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Al otro lado del Jordán, en la tierra de Moab, Moisés comenzó a explicar esta ley, diciendo: El Señor nuestro Dios nos habló en Horeb(A), diciendo: «Bastante habéis permanecido[a] en este monte. Volveos; partid e id a la región montañosa de los amorreos, y a todos sus vecinos, en el Arabá, en la región montañosa, en el valle[b](B), en el Neguev[c], y por la costa del mar, la tierra de los cananeos y el Líbano, hasta el gran río, el río Eufrates(C). Mirad, he puesto la tierra delante de vosotros; entrad y tomad posesión de la tierra que el Señor juró dar a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, a ellos y a su descendencia[d] después de ellos(D)».

Nombramiento de ayudantes para Moisés

Y en aquel tiempo os hablé, diciendo: «Yo solo no puedo llevar la carga de todos vosotros(E). 10 El Señor vuestro Dios os ha multiplicado y he aquí que hoy sois como las estrellas del cielo en multitud(F). 11 Que el Señor, el Dios de vuestros padres, os multiplique mil veces más de lo que sois y os bendiga, tal como os ha prometido[e](G). 12 ¿Cómo puedo yo solo llevar el peso y la carga de vosotros y vuestros litigios? 13 Escoged[f] de entre vuestras tribus hombres sabios, entendidos y expertos, y yo los nombraré como vuestros jefes(H)». 14 Y vosotros me respondisteis, y dijisteis: «Bueno es que se haga lo que has dicho». 15 Entonces tomé a los principales[g] de vuestras tribus, hombres sabios y expertos, y los nombré[h] como dirigentes[i] vuestros, jefes de mil, de[j] cien, de[k] cincuenta, y de[l] diez, y oficiales para vuestras tribus.

16 Y en aquella ocasión mandé a vuestros jueces, diciendo: «Oíd los pleitos entre vuestros hermanos[m], y juzgad justamente(I) entre un hombre y su hermano[n] o el forastero que está con él. 17 No mostraréis parcialidad en el juicio; lo mismo oiréis al pequeño que al grande(J). No tendréis temor del[o] hombre, porque el juicio es de Dios(K). Y el caso que sea muy difícil para vosotros, me lo traeréis a mí, y yo lo oiré(L)». 18 En aquella misma ocasión os mandé todas las cosas que deberíais hacer(M).

Misión de los doce espías

19 (N)Partimos de Horeb(O) y pasamos por todo aquel vasto y terrible desierto(P) que visteis, camino de la región montañosa de los amorreos(Q), tal como el Señor nuestro Dios nos había mandado, y llegamos a Cades-barnea(R). 20 Y os dije: «Habéis llegado a la región montañosa de los amorreos que el Señor nuestro Dios va a darnos. 21 Mira, Israel, el Señor tu Dios ha puesto la tierra delante de ti; sube, toma posesión de ella, como el Señor, el Dios de tus padres, te ha dicho. No temas ni te acobardes(S)». 22 Entonces todos vosotros os acercasteis a mí, y dijisteis: «Enviemos hombres delante de nosotros, que nos exploren la tierra, y nos traigan noticia[p] del camino por el cual hemos de subir y de las ciudades a las cuales entraremos(T)». 23 Y me agradó el plan[q], y tomé a doce hombres de entre vosotros, un hombre por cada tribu. 24 Y ellos partieron[r] y subieron a la región montañosa, y llegaron hasta el valle[s] de Escol, y reconocieron la tierra[t](U). 25 Tomaron en sus manos del fruto de la tierra y nos lo trajeron; y nos dieron[u] un informe, diciendo[v]: «Es una tierra buena que el Señor nuestro Dios nos da».

26 Sin embargo, no quisisteis subir(V), y os rebelasteis contra el mandato[w] del Señor vuestro Dios(W). 27 Y murmurasteis en vuestras tiendas(X), diciendo[x]: «Porque el Señor nos aborrece, nos ha sacado de la tierra de Egipto para entregarnos en manos de los amorreos y destruirnos. 28 ¿Adónde subiremos? Nuestros hermanos nos han atemorizado[y], diciendo: “El pueblo es más grande y más alto que nosotros; las ciudades son grandes y fortificadas hasta el cielo. Y además vimos allí a los hijos de Anac(Y)”». 29 Entonces yo os dije: «No temáis ni les tengáis miedo. 30 El Señor vuestro Dios, que va delante de vosotros, Él peleará por vosotros(Z), así como lo[z] hizo delante de vuestros ojos en Egipto, 31 y en el desierto, donde has visto cómo el Señor tu Dios te llevó, como un hombre lleva a su hijo(AA), por todo el camino que habéis andado hasta llegar a este lugar». 32 Pero con todo esto[aa], no confiasteis en el Señor vuestro Dios(AB), 33 que iba delante de vosotros en el camino para buscaros lugar dónde acampar, con fuego de noche y nube de día(AC), para mostraros el camino por donde debíais andar(AD).

El castigo de Dios

34 (AE)Entonces oyó el Señor la voz de vuestras palabras, y se enojó y juró, diciendo: 35 «Ninguno de estos hombres, esta generación perversa, verá la buena tierra que juré dar a vuestros padres(AF), 36 excepto Caleb, hijo de Jefone; él la verá, y a él y a sus hijos daré la tierra que ha pisado, pues él ha seguido fielmente al Señor(AG)». 37 El Señor se enojó también contra mí por causa vuestra(AH), diciendo: «Tampoco tú entrarás allá(AI). 38 Josué, hijo de Nun, que está delante de ti, él entrará allá; anímale(AJ), porque él hará que Israel la posea(AK). 39 Y vuestros pequeños, que dijisteis que vendrían a ser presa(AL), y vuestros hijos, que hoy no tienen conocimiento del bien ni del mal(AM), entrarán allá, y a ellos yo la daré, y ellos la poseerán. 40 Pero vosotros, volveos y partid hacia el desierto por el camino del mar Rojo[ab](AN)».

41 (AO)Entonces respondisteis y me dijisteis: «Hemos pecado contra el Señor; nosotros subiremos y pelearemos tal como el Señor nuestro Dios nos ha mandado». Y cada uno de vosotros se ciñó sus armas de guerra, y pensasteis que era fácil subir a la región montañosa. 42 Pero el Señor me dijo: «Diles: “No subáis, ni peleéis, pues yo no estoy entre vosotros; para que no seáis derrotados por[ac] vuestros enemigos(AP)”». 43 Y os hablé, pero no quisisteis escuchar. Al contrario, os rebelasteis contra el mandamiento[ad] del Señor, y obrasteis con presunción, y subisteis a la región montañosa(AQ). 44 Y los amorreos que moraban en aquella región montañosa salieron contra vosotros, y os persiguieron como lo hacen las abejas(AR), y os derrotaron[ae] desde Seir hasta Horma(AS). 45 Entonces volvisteis y llorasteis delante del Señor, pero el Señor no escuchó vuestra voz, ni os prestó oído(AT). 46 Por eso permanecisteis en Cades muchos días, los días[af] que pasasteis allí(AU).

