Deuteronomio 8:7-18

La Biblia de las Américas

⁷ Porque el Señor tu Dios te trae a una tierra buena, a una tierra de corrientes de aguas, de fuentes y manantiales que fluyen por valles y colinas; ⁸ una tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granados; una tierra de aceite de oliva y^[a] miel; ⁹ una tierra donde comerás el pan sin escasez, donde nada te faltará^(A); una tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes puedes sacar cobre. ¹⁰ Cuando hayas comido y te hayas saciado^(B), bendecirás al Señor tu Dios por la buena tierra que Él te ha dado.

El peligro de olvidar a Dios

¹¹ Cuídate de no olvidar al Señor tu Dios^(C) dejando de guardar sus mandamientos, sus ordenanzas y sus estatutos que yo te ordeno hoy; ¹² no sea que cuando hayas comido y te hayas saciado^(D), y hayas construido buenas casas y habitado en ellas, ¹³ y cuando tus vacas y tus ovejas se multipliquen, y tu plata y oro se multipliquen, y todo lo que tengas se multiplique, ¹⁴ entonces tu corazón se enorgullezca^[b], y te olvides del Señor tu Dios^(E) que te sacó de la tierra de Egipto de la casa de servidumbre^[c]. ¹⁵ Él te condujo a través del inmenso y terrible desierto^(F), con sus serpientes abrasadoras^(G) y escorpiones, tierra sedienta donde no había agua; Él sacó para ti agua de la roca de pedernal^(H). ¹⁶ En el desierto te alimentó con el maná que tus padres no habían conocido^(I), para humillarte y probarte^(J), y para finalmente^[d] hacerte bien. ¹⁷ No sea que digas en tu corazón^(K): «Mi poder y la fuerza de mi mano me han producido esta riqueza». ¹⁸ Mas acuérdate del Señor tu Dios, porque Él es el que te da poder para hacer riquezas^(L), a fin de confirmar su pacto, el cual juró a tus padres como en este día.