas. En las manos traía yo las dos tablas del pacto. 16 Entonces vi que ustedes habían pecado contra el Señor su Dios, pues se habían fabricado un ídolo fundido con forma de becerro. ¡Bien pronto se habían apartado del camino que el Señor les había mandado! 17 Así que tomé las dos tablas que traía en las manos y las arrojé al suelo, haciéndolas pedazos delante de ustedes.

18 Nuevamente me postré delante del Señor cuarenta días y cuarenta noches, y no comí pan ni bebí agua. Lo hice por el gran pecado que ustedes habían cometido al hacer lo malo a los ojos del Señor, provocando así su ira. 19 Tuve verdadero miedo del enojo y de la ira del Señor, pues a tal grado se indignó contra ustedes que quiso destruirlos. Sin embargo, el Señor me escuchó una vez más. 20 Y tan enojado estaba el Señor contra Aarón que quería destruirlo y también en esa ocasión intercedí por él. 21 Luego tomé el becerro que ustedes se fabricaron, ese ídolo que los hizo pecar y lo quemé en el fuego; lo desmenucé y lo molí hasta hacerlo polvo; después arrojé el polvo al arroyo que baja de la montaña.

22 En Taberá, en Masá y en Quibrot Hatavá ustedes provocaron también la ira del Señor. 23 Además, cuando el Señor los envió desde Cades Barnea y les dijo: «Suban y tomen posesión de la tierra que les he dado», ustedes se rebelaron contra la orden del Señor su Dios; no confiaron en él ni le obedecieron. 24 ¡Desde que los conozco han sido rebeldes al Señor!

25 Como el Señor había dicho que los destruiría, yo me quedé postrado ante él esos cuarenta días y cuarenta noches. 26 Oré al Señor y le dije: «Señor y Dios, ¡no destruyas tu propia heredad, el pueblo que por tu grandeza redimiste y sacaste de Egipto con gran despliegue de fuerza! 27 ¡Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob! Pasa por alto la terquedad de este pueblo, su maldad y su pecado, 28 no sea que en el país de donde nos sacaste digan: “El Señor no pudo llevarlos a la tierra que les había prometido. Y como los aborrecía, los sacó para que murieran en el desierto”. 29 Después de todo, ellos son tu propia heredad; son el pueblo que sacaste con gran despliegue de fuerza y de poder».

Las nuevas tablas de la ley

10 En aquel tiempo, el Señor me dijo: «Labra dos tablas de piedra semejantes a las primeras y haz un arca de madera; después de eso, sube a la montaña para que te encuentres conmigo. Yo escribiré en esas tablas las mismas palabras que estaban escritas en las primeras, las que rompiste, y después las guardarás en el arca».

Hice, pues, el arca de madera de acacia y tallé dos tablas de piedra semejantes a las primeras; luego subí a la montaña llevando en las manos las dos tablas. En esas tablas, que luego me entregó, el Señor escribió lo mismo que había escrito antes, es decir, los diez mandamientos que dio a ustedes el día en que estábamos todos reunidos en asamblea, cuando habló desde el fuego en la montaña. Enseguida bajé de la montaña y guardé las tablas en el arca que había hecho. Y allí permanecen, tal como me lo ordenó el Señor.

Ministerio de los levitas

(Después los israelitas se trasladaron de los pozos de Bené Yacán a Moserá. Allí murió Aarón y fue sepultado, y su hijo Eleazar lo sucedió en el sacerdocio. De allí se fueron a Gudgoda y siguieron hasta Jotbata, tierra con abundantes corrientes de agua. En aquel tiempo, el Señor designó a la tribu de Leví para llevar el arca del pacto y estar en su presencia; además, para ministrar y pronunciar bendiciones en su nombre, como hasta hoy lo hace. Por eso los levitas no recibieron ninguna porción de tierra entre sus hermanos, pues el Señor es su herencia, como él mismo lo ha declarado.)