La providencia del Señor

Después nos volvimos y partimos hacia el desierto por el camino del mar Rojo[ag](AV), como el Señor me había mandado[ah], y por muchos días dimos vuelta al[ai] monte Seir(AW). Y el Señor me habló, diciendo: «Bastantes vueltas habéis dado ya alrededor de este monte. Volveos ahora hacia el norte, y da orden al pueblo, diciendo: “Vais a pasar por el territorio de vuestros hermanos(AX), los hijos de Esaú que habitan en Seir(AY), y os tendrán miedo(AZ). Así que tened mucho cuidado; no los provoquéis[aj], porque nada de su tierra os daré, ni siquiera la huella de un pie[ak], porque a Esaú he dado el monte Seir por posesión(BA). Les compraréis con dinero los alimentos para comer, y también con dinero compraréis de ellos agua para beber. Pues el Señor tu Dios te ha bendecido en todo lo que has hecho[al]; Él ha conocido tu peregrinar[am] a través de este inmenso desierto(BB). Por[an] cuarenta años(BC) el Señor tu Dios ha estado contigo; nada te ha faltado”».

En camino de Cades a Zered

Pasamos, pues, de largo a nuestros hermanos, los hijos de Esaú que habitan en Seir, lejos del camino de Arabá(BD), lejos de Elat y de Ezión-geber(BE). Y nos volvimos, y pasamos por el camino del desierto de Moab. Entonces el Señor me dijo: «No molestes a Moab, ni los provoques a la guerra, porque no te daré nada de su tierra por posesión, pues he dado Ar(BF) a los hijos de Lot(BG) por posesión. 10 (Antes habitaron allí los emitas(BH), un pueblo tan grande, numeroso y alto como los anaceos. 11 Como los anaceos, ellos también son considerados gigantes[ao](BI), pero los moabitas los llaman emitas. 12 Los horeos habitaron antes en Seir, pero los hijos de Esaú los desalojaron y los destruyeron delante de ellos, y se establecieron[ap] en su lugar(BJ), tal como Israel hizo con la tierra que el Señor les dio en posesión(BK).) 13 Levantaos ahora, y cruzad el torrente de Zered». Y cruzamos el torrente de Zered. 14 Y el tiempo que nos llevó para venir[aq] de Cades-barnea, hasta que cruzamos el torrente de Zered, fue de treinta y ocho años(BL); hasta que pereció toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campamento(BM), como el Señor les había jurado(BN). 15 Además, la mano del Señor fue contra ellos, para destruirlos de en medio del campamento, hasta que todos perecieron(BO).

16 Y aconteció que cuando todos los hombres de guerra habían ya perecido de entre el pueblo(BP), 17 el Señor me habló, diciendo: 18 «Tú cruzarás hoy por Ar la frontera de Moab(BQ). 19 Y cuando llegues frente a los hijos de Amón(BR), no los molestes ni los provoques, porque no te daré nada de la tierra de los hijos de Amón en posesión, pues se la he dado a los hijos de Lot por heredad(BS)». 20 (Es también conocida como la tierra de los gigantes[ar](BT), porque antiguamente habitaban en ella gigantes[as], a los que los amonitas llaman zomzomeos, 21 pueblo grande, numeroso y alto como los anaceos, pero que el Señor destruyó delante de ellos. Y los amonitas los desalojaron y se establecieron en su lugar, 22 tal como Dios hizo con[at] los hijos de Esaú, que habitan en Seir(BU), cuando destruyó a los horeos delante de ellos; y ellos los desalojaron, y se establecieron en su lugar hasta hoy(BV). 23 Y a los aveos que habitaban en aldeas hasta Gaza(BW), los caftoreos[au](BX), que salieron de Caftor[av](BY), los destruyeron y se establecieron en su lugar.) 24 «Levantaos; partid y pasad por el valle[aw] del Arnón(BZ). Mira, he entregado en tu mano a Sehón amorreo, rey de Hesbón, y a su tierra; comienza a tomar posesión y entra[ax] en batalla con él. 25 Hoy comenzaré a infundir[ay] el espanto y temor tuyo(CA) entre[az] los pueblos debajo del cielo[ba], quienes, al oír tu fama, temblarán y se angustiarán a causa de ti(CB)».

Conquista de Sehón

26 (CC)Entonces envié mensajeros desde el desierto de Cademot a Sehón, rey de Hesbón, con palabras de paz, diciendo: 27 «Déjame pasar por tu tierra; iré solamente por el camino, sin apartarme ni a la derecha ni a la izquierda. 28 Me venderás comestibles por dinero para que yo pueda comer, y me darás agua por dinero para que pueda beber; déjame tan solo pasar a pie[bb](CD), 29 tal como hicieron conmigo los hijos de Esaú que habitan en Seir, y los moabitas que habitan en Ar(CE), hasta que cruce el Jordán a la tierra que el Señor nuestro Dios nos da». 30 Pero Sehón, rey de Hesbón, no quiso dejarnos pasar por su tierra[bc](CF) porque el Señor tu Dios endureció su espíritu e hizo obstinado su corazón(CG), a fin de entregarlo en tus manos, como lo está hoy. 31 Y el Señor me dijo: «Mira, he comenzado a entregar a Sehón y su tierra en tus manos[bd]. Comienza a ocuparla[be] para que poseas la tierra».

32 Entonces Sehón salió con[bf] todo su pueblo a encontrarnos en batalla en Jahaza. 33 Y el Señor nuestro Dios lo entregó a[bg] nosotros(CH); y lo derrotamos[bh](CI) a él, a sus hijos y a todo su pueblo. 34 En aquel tiempo tomamos todas sus ciudades, y exterminamos[bi] a hombres, mujeres y niños de cada ciudad[bj](CJ). No dejamos ningún sobreviviente. 35 Tomamos solamente como nuestro botín los animales y los despojos de las ciudades que habíamos capturado(CK). 36 Desde Aroer, que está a la orilla del valle del Arnón, y desde la ciudad que está en el valle[bk], aun hasta Galaad(CL), no hubo ciudad inaccesible[bl] para nosotros; el Señor nuestro Dios nos[bm] las entregó todas. 37 Solamente no te acercaste a la tierra de los hijos de Amón(CM), a todo lo largo del arroyo Jaboc(CN), ni a las ciudades del monte, todo lo que el Señor nuestro Dios había prohibido[bn].

