Mateo 14
Reina-Valera 1995
Muerte de Juan el Bautista(A)
14 En aquel tiempo Herodes, el tetrarca, oyó la fama de Jesús, 2 y dijo a sus criados: «Éste es Juan el Bautista; ha resucitado de los muertos y por eso actúan en él estos poderes.» 3 Herodes había prendido a Juan, lo había encadenado y metido en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de su hermano Felipe, 4 porque Juan le decía: «No te está permitido tenerla.» 5 Y Herodes quería matarlo, pero temía al pueblo, porque tenían a Juan por profeta. 6 Pero cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio y agradó a Herodes, 7 por lo cual éste le prometió con juramento darle todo lo que pidiera. 8 Ella, instruida primero por su madre, dijo: «Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista.»
9 Entonces el rey se entristeció, pero a causa del juramento y de los que estaban con él a la mesa, mandó que se la dieran, 10 y ordenó decapitar a Juan en la cárcel. 11 Trajeron su cabeza en un plato, se la dieron a la muchacha y ella se la entregó a su madre. 12 Entonces llegaron sus discípulos, tomaron el cuerpo, lo enterraron y fueron a dar la noticia a Jesús.
Alimentación de los cinco mil(B)
13 Al oírlo Jesús, se apartó de allí, él solo, en una barca a un lugar desierto. Cuando la gente lo supo, lo siguió a pie desde las ciudades. 14 Al salir Jesús, vio una gran multitud, tuvo compasión de ellos y sanó a los que de ellos estaban enfermos. 15 Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo:
—El lugar es desierto y la hora ya avanzada. Despide a la multitud para que vayan por las aldeas y compren algo de comer.
16 Jesús les dijo:
—No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer.
17 Ellos dijeron:
—No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces.
18 Él les dijo:
—Traédmelos acá.
19 Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud. 20 Comieron todos y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas. 21 Los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
Jesús anda sobre el mar(C)
22 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. 23 Después de despedir a la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. 24 Ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas, porque el viento era contrario. 25 Pero a la cuarta vigilia de la noche, Jesús fue a ellos andando sobre el mar. 26 Los discípulos, viéndolo andar sobre el mar, se turbaron, diciendo:
—¡Un fantasma!
Y gritaron de miedo. 27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo:
—¡Tened ánimo! Soy yo, no temáis.
28 Entonces le respondió Pedro, y dijo:
—Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
29 Y él dijo:
—Ven.
Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. 30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó:
—¡Señor, sálvame!
31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, lo sostuvo y le dijo:
—¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
32 En cuanto ellos subieron a la barca, se calmó el viento. 33 Entonces los que estaban en la barca se acercaron y lo adoraron, diciendo:
—Verdaderamente eres Hijo de Dios.
Jesús sana a los enfermos en Genesaret(D)
34 Terminada la travesía, llegaron a tierra de Genesaret. 35 Cuando lo reconocieron los hombres de aquel lugar, enviaron noticia por toda aquella tierra alrededor, y trajeron a él todos los enfermos; 36 y le rogaban que los dejara tocar solamente el borde de su manto. Y todos los que lo tocaron, quedaron sanos.
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