Las demandas del Señor

10 Yo me quedé en la montaña cuarenta días y cuarenta noches, como lo hice la primera vez, y también esta vez el Señor me escuchó. Como no era su voluntad destruirlos, 11 el Señor me dijo: «Ve y guía al pueblo en su camino para que entren y tomen posesión de la tierra que juré a sus antepasados que les daría».

12 Y ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Simplemente que le temas y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma, 13 y que cumplas los mandamientos y los estatutos que hoy el Señor te manda cumplir, para que te vaya bien.

14 Al Señor tu Dios pertenecen los cielos y lo más alto de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella. 15 Sin embargo, el Señor sintió afecto por tus antepasados y los amó; y a ti, que eres su descendencia, te eligió de entre todos los pueblos, como lo vemos hoy. 16 Por eso, circunciden sus corazones y ya no sean tercos. 17 Porque el Señor su Dios es Dios de dioses y Señor de señores; él es el gran Dios, poderoso y terrible, que no actúa con parcialidad ni acepta sobornos. 18 Él defiende la causa del huérfano y de la viuda, y muestra su amor por el extranjero, proveyéndole alimentos y ropa. 19 Así mismo deben mostrar amor por los extranjeros, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto. 20 Teman al Señor su Dios y sírvanle. Aférrense a él y juren solo por su nombre. 21 Él es el motivo de su alabanza; él es su Dios, el que hizo en su favor las grandes y asombrosas maravillas que ustedes mismos presenciaron. 22 Setenta eran los antepasados suyos que bajaron a Egipto, pero ahora el Señor su Dios los ha hecho un pueblo tan numeroso como las estrellas del cielo.

Amor y obediencia al Señor

11 Amen al Señor su Dios y cumplan siempre sus órdenes, estatutos, leyes y mandamientos. Recuerden hoy que fueron ustedes, y no sus hijos, los que vieron y experimentaron la disciplina del Señor su Dios. Ustedes vieron su gran despliegue de fuerza y de poder, y los hechos y señales que realizó contra el faraón, rey de Egipto, y contra toda su tierra. Ustedes vieron lo que hizo contra el ejército de los egipcios y cómo desató las aguas del mar Rojo sobre sus caballos y carros de guerra, cuando estos los perseguían a ustedes. El Señor los destruyó para siempre. Recuerden también lo que él hizo por ustedes en el desierto hasta que llegaron a este lugar. Además, vieron lo que hizo a Datán y Abirán, hijos de Eliab el rubenita, pues en presencia de todo el pueblo hizo que la tierra se abriera y se los tragara junto con sus familias, sus tiendas de campaña y todo lo que les pertenecía. Ciertamente ustedes han visto con sus propios ojos todas las maravillas que el Señor ha hecho.

Por eso cumplan todos los mandamientos que hoy les ordeno para que sean fuertes, puedan cruzar el Jordán y tomar posesión de la tierra, para que vivan mucho tiempo en esa tierra que el Señor juró dar a los antepasados de ustedes y a sus descendientes, tierra donde abundan la leche y la miel. 10 Esa tierra que van a tomar en posesión no es como la de Egipto, de donde salieron; allá ustedes plantaban sus semillas y tenían que regarlas a pie[e] como se riega un huerto. 11 En cambio, la tierra que van a poseer es tierra de montañas y de valles, regada por la lluvia del cielo. 12 El Señor su Dios es quien la cuida; los ojos del Señor su Dios están sobre ella todo el año, de principio a fin.

13 Si ustedes obedecen fielmente los mandamientos que hoy les doy, si aman al Señor su Dios y le sirven con todo el corazón y con toda el alma, 14 entonces yo enviaré[f] la lluvia oportuna sobre su tierra, en otoño y en primavera,[g] para que obtengan el trigo, el vino nuevo y el aceite. 15 También haré[h] que crezca hierba en los campos para su ganado, y ustedes comerán y quedarán satisfechos.