Derrota del rey de Basán

(CO)Volvimos, pues, y subimos por el camino de Basán, y Og, rey de Basán, nos salió al encuentro con[bo] todo su pueblo para pelear en Edrei. Pero el Señor me dijo: «No le tengas miedo, porque en tu mano yo lo he entregado a él, y a todo su pueblo y su tierra; y harás con él tal como hiciste con Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón». Así que el Señor nuestro Dios entregó también a Og, rey de Basán, con todo su pueblo en nuestra mano, y los[bp] herimos hasta que no quedaron sobrevivientes[bq]. Y tomamos en aquel entonces todas sus ciudades; no quedó ciudad que no les tomáramos: sesenta ciudades, toda la región de Argob, el reino de Og en Basán(CP). Todas estas eran ciudades fortificadas con altas murallas, puertas y barras, aparte de muchos otros pueblos sin murallas. Las destruimos totalmente[br], como hicimos con Sehón, rey de Hesbón(CQ), exterminando[bs] a todos los hombres, mujeres y niños de cada ciudad[bt](CR); pero tomamos como nuestro botín todos los animales y los despojos de las ciudades(CS). Así tomamos entonces la tierra de mano de los dos reyes de los amorreos que estaban del otro lado del Jordán, desde el valle[bu] del Arnón hasta el monte Hermón(CT) (los sidonios llaman a Hermón(CU), Sirión(CV), y los amorreos lo llaman Senir(CW)): 10 todas las ciudades de la meseta, todo Galaad y todo Basán(CX), hasta Salca y Edrei, ciudades del reino de Og en Basán. 11 (Porque solo Og, rey de Basán, quedaba de los gigantes[bv](CY). Su[bw] cama era una cama de hierro; está en Rabá(CZ) de los hijos de Amón. Tenía nueve codos[bx] de largo y cuatro codos de ancho, según el codo de un hombre.)

Rubén, Gad y Manasés se establecen

12 Tomamos posesión, pues, de esta tierra en aquel tiempo. Desde Aroer, que está en el valle[by] del Arnón(DA), y la mitad de la región montañosa de Galaad y sus ciudades, se la di a los rubenitas y a los gaditas(DB). 13 Y el resto de Galaad y todo Basán, el reino de Og, toda la región de Argob, se la di a la media tribu de Manasés. (En cuanto a todo Basán, se le llama la tierra de los gigantes[bz]. 14 Jair, hijo de Manasés, tomó toda la región de Argob hasta la frontera con Gesur y Maaca, y la[ca] llamó, es decir a Basán, según su propio nombre, Havot-jair[cb](DC), como se llama hasta hoy.) 15 Y a Maquir le di Galaad(DD). 16 A los rubenitas y a los gaditas les di desde Galaad hasta el valle[cc] del Arnón, el medio del valle[cd] como[ce] frontera, hasta el arroyo Jaboc, frontera de los hijos de Amón(DE); 17 también el Arabá, con el Jordán como[cf] frontera, desde el Cineret[cg](DF) hasta el mar del Arabá, el mar Salado(DG), al pie[ch] de las laderas del Pisga(DH) al oriente.

18 (DI)Y en aquel tiempo yo os ordené, diciendo: «El Señor vuestro Dios os ha dado esta tierra para poseerla; todos vosotros, hombres valientes, cruzaréis armados delante de vuestros hermanos, los hijos de Israel(DJ). 19 Pero vuestras mujeres(DK), vuestros pequeños y vuestro ganado (yo sé que tenéis mucho ganado(DL)), permanecerán en las ciudades que os he dado, 20 hasta que el Señor dé reposo a vuestros compatriotas como a vosotros, y posean ellos también la tierra que el Señor vuestro Dios les dará al otro lado del Jordán(DM). Entonces podréis volver cada hombre a la posesión que os he dado(DN)». 21 Y ordené a Josué en aquel tiempo, diciendo: «Tus ojos han visto todo lo que el Señor vuestro Dios ha hecho a estos dos reyes; así hará el Señor a todos los reinos por los cuales vas a pasar. 22 No les temáis, porque el Señor vuestro Dios es el que pelea por vosotros(DO)».

No se le concede a Moisés cruzar el Jordán

23 Yo también supliqué al Señor en aquel tiempo, diciendo: 24 «Oh Señor Dios[ci], tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza y tu mano poderosa(DP); porque ¿qué dios hay en los cielos o en la tierra que pueda hacer obras y hechos tan poderosos como los tuyos(DQ)? 25 Permíteme, te suplico, cruzar y ver la buena tierra(DR) que está al otro lado del Jordán, aquella[cj] buena región montañosa y el Líbano». 26 Pero el Señor se enojó conmigo a causa de vosotros(DS), y no me escuchó; y el Señor me dijo: «¡Basta![ck] No me hables más de esto. 27 Sube a la cumbre del Pisga(DT) y alza tus ojos al occidente, al norte, al sur y al oriente, y mírala con tus propios ojos, porque tú no cruzarás este Jordán(DU). 28 Pero encarga a Josué, y anímale y fortalécele(DV), porque él pasará a la cabeza[cl] de este pueblo, y él les dará por heredad la tierra que tú verás(DW)». 29 Y nos quedamos en el valle frente a Bet-peor(DX).

Moisés exhorta al pueblo a la obediencia

Ahora pues, oh Israel, escucha los estatutos y los decretos que yo os enseño para que los ejecutéis(DY), a fin de que viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, el Dios de vuestros padres, os da(DZ). No añadiréis nada a la palabra que yo os mando(EA), ni quitaréis nada de ella(EB), para que guardéis los mandamientos del Señor vuestro Dios que yo os mando. Vuestros ojos han visto lo que hizo el Señor en el caso de Baal-peor, pues a todo hombre que siguió a Baal-peor, el Señor tu Dios lo destruyó de en medio de ti(EC). Mas vosotros, que permanecisteis fieles al Señor vuestro Dios, todos estáis vivos hoy. Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos tal como el Señor mi Dios me ordenó(ED), para que los cumpláis en medio de la tierra en que vais a entrar para poseerla. Así que guardadlos y ponedlos por obra, porque esta será vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos que al escuchar todos estos estatutos, dirán: «Ciertamente esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente(EE)». Porque, ¿qué nación grande(EF) hay que tenga un dios tan cerca de ella como está el Señor nuestro Dios(EG) siempre que le invocamos(EH)? ¿O qué nación grande hay que tenga estatutos y decretos(EI) tan justos como toda esta ley que hoy pongo delante de vosotros?

