Add parallel Print Page Options

Por cierto, tengo mucha hambre. ¿Podrías darme unas cinco piezas de pan, o lo que tengas?

—Sólo tengo el pan que usamos en el santuario —le contestó el sacerdote—. Te lo puedo dar, siempre y cuando ni tú ni tus hombres hayan tenido relaciones sexuales.

—No te preocupes —respondió David—, que ni siquiera cuando salimos a un viaje de rutina tenemos relaciones sexuales con nuestras esposas, mucho menos ahora.

Read full chapter