16 ¡Cuidado! No se dejen seducir. No se descarríen ni adoren a otros dioses, ni se postren ante ellos, 17 porque entonces se encenderá la ira del Señor contra ustedes y cerrará los cielos para que no llueva; el suelo no dará sus frutos y pronto ustedes desaparecerán de la buena tierra que les da el Señor. 18 Grábense estas palabras en el corazón y en la mente, átenlas en sus manos como un signo y llévenlas en su frente como una marca. 19 Enséñenselas a sus hijos y háblenles de ellas cuando estén en su casa y cuando vayan por el camino, cuando se acuesten y cuando se levanten; 20 escríbanlas en los postes de su casa y en los portones de sus ciudades. 21 Así, mientras existan los cielos sobre la tierra, ustedes y sus descendientes prolongarán su vida sobre la tierra que el Señor juró dar a sus antepasados.

22 Si ustedes obedecen todos estos mandamientos que les doy y aman al Señor su Dios, siguen por todos sus caminos y le son fieles, 23 entonces el Señor expulsará de su territorio a todas esas naciones. Así podrán conquistarlas, aunque sean más grandes y fuertes que ustedes. 24 Todo lugar que toquen sus pies será de ustedes; su territorio se extenderá desde el desierto hasta el monte Líbano y desde el río Éufrates hasta el mar Mediterráneo. 25 Nadie podrá hacerles frente. Por dondequiera que vayan, el Señor su Dios hará que todo el mundo sienta miedo y terror ante ustedes, como les ha prometido.

26 Miren, hoy les doy a elegir entre la bendición y la maldición: 27 bendición, si obedecen los mandamientos que yo, el Señor su Dios, hoy les mando obedecer; 28 maldición, si desobedecen los mandamientos del Señor su Dios y se apartan del camino que hoy les mando seguir, y se van tras dioses extraños que jamás han conocido. 29 Cuando el Señor su Dios los haya hecho entrar en la tierra que van a poseer, ustedes bendecirán al monte Guerizín y maldecirán al monte Ebal. 30 Esos montes están al otro lado del Jordán, hacia el oeste, en el territorio de los cananeos que viven en el Arabá, en la vecindad de Guilgal, junto a las encinas de Moré. 31 Ustedes están a punto de cruzar el Jordán y entrar a tomar posesión de la tierra que les da el Señor su Dios. Cuando la hayan tomado y ya estén viviendo allí, 32 cuiden de obedecer todos los estatutos y las leyes que hoy les mando.

El lugar único de adoración

12 Estos son los estatutos y las leyes que tendrán cuidado de poner en práctica mientras vivan en la tierra que el Señor y Dios de sus antepasados les ha dado en posesión: Destruirán por completo todos los lugares donde adoran a sus dioses las naciones que ustedes van a conquistar, es decir, en las montañas, en las colinas y debajo de todo árbol frondoso.

Demolerán sus altares, harán pedazos sus piedras sagradas, prenderán fuego a sus imágenes de la diosa Aserá, derribarán sus ídolos y borrarán de ese lugar los nombres de sus dioses.

No harán lo mismo con el Señor su Dios, sino que irán y lo buscarán en el lugar que, de entre todas las tribus, el Señor escoja como residencia de su Nombre. Allí llevarán ustedes sus holocaustos, sacrificios, diezmos, contribuciones, promesas, ofrendas voluntarias y los primogénitos de sus vacas y ovejas. Entonces, en la presencia del Señor su Dios, ustedes y sus familias comerán y se regocijarán por los logros de su trabajo, porque el Señor su Dios los habrá bendecido.

Ustedes no harán allí lo que ahora hacemos aquí, donde cada uno hace lo que mejor le parece, pues todavía no han entrado en el reposo ni en la herencia que les da el Señor su Dios. 10 Pero ustedes cruzarán el río Jordán y vivirán en la tierra que el Señor su Dios les da en herencia; él los librará de sus enemigos que los rodean y vivirán seguros. 11 Y al lugar que el Señor su Dios escoja como habitación de su Nombre llevarán todo lo que he ordenado: holocaustos, sacrificios, diezmos, contribuciones y las ofrendas más selectas que hayan prometido al Señor. 12 Y se regocijarán en la presencia del Señor su Dios, junto con sus hijos e hijas, con sus esclavos y esclavas, y con los levitas que vivan en las ciudades de ustedes, pues ellos no tendrán ninguna posesión ni herencia.