Israel en Horeb

Por tanto, cuídate y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides(EJ) de las cosas que tus ojos han visto, y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida(EK); sino que las hagas saber a tus hijos y a tus nietos(EL). 10 Recuerda el día que estuviste delante del Señor tu Dios en Horeb, cuando el Señor me dijo: «Reúneme el pueblo para que yo les haga oír mis palabras, a fin de que aprendan a temerme[cm] todos los días que vivan sobre la tierra(EM) y las enseñen a sus hijos(EN)». 11 Os acercasteis, pues, y permanecisteis al pie del monte, y el monte ardía en fuego(EO) hasta el mismo cielo[cn]: oscuridad, nube y densas tinieblas. 12 Entonces el Señor os habló de en medio del fuego; oísteis su voz[co], solo la voz[cp], pero no visteis figura alguna. 13 Y Él os declaró su pacto, el cual os mandó poner por obra: esto es, los diez mandamientos(EP), y los[cq] escribió en dos tablas de piedra(EQ). 14 Y el Señor me ordenó en aquella ocasión que os enseñara estatutos y decretos, a fin de que los cumpliérais en la tierra a la cual vais a entrar para poseerla.

Advertencia contra la idolatría

15 Así que guardaos bien(ER), ya que no visteis ninguna figura(ES) el día en que el Señor os habló en Horeb de en medio del fuego; 16 no sea que os corrompáis(ET) y hagáis para vosotros una imagen tallada semejante a cualquier figura(EU): semejanza de varón o hembra, 17 semejanza de cualquier animal que está en la tierra, semejanza de cualquier ave que vuela en el cielo(EV), 18 semejanza de cualquier animal que se arrastra sobre la tierra, semejanza de cualquier pez que hay en las aguas debajo de la tierra. 19 No sea que levantes los ojos al cielo y veas el sol, la luna, las estrellas y todo el ejército del cielo(EW), y seas impulsado a adorarlos y servirlos(EX), cosas que el Señor tu Dios ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos. 20 Pero a vosotros el Señor os ha tomado y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto(EY), para que fuerais pueblo de su heredad(EZ) como lo sois ahora. 21 Y el Señor se enojó conmigo a causa de vosotros, y juró que yo no pasaría el Jordán, ni entraría en la buena tierra(FA) que el Señor tu Dios te da por heredad. 22 Porque yo moriré en esta tierra, no cruzaré el Jordán(FB); mas vosotros pasaréis y tomaréis posesión de esta buena tierra(FC). 23 Guardaos, pues, no sea que olvidéis el pacto que el Señor vuestro Dios hizo con vosotros(FD), y os hagáis imagen tallada en forma de cualquier cosa que el Señor tu Dios te ha prohibido[cr](FE). 24 Porque el Señor tu Dios es fuego consumidor(FF), un Dios celoso(FG).

25 Cuando hayáis engendrado hijos y nietos, y hayáis permanecido largo tiempo en la tierra, y os corrompáis(FH) y hagáis un ídolo[cs] en forma de cualquier cosa(FI), y hagáis lo que es malo ante los ojos del Señor vuestro Dios para provocarle a ira(FJ), 26 pongo hoy por testigo contra vosotros(FK) al cielo y a la tierra, que pronto seréis totalmente exterminados de la tierra donde vais a pasar el Jordán para poseerla. No viviréis por mucho tiempo[ct] en ella, sino que seréis totalmente destruidos(FL). 27 Y el Señor os dispersará entre los pueblos(FM), y quedaréis pocos en número entre las naciones adonde el Señor os llevará. 28 Allí serviréis a dioses hechos por manos de hombre(FN), de madera y de piedra(FO), que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen(FP). 29 Pero desde allí buscarás[cu] al Señor tu Dios, y lo hallarás si lo buscas(FQ) con todo tu corazón y con toda tu alma(FR). 30 En los postreros días(FS), cuando estés angustiado y todas esas cosas te sobrevengan(FT), volverás al Señor tu Dios y escucharás su voz(FU). 31 Pues el Señor tu Dios es Dios compasivo(FV); no te abandonará(FW), ni te destruirá(FX), ni olvidará el pacto que Él juró a tus padres(FY).

32 Ciertamente, pregunta ahora acerca de los tiempos[cv] pasados que fueron antes de ti(FZ), desde el día en que Dios creó al hombre[cw] sobre la tierra(GA); inquiere desde un extremo de los cielos hasta el otro(GB). ¿Se ha hecho cosa tan grande como esta(GC), o se ha oído algo como esto? 33 ¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios, hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, y ha sobrevivido(GD)? 34 ¿O ha intentado dios alguno tomar para sí una nación de en medio de otra nación(GE), con pruebas, con señales y maravillas(GF), con guerra y mano fuerte y con brazo extendido(GG) y hechos aterradores[cx], como[cy] el Señor tu Dios hizo por ti en Egipto delante de tus ojos? 35 A ti te fue mostrado, para que supieras que el Señor, Él es Dios; ningún otro hay fuera de Él(GH). 36 Desde los cielos te hizo oír su voz para disciplinarte[cz]; y sobre la tierra te hizo ver su gran fuego, y oíste sus palabras de en medio del fuego(GI). 37 Porque[da] Él amó a tus padres, por eso escogió a su descendencia[db] después de ellos(GJ); y personalmente[dc] te sacó de Egipto con su gran poder(GK), 38 expulsando[dd] delante de ti naciones más grandes y más poderosas que tú, para hacerte entrar y darte la tierra de ellos por heredad(GL), como sucede hoy. 39 Por tanto, reconoce hoy y reflexiona en tu corazón, que el Señor es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra; no hay otro(GM). 40 Así pues, guardarás sus estatutos y sus mandamientos(GN) que yo te ordeno hoy, a fin de que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti(GO), y para que prolongues tus días sobre la tierra que el Señor tu Dios te da para siempre(GP).

Las ciudades de refugio

41 Entonces Moisés designó[de] tres ciudades al otro lado del Jordán, al oriente[df](GQ), 42 para que huyera allí el homicida que involuntariamente[dg] hubiera matado a su vecino sin haber tenido enemistad contra él en el pasado; y huyendo a una de estas ciudades, salvara su vida: 43 Beser en el desierto, sobre la meseta, para los rubenitas, y Ramot en Galaad para los gaditas, y Golán en Basán para los de Manasés(GR).

