2 Corintios 5:1-9
Reina-Valera 1995
5 Sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna, en los cielos. 2 Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial, 3 pues así seremos hallados vestidos y no desnudos. 4 Asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia, pues no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. 5 Pero el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado el Espíritu como garantía.
6 Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor 7 (porque por fe andamos, no por vista). 8 Pero estamos confiados, y más aún queremos estar ausentes del cuerpo y presentes al Señor. 9 Por tanto, procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables,
Read full chapterCopyright © 1995 by United Bible Societies