13 Cuando ofrezcas holocaustos, cuídate de no hacerlo en el lugar que te plazca. 14 Los ofrecerás solo en el lugar que el Señor elija en una de tus tribus y allí harás todo lo que yo te ordeno.

15 Sin embargo, siempre que lo desees podrás matar animales y comer su carne en cualquiera de tus ciudades, según el Señor tu Dios te haya bendecido. Podrás comerla, estés o no ritualmente puro, como si se tratara de carne de gacela o de ciervo. 16 Pero no deberás comer la sangre, sino que la derramarás en la tierra como si fuera agua.

17 No podrás comer en tus ciudades el diezmo de tu trigo, de tu vino nuevo o de tu aceite, ni los primogénitos de tus vacas y de tus ovejas, ni lo que hayas prometido dar, ni tus ofrendas voluntarias ni tus contribuciones. 18 Disfrutarás de ellos en presencia del Señor tu Dios en el lugar que él elija. Así también lo harán tu hijo y tu hija, tu esclavo y tu esclava, y los levitas que vivan en tus ciudades, y te alegrarás ante el Señor tu Dios por los logros de tu trabajo. 19 Cuídate de no abandonar al levita mientras vivas en tu tierra.

20 Cuando el Señor tu Dios haya extendido tu territorio, según te lo ha prometido, y digas: «¡Cómo quisiera comer carne!», podrás comer toda la carne que quieras. 21 Si queda demasiado lejos el lugar donde el Señor tu Dios decida poner su Nombre, podrás sacrificar animales de tus vacas y ovejas, según mis instrucciones, y comer en tus pueblos todo lo que quieras. 22 Come de su carne como si fuera carne de gacela o de ciervo. Estés o no ritualmente puro, podrás comerla. 23 Pero asegúrate de no comer la sangre, porque la sangre es la vida. No debes comer la vida con la carne. 24 En lugar de comerla, derrámala en la tierra como si fuera agua. 25 No comas la sangre, para que te vaya bien a ti y a tu descendencia, pues estarás haciendo lo recto a los ojos del Señor.

26 Las cosas que hayas consagrado y las ofrendas que hayas prometido, prepáralas y llévalas al lugar que el Señor habrá de elegir. 27 Tanto la carne como la sangre de tus holocaustos las ofrecerás sobre el altar del Señor tu Dios. Derramarás la sangre sobre el altar, pero podrás comer la carne.

28 Ten el cuidado de obedecer todas estas palabras que yo te he dado, para que siempre te vaya bien, lo mismo que a tu descendencia. Así habrás hecho lo bueno y lo recto a los ojos del Señor tu Dios.

29 Ante tus propios ojos el Señor tu Dios exterminará a las naciones que vas a invadir y conquistar. Cuando las hayas expulsado y te hayas establecido en su tierra, 30 después de haberlas destruido cuídate de no seguir su ejemplo y caer en la trampa de inquirir acerca de sus dioses. No preguntes: «¿Cómo adoraban estas naciones a sus dioses, para que yo pueda hacer lo mismo?». 31 No adorarás de esa manera al Señor tu Dios, porque al Señor le resulta abominable todo lo que ellos hacen para honrar a sus dioses. ¡Hasta queman a sus hijos e hijas en el fuego como sacrificios a sus dioses!

32 Cuídate de poner en práctica todo lo que te ordeno sin añadir ni quitar nada.

Advertencia contra la idolatría

13 Cuando en medio de ti aparezca algún profeta o alguien que predice a través de sueños y anuncie algún prodigio o señal milagrosa, si esa señal o prodigio se cumple y él te dice: «Vayamos a rendir culto a otros dioses», dioses que no has conocido, no prestes atención a las palabras de ese profeta o soñador. El Señor tu Dios te estará probando para saber si lo amas con todo el corazón y con toda el alma. Solamente al Señor tu Dios debes seguir y rendir culto. Cumple sus mandamientos y obedécelo; sírvele y aférrate a él. Condenarás a muerte a ese profeta o soñador por haberte aconsejado rebelarte contra el Señor tu Dios, que te sacó de Egipto y te rescató de la tierra de esclavitud. Así erradicarás el mal que haya en medio de ti, porque tal profeta habrá intentado apartarte del camino que el Señor tu Dios te mandó que siguieras.