Footnotes

  1. Deuteronomio 1:6 Lit., morado
  2. Deuteronomio 1:7 Heb., Sefela
  3. Deuteronomio 1:7 I.e., región del sur
  4. Deuteronomio 1:8 Lit., simiente
  5. Deuteronomio 1:11 Lit., hablado
  6. Deuteronomio 1:13 Lit., Daos
  7. Deuteronomio 1:15 Lit., cabezas
  8. Deuteronomio 1:15 Lit., di
  9. Deuteronomio 1:15 Lit., cabezas
  10. Deuteronomio 1:15 Lit., jefes de
  11. Deuteronomio 1:15 Lit., jefes de
  12. Deuteronomio 1:15 Lit., jefes de
  13. Deuteronomio 1:16 O, conciudadano(s)
  14. Deuteronomio 1:16 O, conciudadano(s)
  15. Deuteronomio 1:17 Lit., a causa del
  16. Deuteronomio 1:22 Lit., palabra
  17. Deuteronomio 1:23 Lit., la palabra
  18. Deuteronomio 1:24 Lit., Y se volvieron
  19. Deuteronomio 1:24 O, torrente
  20. Deuteronomio 1:24 Lit., y la exploraron
  21. Deuteronomio 1:25 Lit., trajeron
  22. Deuteronomio 1:25 Lit., y dijeron
  23. Deuteronomio 1:26 Lit., la boca
  24. Deuteronomio 1:27 Lit., y dijisteis
  25. Deuteronomio 1:28 Lit., han atemorizado nuestro corazón
  26. Deuteronomio 1:30 Lit., conforme a todo lo que
  27. Deuteronomio 1:32 Lit., en este asunto
  28. Deuteronomio 1:40 Lit., mar de Cañas
  29. Deuteronomio 1:42 Lit., heridos delante de
  30. Deuteronomio 1:43 Lit., la boca
  31. Deuteronomio 1:44 Lit., despedazaron
  32. Deuteronomio 1:46 Lit., como los días
  33. Deuteronomio 2:1 Lit., mar de Cañas
  34. Deuteronomio 2:1 Lit., hablado
  35. Deuteronomio 2:1 O, anduvimos alrededor del
  36. Deuteronomio 2:5 O, entréis en batalla
  37. Deuteronomio 2:5 Lit., el pisar de la planta de un pie
  38. Deuteronomio 2:7 Lit., toda la obra de tu mano
  39. Deuteronomio 2:7 Lit., tus idas
  40. Deuteronomio 2:7 Lit., Estos
  41. Deuteronomio 2:11 Heb., refaím
  42. Deuteronomio 2:12 Lit., habitaron, y así en el resto del cap.
  43. Deuteronomio 2:14 Lit., Y los días en los cuales fuimos
  44. Deuteronomio 2:20 Heb., refaím
  45. Deuteronomio 2:20 Heb., refaím
  46. Deuteronomio 2:22 Lit., para
  47. Deuteronomio 2:23 I.e., filisteos
  48. Deuteronomio 2:23 I.e., Creta
  49. Deuteronomio 2:24 O, torrente
  50. Deuteronomio 2:24 Lit., contiende
  51. Deuteronomio 2:25 Lit., poner
  52. Deuteronomio 2:25 Lit., delante de
  53. Deuteronomio 2:25 Lit., debajo de todos los cielos
  54. Deuteronomio 2:28 Lit., en mis pies
  55. Deuteronomio 2:30 Lit., junto a él
  56. Deuteronomio 2:31 Lit., delante de ti
  57. Deuteronomio 2:31 Lit., poseer
  58. Deuteronomio 2:32 Lit., él y
  59. Deuteronomio 2:33 Lit., delante de
  60. Deuteronomio 2:33 Lit., herimos
  61. Deuteronomio 2:34 O, dedicamos al anatema
  62. Deuteronomio 2:34 Lit., toda ciudad de hombres
  63. Deuteronomio 2:36 O, torrente
  64. Deuteronomio 2:36 O, fuerte
  65. Deuteronomio 2:36 Lit., delante de nosotros
  66. Deuteronomio 2:37 Lit., ordenado
  67. Deuteronomio 3:1 Lit., él y
  68. Deuteronomio 3:3 Lit., lo
  69. Deuteronomio 3:3 Lit., no le quedó sobreviviente
  70. Deuteronomio 3:6 O, Las dedicamos al anatema
  71. Deuteronomio 3:6 O, dedicando al anatema
  72. Deuteronomio 3:6 Lit., toda ciudad de hombres
  73. Deuteronomio 3:8 O, torrente
  74. Deuteronomio 3:11 Heb., refaím
  75. Deuteronomio 3:11 Lit., He aquí, su
  76. Deuteronomio 3:11 Un codo equivale aprox. a 45 cm.
  77. Deuteronomio 3:12 O, torrente
  78. Deuteronomio 3:13 Heb., refaím
  79. Deuteronomio 3:14 Lit., las
  80. Deuteronomio 3:14 I.e., las aldeas de Jair
  81. Deuteronomio 3:16 O, torrente
  82. Deuteronomio 3:16 O, torrente
  83. Deuteronomio 3:16 Lit., y
  84. Deuteronomio 3:17 Lit., debajo de la
  85. Deuteronomio 3:17 I.e., mar de Galilea
  86. Deuteronomio 3:17 Lit., debajo
  87. Deuteronomio 3:24 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  88. Deuteronomio 3:25 Lit., esta
  89. Deuteronomio 3:26 Lit., ¡Basta de tu parte!
  90. Deuteronomio 3:28 Lit., delante
  91. Deuteronomio 4:10 O, reverenciarme
  92. Deuteronomio 4:11 Lit., el corazón de los cielos
  93. Deuteronomio 4:12 O, el sonido de palabras
  94. Deuteronomio 4:12 O, el sonido
  95. Deuteronomio 4:13 Lit., las diez palabras y las
  96. Deuteronomio 4:23 Lit., ordenado
  97. Deuteronomio 4:25 O, imagen tallada
  98. Deuteronomio 4:26 Lit., No prolongaréis vuestros días
  99. Deuteronomio 4:29 Lit., buscaréis
  100. Deuteronomio 4:32 Lit., días
  101. Deuteronomio 4:32 O, a Adán
  102. Deuteronomio 4:34 O, grandes terrores
  103. Deuteronomio 4:34 Lit., conforme a todo lo que
  104. Deuteronomio 4:36 O, enseñarte
  105. Deuteronomio 4:37 Lit., Y al contrario, porque
  106. Deuteronomio 4:37 Lit., simiente
  107. Deuteronomio 4:37 Lit., con su presencia
  108. Deuteronomio 4:38 Lit., desposeyendo
  109. Deuteronomio 4:41 Lit., separó
  110. Deuteronomio 4:41 Lit., hacia la salida del sol
  111. Deuteronomio 4:42 Lit., sin saber

De este lado del Jordán, en tierra de Moab, resolvió Moisés declarar esta ley, diciendo: Jehová nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: Habéis estado bastante tiempo en este monte. Volveos e id al monte del amorreo y a todas sus comarcas, en el Arabá, en el monte, en los valles, en el Neguev, y junto a la costa del mar, a la tierra del cananeo, y al Líbano, hasta el gran río, el río Éufrates. Mirad, yo os he entregado la tierra; entrad y poseed la tierra que Jehová juró a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, que les daría a ellos y a su descendencia después de ellos.

