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Pon el lavamanos entre el santuario y el altar, y llénalo de agua. Luego levanta el atrio alrededor de la tienda, y cuelga las cortinas de la entrada del atrio.

»Toma el aceite de la unción y rocíalo en el santuario y en todo lo que está en él, sobre todos sus utensilios y muebles, para santificarlo. Una vez hecho esto, será santo.

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