Si tu propio hermano, o tu hijo, o tu hija, o tu esposa amada, o tu amigo íntimo, trata de engañarte y en secreto te insinúa: «Vayamos a rendir culto a otros dioses» (dioses que ni tú ni tus antepasados conocieron, dioses de pueblos cercanos o lejanos que abarcan toda la tierra), no te dejes engañar ni le hagas caso. Tampoco le tengas lástima. No te compadezcas de él, no lo encubras ni dudes en matarlo. Al contrario, sé tú el primero en alzar la mano para matarlo y que haga lo mismo todo el pueblo. 10 Apedréalo hasta que muera porque trató de apartarte del Señor tu Dios, quien te sacó de Egipto, la tierra donde eras esclavo. 11 Entonces todos en Israel oirán esto, temblarán de miedo y nadie intentará otra vez cometer semejante maldad.

12 Si de alguna de las ciudades que el Señor tu Dios te da para que las habites llega el rumor 13 de que han surgido hombres perversos que descarrían a la gente y le dicen: «Vayamos a rendir culto a otros dioses» (dioses que ustedes no han conocido), 14 entonces deberás inquirir e investigar todo con sumo cuidado. Si se comprueba que tal hecho abominable ha ocurrido en medio de ti, 15 no dudes en matar a filo de espada a todos los habitantes de esa ciudad. Destrúyelos junto con todo lo que haya en ella, incluyendo el ganado. 16 Lleva todo el botín a la plaza pública y préndele fuego a la ciudad y a todo el botín. Será una ofrenda totalmente quemada para el Señor tu Dios. La ciudad se quedará para siempre en ruinas y no volverá a ser reedificada. 17 No te apropies de nada que haya sido destinado a la destrucción. De ese modo, el Señor alejará de ti el furor de su ira, te tratará con misericordia y compasión, y hará que te multipliques, tal como se lo juró a tus antepasados. 18 Así será, siempre y cuando obedezcas todos estos mandamientos que te ordeno hoy y hagas lo recto ante el Señor tu Dios.

Alimentos puros e impuros(B)

14 Eres hijo del Señor tu Dios. No te hagas cortes en la piel ni te rapes la cabeza en honor de un muerto, porque eres pueblo consagrado al Señor tu Dios. Él te eligió de entre todos los pueblos de la tierra para que fueras su propiedad exclusiva.

No comas nada que sea abominable. Los animales que podrás comer son los siguientes: el buey, la oveja, la cabra, el ciervo, la gacela, el venado, la cabra montés, el íbice, el antílope y el carnero montés.[i] Podrás comer cualquier animal rumiante que tenga la pezuña hendida y partida en dos; pero no podrás comer camello, liebre ni tejón porque, aunque rumian, no tienen la pezuña partida. Los tendrás por animales impuros.

Notas al pie

  1. 4:48 Siyón. Según Siríaca: Sirión; véase 3:9.
  2. 4:49 mar del Arabá. Es decir, el mar Muerto.
  3. 5:7 además de mí. Lit. junto a mí.
  4. 6:4 el Señor nuestro Dios es el único Señor. Alt. el Señor es nuestro Dios, el Señor es uno.
  5. 11:10 regarlas a pie. Posiblemente se refiere a las ruedas que eran movidas con los pies para sacar el agua.
  6. 11:14 yo enviaré (TM); él enviará (LXX, Pentateuco Samaritano y Vulgata).
  7. 11:14 en otoño y en primavera. Lit. la temprana y la tardía.
  8. 11:15 haré (TM); hará (Pentateuco Samaritano y mss. de LXX).
  9. 14:5 La identificación de algunas aves y animales de este capítulo no ha podido establecerse con precisión.