Nombramiento de jueces

(Ex. 18.13-27)

En aquel tiempo yo os hablé diciendo: Yo solo no puedo llevaros. 10 Jehová vuestro Dios os ha multiplicado, y he aquí hoy vosotros sois como las estrellas del cielo en multitud. 11 ¡Jehová Dios de vuestros padres os haga mil veces más de lo que ahora sois, y os bendiga, como os ha prometido! 12 ¿Cómo llevaré yo solo vuestras molestias, vuestras cargas y vuestros pleitos? 13 Dadme de entre vosotros, de vuestras tribus, varones sabios y entendidos y expertos, para que yo los ponga por vuestros jefes. 14 Y me respondisteis y dijisteis: Bueno es hacer lo que has dicho. 15 Y tomé a los principales de vuestras tribus, varones sabios y expertos, y los puse por jefes sobre vosotros, jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez, y gobernadores de vuestras tribus. 16 Y entonces mandé a vuestros jueces, diciendo: Oíd entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre el hombre y su hermano, y el extranjero. 17 No hagáis distinción de persona en el juicio; así al pequeño como al grande oiréis; no tendréis temor de ninguno, porque el juicio es de Dios; y la causa que os fuere difícil, la traeréis a mí, y yo la oiré. 18 Os mandé, pues, en aquel tiempo, todo lo que habíais de hacer.

Misión de los doce espías

(Nm. 13.1-33)

19 Y salidos de Horeb, anduvimos todo aquel grande y terrible desierto que habéis visto, por el camino del monte del amorreo, como Jehová nuestro Dios nos lo mandó; y llegamos hasta Cades-barnea. 20 Entonces os dije: Habéis llegado al monte del amorreo, el cual Jehová nuestro Dios nos da. 21 Mira, Jehová tu Dios te ha entregado la tierra; sube y toma posesión de ella, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes. 22 Y vinisteis a mí todos vosotros, y dijisteis: Enviemos varones delante de nosotros que nos reconozcan la tierra, y a su regreso nos traigan razón del camino por donde hemos de subir, y de las ciudades adonde hemos de llegar. 23 Y el dicho me pareció bien; y tomé doce varones de entre vosotros, un varón por cada tribu. 24 Y se encaminaron, y subieron al monte, y llegaron hasta el valle de Escol, y reconocieron la tierra. 25 Y tomaron en sus manos del fruto del país, y nos lo trajeron, y nos dieron cuenta, y dijeron: Es buena la tierra que Jehová nuestro Dios nos da. 26 Sin embargo, no quisisteis subir, antes fuisteis rebeldes al mandato de Jehová vuestro Dios;(A) 27 y murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: Porque Jehová nos aborrece, nos ha sacado de tierra de Egipto, para entregarnos en manos del amorreo para destruirnos. 28 ¿A dónde subiremos? Nuestros hermanos han atemorizado nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es mayor y más alto que nosotros, las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; y también vimos allí a los hijos de Anac. 29 Entonces os dije: No temáis, ni tengáis miedo de ellos. 30 Jehová vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, él peleará por vosotros, conforme a todas las cosas que hizo por vosotros en Egipto delante de vuestros ojos. 31 Y en el desierto(B) has visto que Jehová tu Dios te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta llegar a este lugar. 32 Y aun con esto no creísteis a Jehová vuestro Dios,(C) 33 quien iba delante de vosotros por el camino para reconoceros el lugar donde habíais de acampar, con fuego de noche para mostraros el camino por donde anduvieseis, y con nube de día.

Dios castiga a Israel

(Nm. 14.20-35)

34 Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras, y se enojó, y juró diciendo: 35 No verá hombre alguno de estos, de esta mala generación, la buena tierra que juré que había de dar a vuestros padres,(D) 36 excepto Caleb hijo de Jefone; él la verá, y a él le daré la tierra que pisó, y a sus hijos; porque ha seguido fielmente a Jehová. 37 También contra mí se airó Jehová por vosotros, y me dijo: Tampoco tú entrarás allá. 38 Josué hijo de Nun, el cual te sirve, él entrará allá; anímale, porque él la hará heredar a Israel. 39 Y vuestros niños, de los cuales dijisteis que servirían de botín, y vuestros hijos que no saben hoy lo bueno ni lo malo, ellos entrarán allá, y a ellos la daré, y ellos la heredarán. 40 Pero vosotros volveos e id al desierto, camino del Mar Rojo.

La derrota en Horma

(Nm. 14.39-45)

41 Entonces respondisteis y me dijisteis: Hemos pecado contra Jehová; nosotros subiremos y pelearemos, conforme a todo lo que Jehová nuestro Dios nos ha mandado. Y os armasteis cada uno con sus armas de guerra, y os preparasteis para subir al monte. 42 Y Jehová me dijo: Diles: No subáis, ni peleéis, pues no estoy entre vosotros; para que no seáis derrotados por vuestros enemigos. 43 Y os hablé, y no disteis oído; antes fuisteis rebeldes al mandato de Jehová, y persistiendo con altivez subisteis al monte. 44 Pero salió a vuestro encuentro el amorreo, que habitaba en aquel monte, y os persiguieron como hacen las avispas, y os derrotaron en Seir, hasta Horma. 45 Y volvisteis y llorasteis delante de Jehová, pero Jehová no escuchó vuestra voz, ni os prestó oído. 46 Y estuvisteis en Cades por muchos días, los días que habéis estado allí.

Los años en el desierto

Luego volvimos y salimos al desierto, camino del Mar Rojo, como Jehová me había dicho; y rodeamos el monte de Seir(E) por mucho tiempo. Y Jehová me habló, diciendo: Bastante habéis rodeado este monte; volveos al norte. Y manda al pueblo, diciendo: Pasando vosotros por el territorio de vuestros hermanos los hijos de Esaú,(F) que habitan en Seir, ellos tendrán miedo de vosotros; mas vosotros guardaos mucho. No os metáis con ellos, porque no os daré de su tierra ni aun lo que cubre la planta de un pie; porque yo he dado por heredad a Esaú el monte de Seir. Compraréis de ellos por dinero los alimentos, y comeréis; y también compraréis de ellos el agua, y beberéis; pues Jehová tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus manos; él sabe que andas por este gran desierto; estos cuarenta años Jehová tu Dios ha estado contigo, y nada te ha faltado. Y nos alejamos del territorio de nuestros hermanos los hijos de Esaú, que habitaban en Seir, por el camino del Arabá desde Elat y Ezión-geber; y volvimos, y tomamos el camino del desierto de Moab.

Y Jehová me dijo: No molestes a Moab,(G) ni te empeñes con ellos en guerra, porque no te daré posesión de su tierra; porque yo he dado a Ar por heredad a los hijos de Lot. 10 (Los emitas habitaron en ella antes, pueblo grande y numeroso, y alto como los hijos de Anac. 11 Por gigantes eran ellos tenidos también, como los hijos de Anac; y los moabitas los llaman emitas. 12 Y en Seir habitaron antes los horeos, a los cuales echaron los hijos de Esaú; y los arrojaron de su presencia, y habitaron en lugar de ellos, como hizo Israel en la tierra que les dio Jehová por posesión.) 13 Levantaos ahora, y pasad el arroyo de Zered. Y pasamos el arroyo de Zered. 14 Y los días que anduvimos de Cades-barnea hasta cuando pasamos el arroyo de Zered fueron treinta y ocho años; hasta que se acabó toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campamento, como Jehová les había jurado.(H) 15 Y también la mano de Jehová vino sobre ellos para destruirlos de en medio del campamento, hasta acabarlos.

16 Y aconteció que después que murieron todos los hombres de guerra de entre el pueblo, 17 Jehová me habló, diciendo: 18 Tú pasarás hoy el territorio de Moab, a Ar. 19 Y cuando te acerques a los hijos de Amón,(I) no los molestes, ni contiendas con ellos; porque no te daré posesión de la tierra de los hijos de Amón, pues a los hijos de Lot la he dado por heredad. 20 (Por tierra de gigantes fue también ella tenida; habitaron en ella gigantes en otro tiempo, a los cuales los amonitas llamaban zomzomeos; 21 pueblo grande y numeroso, y alto, como los hijos de Anac; a los cuales Jehová destruyó delante de los amonitas. Estos sucedieron a aquellos, y habitaron en su lugar, 22 como hizo Jehová con los hijos de Esaú que habitaban en Seir, delante de los cuales destruyó a los horeos; y ellos sucedieron a estos, y habitaron en su lugar hasta hoy. 23 Y a los aveos que habitaban en aldeas hasta Gaza, los caftoreos que salieron de Caftor los destruyeron, y habitaron en su lugar.) 24 Levantaos, salid, y pasad el arroyo de Arnón; he aquí he entregado en tu mano a Sehón rey de Hesbón, amorreo, y a su tierra; comienza a tomar posesión de ella, y entra en guerra con él. 25 Hoy comenzaré a poner tu temor y tu espanto sobre los pueblos debajo de todo el cielo, los cuales oirán tu fama, y temblarán y se angustiarán delante de ti.

Israel derrota a Sehón

(Nm. 21.21-30)

26 Y envié mensajeros desde el desierto de Cademot a Sehón rey de Hesbón con palabras de paz, diciendo: 27 Pasaré por tu tierra por el camino; por el camino iré, sin apartarme ni a diestra ni a siniestra. 28 La comida me venderás por dinero, y comeré; el agua también me darás por dinero, y beberé; solamente pasaré a pie, 29 como lo hicieron conmigo los hijos de Esaú que habitaban en Seir, y los moabitas que habitaban en Ar; hasta que cruce el Jordán a la tierra que nos da Jehová nuestro Dios. 30 Mas Sehón rey de Hesbón no quiso que pasásemos por el territorio suyo; porque Jehová tu Dios había endurecido su espíritu, y obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como hasta hoy. 31 Y me dijo Jehová: He aquí yo he comenzado a entregar delante de ti a Sehón y a su tierra; comienza a tomar posesión de ella para que la heredes. 32 Y nos salió Sehón al encuentro, él y todo su pueblo, para pelear en Jahaza. 33 Mas Jehová nuestro Dios lo entregó delante de nosotros; y lo derrotamos a él y a sus hijos, y a todo su pueblo. 34 Tomamos entonces todas sus ciudades, y destruimos todas las ciudades, hombres, mujeres y niños; no dejamos ninguno. 35 Solamente tomamos para nosotros los ganados, y los despojos de las ciudades que habíamos tomado. 36 Desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo de Arnón, y la ciudad que está en el valle, hasta Galaad, no hubo ciudad que escapase de nosotros; todas las entregó Jehová nuestro Dios en nuestro poder. 37 Solamente a la tierra de los hijos de Amón no llegamos; ni a todo lo que está a la orilla del arroyo de Jaboc ni a las ciudades del monte, ni a lugar alguno que Jehová nuestro Dios había prohibido.

Israel derrota a Og rey de Basán

(Nm. 21.31-35)

Volvimos, pues, y subimos camino de Basán, y nos salió al encuentro Og rey de Basán para pelear, él y todo su pueblo, en Edrei. Y me dijo Jehová: No tengas temor de él, porque en tu mano he entregado a él y a todo su pueblo, con su tierra; y harás con él como hiciste con Sehón rey amorreo, que habitaba en Hesbón. Y Jehová nuestro Dios entregó también en nuestra mano a Og rey de Basán, y a todo su pueblo, al cual derrotamos hasta acabar con todos. Y tomamos entonces todas sus ciudades; no quedó ciudad que no les tomásemos; sesenta ciudades, toda la tierra de Argob, del reino de Og en Basán. Todas estas eran ciudades fortificadas con muros altos, con puertas y barras, sin contar otras muchas ciudades sin muro. Y las destruimos, como hicimos a Sehón rey de Hesbón, matando en toda ciudad a hombres, mujeres y niños. Y tomamos para nosotros todo el ganado, y los despojos de las ciudades. También tomamos en aquel tiempo la tierra desde el arroyo de Arnón hasta el monte de Hermón, de manos de los dos reyes amorreos que estaban a este lado del Jordán. (Los sidonios llaman a Hermón, Sirión; y los amorreos, Senir.) 10 Todas las ciudades de la llanura, y todo Galaad, y todo Basán hasta Salca y Edrei, ciudades del reino de Og en Basán. 11 Porque únicamente Og rey de Basán había quedado del resto de los gigantes. Su cama, una cama de hierro, ¿no está en Rabá de los hijos de Amón? La longitud de ella es de nueve codos, y su anchura de cuatro codos, según el codo de un hombre.

Rubén, Gad y la media tribu de Manasés se establecen al oriente del Jordán

(Nm. 32.1-42)

12 Y esta tierra que heredamos en aquel tiempo, desde Aroer, que está junto al arroyo de Arnón, y la mitad del monte de Galaad con sus ciudades, la di a los rubenitas y a los gaditas; 13 y el resto de Galaad, y todo Basán, del reino de Og, toda la tierra de Argob, que se llamaba la tierra de los gigantes, lo di a la media tribu de Manasés. 14 Jair hijo de Manasés tomó toda la tierra de Argob hasta el límite con Gesur y Maaca, y la llamó por su nombre, Basán-havot-jair, hasta hoy. 15 Y Galaad se lo di a Maquir. 16 Y a los rubenitas y gaditas les di de Galaad hasta el arroyo de Arnón, teniendo por límite el medio del valle, hasta el arroyo de Jaboc, el cual es límite de los hijos de Amón; 17 también el Arabá, con el Jordán como límite desde Cineret hasta el mar del Arabá, el Mar Salado, al pie de las laderas del Pisga al oriente.

18 Y os mandé entonces, diciendo: Jehová vuestro Dios os ha dado esta tierra por heredad; pero iréis armados todos los valientes delante de vuestros hermanos los hijos de Israel. 19 Solamente vuestras mujeres, vuestros hijos y vuestros ganados (yo sé que tenéis mucho ganado), quedarán en las ciudades que os he dado, 20 hasta que Jehová dé reposo a vuestros hermanos, así como a vosotros, y hereden ellos también la tierra que Jehová vuestro Dios les da al otro lado del Jordán; entonces os volveréis cada uno a la heredad que yo os he dado.(J) 21 Ordené también a Josué en aquel tiempo, diciendo: Tus ojos vieron todo lo que Jehová vuestro Dios ha hecho a aquellos dos reyes; así hará Jehová a todos los reinos a los cuales pasarás tú. 22 No los temáis; porque Jehová vuestro Dios, él es el que pelea por vosotros.

No se le permite a Moisés entrar a Canaán

23 Y oré a Jehová en aquel tiempo, diciendo: 24 Señor Jehová, tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza, y tu mano poderosa; porque ¿qué dios hay en el cielo ni en la tierra que haga obras y proezas como las tuyas? 25 Pase yo, te ruego, y vea aquella tierra buena que está más allá del Jordán, aquel buen monte, y el Líbano. 26 Pero Jehová se había enojado contra mí a causa de vosotros, por lo cual no me escuchó; y me dijo Jehová: Basta, no me hables más de este asunto. 27 Sube a la cumbre del Pisga y alza tus ojos al oeste, y al norte, y al sur, y al este, y mira con tus propios ojos; porque no pasarás el Jordán.(K) 28 Y manda a Josué, y anímalo, y fortalécelo; porque él ha de pasar delante de este pueblo, y él les hará heredar la tierra que verás. 29 Y paramos en el valle delante de Bet-peor.

Moisés exhorta a la obediencia

Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres os da. No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella,(L) para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno. Vuestros ojos vieron lo que hizo Jehová con motivo de Baal-peor; que a todo hombre que fue en pos de Baal-peor destruyó Jehová tu Dios de en medio de ti.(M) Mas vosotros que seguisteis a Jehová vuestro Dios, todos estáis vivos hoy. Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta. Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?

La experiencia de Israel en Horeb

Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. 10 El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos; 11 y os acercasteis y os pusisteis al pie del monte; y el monte ardía en fuego hasta en medio de los cielos con tinieblas, nube y oscuridad; 12 y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego;(N) oísteis la voz de sus palabras, mas a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis. 13 Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra.(O) 14 A mí también me mandó Jehová en aquel tiempo que os enseñase los estatutos y juicios,(P) para que los pusieseis por obra en la tierra a la cual pasáis a tomar posesión de ella.

Advertencia contra la idolatría

15 Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego; 16 para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura,(Q) imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra, 17 figura de animal alguno que está en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire, 18 figura de ningún animal que se arrastre sobre la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra. 19 No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas; porque Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos. 20 Pero a vosotros Jehová os tomó, y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis el pueblo de su heredad(R) como en este día. 21 Y Jehová se enojó contra mí por causa de vosotros, y juró que yo no pasaría el Jordán, ni entraría en la buena tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.(S) 22 Así que yo voy a morir en esta tierra, y no pasaré el Jordán; mas vosotros pasaréis, y poseeréis aquella buena tierra. 23 Guardaos, no os olvidéis del pacto de Jehová vuestro Dios, que él estableció con vosotros, y no os hagáis escultura o imagen de ninguna cosa que Jehová tu Dios te ha prohibido. 24 Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor,(T) Dios celoso.

25 Cuando hayáis engendrado hijos y nietos, y hayáis envejecido en la tierra, si os corrompiereis e hiciereis escultura o imagen de cualquier cosa, e hiciereis lo malo ante los ojos de Jehová vuestro Dios, para enojarlo; 26 yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra, que pronto pereceréis totalmente de la tierra hacia la cual pasáis el Jordán para tomar posesión de ella; no estaréis en ella largos días sin que seáis destruidos. 27 Y Jehová os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las naciones a las cuales os llevará Jehová. 28 Y serviréis allí a dioses hechos de manos de hombres, de madera y piedra,(U) que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen. 29 Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.(V) 30 Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz; 31 porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres.

32 Porque pregunta ahora si en los tiempos pasados que han sido antes de ti, desde el día que creó Dios al hombre sobre la tierra, si desde un extremo del cielo al otro se ha hecho cosa semejante a esta gran cosa, o se haya oído otra como ella. 33 ¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios, hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, sin perecer? 34 ¿O ha intentado Dios venir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, con milagros y con guerra, y mano poderosa y brazo extendido, y hechos aterradores como todo lo que hizo con vosotros Jehová vuestro Dios en Egipto ante tus ojos? 35 A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová es Dios, y no hay otro fuera de él.(W) 36 Desde los cielos te hizo oír su voz, para enseñarte; y sobre la tierra te mostró su gran fuego, y has oído sus palabras de en medio del fuego. 37 Y por cuanto él amó a tus padres, escogió a su descendencia después de ellos, y te sacó de Egipto con su presencia y con su gran poder, 38 para echar de delante de tu presencia naciones grandes y más fuertes que tú, y para introducirte y darte su tierra por heredad, como hoy. 39 Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro. 40 Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre.

Las ciudades de refugio al oriente del Jordán

41 Entonces apartó Moisés tres ciudades a este lado del Jordán al nacimiento del sol, 42 para que huyese allí el homicida que matase a su prójimo sin intención, sin haber tenido enemistad con él nunca antes; y que huyendo a una de estas ciudades salvase su vida: 43 Beser en el desierto, en tierra de la llanura, para los rubenitas; Ramot en Galaad para los gaditas, y Golán en Basán para los de Manasés.(X)